Jimin estaba en su cama comiendo un poco de fideos instantáneos, no había querido hacer nada más para comer por que se sentía muy cansado para estar de pie en la cosina.

Miró todo el lugar y se sentía muy sólo... se sentía un poco abandonado por que Hoseok casi no venía después de la pequeña discusión, la señora Joon estába enojada con él y ni siquiera lo había llamado en estos dos dos días.

Suspiró y sonó el timbre del lugar, extrañado dejó el embace de la comida en la mesa y se levantó, pensó que podía ser la señora Joon ya que ella siempre olvida que tenía una llave.

Cuando abrió lo primero que vio fue unas cajas de colores.

-¿Usted es el señor Jeon?-Preguntó una gruesa voz.

Jimin levantó una ceja intrigado, hace mucho nadie utilizaba su apellido de casado.

-¿Quien pregunta?-Jimin cuestionó un poco nervioso.

-Soy Yi Zing, empleado del señor Jeon Jungkook, ¿su esposo verdad?.

Jimin vio dos oscuros ojos asomarse a un lado de las cajas, el pelirrosa asintió y vio como los dos ojos se achinaron.

-Eso es bueno, ¿me permite entrar para dejarle estos regalos que envió el señor?-Preguntó el hombre un poco cansado.

-Si, lo siento, eso debe pesar mucho-Jimin abrió toda la puerta y dejó entrar al hombre.

Yi Zing dejó las cajas en el suelo cerca de la cama, salió del departamento con una sonrisa y entró las bolsas que había dejado ahí.

-Mi compañero ya sube el resto-Avisó yo Zing amablemente.

-¿Mas?-Preguntó Jimin sorprendido mirando el suelo que había muchas cajas encima una de otra y muchas bolsas.

-Aqui está el resto Zhāng-Dijó el hombre que llegó con más cajas.

Terminaron de dejar esas cajas y se fueron haciendo una reverencia a Jimin y despidiéndose con un "adiós señor Jeon".

Jimin se sentó en la orilla de su cama y empezó a abrir las bolsas, una hermosa sonrisa se empezó a dibujar en su rostro.

Habían lindos camisones de lindos colores, también había shorts, camisas y suéteres, algunas cosas eran para después de su embarazo y eso lo hacía más feliz.. cuando empezó a abrir las cajas sus ojitos brillaron... todo era ropita de niño, bodys con mangas largas y cortas, también pantalones y zapatitos tejidos, gorros y mediecitas.

Solo la idea de que Jungkook pensaba en el bebé le hacía acelerar el corazón de la emoción, al menos Jungkook si quería a su hijo y no como dijo Jin que él ya no quería nada con él.

*************

-¿Y como les fue?-Preguntó Jungkook ansioso.

-Bien señor, aceptó ser el señor Jeon y recibió todos los regalos-Yi Zing sonrió.

-Eso es exelente-Jungkook sonrió. -Ahora seguirán aquí y lo cuidarán, lo seguirán a donde vaya y si un día necesita ayuda se la dan.

-Si señor..

-Un tipejo vendra a visitarlo, sólo ognorenlo no vale nada-Dijó Jungkook con desagrado. -Y otra cosa...

-¿Que sería señor?-Yi Zing lo miró curioso, no sabía que otra locura pediría su jefe.

-Le enviarán desayuno, almuerzo y cena, está en la etapa final del embarazo y no quiero que se esfuerce o cosine... si algo le sucede a mi esposo ustedes dos me lo pagan con su vida.

Los dos hombres negaron levemente con una pequeña sonrisa.

-Bien, les depositare dinero a la cuenta-Jungkook suspiró y sonó su celular en un mensaje.

Jungkook sacó su celular y al leer lo que decía sonrió.

-Gracias por los regalos, todo está muy bonito, los colores me encantaron, son mis favoritos😊-

A Jungkook le brillaron los ojos, se sentía como un adolescente enamorado.

-¿Algo más señor Jeon?-Preguntó el acompañante de Yi Zing.

-No, eso es solo por ahora-Jungkook les sonrió y se fue hacia su auto.

-Sabia que te gustarían y no agradezcas mochi, te lo mereces-

Envío el mensaje antes de subirse al auto.

Jimin por otro lado está con una enorme sonrisa en su rostro. Extrañaba tanto que Jungkook le dijera así.

-¿Quieres ver cómo me quedó la ropa?-

Jimin sólo quería que Jungkook lo viera, quería que supiera que si le había gustado lo que le dio.

Y Jungkook al leer esa pregunta frenó en seco el auto que recién había encendido, río suave y tomó el teléfono para enviar un mensaje.

-Por supuesto, nada me gustaría más-

Ambos hombres estaban contentos, aunque en sus mentes seguía las palabras de SeokJin que les decía que uno ya no quería al otro y viceversa.

Segundos después el celular de Jungkook alumbró mostrando a Jimin con una enorme sonrisa y un gran camisón rosado con un conejo en la mitad.. se veía adorable con su panzota y con su cabello pálido.

-Te vez hermoso, te queda de maravilla-

Contestó Jungkook cuando se detuvo en un semáforo.

Llegó otra foto de Jimin y cuando Jungkook la hiba a ver precisamente recibió una llamada de Somi.. la secretaría de su psicólogo.

Contestó y puso el celular en altavoz.

-Buenos días Somi...

-Buenos días señor Jeon, ¿como le
va?-Preguntó ella amablemente.

-Mejor que bien, ¿a que debo el honor
de tu llamada?.

-Queria informarle que su cita fue reprogramada, el asunto es que al doctor
se le presentó un asunto para las horas
de la tarde...

-¿Y para cuando quedó?-Preguntó
Jungkook serio.

-Si se puede acercar ahora al consultorio sería buena idea, pero si no puede se
la dejaría para dentro de unos días
por que hay agenda ocupada-
Somi suspiró.

-Voy para haya, estoy cerca del lugar-Jungkook sonrió al ver que aún seguían llegando fotos de Jimin.

-Bueno señor Jeon lo esperamos-Somi
sonó más tranquila. -Que tenga buen recorrido.

-Gracias Somi, nos vemos.

Jungkook colgó y lo primero que hizo fue ver las fotos de Jimin en camizones de lindos colores.

-Todos.. absolutamente todos se te ven super hermosos mochi.. te vez perfecto-

Envío Jungkook para empezar a conducir otra vez.

-Mentiras, estoy todo gordo, parezco una pelota sólo me falta rodar-

Jungkook apostaría todo a que Jimin en ese momento tenía un puchero, y es que no se equivocava por que aunque el pelirrosa sabía que Jungkook no lo veía siempre hacia sus dulces caras.

Jungkook estacionó el auto y tomó el celular para contestar y salir de éste.

-Eres hermoso así de gordito, más sabiendo que nuestros hijos te tienen así, saca toda esas feas ideas... Jeon Jimin es hermosamente perfecto-

Jimin sonreía a más no poder, pero para no ruborizarce más por las palabras de su esposo... prefiero empezar a ponerse los suéters para enviar las fotos.