Capítulo 32
- No había hablado con una chica durante mucho tiempo, bueno solo en la universidad, por temas de estudios y nada más. Andrew fue mi único amigo en Alemania, hasta que ambos descubrimos quienes eramos en realidad.
- ¿No están molestos el uno con el otro por mentirse?
- No. - Sonrío. - Estamos a mano, ambos mentimos, una vez lo hablamos todo se resolvió y decidió ayudarme, con un poco de presión de mi parte por supuesto.
- Bueno, es muy lindo ¿No crees?
- ¿Andrew? Es un buen hombre, pero no lo veo como nada más que un amigo.
- Eso me deja la vía libre. - Sonríe pícaramente. - ¿No te molesta?
- Para nada. - Me río de sus ocurrencias.
- Si Andrew no te gusta quiere decir que estás enamorada del sexy oficial ¿No es así?
- Val, eso no es cierto. - Me sonrojo.
- Y por que te pones roja como tomate, eso solo confirma mis sospechas. Vamos cuéntame todo ¿Qué ha pasado entre ustedes dos?
- Es difícil decirlo, no recuerdo nada antes del secuestro.
- Yo podría decirte. - Dice Terry saliendo de su habitación.
- ¿Estabas espiando? - Digo molesta.
- Están prácticamente gritando todo y cuando ríen parece que se ponen en un alto parlante, sus risas las escuchan a diez cuadras de aquí.
- ¿No tenías que ir a trabajar? - Cruzo mis brazos.
- Tengo tiempo aun, volviendo al tema, Halley estaba perdidamente enamorada de mi. - Se mofa.
- Ya quisieras, vete de aquí Terry.
- Cuéntame más. - Dice Val haciendo espacio en el sofá para Terry.
- Bien, lo que dije antes no era verdad, realmente soy yo quien está perdidamente enamorado de Halley. - Se deja caer en el sofá, suspirando.
En ese instante siento como el color rojo vuelve a mi rostro, mis manos se ponen heladas y mi corazón se acelera, una pequeña sonrisa se asoma a mi rostro, Terry también sonríe tímidamente, con esa sonrisa que cautiva a cualquier chica.
- Yo era el encargado de su seguridad, pasamos tanto tiempo juntos que no pude evitar comenzar a enamorarme, ella era tan fuerte, dulce, inteligente, pero sobre todo testaruda. - Se ríe. - También estoy seguro de que ella sentía algo por mi, incluso llegamos a besarnos un par de veces, quizás tu no lo recuerdas, pero yo sí, es en lo único que pienso algunas veces cuando estoy en el trabajo. - Me ofrece una bella sonrisa aun mas amplia y hermosa.
- Como el beso bajo la lluvia. - Le devuelvo una sonrisa tímida sin poder mirarlo a los ojos.
- Sí, como el beso bajo la lluvia.
Terry se gira totalmente hacía mi para poder mirarme mejor, con su mano levanta mi mentón para que lo vea a los ojos, poco a poco veo su rostro, primero su mentón, luego sus dulces labios, su perfecta nariz y por último esos hermosos ojos color miel.
- Bueno, yo creo que ya debo irme, tengo que ir a trabajar. - Dice Val tomando su bolso.
Desvío la mirada y tomo la mano que Terry tiene en mi rostro.
- ¿Estas trabajando?
- Sí, en uno de los restaurantes de mi padre para ganar dinero extra.
- Eso es genial, algún día iré a verte a tu trabajo.
- Eso sería fantástico, te enviaré la dirección luego.
- Por cierto, si alguna vez vienes y nadie abre la puerta hay una llave extra en la maceta junto al extintor.
- Genial, gracias por el dato. Te veo mañana.
- Adiós Val.
Sin decir algo más se va del apartamento, dejando un ambiente incómodo entre Terry y yo, el continúa mirándome mientras suspira, me pongo de pie, él hace lo mismo, intento ir de nuevo a mi habitación, pero me tapa el paso.
- ¿Podemos hablar? - Da un paso para acercarse mas a mi. - Por favor.
- Si. - Digo insegura. ¿De que quieres hablar?
- Nosotros. - Suspira.
- ¿Que hay con nosotros? - Miro hacia el suelo para no hacer contacto visual.
- Has estado evadiendo el tema desde hace unos días. - Eleva mi mentón con su mano para que lo mire a los ojos.
- No estoy evadiendo nada. - Digo nerviosa jugando con mis manos.
- Claro que sí, solo quiero que me digas que es lo que sientes y si podemos estar juntos algún día.
- Terry, acabo de descubrir que mi ex novio está involucrado en el asesinato de mi familia, no es fácil procesar todo esto, me sentí utilizada, como una idiota, no quiero volver a sentirme igual.
- ¡Yo no soy Richard! - Dice molesto. - Siempre he estado para ti, nunca te mentiría.
- No quiero que me lastimen de nuevo, tengo miedo Terry. - Digo con lágrimas en los ojos.
- Conmigo no tienes nada que temer, déjame demostrar que nunca te haría daño, que siempre voy a cuidar de ti.
Terry se acerca a mí lentamente, yo me quedo en el mismo lugar simplemente observando lo que hace, su cálida mano se posa en mi mejilla, la otra toma mi mano y la lleva hasta su pecho, sus ojos se posan en los míos, me ve durante algunos segundos antes de hablar.
- Te amo, jamás haría algo para lastimarte, no voy a hacerlo, se que ahora te sientes herida y traicionada, lo que hizo Richard no tiene perdón y te prometo que va a pagar por ello, pero quiero que entiendas que yo no soy él.
- Lo sé Terry, no es justo compararte con él, yo se que quieres cuidar de mi, protegerme y que jamás harías lo que él hizo.
- El sábado es mi día libre ¿Qué te parece si te invito a salir?
- No lo sé Terry.
- Dame una sola oportunidad, por favor. - Toma una de mis manos, acaricia el dorso con su pulgar mientras me ve con atención en espera de mi respuesta.
- Está bien ¿A dónde iremos?
- Tenemos dos opciones, la divertida o la clásica ¿Que prefieres?
- La divertida, por supuesto.
- Bien, entonces usa ropa cómoda, nos iremos desde muy temprano. - Dice muy emocionado. - Ahora si debo irme. - Mira su reloj. - ¿Estarás bien sola en lo que regresa Andrew?
- Claro que si, tranquilo.
- Te veo mañana. - Me da un beso en la frente.
- Cuídate, hasta mañana.
Terry saca su maletín de su habitación antes de salir del apartamento ¿Ahora que voy a hacer? Andrew esta en la empresa, Val esta trabajando al igual que Terry.
No he visto a Alex en días, quizás sería una buena idea ir a verlo, después de todo tenía razón sobre Richard.
Cambio mis botines por unos tenis para estar mas cómoda, tomo mi bolso y las llaves del auto, al salir del edificio recuerdo que no he comido nada desde el desayuno, son casi las tres de la tarde, voy al autoservicio de un restaurante de comida rápida, pido una hamburguesa y una soda, los como de camino a la prisión, al llegar allí no hay tantos autos estacionados, al entrar revisan mi bolso, sigo a dos guardias hasta la sala de visitas donde Alex me espera, él esta sentado de espaldas a la puerta donde ingresan los visitantes, esta sumamente nervioso, lo noto por su pierna, se mueve velozmente de arriba a abajo, quizás volvieron a golpearlo.
- Alex. - Digo acercándome a él. - ¿Te encuentras bien?
- Halley. - Se da la vuelta para mirarme. - Estoy bien, desde la última vez que te vi he estado en confinamiento en solitario, tranquila, todo esta bien.
Observo su rostro para asegurarme de que no haya rastros de que recibió algún golpe recientemente, él dice la verdad, no han vuelto a hacerle daño. Sonrío en muestra de alivio, tomo asiento frente a él, nos quedamos un momento en silencio, simplemente observándonos.
- Gracias por decirme lo de Richard, tenías razón. - Suspiro. - Lo confronte, el simplemente huyó.
- ¿Que hiciste qué? No sabes en cuantos problemas te has metido. Él le dirá a su padre.
- Pues voy a estarlo esperando.
- No lo entiendes, no eres solo tú, son las personas que te rodean, matará a todos, a ese agente que te cuida, a tu novio el policía, a mí y luego te matará a ti. Te obligará a ver si es posible.
- ¿Qué he hecho? - Digo muy alterada.
- Vete ahora, vete del país, no le digas a nadie, si quieres protegerlos solo vete y no regreses jamás.
Una alarma comienza a sonar, una luz roja, como la de una sirena de policía ilumina la sala de visitas, los guardias se ven unos a otros desconcertados.
- Señorita, debe salir de aquí ahora. - Me levanta un guardia de la mesa.
- ¡Alto allí! - Grita alguien afuera.
- Necesitamos ayuda, hay un motín. - Dice el guardia en su radio.
Dos guardias salen por una puerta, los otros dos se quedan para custodiar a Alex.
- Dawson contra la pared. - Le ordena el guardia.
Alex hace lo que el guardia le ordena de inmediato, en medio del pánico entran dos reclusos, ambos armados con navajas.
- Quietos los dos, contra la pared. - Les ordena el otro guardia.
El saca su bastón extensible para intentar someterlos, ellos solo lo ven mientras se acerca, cuándo ya está próximo a ellos lo atacan, uno lo golpea, tirándolo al suelo, el otro lo apuñala en el pecho, en ese instante ese recuerdo viene a mi. Aquel cuchillo entrando y saliendo de mi cuerpo, cortando cada tejido a su paso, el dolor inmenso, la angustia por mi hermano, aquel hombre en la puerta de la habitación, era Alex. Él solo se quedó observando mientras nos atacaban.
Cuando vuelvo a la realidad, el otro guardia está luchando cuerpo a cuerpo con uno de los reclusos, el otro está intentando apuñalar a Alex, se ve muy decidido a hacerlo. Alex tropieza cayendo al suelo, el recluso logra apuñalarlo una vez en el abdomen.
- Jason Fields te envía saludos. - Dice riendo aquel recluso. - Antes de matarte voy a pasarla bien con tu novia.
Se levanta del suelo, cuando se voltea mis ojos aterrorizados se posan en él. Se acerca a mi cada vez más, mirándome de pies a cabeza, retrocedo algunos pasos hasta que la pared me impide seguir retrocediendo, intento buscar algo para defenderme, pero lo más cercano es el bastón extensible del policía que aún lucha en el suelo con el otro recluso, no voy a lograr tomarlo, así que me quedo inmóvil, me toma del cuello con mucha fuerza cortandome la respiración, me empuja hacía atrás estrellandome contra la pared con fuerza, la adrenalina fluye en mi cuerpo, tengo que hacer algo o va a matarme, me toma por la cintura con una mano, con violencia me jala hacia delante, pegando su cuerpo con el mío, permito que acerque su rostro al mío para besarme, cuando baja la guardia muerdo su labio lo mas fuerte que puedo, se aleja de mí llevando sus manos a su boca, la cual sangra.
- Vas a pagar por esto. - Dice furioso.
Alex lo golpea con el bastón extensible del guardia, lo golpea repetidamente hasta que queda inconsciente, luego ayuda al guardia que está siendo golpeado por el otro recluso, de igual forma lo golpea con mucha fuerza en la cabeza.
- Alex ¿Estás bien? Déjame ayudarte.
- Tranquila, estoy bien, no me duele tanto.
- Siéntate aquí.
Lo guío hasta la mesa donde estábamos sentados, me quito el suéter, lo pongo en su herida para hacer presión, aunque él dice que no es nada la sangre brota por montones.
- Gracias por ayudarme.
- Una vez no pude protegerte, esta vez debía hacerlo. - Dice con pesar.
- Jason Fields ordenó la muerte de mi familia ¿No es así?
- Sí. - Dice con una débil voz. - Él y Cristopher Rollings actuaron juntos, tu tía también está involucrada. - Alex respira con dificultad. - Lo lamento tanto Halley, nunca quise que esto pasara.
- Ya no hables Alex, tranquilo, todo va a estar bien.
- Promete que te irás, tienes que salvarte.
Nos vemos a los ojos un momento, no tengo ni la menor idea de que debo hacer, es demasiado para precesar.
- Policía, manos arriba. - Nos interrumpen.
- Tiene una hemorragia, deben ayudarlo. - Grito con desesperación.
- Señorita, tiene que acompañarme.
Otro policía se pone junto a mi, quita mis manos y él continúa haciendo presión, su compañero me levanta del suelo para llevarme afuera.
- Halley ¿Qué estabas haciendo aquí? - Dice Terry haciéndose espacio entre la multitud.
- Todo esto es mi culpa. - Lloro desconsoladamente. - Es mi culpa.
- ¿Por que lo dices? Tranquila. - Me abraza.
- Creo que el motín fue un plan para asesinar a Alex, aprovecharon que salió del confinamiento para atacarlo. Es mi culpa, por confrontar a Richard, el causó todo esto.
- ¿Crees que le haya dicho a su padre que estas viva?
- Eso creo, Alex me dijo que es mejor que me vaya de aqui, pero no puedo, no hasta tener las pruebas para que arresten a todos.
- ¿Todos? - Pregunta desconcertado.
- Jason Fields, Christopher Rollings, Alex y mi tía, no se cual es la participación de cada uno, pero todos están involucrados.
- ¿Crees que Alex quiera confesar?
- No por ahora, si sale del confinamiento otra vez trataran de asesinarlo de nuevo, el esta mas seguro alli, dejalo recuperarse, lo apuñalaron.
- ¿Es grave?
- Afortunadamente no.
- ¿Te hicieron daño?
- No, Alex me salvo, uno de los reclusos intento dañarme, le mordí el labio, luego Alex lo golpeo con uno de los bastones extensibles de los guardias.
- Al menos hizo algo bueno después de todo, te llevo a casa, debo regresar al trabajo.
- ¿Que estabas haciendo aquí?
- Nos llamaron para apoyar, por el motín, hasta que no sepan si alguien escapo debemos estar alertas en las cercanías de la prisión.
Terry me lleva a casa en mi auto, me deja en el elevador para luego volver al trabajo.
- ¿Segura estas bien? - Pregunta Andrew. - Tienes algo de sangre en el labio.
- Es del recluso, eso le enseñara a no meterse con otra chica. Iré a ducharme y a dormir.
- Yo me quedaré vigilando, si alguien esta intentando asesinarte de nuevo debemos estar atentos, pueden saber donde estas viviendo ahora.
- Gracias Drew.
Luego de tomar un largo baño me voy a la cama aun preguntándome si es verdad que todos a mi alrededor están en peligro. Pienso en absolutamente todo hasta quedarme dormida.
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