Capítulo 29
De nuevo me encuentro en un largo pasillo, intento abrir todas las puertas que encuentro en el camino, pero están cerradas con llave, cuando llego al final hay una puerta entre abierta, acerco mi mano lentamente hasta la perilla para empujar la puerta, hay una luz cegadora, poco a poco va reduciendose el brillo, mis ojos se adaptan a la luz finalmente, estoy en la habitación de mi hermano, él está sentado en la silla de su escritorio escuchando música, entro furiosa y comienzo a reclamarle algo, no logro escuchar por que estamos peleando, ambos nos asustamos, nos quedamos sin hablar por un momento para escuchar algo, me sigo a mi misma por el pasillo, de pronto ya no me veo más, bajo las escaleras lentamente, veo a mi madre en el suelo junto a mi padre, Alex tenía razón, veo en los ojos de mi madre aquel terror que mencionó, no por lo que pudiera pasarle, más bien por lo que va a pasarme a mí y a mi hermano, aquellos hombres con pasamontañas me ven y comienzan a seguirme, voy lo más rápido que puedo hasta la habitación de Jonathan, siento mucho miedo, miro mis manos temblorosas, mi respiración es cada vez más acelerada al igual que los latidos de mi corazón, escondo a Jonathan en su closet, pero los hombres al entrar en la habitación lo encuentran, ahora estamos en el piso, dos de aquellos hombres nos apuñalan, siento el dolor de cada puñalada, siento como la piel y mis músculos se desgarran en cada puñalada, siento como el cuchillo entra y sale de mi tórax, veo hacía la puerta, el tercer sujeto está en la puerta, está viendo hacía el pasillo, parece no querer ver lo que sucede.
Cada respiración duele, siento pulsaciones en el tórax, hay un charco de sangre a mi alrededor, cierro los ojos lo más fuerte que puedo, cuando los abro estoy en la habitación del hotel, estoy sudando frio, mi respiración y mi corazón están bastante acelerados, aún siento un poco de dolor en mi tórax, sé que no fue real, pero pareció serlo.
Andrew tira la puerta de una fuerte patada, tiene su arma en la mano, la apunta hacía mi mientras revisa la habitación con su mirada, finalmente baja el arma al ver que no hay nadie más.
- ¿Qué sucede? ¿Estas bien? - Pregunta agitado.
- Sí ¿Por que entraste así?
- Estuve tocando por un largo tiempo, te escuche gritar, así que entré, pensé que alguien había entrado y estaba haciéndote daño.
- Estoy bien, solo fue una pesadilla.
- ¿Quieres hablar sobre ello?
- Es sobre el día en que asesinaron a mi familia, creo que estaba recordándolo, siento el dolor de ese día. - Digo tocando el lugar donde duele más, la puñalada cerca de mi corazón.
- Estas bien Halley, solo fue un sueño.
- Estoy muy segura que eso fue lo que pasó, algo en mi lo cree.
- Probablemente recuerdes todo muy pronto, es buena señal.
- No sé, ya no estoy muy segura de querer recordar, duele cada vez más.
- Todo va a estar bien, tómalo con calma.
- Has hablado con Terry. - Cambio el tema parra evitar seguir pensando en ello.
- Llamó, dice que hoy llevarán a Alex de vuelta a Miami en un vuelo comercial.
- ¿Él irá en ese vuelo?
- Sí, el va a custodiarlo junto con el detective Carter.
- ¿Crees que..?
- No iremos en ese vuelo Halley. - Interrumpe Andrew.
- ¿Cómo sabes que iba a decir eso?
- Te conozco Halley, no iremos en ese vuelo.
- Tu no irás, pero yo si. Necesito hablar con Alex.
- Terry dijo que dirías eso así que, compré los últimos tres boletos disponibles.
- ¿Crees que no puedo ir al aeropuerto y convencer a otro pasajero de venderme su boleto por veinte o treinta mil dólares?
- Tienes razón, por eso mientras dormías escondí tu pasaporte.
- Siempre tengo mi otro pasaporte conmigo. - Digo de brazos cruzados.
- Demonios. - Maldice entre dientes.
- Te veo en Miami.
- Voy contigo. - Dice molesto. - No te dejaré ir sola.
- Sabía que lo entenderías. - Digo triunfante.
- Un día de estos vas a matarme mujer. - Suspira con pesar. - Sabes que pagaste el vuelo de vuelta por nada ¿No es así?
- Servirá para otra ocasión, no te preocupes por ello. Ya vámonos.
- El vuelo sale en dos horas ¿Desayunamos antes?
- En el aeropuerto. - Grito desde mi habitación.
Salimos del hotel a toda prisa, en el aeropuerto desayunamos mientras esperamos a que nos llamen para abordar el avión.
- ¿Cómo piensas hablar con Alexander si el detective está con ellos?
- Bueno... Lo he estado pensando y es allí donde entras tú en el plan.
- ¿Quieres que yo te ayude? No, no, no. Por supuesto que no.
- Vamos Drew, solo quiero que derrames una copa de vino sobre su camisa.
- ¡¿Qué haga que cosa?! No voy a hacerlo.
- Sí lo harás, cuando se levante a limpiarse en el baño tendré tiempo para hablar con Alex mientras tu vigilas al detective.
- Igual lo harás conmigo o sin mi ¿No es así?
- Ya estas entendiendo. - Sonrío. - Solo necesito tiempo para una pregunta, eso es todo.
- Pasajeros del vuelo 7042 de Kentucky a Miami pueden abordar ahora por la terminal E. - Dice una mujer por el altavoz.
- Somos nosotros.
Tomo mis cosas de inmediato para abordar el avión lo más rápido posible, nuestros asientos estan juntos, me siento junto a la ventana y Andrew en el pasillo, desde aquí podemos ver a Terry, el detective y Alex, quién está esposado, Terry está sentado junto a Alex, el detective está sentado solo, está en los asientos continuos a los de ellos.
- A la mitad del vuelo vamos a hacerlo.
- Bien. - Suspira molesto. - ¿Por que es tan importante que hables con él? ¿Que vas a preguntarle?
- En mi sueño, mientras me apuñalan uno de los sujetos está en la puerta intentando no ver lo que sucede, quiero saber quién era, estoy seguro de que era él, se que participó en el homicidio de mi familia, pero creo que el no mató a nadie.
- Él jamás te dirá si asesinó a alguien ¿Tú crees que te va a decir la verdad?
- Prometimos no mentir, confío en él de cierta forma, creo que estaba enamorado de mí, puede que aún lo esté, voy a usar eso a mi favor.
- Yo no confiaría tanto si fuese tú.
- Tu desconfias hasta de tu propia sombra Drew.
- Por supuesto, no sabes cuando se volverá en tu contra. - Se mofa.
Una de las aeromozas llega a nuestros asientos a ofrecernos bebidas, compro una copa de vino tinto para hacer lo acordado, luego de un tiempo Andrew se levanta, camina hacía la parte de atrás del avión, donde se encuentran el detective, Terry y Alex, en una pequeña turbulencia Andrew finge tambalearse tirando "accidentalmente" algo de vino sobre el detective Carter, Andrew es todo un profesional.
- Perdón señor, no fue mi intención, perdí el equilibrio por esa turbulencia. - Intenta limpiarlo con su pañuelo.
- Esta bien. - Dice molesto. - Ya déjeme, iré al baño a limpiarme, encargate unos minutos Lawrence.
- Si, claro. - Dice Terry incrédulo.
El detective se encierra en el baño, en ese instante corro hasta donde están, le hago señales a Terry para que se mueva del asiento, de mala gana lo hace.
- Te dije que no la dejaras venir. - Dice Terry muy molesto.
- Es muy persuasiva. - Admite Drew.
- Vigilen que no venga el detective. - Ordeno.
Ambos ven hacia los baños molestos, Terry de hecho nos vigila a nosotros y al baño al mismo tiempo.
- Tengo que preguntarte una cosa.
- ¿Ah si? - Pregunta con curiosidad.
- El día en que asesinaron a mi familia, tu eras el tercer sujeto, el que estaba intentando no ver como nos apuñalaban a mi hermano y a mí ¿No es así?
- Pensé que habías perdido la memoria.
- Lo hice, es solo que soñé con eso anoche ¿Vas a responderme?
- Yo... - Dice inclinando su cabeza tomando valor para responder. - Sí, yo no.... No podía ver como te hacían daño, no quería estar allí, no quería hacerte daño.
- Tu no asesinaste a nadie ¿Cierto?
- No, yo solo ayudé con la vigilancia, nunca maté a una persona en mi vida.
Miro sus ojos unos segundos inte tando encontrar en ellos duda, por alguna razón sé que si desvía su mirada de la mía está mintiendo, pero no lo hace, me ve fijamente sin desviar la mirada, puedo ver en sus ojos la verdad y el arrepentimiento de haber ayudado a asesinar a tantas personas.
- Te creo. - Digo muy segura. - Tengo que irme, pero me aseguraré de que estés a salvo en prisión, iré a visitarte en cuanto sea seguro hacerlo.
- Gracias Halley, te veré pronto.
Me levanto del asiento, sin decir otra palabra regreso a mi lugar, Andrew me sigue en silencio, finalmente el vuelo aterriza en el aeropuerto de Miami, Andrew y yo volvemos al apartamento mientras Alez es transportado a la prisión.
Llega la calurosa noche, el aire acondicionado está encendido y aun así se siente un poco de calor, desde la ventana veo a las personas caminando por la calle, es una noche calmada, el silencio es interrumpido por el sonido de una llamada, tomo mi celular de inmediato, en la pantalla está wl nombre de Richard, dudo un segundo, pero contesto.
- Hola - Digo desconcertada. - ¿Richard?
- Halley. Sí, soy yo, ¿Escuchaste lo de Alex? Despertó del coma. ¿Ya viste las noticias?
- Si, lo sé. Lo supe desde la mañana.
- ¿Estas bien?
- Si, por supuesto, estoy feliz de hecho, por fin van a poder arrestar a todos los responsables del homicidio de mi familia.
- Ea maravilloso. ¿Cuando podré verte?
- No lo sé Richard, tengo muchas cosas que hacer, te avisaré cuando esté libre.
- Está bien, llamame.
- Lo haré, ya debo irme.
Cuelgo la llamada de inmediato, enciendo el televisor para ver las noticias, hay imagenes de Alex en el aeropuerto y de como es transportado hacia la prisión, los medios enloquecieron con la noticia, en cada programa de noticias están anunciando la noticia.
Este martes despertó del coma, fue dado del alta del hospital hoy, de inmediato es extraditado de Kentucky a Miami para responder al crimen cometido hace más de dos años, la policía espera ahora que con sus declaraciones se pueda esclarecer lo que paso aquel día de enero, es el único y principal testigo por lo cuál la policía lo pondrá bajo máxima seguridad en la prisión para salvaguardar su vida.
Andrew apaga la televisión sin decir una palabra.
- ¿Por que la apagas?
- Ya deja eso, suficiente de tanto drama por hoy, vamos tu invitas a comer.
- Bien. - Me rio.
- ¿A donde vamos?
- Entremos al primer restaurante que veamos ¿Te parece bien?
- Si, está bien.
Caminamos por la calle en busca de algún restaurante, es una calurosa noche, el viento hace que mi cabello vaya hacía atrás por algunos instantes, caminamos despacio y en silencio, unas ciclistas pasan a nuestro lado viendo detenidamente a Andrew, su cabello es rubio oscuro, tez blanca, ojos color miel, su cuerpo es bien definido, espalda y hombros anchos, brazos fuertes, y unos pectorales bastante trabajados ¿Quién culpa a esas chicas por mirarlo? Ambos reimos cuando la última ciclista pasa por nuestro lado.
- Creo que serías muy feliz si te quedas en Miami.
- Lo he considerado, quizás cuando acabe todo me mude aquí, conseguiría un trabajo en seguridad o tal vez busque algo más.
- Yo también he estado pensando mucho.
- ¿Ah sí?
- Sí, eres muy bueno en todo eso de la empresa de mi padre, estuve considerando que si lo deseas puedes quedarte con el puesto de director, podemos compartir las acciones, Me quedaré con el 45%, voy a darte el 25% y lo demás voy a venderlo.
- ¿Lo dices en serio? - Pregunta sorprendido.
- Totalmente. - Sonrío. - ¿Qué dices? Es lo menos que mereces por ayudarme.
- Digo que sí, te lo agradezco Halley.
- No hay de que.
Veo un puesto de tacos en una esquina, hay algunos bancos junto a la carreta, tomo a Andrew por el brazo para llevarlo hasta aquella carreta.
- ¿Podría darnos dos porciones por favor?
- En seguida. - Dice el señor poniendo más tortillas en el comal.
Nos sentamos en los bancos a esperar nuestros tacos, Andrew levanta una ceja mientras me observa.
- ¿Tacos? ¿En serio?
- ¿Nunca has comido tacos?
- No, de este tipo no, nunca pensé que Halley Messer, una chica rica como tú comiese esto.
- ¿Qué te puedo decir? Me gusta probar cosas nuevas.
El señor nos entrega los tacos, pedimos dos bebidas, le pago todo antes de comer.
- Vamos, una mordida. - Digo mirando atenta a Andrew.
- Si muero quiero que mi ataúd esté hecho de oro.
- No seas dramático, sólo come.
Andrew le da una pequeña mordida a un taco, lo mastica con inseguridad para luego tragarlo.
- ¿Y? ¿Qué te pareció?
- Halley. - Dice haciendo una pausa dramática. - Creo que... - Suspira. - Voy a necesitar otra porción. - Sonríe.
Ambos comemos mientras hablamos y nos reímos de cosas tontas.
Esta noche en definitiva es diferente a cualquier otra noche, el ambiente es distinto, yo me siento diferente, de alguna manera me siento más libre, más segura, más feliz, por fin estoy comenzando a sentirme más completa, ese vacío que siento desde hace dos años, al fin esta empezando a llenarse.
En revisión
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