Capítulo 28
- El doctor dice que aún pueden hablar con él, de hecho quiere verte Halley. - Dice Andrew sentándose junto a nosotros en el suelo. - Sólo procura no provocarle demasiado estrés.
- Eso es imposible - Exhalo con pesar. - Cualquier cosa que le diga va a causarle estrés.
- Tienes razón, pero no existe otra manera de que nos dé información, habla con él. - Insiste.
Sin decir una palabra camino hasta la habitación de Alex, quién está recostado de lado viendo hacía la pared, toco la puerta antes de entrar, en ese instante se da la vuelta, me acerco lenta e insegura a él, me siento en el borde de la camilla justo a sus pies sin hacer contacto visual con él.
- Si me quieres aún que sea un poco o cuando menos me tienes algo de respeto no le dirás a nadie que estuve aquí, para todo el mundo estoy muerta y deseo que sigan creyendo que así es.
- No le diré a nadie, lo prometo. - Alex busca tomar mi mano, pero la muevo rápidamente de donde la tengo. - Se que te hice mucho daño y que jamás podré arreglar lo que hice, ni siquiera podré compensarlo, la única manera en la que puedo ayudar es diciendo la verdad a ti y a la policía, quiero que sepas que voy a colaborar, todo va a salir a la luz. Quiero pedirte algo, prometamos que ambos seremos sinceros, no más mentiras. Yo lo prometo.
Algunas lágrimas brotan de mis ojos, al recorrer mis mejillas siento su calidez, Alex lleva sus manos a su rostro al verme así, suspira e intenta sentarse en la camilla.
- Lo prometo. - Digo con mi voz quebradiza.
- De verdad lo lamento, yo no quería hacerlo...
- ¿Por qué? - Interrumpo.
- ¿Por qué...? ¿Qué quieres que te diga?
- ¿Por qué lo hiciste?
- Mi madre me abandonó cuando tenía algunos meses de nacido. - Aclara su voz y prosigue. - Jason es mi padre, él lo sabe, pero cree que no lo sé, cuando mi madre me abandonó me llevó con él, me dejó en su casa para que él se hiciera cargo de mi, de mala gana lo hizo ya que mi madre nunca apareció, él me educó, pagó las mejores escuelas y mi universidad, hasta me consiguió ese trabajo en el períodico, le debía toda mi vida a él Halley, cuando me pidió que hiciera algo por él me recordó lo que él había hecho por mí, luego me pidió que lo ayudara a asesinar a tu padre, dijo que si él no lo asesinaba tu padre lo iba a asesinar a él, comenzó a meter esa idea en mi cabeza, me negué al principio, pero él siguió insistiendo hasta el punto en el que no pude negarme, el primer paso fue acercarme a ustedes como periodista, luego debía acercarme a ti, ganarme tu confianza para saber todo sobre tu familia, para que confiaran en mí y así poder visitarte en tu casa.
- Todo fue una mentira ¿Cómo pude ser tan tonta?
Incluso me ayudaste a elegir una universidad ¿Eso en que te beneficiaba?
- Pensé que así te mantendría a salvo. - Dice cabizbajo. - Creí que así no estarías en tu casa cuando sucediera, pero Jason nos dió una fecha, me dí cuenta de que ese día estarías en casa, todo lo que hice para alejarte fue en vano, debí haberte protegido mejor, debí haber detenido todo esto, pero fui muy débil, no tuve la fuerza para confrontar a Jason, ni siquiera para cuestionarle lo que íbamos a hacer. Lo lamento tanto. - Se lleva sus manos a su rostro limpiando algunas lágrimas en sus ojos con el dorso de su mano. - ¿Crees que algún día puedas perdonarme?
Niego con la cabeza débilmente mientras cierro los ojos e intento regular mi respiración que está un tanto agitada, cierro mis manos y rápidamente las extiendo frotandolas en mi pantalón para limpiar el sudor frío que hay en ellas.
- No lo sé. - Respondo finalmente con la voz entrecortada. - No sé.
- Lo entiendo.
Siento la mirada de Alex en mi, pero yo no quiero verlo, mucho menos a los ojos, intento desviar la mirada hacía otro lado con la esperanza de que en algún momento se canse y mire hacía otro lado, pero no lo hace, sigue con su mirada fija en mi, comienzo a girar mi vista hacía él poco a poco, veo primero su barbilla, luego sus labios y su nariz, finalmente veo sus ojos color café, un recuerdo comienza a reproducirse en mi cabeza mientras mi mirada se queda fija en sus ojos, veo arrepentimiento y algo de dolor en ellos, ambos tenemos cosas que lamentar, yo el haber confiado en él y Alex el haber creído que se saldría con la suya, el haber creído en Jason Fields, mi mirada se queda fija en sus ojos mientras el recuerdo fluye.
Escucho a alguien decir mi nombre, me doy la vuelta para saber quién me llama, veo a Alex, quién al aproximarse a mi me toma por el brazo haciéndome caminar hasta una salida de emergencia que lleva a un estacionamiento.
- ¡Alex para! - Le ordeno - ¿Qué estas haciendo?
- Halley necesito que vengas conmigo hay gente peligrosa buscándote. Por favor confía en mi. Yo voy a protegerte.
- ¿De que hablas?
- La policía está metida en todo esto, incluso Terry.
- No mientas Alex, no te creo nada.
- No miento Halley. Solo quiero protegerte. Ven conmigo. Confía en mi.
- Alex, no sé.
- ¿Por que me dijiste que la policía estaba involucrada en el homicidio de mi familia?
- Te lo contaré todo, pero no ahora, quiero ordenar todo en mi cabeza antes de decir algo, lo que recuerdo con claridad ahora es a tu madre, ella estaba aterrada, no porque le estuvieran apuntando con un arma, no por ver a tu padre morir, sino por ustedes, por tu hermano y por ti, nos rogaba que no les hiciéramos daño, cuando vi su mirada aún más angustiosa supe que estabas allí, en ese momento supe que habías bajado las escaleras y recordé lo que habíamos hablado, si se daban cuenta de que estábamos allí los tendríamos que matar, yo no pude hacerlo Halley, solo me quedé mirando, no hice nada, debí de haberte ayudado, debí de haberlos protegido, no se merecían eso, tu madre y tu hermano eran buenas personas...
- No hables de ellos, no te atrevas a hacerlo. - Digo muy molesta. - No tienes derecho.
- Lo sé. Lo siento.
- ¿Quién asesinó a mi familia?
- Si te lo digo no vas a creerme.
- Sé que mi tía está involucrada, nada puede sorprenderme ahora.
- ¿Tu tía? Ella lo planeó junto con Jason, aunque ella quería hacerlo peor, quería que secuestrara a tus padres, tenerlos en una habitación oscura un tiempo y luego asesinarlos, dejaríamos posteriormente sus cuerpos frente a la compañía de tu padre.
Ella envíó a esos hombres a matarte, Jason quería dejarte en paz, pero ella insistió en que debían deshacerse de ti, ella no sabe qué estas viva ¿Cierto? No confíes en ella.
- No lo sabe, bueno me ha visto, pero no me reconoce.
- Aléjate de ella Halley, es capaz de hacer cualquier cosa.
- Siempre me mantengo al margen con todos. ¿Que hay de Terry? ¿Está involucrado? Recuerdo que una vez lo mencionaste.
- No, el no está involucrado, no hizo más que descuidarte mucho y hacer que casi te maten, pero no está involucrado.
Respiro con alivio al escuchar sus palabras, el intenta sonreír amigable, yo no hago más que mirarlo con un rostro inexpresivo.
- Halley ya deben irse, el detective Carter viene de camino del aeropuerto. - Dice Terry entrando en la habitación
- ¿Y el detective Gutiérrez? - Pregunta Alex exaltado.
- Murió hace un año gracias a ustedes. - Responde Terry molesto.
- Eso es bueno. - Sonríe levemente.
- ¿De que hablas idiota? Mataron a un buen detective.
- No lo entiendes, pero ya lo harás, recuerda Halley, no vamos a mentirnos.
Salgo de la habitación aún con esas palabras rondando en mi cabeza, no vamos a mentirnos, a estas alturas no sé si creer que me dirá toda la verdad o si solo va a mentir, es bueno en ello, Andrew y yo nos vamos en un taxi del hospital hasta un pequeño hotel donde reservamos tres habitaciones continuas, mientras Terry custodia a Alex en el hospital y espera la llegada del detective Carter.
- ¿Crees que lo lleven a Miami?
- Si, definitivamente lo harán, lo enviarán a prisión inmediatamente, voy a contratar a algunos presos para que lo protejan allí, sé que van a tratar de silenciarlo, enviarán a alguien para asesinarlo.
- Tienes razón. - Llevo mi mano a mi boca y suspiro. - Contrata a los mejores, no importa cuánto debas pagarles, no quiero que nada le pase a Alex antes del juicio, sabes que es el único que puede declarar.
- Lo sé, deja todo en mis manos.
- Gracias Drew. Iré a dormir.
- Descansa. - Dice con una amable sonrisa.
Al llegar a mi habitación me encierro con llave, cierro las cortinas para que no pueda entrar la luz, me meto bajo las sábanas aún tratando de comprender toda la información.
Cómo puede ser mi tía tan sanguinaria, tan vil, está claro que no tiene sentimientos ni consciencia, solo espero ver su rostro el día en que dicten su sentencia, aún que no creo que haya ni una gota de remordimiento en ella.
¿Cómo habrían sido las cosas si mi abuelo hubiese dejado la mitad de todo a mi padre y a mi tía por igual? Creo que nada de esto estuviera pasando, quizás todos seríamos más unidos y felices.
Mi tía eligió matar por avaricia, envidia y por gusto, mientras que Jason Fields solo eligió matar por avaricia, es muy curioso que la persona que se suponía que más te quiere es la que más daño te provoca.
Sigo dando vueltas en mi cama sin poder conciliar el sueño, alguien llama a mi puerta, me levanto de mala gana para abrir la puerta, Terry me ve con esos hermosos ojos café mientras levanta una ceja, luce preocupado.
- ¿Te encuentras bien?
- Si, solo he estado pensando en lo que Alex me dijo.
- ¿Puedo saber?
- Te diré, pero no aquí.
- ¿A dónde quieres ir?
- Llévame a la casa de seguridad donde estuvimos.
- Eso está como a media hora en auto ¿Por qué quieres ir allá?
- ¡Perfecto! Hablaremos en el camino, quiero tratar de recordar algunas cosas o que me cuentes que sucedió allí, ayúdame a recordar.
Terry lo piensa un segundo llevando sus manos a su cabeza peinando su cabello hacía atrás.
- Está bien, una visita rápida, pero en el camino me dirás todo lo que Alex te dijo.
- Sí, lo prometo, vayamos ya, pronto va a oscurecer.
De camino a Crestwood le cuento con detalle lo que Alex me dijo, incluso lo de mi tía y lo de un posible infiltrado en la policía.
- No me sorprende que haya alguien de la policía involucrado, siempre me pareció algo raro la manera en que se manejaron las pistas y la información recopilada. Lo que tampoco me sorprende es que él te haya dicho que no cuidé bien de ti, no es la primera vez que lo dice, es un idiota.
Me río ante su reacción, se ve lindo hasta cuándo se molesta, no puedo negarlo, Halley Messer te estás volviendo a enamorar de este hombre, finalmente llegamos a Crestwood, es una fría noche con un cielo despejado, simplemente hermoso.
- Este es el restaurante al que venimos a comer el primer día que estuvimos aquí.
- Se ve acogedor. - Sonrío. - Es muy bonito aquí, podría vivir en un lugar como este, explorar el bosque y los alrededores sería estupendo.
- Eso dijiste la primera vez que estuviste aquí.
- Bueno, creo que mis gustos no han cambiado después de todo.
- Ésta es la casa.
Terry estaciona frente a una casa azul, al entrar en ella lo primero que noto es la enorme sala que tiene, tiene un toque rústico encantador.
- ¿Qué te parece la casa?
- Es hermosa, me encanta.
- Lo sabía, la primera vez que la viste dijiste que te gustaba.
Básicamente aquí estuvimos escondidos con un bajo perfil, hay cámaras casi en todos lados que dos agentes del FBI instalaron, ellos vivían en la casa del frente, te vigilaban todo el tiempo, aquí no hacíamos demasiadas cosas, ir de vez en cuando al centro comercial o al supermercado, algunas cenas con vecinos, hasta que Alex asesinó al agente que lo custodiaba, en ese entonces tuvimos que ser muy cuidadosos, sin embargo nos encontró, mientras dormía él te contactó, te dijo que si no ibas con él iba a entrar aquí por ti y me asesinaria.
Terry me guía escalera arriba para mostrarme donde dormía.
- Saliste de tu habitación, tocaste mi puerta antes de bajar las escaleras para despertarme, luego saliste a la calle con Alex.
Salimos a la calle y recorremos el camino que se supone que tomamos con Alex ese día.
- Te llevó hacia el bosque apuntandote con su arma, caminaron durante algún tiempo hasta aquí, creo que dijiste que el te pidió perdón por lo que había hecho, te dijo que corrieras lo más rápido que pudieras mientras el distraía a los hombres que aguardaban por ti en el bosque, cuando los disparos comenzaron tu corriste, él fue herido en el pecho, los disparos nos atrajeron hasta aquí, con la policía de Crestwood corrimos hasta aquí, donde te encontramos arrodillada junto a Alex.
- Al menos al final hizo algo por mi. - Digo con pesar. - ¿Podemos volver a la casa? Este lugar me da escalofríos.
Terry rodea mi cintura con su brazo, hago lo mismo antes de comenzar a caminar, caminamos hasta la casa con el brillo de la luna iluminandonos.
- ¿Quieres comer algo? - Pregunta Terry.
- Si, muero de hambre.
Terry me lleva a aquel restaurante al que me llevó el primer día que estuvimos aquí, al terminar de ordenar la comida noto a alguien mirando en nuestra dirección, la señora se levanta de su asiento y camina con determinación hasta nosotros.
- Hola Mason, Alice. - Dice muy sonriente. - No los había visto por aquí desde hace mucho tiempo ¿A dónde fueron?
- Nos mudamos a Iowa, me ofrecieron un trabajo y debíamos mudarnos de inmediato allá, solo regresamos a ver la casa por última vez antes de ponerla a la venta. - Responde Terry muy tranquilo.
- Eso es maravilloso. - Dice sin dejar de sonreírle a Terry. - Es bueno verte... Verlos de nuevo. - Corrige. - Yo me divorcié hace algunos meses. - Dice guiñandole el ojo a Terry.
- Eso es una pena, espero se encuentre bien después de eso.
- Lo estoy. - Sonríe pícaramente - Los dejo continuar con su velada, fue un placer verlos.
- Igualmente. - Sonrío.
La señora regresa a la mesa en la que estaba, sigue observando a Terry en cada ocasión que puede.
- ¿Alice? ¿Mason? - Pregunto confundida.
- Así es, esos eran nuestros nombres aquí, éramos una pareja de casados.
- Sí, recuerdo esa parte.
Parece que ella está enamorada de ti, no dejaba de sonreirte y ahora no para de mirarte.
- Como lo dije hace mucho tiempo, siento escalofríos solo de pensarlo, ella no es exactamente mi tipo.
- ¿Ah no? ¿Cuál es tu tipo?
- Tú, tú eres mi tipo.
- Te gustan sin memoria, morenas clara, de ojos grandes y con tragedia esperándolas a la vuelta de la esquina. - Me burlo.
- Me gustan inteligentes, dulces, tenases, divertidas, hermosas, incluso me gustas con tu carácter fuerte y tu sarcasmo.
Creo que estoy comenzando a ponerme tan roja como un tomate, Terry al verme así sonríe mostrando sus hermosos y perfectos dientes, noto que su mano está sobre la mesa así que decido tomarla, nuestros ojos se encuentran un corto, pero hermoso instante.
- Los ravioles de la señorita. - Interrumpe el camarero poniendo un plato sobre la mesa.
Apartamos nuestras manos y nuestras miradas, comemos mientras hablamos sobre distintos temas, cosas simples como lo que nos gusta y lo que no, sin preocupaciones sobre lo que pasará después, solo dos personas cenando apartadas del mundo durante un rato. El momento perfecto, eso lo puedo asegurar.
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