Extra 20
Diez de la noche.
En un lugar desconocido.
Narra Camus.
Durante todos mis años de experiencia en investigación, juro que jamás había estado en un lugar así. O jamás los hubiera buscado aquí, es que es estúpido pensar que todos ellos se podrían arriesgar así, era un gran salón, de hecho uno de los más conocidos del país, el salón Elysium, habían muchos camareros que venían de aquí allá, un montón de personas con máscaras y antifaces y un montón más que no los utilizaban, supongo porque ellos eran los líderes.
Camus: increíble - susurré.
Xx: jaja, si que lo es hijo, algún día tú podrás venir a estás reuniones sin esa máscara - dijo el hombre de cabello blanco.
Camus: Señor Odin, jamás podría tomar su lugar, eso le corresponde a su hija - le respondí.
Odin: es una mujer, si se lo doy a ella es capaz que hunde mi organización en menos de un año - dijo el.
Camus: pero que machista, yo jamás me expresaría así de mis hijas - pensó él.
Odin: siempre quise tener un hijo varón para poder heredarle todo ésto, que fuera audaz, fuerte, valiente, discreto y sobre todo inteligente así como él - dijo señalando.
Por mi parte ví hacia donde me indicaba, entonces fue cuando lo ví, mi objetivo y el propósito de todo ésto. ¡Milo!, Por fin te encontré amor, sabía que no habías muerto y ahora que te veo te haz puesto mucho más guapo de lo que eras, o mis ojos me engañan ya, bueno no importa, ahora sólo era cuestión de poder acercarme a tí, eso fue lo que pensé entonces escuché al hombre seguir hablando.
Odin: ese chico es hijo de Hades y sinceramente es mi mejor cliente - indico él
Camus: ¿Así? - pregunte mientras lo veía.
Odin: es todo lo que un padre puede pedir, Hades debe de estar muy orgulloso, como soldado está listo y preparado para luchar, es despiadado, fuerte, valiente, dispuesto a sacrificar su vida por otros, realmente es un chico único entre los de su edad - me dijo.
Yo por mí parte ví como muchos se acercaron a hablar con Milo, yo por mí parte tendría que esperar un poco más, si no quería levantar sospechas.
Con Milo.
Milo por su parte se mantenía al margen de toda la situación, sabía que esas citas no eran para nada sociables, lo que se buscaba con ellas es dejar sin jefe a una organización para así unirla a sus tropas, lo sabía porque de ahí había salido un buen poco de su gente, sin embargo también sabía que ahora más que nunca podía morir, tenía un hijo que lo necesitaba en casa.
Xx: hola, hola, Cuánto tiempo Milo - dijo un hombre haciendo que él más joven levantará su mirada, encontrandose con la del rubio.
Milo: Radamanthys. Ya te hacía tres metros bajo tierra amigo - le dijo sonriendo.
Radamanthys: eres un demonio ¿Sabías? - pregunto mientras él otro sólo asintió con una gran sonrisa adornando su rostro - bueno que me cuentas, ¿Ya mataste al papá de tú hijo? - pregunto.
Milo: no... El desgraciado huyó del país - le respondió sin muchas ganas.
Radamanthys: oh... Que pena, pero si quieres, yo podría ser él papá de ese niño - dijo a lo que Milo sonrió para después verlo.
Milo: y arriesgarme a que mi bebé pierda la vida con tus cuidados. Eso ni lo pienses - afirmó con un tono burlón en su voz.
Radamanthys: vaya que eres malo esperancito - respondió mientras Milo reía - te sugiero tener cuidado, escuché Charls intentará matarte hoy - indico mientras él menor se paró enfrente de él para después verlo a los ojos.
Milo: lamento mucho rechazar su oferta pero creó que tendré que negarme, creó que soy perfectamente capaz de cuidarme solo sin la necesidad de que alguien más me proteja, además qué no correspondo a sus sentimientos. Con su permiso me retiro - le dijo en voz alta llamando la atención de algunas personas le dió una pequeña reverencia al rubio y se alejó de él caminando elegantemente.
Radamanthys entendió las dos respuestas, una y la más clara, lo habían rechazado en público, la segunda también querían matarlo a él así que debía andar con cuidado.
Tiempo después.
Después de asegurarse de que había perdido a las personas que le acompañaban y haber visto que Milo salió al balcón de aquel salón Camus salió disimuladamente detrás de él, como todo el mundo estaba inmerso en la fiesta disimuladamente antes de entrar al lugar bajo el gran telón que él balcón tenía a modo de cortina y sigilosamente se acercó al chico que estaba inmerso en el cielo tan precioso que se veía esa noche.
Camus: ¡Hm!... Las viejas costumbres no se olvidan, ¿Verdad? - pregunto en voz alta llamando la atención de su interlocutor que después de dar un pequeño brinco por el susto se volteó rápidamente.
Milo: ¿Perdona? - pregunto serio mientras veía al hombre en mascarado.
Camus: um... ¿No me digas que ya me olvidaste? - pregunto mientras se acercó lentamente a él.
Milo: ¿Olvidarte?, ¿De que estás hablando?, Es la primera vez que te veo - respondió, para después darse cuenta de que el tipo lo había acorralado - ¿Oye que haces?, Alejate de mi ya - le ordenó. Vio como el hombre enfrente suyo dirigió una de sus manos hasta la máscara que ocultaba su rostro la cuál retiro suavemente rebelando quien era - ¿Camus?... - pregunto sorprendido en un susurró.
Sin embargo fue cayado al instante al ser besado por su esposo, de la sorpresa él no supo como reaccionar y cuando pudo hacerlo Camus ya estaba apresando sus labios contra los suyos, por lo cual e instintivamente correspondío al contacto de forma inmediata y suave, así estuvieron por cinco minutos hasta que se separaron jadeando por la falta de aire, él sonrojo que golpeaba en ese preciso momento sus mejillas le gustaba y mucho a Camus que después de dejar un beso casto en los labios de Milo felizmente lo abrazo.
Camus: por fin te encuentro amor, que alegría - fue lo que le susurró al oído.
Milo: Camus ¿estás loco?, si estos sujetos te descubren te van a enterrar en el patio - le dijo molesto. Mientras él otro seguía inmerso en aquel abrazo.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro