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Extra 14

Con las gemelas.

Sasha y Camila se encontraban esperando al tipo, Saori por su parte había tomado aquella barra de metal y había desaparecido en un segundo, ambos hermanos aún no entendía que era lo que quería lograr la chica, sin embargo ambos confiaban, ya habían armado un plan, ella lo golpearía mientras Sasha lo desarmaba y Camila llamaría a sus padres.

Sasha: si lo que este tipo dice es cierto, esperemos tener la sangre fría como mamá - dijo la mayor mientras él menor asintió, la verdad él ya sospechaba que su mamá escondía algo, no era normal verlo conversar con esos hombres que su papá muchas veces le había dicho eran peligrosos. Y sabía que no era malo si él lo hacía era porque era necesario y esas personas eran malas para ellos ¿No?.

Escucharon la puerta abrirse, mientras veían a Aiacos entrar con una laptop, cuando se acercó a ellos y vio que solo habían dos pregunto.

Aiacos: ¿Dónde está su hermana? - pregunto, justo en ese instante sintió un fuerte golpe en su cabeza con bastante fuerza logrando dejarlo tirado en el suelo.

Saori: ¿Lo mate? - pregunto preocupada.

Sasha: nop, sólo lo dejaste viendo estrellas - dijo la mayor mientras desamarraba al menor.

Camila: cuando se ponen de acuerdo, ustedes dos me dan miedo - dijo él menor haciendo reír a las otras dos, pero su gusto no duró mucho cuando escucharon que varias personas se acercaba, Sasha tomó rápidamente el arma y por suerte también encontró el teléfono fácilmente mientras Aiacos aún seguía aturdido por el golpe Saori cargo al menor y se pusieron a correr por sus vidas.

Todo esto mientras él peliceleste entro corriendo, al ver a su compañero tirado en él suelo rápidamente procedió a levantarlo

Julián: ¡Aiacos, Aiacos! - llamo haciendo al otro levantarse aturdido.

Aiacos: ¡Ay!... Malditos hijos del mal, pero que manita tienen - dijo sosteniendo su cabeza adolorida, ese pequeño pitufo le dió en toda la morra.

Aiacos: tienes que irte, ¡Tú hermano ya está aquí! - le grito, para después ver cómo una bala le atravesó el pecho, y dos más llegaron a su nuca haciendo que el hombre cayera al suelo, él otro se puso de pie, para después ver a Milo parado en la puerta de aquella habitación mientras escuchaba cómo acribillaban a todos sus hombres.

Milo: disculpa, pero... Me informaron que una escoria traidora se había llevado a mis hijos sin mi consentimiento - fue lo que dijo, mientras le apuntaba con el arma, Aiacos lo veía directamente a los ojos, estos parecían estar encendidos en irá - hermano mío, podrías hacerme él favor de morir ya - le dijo para después comenzar a disparar mientras él otro rápidamente se oculto, esto hasta que una bala paso al lado de la cabeza de Milo, él cuál rápidamente volteo encontrandose con una mujer ahí.

Violeta: ¡No dejaré que lastimes al señor Aiacos!, Señor retirese de aquí yo me encargare de su hermano - dijo la chica con el arma en mano, Milo sonrió de forma siniestra viendo a la mujer. Mientras él otro dijo.

Aiacos: esta bien, iré por esas pequeñas criaturas ahora, pero ten mucho cuidado no lo subestimes - dijo mientras corría hacia la otra puerta de la habitación, Milo al escuchar esto se volteó con intención de seguirlo pero nuevamente una bala paso a su lado así que sonriendo volteó a ver a la mujer.

Violeta: tú te enfrentarás a mi si quieres ver de nuevo a tus hijos, aunque eso será imposible Porque tú perderás la vida aquí - dijo ella mientras vio cómo una sonrisa se formó en el rostro del hombre frente suyo.

Milo: oh, así que tú lo vas a defender, por mi no hay problema - para después comenzar a disparar sin tregua alguna o miedo mientras se acercaba a la mujer.

La chica no dio pasos atrás, estaba decidida a matar al chico frente suyo aunque fuera lo último que hiciera, pero en cuanto pudo reaccionar el arma le fue arrebatada al mismo tiempo que recibía un fuerte golpe en la mejilla que la hizo caer al suelo mientras veía a Milo sonreir mientras se le subía encima.

Milo: te juro que vas a lamentar haberte metido en mi camino niña, sólo por defender a alguien que nunca va a tomarte enserio - le dijo mientras saco un pequeño tubito de su pantalón con el cuál mostró a su víctima - tú serás la primera en pagarme la profundidad frustración de haberme hecho perder a mis hijos y casi dejar aún pobre bebé sin padre - le dijo molesto mientras la chica sintió la muerte cerca.

Con las gemelas.

Ambas corrían a todo lo que sus piernas le permitían, aunque esto no era mucho estaban débiles y les dolían, sin embargo lograron salir de aquel lugar mientras veían disparos por aquí y por haya, muchos hombre caían sin tregua alguna y otros gritaban de la forma más terrible que se podía, esto era una verdadera masacre y ellas el premio de esto, Sasha quien siempre estaba viendo a sus espaldas se dió cuenta de que Aiacos y otro hombre ya veían pisandole los talones por lo cual no vio su camino y terminó cayendo perdiendo el arma, Saori y Camila rápidamente se acercaron para ayudarle a ponerse de pie y seguir con su camino, pero vieron cómo él pelimorado les apunto con el arma ya estando muy cerca de ellos los tres solo se abrazaron esperando el impacto pero justamente en ese instante vieron varias patrullas ingresar y comenzar a disparar alejando a Aiacos de ellas, una de estas patrullas se estacionó justo enfrente de ellos, de ahí bajo su padre junto con sus tíos los cuales rápidamente se acercaron a ellas.

Camus: niños, que alegría volver a verlos - dijo mientras los abrazaba. Los tres al sentir él cálido abrazo de su progenitor lo abrazaron tan bien con tal fuerza - ¿Están bien todos? - pregunto mientras los revisaba, los niños solo sintieron.

Isaac: ¿Quién demonios eres tú? - pregunto apuntando con aquel arma.

Aiacos: ¿Cómo es posible que los dos hayan logrado encontrarme? - pregunto molesto.

Camus: ¿Dónde está Milo? - pregunto serio.

Sasha: ¿Cómo? - pregunto sorprendida.

Saori: ¿Mamá está aquí también? - pregunto mientras veía hacia todos lados. Derrepente la balacera paro de pronto, los hombres que habían quedado con vida ahora todos se dirigieron a apuntar a un solo objetivo y ese era Aiacos.

Él pelimorado se dió la vuelta rápidamente mientras la gran puerta de aquella bodega comenzó a abrirse cuando esa se abrió de ella vió cómo lo primero que salió fue una mujer, la cuál tenía las cuencas vacías y a la par de eso estaba muy golpeada, su cuerpo inerte cayó de golpe al suelo para después ver a Milo quien tenía las manos manchadas de sangre. Al ver a Aiacos asustado sonrió para después hablar.

Milo: veo que está chica era alguien muy importante para ti, ¿Oh me equivoco? - pregunto.

Aiacos: juro que voy a matar te lenta y dolorosamente maldito bastardo - decía sumamente molesto.

Milo: tú noviecita no era un juguete muy entretenido Aiacos, me sorprende mucho que alguien como ella haya logrado llamar tú atención - dijo él sonriendo con bastante alegría e inocencia como si lo que acababa de hacer no significará nada.

Por su parte Camus paso la vista por todos los hombres armados que habían ahí, se dió cuenta de que efectivamente Milo era él culpable de su estrés en el trabajo, todas las personas que le acompañaban tenían el rostro cubierto por máscaras inexpresivos.

Camus: nunca creí que podrías jugar así conmigo Milo - susurró mientras sus hijos preocupados lo vieron.

Continuará...

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