Con Milo.

Al llegar a una casita que por afuera se miraba vieja y abandonada descendió del auto, comenzó a caminar hacia ella justo en ese punto cuándo comenzó a subir las primeras tres escaleras que habían para llegar a la puerta principal, dónde salió una chica de cabello rubio cenizo la cuál al verlo se arrodilló ante él en señal de respeto.

Miin: es un gusto tenerlo en esta humilde vivienda mi señor - dijo la chica mientras Milo paro de caminar justo enfrente de ella.

Milo: ¿Dónde está? - pregunto serio.

Miin: en él único lugar donde nadie se atrevería a buscarlo señor, en el búnker subterráneo de esta casa, le e dado el trato especial justo cómo se merece y el que usted me ordeno a dar - dijo ella.

Milo: guíame hasta él - le pidió mientras le daba su mano para ayudarle a levantarse, la joven sonriendo asintió para después tomar la mano del peliazúl para ponerse de pie, mientras ambos ingresaban a la casa.

Caminaron por unos veinte minutos hasta llegar a una puerta de madera sujeta por una soga la cuál la chica desamarro y abrió para después ingresar aun lugar un poco estrechó por el cuál sólo gateando podían pasar, hasta llegar a lo que parecía ser otro cuarto donde se pusieron de pie y ahí a unos pocos centímetros de ellos vieron una puerta de hierro, chica pasó una tarjeta de identificación para abrir la compuerta para después dársela a Milo en las manos, procedió a abrir la puerta, ella ingreso primero para después ver a un hombre encadenado de pies y manos, amarrado a una camilla de madera, sangrando por todo el cuerpo y le faltaba la mano izquierda mientras que la derecha carecía de tres dedos, mientras que pequeñas gotas de agua le caían en la frente lentamente, estaba demás decir que él agua estaba fría, además qué esas gotas eran lo único que sonido que el hombre podía escuchar en ese gran habitación vacía.

Miin: oye Patrick adivina quién te vino a ver - dijo la chica burlonamente, mientras él hombre asustado trato de ver hacia ese punto, mirando con horror al peliazúl.

Patrick: ¿Señor?... - pregunto angustiado.

Milo: déjanos solos - le pidió mientras la joven dió una pequeña reverencia y se fue no sin antes decirle al hombre.

Miin: nos vemos en el infierno... - dijo para después irse. Milo por su parte comenzo a caminar hasta una mesita, que había al lado del hombre donde había un montón de utensilios filosos, tomó unas tijeras de jardinería mientras las abrió y cerró una vez.

Milo: dime Patrick, que te gusta más, ¿Él mar o las montañas? - pregunto sin verlo.

Patrick: las montañas - respondió.

Milo: Perfecto, ahí será donde te enterrare una vez acabe contigo - dijo mientras tomaba una de las tijeras con punta pequeñas y se la clavo en la pierna izquierda.

Patrick: ¡Ah! - grito de dolor.

Milo: mutilare tú cuerpo si traicionas mí confianza, ¿Recuerdas que te dije eso una vez te deje salir oh no? - pregunto en un susurró.

Patrick: Piedad, Piedad, tengo una familia que mantener - le suplicaba, Milo por su parte tomó un martillo y con él mismo le destrozó todo los huesos del brazo derecho al hombre.

Milo: ¿Tienes familia dices? - le pregunto molesto - mis hijos fueron secuestrados a causa de tú traición ¿o no es así?... "Monty"- pregunto mientras él mismo martillo se encargó de quebrarle ahora la mano izquierda - creiste que utilizando otro nombre te podrías ocultar de mi, te recuerdo que tengo ojos que los vigilan por todos lados Patrick - le repitió.

Patrick: le juró que no era mi intención - decía él.

Milo: ¿Me dirás qué te obligaron? - pregunto con burla, mientras buscaba en la mesa, vio unos ganchos nodriza dorados, unos muy pequeños, tuvo una idea así que sonrió con malicia los tomo para acercarse al rostro de aquel pobre hombre tomó los párpados del hombre y los sujeto con los ganchos nodriza provocandole un dolor punzante - Vamos si no miras no es divertido - le dijo sonriendo.

Patrick: ¡Aaaa! - volvió gritar él dolor cada vez se hacía más duro, mientras aquellas pequeñas gotas de agua no dejaban de caer en su frente desesperando lo más.

Milo: descuida, tú familia no sufrirá tanto, sólo será un Pum... Y pa'l otro lado - le dijo sin borrar la sonrisa de su rostro.

Patrick: le pido perdón. Juro que no volveré a hacerlo... - le suplico. Milo escuchó un sonido en la esquina de la habitación, justamente entre la ropa del hombre donde se escuchaba una pequeña vocecita.

Xx: ¿Papi?... - se escucha una pequeña voz infantil, él hombre se asustó al ver a Milo acercarse a sus cosas. Sin embargo no podía hablar había algo que se lo impedía, se sentía cómo un pequeño animal indefenso viendo a su depredador.

Milo llegó hasta su mochila la cuál abrió encontrandose con un Woki toki y una foto del niño que suponía él estaba hablando por ahí, parecía tener un poco más de dos años, era extraño jamás había sentido compasión de un niño, pero ahora lo hacía, ¿Será que su familia lo cambio?, Esa era la pregunta que se hacía mentalmente.

Xx: ¿Papi?... Te quiero mucho... - se escuchó en la otra línea haciendo sonreir de forma triste a Milo - espero regreses pronto a casa... - decía él nene, para después dejar de comunicarse.

Patrick: Por favor... Si me vas a asesinar hazlo, pero deja a mí bebé en paz, es sólo un niño que está empezando a vivir - suplico él hombre.

Milo por su parte se levantó suavemente mientras limpiaba unas pequeñas lágrimas que se habían escapado de sus ojos, vaya... Parece que la maternidad al final si lo cambio en algo, lentamente se dirigió al hombre con la fotografía del bebé es sus manos, él hombre espero que el chico frente suyo siguiera con lo que estaba haciendo, sin embargo le mostró la fotografía.

Milo: antes de traicionar a alguien que pueda hacerte mucho daño trata de pensar en él - dijo mostrando al bebé - según tengo entendido eres padre soltero, ¿O me equivoco? - pregunto mientras él hombre nego - deberás agradecerle a tú hijo haberte salvado con esa intervención - le dijo.

Patrick: ¿Que?... - pregunto sorprendido.

Milo: serás perdonado por esta ocasión, únicamente pero para la próxima deberás pensarlo mucho mejor antes de querer pasar por alto mí autoridad, recuerda que para mí esto solo es un pequeño juego de niños. ¿Entendido?, ¿Patrick? - susurró mientras vio al hombre asentir.

Suspiro cansado mientras le quitaba los ganchos, para después acercarse aun pequeño monitor.

Milo: Miin, por favor ven a curar sus heridas y asegúrate de que se recupere pronto, tiene alguien que lo espera impaciente en su casa - fue lo que le pidió para después intentar irse.

Patrick: ¿Señor?... - llamo haciendo que él peliazúl lo voltera a ver.

Milo: ¿Si? - pregunto.

Patrick: se que usted está molesto conmigo ahora, pero... Yo tengo una idea de dónde podrían tener a sus hijos - le dijo llamando la atención de Milo quien regreso con él - nunca me permitieron ir a lugar a dónde se las llevaron, sin embargo se que usted tendrá una idea de adónde ir una vez sepa quién realmente las tiene - le indico.

Milo: ¿De que hablas? - pregunto.

Patrick: él que tiene a sus hijos no es Docrates mi señor, si él fue quien se los llevo en un principio, pero estoy seguro de que no las tuvo por mucho tiempo, alguien mayor llegó por ellos, alguien quien tiene un profundo odio por usted - le explicó.

Milo: no es nada raro saber que muchos jefes me odian, yo soy el responsable de que la mayoría no se salga a divertir gracias a qué ahora les ganó en número de peones bajo mí mandó - le respondió sonriendo mientras él otro lo vio serio.

Patrick: no es por eso mi joven amo, esté tipo en especial lo odia gracias a qué gracias a qué él antigüo jefe Hades lo dejo a usted cómo su legítimo sucesor nadie lo toma en serio a él por lo tanto quedó afuera de la herencia familiar - le dijo mientras Milo abrió los ojos a lo grande - ¿Ya dió quien es? - pregunto mientras veía la sorpresa en el rostro del otro.

Milo: así que fue ese maldito - susurró molesto.

Continuará...