Años atrás.

Narra Milo.

Tenía sólo siete años cuando ví a Hades asesinar a alguien por primera vez, en ese entonces yo lo creía mi padre por lo cual me preguntaba si ¿Yo tendría que hacer eso alguna vez?, Desde que cumplí siete, siempre que se encargaba de darle el suelo eterno a alguien me llevaba para verlo y escuchaba a varios de los hombres que nos acompañaban decirme.

Xx: vez esto Milo, algún día tú lo harás incluso mucho que tú poderoso padre - me dijo mientras veía la espesa sangre llegar hasta la zuela de mis zapatos.

Milo: ¿realmente yo tendré que hacer esto? - pregunte preocupado.

Hades: algún día lo harás, recuerda tú eres él próximo jefe de esta organización hijo mío, todo esto en un futuro será tuyo y tendrás que imponer tú propia ley y reglas en este juego, ¿Entiendes? - pregunto mientras ponía sus manos sobre mis hombros.

Milo: es que no estoy seguro de que pueda hacer esto - le dije nervioso.

Hades: tranquilo lo harás bien, todos tuvimos miedo la primera vez pero se que serás el peor asesino que nuestros enemigos hayan conocido - me animo mientras me daba el arma, en eso apareció otra mujer, una de cabello gris, la cuál tenía los ojos vendados y estaba encadenada de pies y manos - sólo apunta a la cabeza - me dijo mientras me ayudaba a posicionar el arma - así es... Respira, tranquilo... Jala del gatillo cuando te de la señal - me pidió mientras yo me prepare un poco tembloroso - ¡Ya hazlo ahora! - me indico a lo que yo disparé.

Para mí sorpresa logré dar en el blanco a la primera la cuál era a la cabeza, por lo cual Hades me felicitó, realmente se veía feliz. Recuerdo que esa noche hubo una gran fiesta en nuestro hogar, muchos de los amigos de Hades llegaron a felicitarme y también cómo se me dió la presentación oficial con los que en un futuro serían mi organización, ahí fue donde conocí a June, Shaina, Saga y Kanon quienes se convirtieron en mis amigos y "trabajadores" más cercanos.

Pandora por su parte, también se veía feliz por él logro aunque no le gustaba mucho de que Hades me dejara a mí todo el trabajo cuando era de encargarnos de algo así en casa, eso hasta que fue mi primer salida a escondidas de ella, esa vez tenía quince años, en ese entonces mi padre Hades me habían encomendado la misión de acabar con un traidor quien se había encargado de pasarle información secreta a otro bando, por lo cual me puse manos a la obra, pero esa vez cómo reto quise ir sólo.

En aquel lugar fue dónde pude hacer mi primera tortura utilizando únicamente tenedores, realmente fue algo muy satisfactorio ver cómo aquel hombre se retorció de dolor al perder la vista con aquellos utensilios de plata que mantenían grabado el apellido de su familia en ella, tan orgulloso cómo los cretinos que acostumbraban a llegar con nosotros. Recuerdo que esa vez me bañe en la sangre de ese tipo, no fue alguien él cuál me diera batalla sin embargó la policía fue un gran problema.

Fin del Flashback.

Ahora que lo recuerdo, esa vez ví a un niño escondido detrás de un sillón, él niño se veía muy asustado por lo que había presenciado sin embargo la intervención de la policía fue quien lo salvó porque de no haber Sido por eso también hubiera muerto al igual que la escoria de su padre. Jamás me había gustado dejar cabos sueltos por el simple hecho de que esto podría representar un problema en un futuro.

Suspire mientras terminaba de darle una última calada a mi cigarrillo, si Camus me viera seguro que me mataría sólo me descubrió fumando una vez y eso fue dos meses después de que nacieran mis hijas, recuerdo el sermón que me dió sobre las drogas, además qué me dijo que tenía que cuidarme por las niñas, para seguidamente quitarme el cigarrillo y tirarlo al suelo, las tres semanas siguientes se las paso traendome volantes de campañas Anti drogas e incluso me acusó con mis padres y suegros que me regañaron también. Pero me venge, ese día les revele él pequeño secreto de mi querido esposo el cuál tampoco estaba libre de pecado ya que en su oficina tenía Vodka y un montón de bebidas alcohólicas más. De eso no dijo nada mi cubito y si yo caía mi bello esposo lo haría conmigo, por lo cual también lo regañaron a él y nos quitaron a las bebés por un mes. Pero sólo fumaba cuando algo me preocupaba y eso era mi bebé, estaba intranquilo sentía que algo malo le había pasado.

Fui sacado de mis pensamientos al escuchar la puerta de la casa de mis padres por lo cual apagué rápidamente el cigarrillo y lo tire a otro lado para después ir a abrir, para mí sorpresa eran los compañeros de Camus, bueno sus subordinados.

Milo: ¿Les puedo ayudar en algo? - pregunte.

Xx: señor Milo, necesitamos que nos acompañe por favor - me pidieron.

Milo: ¿Que ocurre? - pregunte confundido, mis instintos me decían que algo andaba mal con mi otro bebé.

Xx: señor él jefe Camus desea verlo, se trata de su hijo - me dijeron a lo que yo preocupado rápidamente sali de la casa con ellos.

Con las gemelas.

Sasha y Saori por su parte trataban de quitarse las esposas, recordaron que su padre tenía unas en casa con las cuales ellas jugaban a la ladrona y la policía cuando eran niñas, por lo cual ya deberían tener experiencia quitándose las.

Sasha: están muy ajustadas - dijo ella frustrada.

Saori: no hay que perder la esperanza, vamos sigue moviendo té, lograremos soltarnos ya lo verás - decía ella a lo que la mayor asintió y siguieron, eso hasta que escucharon la puerta de su celda abrirse por lo cual ambas de detuvieron para no ser descubiertas.

Xx: vaya, vaya... Con ustedes se puede aplicar perfectamente él, calladitas se ven más bonitas - dijo la mujer sonriendo mientras entraba.

Saori: cállate maldita.

Sasha: que cuando logremos soltarnos lo lamentaras - advirtió ella.

Xx: niñas les hemos traído más compañía - dijo mientras ambas gemelas vieron cómo unos hombres dejaban un pequeño bulto envuelto entre sábanas blancas - lo encontramos solo en el parque, suplicando poder ver a sus hermanitas - dijo sonriendo preocupadon a las gemelas que incrédulas bajaron lentamente la mirada al pequeño bulto.

Continuará...