Extra 0
Ocho años después...
Camus estaba fuera de su vehículo esperando a sus bellas gemelas, había sido su primer día de clases por lo cuál quería saber cómo les había ido, ya que Milo estaba descansando en casa. No pasó mucho cuándo vio que comenzaron a salir los niños de primer año así que decidió acercarse, cuando vió a sus princesas cómo él les llamaba pero grande fue su sorpresa cuando vio que cada una venía con una flor.
Saori: hola Papá - saludo contenta mientras se acercaba.
Camus: hola Saori - dijo mientras la abrazaba.
Sasha: ¿Y mamá? - pregunto mientras lo buscaba con la mirada.
Camus: está en casa, ya saben que está un poco cansado gracias a su hermanito - les dijo, mientras veía las flores - ¿Quién les dió eso? - pregunto.
Sasha: dos niños que no tienen ni idea de lo que es él espació personal - dijo ella mientras Camus las veía curioso.
Camus: ¿Dos niños? - pregunto.
Saori: si estaban un poco sucios pero se portaban muy amables - dijo ella.
Camus: aja... - dijo un poco celoso. Tiempo después alguien se acercó a él.
Aioros: ¿Camus? - pregunto llamando la atención del antes mencionado.
Camus: Aioros... - dijo sorprendido mientras se ponía de pie.
Aioros: amigo ¿Cómo estás? - pregunto mientras lo abrazaba.
Camus: yo estoy muy bien, pero tú ¿Cómo estás?, Ya no te había visto en la comisaría ¿Qué te paso? - pregunto mientras correspondía él abrazo y después se separó.
Aioros: uuuf... Saga no quiso que siguiera en él departamento de atención, gracias a qué encontró a sus padres así que ahora es él quien me mantiene - le comento sonriendo.
Camus: comprendo - dijo para después ver a sus hijas, las cuales se escondían detrás de él, para después ver a dos niños de cabello café oscuro viéndolas.
Aioros: Seiya, Tenma. Muestren más respeto por las damas, él observarlas de esa forma no es cortéz - les pidió a sus mellizos que por su parte al sentir la mirada de Camus puesta en ellos rápidamente se escondieron detrás de Aioros.
Camus: ¿Y ellos son? - pregunto de brazos cruzados pero sin quitar su mirada fría e intimidante.
Aioros: son mis hijos, Seiya y Tenma están en el mismo salón de clases que tus hijas así que espero se hagan buenos amigos - dijo sonriendo sin notar la tensión que había entre sus hijos y él padre de las gemelas que sólo los veía.
Tiempo después...
Ocho de la noche.
Después de haberle dado de comer a su familia y poner a dormir a su bebé de dos meses de nacido Milo se puso a lavar los trastes, cuando terminó quiso ir a acostarse para dormir pero grande fue su sorpresa al ver a su esposo. Sentado en él sillón mientras veía las flores que sus gemelas habían puesto en un florero en la mesita.
Milo: cariño, ¿Porque no vas a acostarte? - le dijo mientras lo abrazaba por la espalda.
Camus: ve tú cariño, aprovecha que nuestro bebé está dormido y descansa - le dijo mientras se giraba para dejar un beso en sus labios, cuando se separaron Milo pregunto.
Milo: a ver amor, ¿Que es lo que te preocupa? - pregunto mientras se iba a sentar a su lado en él sillón Camus suspiro y tomó las flores para después enseñárselas - hay que pasa, ¿No me digas que estás celoso? - pregunto mientras su esposo hizo un puchero.
Camus: sé que nuestras hijas son hermosas, sobre todo si nos ponemos a pensar que eso lo heredaron de su madre pero... no voy a dejar que cualquier patán quiera aprovecharse de ellas - le dijo mientras Milo sólo nego.
Milo: amor, cómo dijiste antes, nuestras hijas son muy hermosas y por eso tienes que tener en cuenta de que no estarán con nosotros para siempre, algún día van a casarse y tener hijos - dijo haciendo que su esposo lo viera mal.
Camus: no si yo puedo evitarlo - hablo decidido.
Milo: ya empiezas a escucharte igual que mí papá - dijo mientras negaba.
Camus: hay por favor amor no me compares con él tóxico de mi suegro - decía mientras se le montaba encima. Para después empezar a besarlo.
Milo: Camus cubito de mí corazón deja de ser un papá celoso, las niñas aún son muy pequeñas para que te preocupes por eso - le dijo mientras correspondía a los besos que su esposo le daba.
Camus: pero mejor prevenir que lamentar - dijo él mientras su cónyuge sólo reía por lo bajo por sus ocurrencias.
Continuará...
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