Llevaba una vida relajada, bueno solo aveces cuando a mi padre se le daba por joder, el siempre fue un hombre raro, decía quererme y era de los que solo esperaban el más mínimo error para hecharmelo en cara, era buena estudiante, jamás me salía sin permiso, pero mi padre siempre fue de la idea de que las mujeres no deben estudiar, apoyaba siempre a mis hermanos y a ellos si que les daba todo a manos llenas.

Siempre podías encontrarme en mi habítacion, haciendo las tareas del colegio o con un par de audífonos escuchando música,algo que siempre me hacía salir del la mierda en la que vivía.

Ante los demás era la niña más feliz del mundo, responsable y enérgica, los maestros siempre felicitaban a mi mamá en cada junta, ella siempre llegaba feliz e ilusionada presumiendo mis calificaciones.

Algo que siempre supe fue que su maldito machismo de mi padre, no le permitía verme como igual de mis hermanos, para el solo era una holgazana que no hacía nada en casa, trataba y trataba de ser mejor cada día y de alejar esos estúpidos pensamientos de mi cabeza, nada de lo que hiciese lo tenía contento, hasta ese día.

Puedo recordar a la perfección ese fin de semana, mi madre estaba tirada en cama sin poder levantarse, el asustado llamo al médico, siempre la sometía a dietas estúpidas y ejercicio excesivo, el dr aseguraba que había una mala alimentación, que debía reposar absolutamente de todo por ocho días enteros, ahora me veía en la penosa necesidad de acoplar mis tiempos, así que puse mi plan en acción al siguiente día, revise todo en la alacena, hice mi lista, le pedí dinero y compré todo lo necesario para la semana del super, temprano lavaba ropa para hacer el desayuno y los quehaceres, dándole de desayunar a todos los empleados de mi padre.

Antes de irme al colegio, ¡por qué si!, iba en el turno de la tarde, dejaba comida echa, así como todo limpió, al llegar hacia tareas, para el siguiente día seguir de la misma forma, ahora mi padre se daba cuenta que yo No era una inútil como el aseguraba, incluso hasta la cena le preparaba.

El y mis hermanos seguían siendo la misma mierda de siempre, pero eso no impedía que me viesen siendo feliz y hacer los quehaceres tarareando mis canciones favoritas.

Aún así no desaparecían esos pensamientos de mi mente, solo yo sabía lo que sentía, realmente habían sido tantas veces las que mi padre y hermanos me decían que yo era inútil que hasta yo comenzaba a creerlo.

En el cole todo estaba bien, en casa pues todo tranquilo, pero ese día me sentía miserable, no sabía que pasaba, coloqué mis audífonos y comenzaron a salir de repente, mis lágrimas no paraban, de la nada todo estaba mal, todo estaba estallando dentro de mí, estaba realizando un trabajo de artes así que tenía un cortador a la mano, no dude ni un minuto en hacerlo.

Podía sentir claramente como el líquido escurria por mis manos, se agolpaba bajo mis piernas, todo comenzaba a verse oscuro, tenía tanto frío, de ese frío que sientes que te cala hasta los huesos, pude sentir unas manos que me sostenían oía los murmullos a mi alrededor, hasta que perdí el conocimiento.

Podía ver todo prácticamente, me veía a mi misma postrada en esa cama, veía tristemente a mi madre aún lado de mi, llorando desconsolada, mi padre solo sostenía su hombro en señal de apoyó, por primera vez podía ver arrepentimiento en su mirada, afuera estaban mis hermanos, apoyados uno en el otro, llorando desconsoladamente, no entendía bien que estaba pasando, pero supongo todo había acabado.

Mi madre se repetía a cada momento que no podía creerlo, que yo me veía feliz, que yo jamás di indicios de depresión o de que no me gustará mi vida.

Ya no había marcha atrás, para mí ya no había un mañana ahora esto era el final, un final que no todos creían incluido mi mejor amigo.

Descubrí algo que te diré en privado 😂😂 besos yayis ❤️❤️❤️