Después de un largo día, Nabi y Santi llegaron a casa, algo cansados pero con el ánimo en alto. Al entrar, los demás los esperaban en la sala, relajados pero curiosos por saber cómo les había ido.

Smoke: "¿Y bien? ¿Qué tal el paseo? ¿Algún drama inesperado?"

Nabi: "Nada fuera de lo normal, solo un perro correteando a un tipo raro."

Omenazo: "Eso suena... interesante. ¿Y ustedes no se metieron en líos esta vez?"

Justo cuando la conversación seguía con bromas ligeras, Pau, que estaba revisando las noticias en la televisión, alzó la voz con seriedad.

Pau: "¡Chicos, vengan a ver esto! Alguien escapó de la cárcel."

Todos se acercaron a mirar la pantalla. La noticia mencionaba que un prisionero había logrado evadirse, pero no revelaron su identidad. Esto causó cierta preocupación en el grupo.

Smoke: "Bueno, podría ser cualquiera, ¿no? No necesariamente alguien que conocemos."

Santi, sin embargo, se quedó pensativo. Su teléfono vibró, indicándole que había recibido un mensaje. Era un video de un número desconocido. Con un nudo en el estómago, lo abrió. En la pantalla apareció Ivan, con su expresión intimidante de siempre.

Ivan: "Esto es solo para ti, Santi. Escucha bien: o vuelves conmigo, o despídete de Nabi y tus amiguitos. Tú decides qué tan rápido quiero que pagues tus errores."

Santi, pálido, apagó el video rápidamente. La ansiedad era evidente en su rostro, y el resto del grupo notó su cambio inmediato de actitud.

Nabi: "¿Qué pasa, amor? ¿Todo bien?"

Santi: "No... no es nada."

Pero antes de que pudiera seguir ocultándolo, Pau, que estaba cerca, vio una parte del video por encima de su hombro.

Pau: "¡¿Era ese Ivan?! ¡¿Qué dijo?!"

Omenazo: "¿Ivan? No puede ser... ¿El tipo que escapó de la cárcel?"

La tensión en la sala creció, y todos empezaron a hablar al mismo tiempo, tratando de idear qué hacer. En medio de la confusión, alguien tocó la puerta. Todos se quedaron en silencio y Nabi fue quien la abrió. Frente a ellos estaban dos chicas que nadie esperaba.

...

La primera era una joven de cabello castaño, piel clara y un traje rojo, que entró con paso decidido. Junto a ella, una chica de cabello negro, piel blanca, con una camisa morada y falda.

Santica: "¿Qué onda, hermano? ¿Ya extrañabas a tu hermana mayor?"

Santi, sorprendido, no supo qué decir. La chica de traje rojo se acercó rápidamente y lo abrazó con fuerza.

Santica: "No te preocupes, hermanito. Ahora que estoy aquí, Ivan no se saldrá con la suya."

La otra chica, Nabriela, sonrió mientras cerraba la puerta detrás de ella.

Nabriela: "Y nosotras vamos a ayudar. Así que prepárense, chicos, porque esto se va a poner interesante."

El grupo completo quedó boquiabierto ante la inesperada aparición. Las hermanas de Santi y Nabi parecían listas para entrar en acción.