°12°
La casa estaba en silencio. La luz de la luna se filtraba suavemente por la ventana de la habitación que compartían Nabi y Santi. Ambos estaban sentados en la cama, todavía riendo por alguna broma tonta que habían compartido antes de acostarse.
Santi: (acariciándose el cabello) "No puedo creer que haya pasado todo esto tan rápido. Hace unas semanas, ni siquiera pensaba en mudarme, y ahora estamos aquí, juntos."
Nabi: (mirándolo con una sonrisa) "¿Te arrepientes?"
Santi: (sacudiendo la cabeza) "Para nada. Es solo... que a veces me da miedo lo rápido que cambian las cosas."
Por un momento, el silencio llenó la habitación. Nabi se inclinó ligeramente hacia Santi, colocando una mano firme pero cálida sobre su mejilla.
Nabi: "Lo único que no va a cambiar es cómo me siento por ti. No importa dónde estemos o qué pase después."
Santi sintió cómo su corazón se aceleraba al escuchar esas palabras. El leve sonrojo en sus mejillas se intensificó cuando Nabi se acercó un poco más, sus ojos fijos en los de él.
Santi: (en voz baja) "Eres demasiado directo a veces..."
Nabi: (riendo suavemente) "¿Te molesta?"
Santi negó con la cabeza, pero no pudo evitar morderse el labio, nervioso. Antes de que pudiera decir algo más, Nabi acercó sus labios a los de él, dándole un beso suave, lleno de ternura. Santi cerró los ojos, dejándose llevar por el momento.
El beso se volvió un poco más profundo, aunque seguía siendo lento, como si cada movimiento fuera una promesa de cuidado y amor. Nabi colocó sus manos en la cintura de Santi, sosteniéndolo con delicadeza mientras se separaban apenas unos centímetros.
Nabi: (en voz baja) "¿Estás bien?"
Santi: (sonriendo tímidamente) "Más que bien."
Nabi acarició el cabello de Santi, inclinándose para apoyarlo en su pecho. Ambos se quedaron así por un rato, disfrutando de la calma y la cercanía, sintiendo el latido del otro.
La noche había caído completamente en la casa, con todos ya descansando en sus habitaciones. La luz tenue del cuarto iluminaba apenas a Nabi y Santi, quienes compartían risas y conversaciones sobre el día mientras estaban recostados en la cama.
Santi: (sonriendo, algo nervioso) "No puedo creer que te ganaste esa pelea con Pau tan fácil. Pensé que nunca cedería esa habitación."
Nabi: (riendo) "Es cuestión de estrategia, no de fuerza. Igual, ¿para qué pelear si aquí estoy más cómodo?"
Santi lo miró con un leve sonrojo, intentando desviar la mirada, pero Nabi no se lo permitió. Le tomó la barbilla suavemente, obligándolo a mirarlo directamente.
Nabi: (en voz baja) "¿Por qué siempre te sonrojas conmigo? Me gusta verte así."
Santi abrió la boca para responder, pero las palabras se le atoraron cuando Nabi acercó su rostro lentamente, dejando un beso suave en su cuello. La sensación hizo que Santi soltara un pequeño suspiro, cerrando los ojos mientras Nabi continuaba con pequeños besos que poco a poco se convertían en mordidas juguetonas.
Santi: (con la voz entrecortada) "Nabi~ ahh~"
Nabi: (sonriendo contra su piel) "Relajate mi rojito"
Santi dejo caer sus manos en los hombros de Nabi mientras este lo recostaba con más firmeza sobre la cama. Nabi siguió dejando mordidas ligeras en su cuello y clavícula, provocando que Santi se estremeciera. Sin embargo, justo cuando las cosas empezaban a intensificarse, la puerta del cuarto se abrió de golpe.
Celyneei: "¡Chicos! ¿Se enteraron de lo que pasó en la cocina? ¡Alguien dejó...!"
Se detuvo en seco al ver la escena frente a ella. Nabi y Santi estaban congelados, Santi completamente rojo y Nabi tratando de cubrirlo rápidamente con la cobija.
Nabi: (gruñendo) "¡Celyneei! ¿No sabes tocar antes de entrar?"
Celyneei: (riendo nerviosa) "¿Qué clase de reunión romántica es esta? ¡No sabía que estabas tan ocupado, Nabi!"
Santi: (tapándose el rostro con las manos) "¡Esto es tan vergonzoso!"
Celyneei levantó las manos en señal de disculpa, pero no pudo evitar reírse mientras retrocedía lentamente.
Celyneei: "Bueno, bueno, ya me voy... pero Pau tiene que saber esto. ¡Nos vemos!"
Cuando cerró la puerta, Nabi se dejó caer al lado de Santi, suspirando profundamente.
Nabi: "Yo quería seguir"
Santi: (con una risa nerviosa) "Jeje"
Nabi lo abrazó con fuerza, dejando un beso en su frente mientras intentaban calmarse tras la inesperada interrupción.
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