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Recomendación para leer
el capítulo:
When the party is over
De Billie Eilish
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Luego de insistir durante casi 20 minutos, la Dra. Holmes aceptó a que Liam atendiera sus heridas. Con ayuda de la secretaria llevaron a la mujer por un pasillo al fondo del consultorio. El departamento de ____________ se encontraba allí.
Un pequeño mono-ambiente, cuya cama de dos plazas hacía al mismo tiempo el rol de sofá, con un gran televisor colgado justo en la pared de enfrente. Recostaron allí a la chica, mientras la secretaria traía un botiquín de primeros auxilios del baño, para luego retirarse avisando que estaría en la recepción del consultorio por si le necesitaban.
El lugar estaba en silencio, solo se escuchaban algunos quejidos por parte de Holmes cuando le limpiaba alguna herida más profunda, seguida de un "perdón" de él. Tal y como ella había dicho sus heridas eran leves y la mayoría estaban ya sanando. Luego de curarla, le ofreció un calmante y un té de hierbas que él mismo preparo.
—Ten, te hará sentir mejor.—Dijo mientras le daba la pastilla.—Y esto te ayudara a relajarte.—Le ofreció la infusión.
—¿De donde sacaste esto?—La chica se enderezó en la cama para tomar la taza humeante.
—Ví las macetas con hierbas en la ventana de tu cocina, espero que no te moleste que las tomará.—Miró a otro lado, rascando vagamente su nuca.—Quizás debí preguntarte antes de tomarlas.
—No, esta bien, me refería a donde aprendiste que estas hierbas juntas ayudan a uno relajarse.—Rió por lo bajito, Holmes se sorprendía seguido al descubrir que Liam era demasiado tímida y dulce para la contextura física tan ejercitada, y el trabajo tan serio que tenía. El chico se sento junto a ella al borde de la cama. ___________ dio un sorbo a su té.—Es muy rico.
—Gracias, realmente no recuerdo de donde lo aprendí. Es como si ese conocimiento ya estubiera ahí-.—Sus palabras se vieron interrumpidas por un portazo. La secretaria había vuelto, y estaba agitada.
—Doctora Holmes, encienda la televisión.—Sonaba entrecortada, por haber corrido hasta allí, su cara estaba blanca del pánico. La chica no tardo ni un segundo en obedecer.
—Algunos me llaman terrorista, yo me considero un maestro. América... ¿Lista para otra lección? En 1864 en Sand Creek, Colorado, las fuerzas armadas dejaron que los guerreros yeyengs salieran de cacería. Luego atacaron y asesinaron a las familias que pertenecían ahí... Y reclamaron la tierra.
»Hace 39 horas la base aérea Li Al Salam en Kuwait fue atacada. Yo-yo-yo lo hice. Una iglesia militar sencilla donde esposas e hijos oraban. Los soldados hacían simulacros. No estaban los guerreros.
»Presidente Ellis, continúa resistiendo mis intentos por educarlos, señor. Y ahora volví a evadirlo. Ya sabe quién soy, pero no sabe donde estoy, y atacare cuando menos lo espere.—Ambos miraban la pantalla boquiabierto. La transmisión se corto y el canal de televisión volvió a la normalidad.
—Que demonios fue eso.—Susurró Liam con apenas un hilo de voz, mirando aún la pantalla de la tv, donde los conductores de un noticiero lucían igual de desorientados que ellos.
—Loki...—La voz de la chica sono baja y cortada, rápidamente se aclaró la garganta.—Liam, sera mejor que vayas a casa. Te enviaré un mensaje luego para re agendar la sesión de hoy.—Aun palido, el chico se retiró. Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para que pudiera concentrarse en la terapia.
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Varios días después, los ataques de El Mandarin, y sus transmisiones en TV, siguieron ocurriendo. Nadie podía encontrar al susodicho. No fue hasta cierto ataque al Grauman's Chinese Theatre, en el cual Happy el asistente y amigo de Tony salió herido, que tanto ______________ como Laufeyson se preocuparon por el asunto.
—Tengo un saludo, que quiero darle al Mandarín, solo que no sabía cómo decirlo hasta ahora. Mi nombre es Tony Stark y no me das miedo, se que eres un cobarde. Así que decidí que tu ya estas muerto. Iré por el cadáver. No hay política aquí, solo la típica venganza. No hay Pentágono, solo tú y yo. Y si eres muy hombre, te doy mi dirección. 10880 Malibú Point 90265. Dejaré la puerta abierta.—Holmes apartó la vista de la vieja pantalla en la cual, un programa de chismes repetía el discurso, como cada canal de televisión en las últimas dos horas. Se sentía agotada y frustrada, ya que no podía hacer nada.
—Hará que lo maten antes del atardecer.—Suspiro en dirección a la batista que le entregaba su pedido, un café grande para llevar.—Pensé que siendo Iron Man se le iría un poco la idiotez, me equivoque, es crónica.—La empleada se río junto a ella por el mal chiste.
Al salir de la cafetería su celular vibró por un mensaje entrante.
Romanoff: Es Viernes. Bar.
Romanoff: A las 7. El de siempre.
Romanoff: No es pregunta.
Tecleo una vaga respuesta afirmativa a la pelirroja. Por primera vez en semanas tenía realmente ganas de salir y no había sido obligada por su amiga. Tenía un buen presentimiento.
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Las chicas se reunieron en el bar a la hora acordada. El lugar estaba tranquilo y empezó a llenarse de gente poco a poco. En las pantallas transmitían en vivo la mansión de Tony, como había sido desde que había gritado su dirección a los cuatro vientos. A pesar de que la mayoría de miradas estaban en la pantalla a la espera que pasara algo, ____________ sentían que la observaban. Y si bien Natasha insistía que era debido a que llevaba un hermoso vestido Esmeralda, la azabache insistía que no eran miradas ocasionales, que alguien realmente la vigilaba.
Hasta que en un momento de la noche vió a quien menos se esperaba. El mismísimo Liam Laufeyson estaba en un reunión unas mesas más al fondo. Fue en un segundo mínimo, pero la chica pudo notar que él la miraba con disimulo. Ambos desviaron la mirada como si hubieran sido atrapados in fraganti.
—Iré al baño.—Nath se levantó sacando a la chica de sus pensamientos.—¿Puedes ir por más tragos?—La miro controlando que su amiga no se hubiera pasado de alcohol.
—Marchando.—Se puso de pie mientras veía como su amiga se dirigía a los baños. Al dirigirse a la barra notó que la pelirroja saludaba a alguien con un simple gesto con la mano. Liam. Desvío la mirada. Era su paciente, solo su paciente. Se posicionó sobre la barra y llamó al bartender.—Un tequila sunrise y otro Cosmopolitan, por favor.—El empleado asintió y comenzó a realizar el pedido.
—Hola preciosa, estuve observándote toda la noche desde que llegaste.—Un hombre demasiado ebrio y mucho más mayor que Holmes, paso la mano por la cintura de la chica, ella la aparto enseguida, pero el hombre la acorraló contra la barra.—Te ves hermosa, y parece que estas sola, yo también, que tal si cambiamos eso, ¿eh? Solo dos solteros teniendo sexo, algo rápido y de una noche.
—No, gracias.—La chica quito el brazo para intentar irse, pero el desconocido volvió a aferrar la barra con fuerza.
—Se nota de lejos que estas soltera y mucho más que necesitas acción. Tu vestido pide a gritos que te lo arranquen ya mismo.—El aliento a alcohol y cigarrillo golpeaba de lleno en la cara de __________, haciéndola sentir aún más asqueada.—¿Que te parece en el baño de aquí? Me gusta el peligro de ser descubierto durante un buen polvo.
—Le dije, que no me interesa. Busque a alguien más.—Su voz temblaba, empezaba a sentir miedo. ¿Que nadie veía que estaba siendo acosada? El hombre bajo sus brazos y la tomo por los codos. ¿Y si...? No, no podía exponerse de esa forma.
—Vamos chiquita, lo que necesitas es un buen pene en la boca para que se te vaya la amargura que tienes.—El ebrio intentó arrastrarla, pero la solto al ver como un hombre pasaba su brazo por los hombros de la chica.
—Señor, creo haber oido que la chica se negó ya un par de veces a su repulsiva invitación.—La chica volteó todavía temblando de miedo, para encontrar a Liam a su izquierda, quien dió un sorbo al baso de whiskey que llevaba en la mano izquierda.—¿Porque no la deja en paz?
—Ella esta sola y soltera, y si quiero puedo cogermela.—Escupió el acosador.
—No, no puede si ella le dice que no. Y ese no, ya se lo dijo. Además ni siquiera esta sola.—La voz de Liam sonaba autoritaria y algo sarcástica. Dió otro trago a su vaso, vaciandolo.—Ella esta conmigo, soy su novio.—Acto seguido, obligó a que la chica lo mirara. Antes de que ella reaccionará, Liam se la estába comiendo a besos. Tardo medio segundo en reaccionar y seguirle la corriente. Era un beso apasionado e impulsivo. ___________ podía saborear el whiskey restante en la boca de Laufeyson. Se sentía acalorada y que todo el bar daba vueltas. Liam se sentía desesperado, no quería soltarla, no quería romper ese beso, quería protegerla. Pero en la mente de ambos estaba instalado el mismo pensamiento. Eso estaba mal. Su relación estaba limitada únicamente a paciente y terapeuta, y ahí debía quedar. Aunque se sintieran mal por ello.
Al separarse, sofocados y buscando aire, no solo notaron que el asqueroso acosador se había ido, vieron como todos miraban las pantallas del bar, mientras un jadeo general recorría el bar. Tres helicópteros estaban frente a la mansión de Tony. Un misil acababa de impactar de lleno contra la estructura. Le siguieron varios más. El reflejo por parte de Liam fue simplemente abrazarla y que dejara de ver la pantalla. Ambos conocían y querían a Tony. Ambos acababan de ver en vivo como perdían a su mejor amigo. El bar estaba en completo silencio. Holmes abrazo al azabache con fuerza, en un reflejo de consuelo mutuo. Querian llorar, pero ambos debian verse fuertes. Necesitaban estar ahí para el otro.
Nath se reunió con ellos poco después. Liam dio por finalizada la reunión y llevo a ambas a sus respectivas casas, después de todo, ambas estaban muy ebrias para manejar. ___________ fue la última, Liam quiso acompañarla hasta la entrada, pero al bajarse del auto la chica lo detuvo con un gesto.
—Gracias por sacarme de ese apuro, Loki.— Cada vez que ella lo llamaba así, olvidaba que ere realmente no era su nombre, lo hacía sentir bien, más allá de la carga negativa que traía consigo ese nombre.—De verdad lo agradezco.—Liam podía sentir lo que se avecinaba. Un pero.— Y creeme, me gustó, me sentí bien. Pero esta mal. Loki, soy tu Psicóloga y eres mi paciente, debemos limitarnos y mantener la distancia.
—¿Y que pasa si cruzo esa línea?—Sus ojos brillaban extasiados. Dio un paso adelante, acortando la distancia con la chica.—¿Si realmente no quiero esa relación contigo?—Su pulso estaba alterado, y respiraba con dificultad, como si hubiera corrido hasta llegar allí. La chica lo miro afligida y se limitó a acomodarse los lentes.
—Entonces lo mejor sería, que ya no volvamos a vernos. Liam.—Dijo su nombre de forma tan fría y dolorosa, que por primera vez en toda su vida, Laufeyson sintió que ese nombre jamás había sido suyo, y solo había servido como un medio para cavar una grieta profunda entre él y ella.
Subió en silencio a su auto, mientras veía a la chica entrar a su casa.
¿Realmente se había enamorado de su psicóloga?
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