Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

012.

American Idiot

Salimos de la sala, alejándonos del hermano de Telence. Yo solté un suspiro, sintiéndome ahogada por mis propios pensamientos.

––¿De verdad DIO nos mandó a comprar? ––pregunté.

––No la verdad. Solo busqué una forma de deshacerme del idiota de mi hermano. ––lo miré de reojo, escuchando atentamente a lo que decía. ––Pero.. También debo ir a comprar un par de cosas, así que...

––Entonces... Yo no puedo salir... Él se puede enojar si yo-

––El me permitió llevarte, así que no tienes que estar preocupada. ––solo asentí, continuando con nuestra caminata. ––¿También quieres comprar algo?

––Quisiera comprar un par de cosas... ––respondí, mirando al frente.

––Bien. Entonces vamos. ––no dije nada, solamente lo seguí.

Primero fuimos a la habitación que compartía con DIO para que yo buscara mi dinero. Tenía bastante, pero eran dólares, así que no sabría cómo manejarme con ellos en un país que tiene otra moneda. Cargué con mi mochila y salimos del cuarto.

––¿No te olvidas nada, verdad? ––yo negué. ––Entonces vamos.

Salimos del oscuro castillo. Me cubrí el rostro penas sentí los rayos del sol chocar contra mi cara. Mis ojos no habían visto tanta luz en bastante tiempo.

Tuve que colocarme una capucha que tenía en mi mochila, ya que el sol tan fuerte del lugar me podía dañar. También me coloqué unos anteojos de sol para proteger mis ojos.

Nos fuimos del castillo, saliendo por el enorme portón oscuro. Una sensación de alivio recorrió todo mi cuerpo, como si una gran cadena hubiese sido retirada de mi cuello. Respiré profundo, sintiendo el reconfortante aire libre. Sintiendo la brisa tan caliente que brindaba aquel país.

La ciudad quedaba bastante lejos del castillo, así que teníamos un largo viaje por delante.

(...)

Luego de varios minutos, habíamos llegado a la ciudad. Estaba bastante repleta, pero se podía transitar con algo de facilidad.

Había mucha gente, familias que paseaban alegremente, parejas jóvenes y mayores, todos parecían disfrutar del día.

––¿Te parece dar unas vueltas? ––salí de mis pensamientos y levanté un poco mi cabeza para verlo mejor.

––¿DIO no se enojará? ––pregunté, con un poco de nerviosismo en mis palabras.

––No. ––se encogió de hombros. ––Siempre y cuando lleguemos antes del atardecer, no se molestará.

––Oh... Entonces está bien. ––sonrío levemente.

––Por fin sonríes. ––me devolvió la sonrisa. ––Y bien, ¿A dónde te gust-

––Mira, por allá hay una tienda de videojuegos. ––apunté en la dirección a la de el local. ––¿Vamos? ––el asintió, manteniendo su sonrisa.

Fuimos al local y comenzamos a ojear los múltiples juegos que habían. La mayoría eran juegos muy populares, de lucha, acción y uno que otro de estrategia.

Compramos un par de videojuegos. Yo solo compré uno, aunque dudo poder jugarlo, no si no salgo con vida de Egipto.
Salimos del local y continuamos paseando. Fuimos a un mercado para comprar víveres y luego seguimos hablando y recorriendo la ciudad.

––¿Te parece comer algo? ––preguntó él.

––No estaría mal. ––respondo, mirando a otra dirección.

––Conozco un lugar en dónde tienen una comida única. ––agarró mi mano y dió media vuelta.

Me puse nerviosa por su acción tan inesperada. El contacto físico. Algo que no experimenté tanto.  Pero.. No está tan mal. Sentir el calor del otro, es bastante relajante y confortante. Incluso se podía llegar a sentir las emociones del contrario. Es un lenguaje distinto, pero hermoso y único.

––Estás toda roja... ¿Te encuentras bien? ––detuvo su paso y volteó a verme.

––S-si... ––respondo, mirando a otra dirección, intentando bajar mi vergüenza. ––S-solo son las temperaturas de este lugar, no estoy acostumbrada.. ––cubro parte de mi rostro con mi mano libre, tratando de ocultar mi sonrojo.

––¿Quieres ir a una sombra? ––niego rápidamente con la cabeza.

––N-no es nada... Ya se me pasó. ––involuntariamente aprieto levemente su mano, como si mi propio cuerpo quisiese que no se alejara. ––¿Seguimos? ––él asiente.

Continuamos con nuestra caminata. En ningún momento separamos nuestras manos, era como algo normal, tan natural y común, como si hubiésemos hecho lo mismo una infinidad de veces.

Me sentía cómoda y segura con él, algo que me parecía imposible de sentir estando en el castillo ó en cualquier otro lado. Cómo si solamente él me pudiera proteger, pero, es solo eso.. Una sensación. Nada más. Nada fuera de la realidad, de mi asquerosa y tortuosa realidad.

––Llegamos. ––salgo de mis pensamientos al oír su voz.

Miro al frente y veo que habíamos llegado a un tipo de restaurante. Ingresamos y nos sentamos en una mesa bastante alejada del resto. Para mí suerte, el fuerte sol no ingresaba mucho en dónde estábamos, así que podía quitarme todo mi “escudo” anti sol.

La gente se puso a verme fijamente, causando que el nerviosismo se apodere de mí. Bajo la cabeza, intentando ignorar todas esas miradas penetrantes.

––¿Qué va a ordenar la pareja?

Una voz femenina calmó un poco mis nervios. Levanté la cabeza y miré a la empleada. Ella me miró y su expresión pasó de ser un semblante amable a uno de preocupación.

––No somos pareja. ––comentó Telence.

––Oh, disculpe mi confusión. ––se disculpó. ––Sé que no es de mi incumbencia y tampoco tiene que responder, pero.. ¿Se encuentra bien? Digo, es por las heridas que tiene en su rostro y brazos...

––Ah... ––coloqué mis manos en mis hombros, intentando ocultar las marcas que me había dejado DIO. ––Sí, no te preocupes. Solamente sufrí... Un accidente desafortunado. ––intenté sonreír, pero terminé haciendo una mueca.

––Entiendo, disculpe mi intromisión.. ––por suerte se comió mi estúpida mentira. ––En fin, ¿Qué desean ordenar?

––Ah, pues. Un plato de Kufta. ––la chica escribió en su libreta el pedido. ––¿Y tú, _____(Annie)?

––Oh, pues... ––guardé silencio por un momento. ––Me gustaría un plato de Kebab.

––Bien, en unos minutos les traigo su pedido.

––Gracias. ––decimos al unísono.

La chica se retira de nuestra mesa, dejándonos solos nuevamente.

––La gente no deja de mirarme... ––murmuro, escondiendo mi rostro con mis manos. ––Es tan incómodo...

––Es obvio que te verán fijamente, estás toda despeinada...

––¿Eh? ––miré a mi derecha y ví mi reflejo en un vidrio. Efectivamente, estaba toda despeinada. ––M-me lo hubieras dicho antes.. ––fruncí el entrecejo.

––Me daba gracia, así que.. ya sabes.. ––se encogió de hombros.

Terminé de acomodarme el cabello más o menos bien. Solté un suspiro y miré a Telence con enojo.

––No te enojes. ––bufé con algo de gracia.

––Si serás... ––reí.

––Ajá.

Nos pusimos a conversar, mientras esperábamos nuestro pedido. En un momento, no pude evitar notar que la mesera no le quitaba la vista de encima a mi compañero.

––Oye.. Telence. ––le susurré.

––¿Qué pasa?

––Voltea a ver a tu derecha.

––¿Para qué o qué?

––Solo házlo.

––Bien. Más te vale no hacerme voltear para nada.

Él volteó en la dirección en la cuál se encontraba la chica. Esta justamente estaba mirando para nuestro lado, así que la mirada de ambos se chocó. Ella se volteó rápidamente, evitando la mirada de Telence. Mi teoría era cierta; siente atracción ó curiosidad por él.

––¿Lo viste? ––pregunté.

––¿Qué cosa? ––volvió a mirarme. ––¿La empleada? ––asentí. ––¿Qué tiene?

––parece que le gustas. ––me cruzo de brazos, mirándolo con una leve sonrisa.

––Sí, como digas. ––le restó importancia.

––¿Acaso no se te hace linda? ––pregunto.

––He visto mujeres más hermosas que ella. ––suspiré.

––¿Qué eres? ¿Gay? ––bromeé. ––Ella es linda, deberías de invitarla a salir.

––¿Ahora eres consejera amorosa?

––Tal vez. ––me encogí de hombros. ––Haz lo que quieras, yo solo te recomendé eso.

Pasaron unos minutos en los que seguimos hablando tranquilamente, hasta que llegó la chica con nuestros platos.

––A-aquí tienen. ––dejó nuestro pedido en nuestra mesa. ––¿Se les ofrece algo más?

––No gra-. ––pateé levemente la rodilla de Telence, haciéndole una señal. ––Bueno, sí... ¿Podría preguntarte tu nombre?

––Oh... M-me llamo Neftis. ––sonreí levemente, viendo tal escena.

––Lindo nombre. Me llamo Telence. ––me pateó la pierna disimuladamente. ––Me preguntaba sí... ¿Te gustaría salir conmigo en alguna ocasión?

––Ah.. Y-yo.. ¡M-mi turno termina a las diez! Digo... ¿Te parece si a las diez está bien?

––Esto... ––yo le susurré un “Hazlo ó eres un cobarde”. ––Perfecto, te espero a esa hora aquí mismo.

Ella asintió con su rostro hecho un tomate y se alejó de nuestra mesa para ir a otra.

––Me las pagarás, rata blanca. ––murmuró con enojo.

––Con la patada ya es suficiente. ––comienzo a comer, mientras me burlo de él.

Comenzamos a comer. Hablábamos principalmente de videojuegos. Conversábamos tranquilamente, disfrutando de nuestro almuerzo.

El sol comenzaba a caer, así que ya era momento de volver al castillo. Desearía no hacerlo, pero eran las órdenes de DIO.

Salimos del restaurante, pero me detuve al recordar la promesa que le había hecho Telence a Neftis.

––Volveré sola. Tú tienes que esperar a tu cita. ––piqué su pecho.

––¿Segura? ––asentí.

––Dame las bolsas con los víveres, yo me encargaré de atender a... DIO.. ––un escalofrío recorrió mi columna. ––S-solo dame las indicaciones y haré tu trabajo..

Él accedió y me indicó todo lo que debía hacer. Era bastante, pero le debía varios favores por todas las veces que me ayudó.

––Bien. Disfruta tu cita. ––agarré todas las bolsas utilizando a Master of Reality para aumentar mi fuerza y poder cargar todo sin esfuerzo. ––Te veo luego. ––me despedí de él y me dispuse a volver a la mansión.

El sol se estaba ocultando muy rápido, así que debía de apresurarme.

Recordaba todo el camino de regreso, así que no tendría muchos problemas para llegar.

Llegué a una zona poco ajetreada. En ese lugar podía tomar un taxi para llegar más rápido. Pasé por un mercado y me encontré con un pequeño niño que estaba sentado en una banca mientras leía un libro ó algo parecido. Por pura curiosidad me acerqué a él.

––Oye, niño. ¿Acaso estás solo? ––el pequeño sacó la mirada de su libro, pero no dijo nada, solo me miró con miedo. ––No te haré nada, solo pregunto. ––de nuevo mantuvo silencio. ––¿No sabes hablar?

––¿Qué haces con mi hermano? ––volteé y me topé con un tipo enorme.

––¿Es tu hermano? ––me enderecé. ––Que alivio, pensé que estaba solo a estas horas. ––volví a cargar con mis bolsas. ––En ese caso, me retiro.

––Oye, yo te he visto. ––dice el más alto. ––¿Qué no vives en el castillo del amo DIO?

––Ah, sí. ––comencé a caminar. ––Tu debes ser uno de sus secuaces. Y el niño no sé, pero me preocupa el hecho de que sea tan antisocial. ––me alejé de ellos.

Finalmente, después de un largo viaje pude llegar al castillo. Le indiqué a mi Stand que abriera la puerta. Ingresé y caminé por todos lados hasta que llegué a la cocina. Dejé todas las bolsas sobre la mesada y me dispuse a comenzar con la comida de DIO.

––Entonces... ––me quedé viendo las bolsas. ––Yo no sé cocinar mucho... ––suspiré. ––Pero veré qué hago.

Comencé a preparar todo, tenía bastante trabajo por delante.

🖋️✒️🖋️✒️🖋️✒️🖋️✒️🖋️✒️🖋️✒️
Pos, quiero cambiarle la personalidad a la rayis. Siento que la que tiene es muy plana y repetitiva, así que poco a poco la voy a volver más humana. Y ya lo habrán notado con lo que hizo por Telence. Xd
Sé que es antisocial, pero tampoco quiero que sea un extraterrestre :/

Comenzaré a hacer capitulos más largos (1900 palabras mínimo) e intentaré mejorar la trama, por lo que la actualización de este libro tardará un poco más.

Ya estoy trabajando en el final. Preparar todo me tomó menos tiempo de lo que esperaba. Pero de todos modos publicaré el One-shot que me habían pedido uwu.

☕;; Gracias por leer
🖤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro