"Walking on Darkness."

Después de pasar toda la noche sin dormir nada, DIO se despertó. Apenas sentí que me soltó, me alejé de él lo más que pude. Estaba agotada, mis ojos ardían y mi cabeza dolía. Estaba destruida.

––Parece que no dormiste nada. ––se burló, mientras se levantaba de la cama. ––Lamento decirte que tendrás que comenzar con tu trabajo, así que no podrás dormir. ––lo ignoré y me levanté de la cama para buscar mochila.

––Cómo sea... ¿Hay un baño por aquí? ––pregunté, pero al instante me callé. ––Digo... ¿No habrá un baño por aquí, amo DIO? ––apreté mi mandíbula, soportando la ira que me invadía por tener que hablarle así.

––En aquella puerta. ––me la apuntó. ––No te tardes. ––salió de la habitación.

––¿Y qué quiere que haga? Ni siquiera sé si en este lugar hay una cocina. ––susupiré de frustración y fui al baño.

Por suerte había una tina y varios productos de higiene. Me di una pequeña ducha con agua fría y cambié mi ropa interior. Me cepillé el cabello y lavé mis dientes. Después de haberme aseado salí del baño y dejé mi mochila en un borde de la cama.

Acomodé mi ropa y salí de la habitación. Caminé por los pasillos, pensando en qué lugares podría de estar la cocina ó algún lugar en donde pudiera quedarme.

––Si no mal recuerdo, por aquí estaba la habitación de Telence.. ––murmuro mientras continúo caminando. ––Espero no perderme en este lugar. No sería muy bonito... ––me digo a mí misma en voz baja, mientras sigo con mi confuso camino.

Llego a la sala en donde tuve mi primer encuentra con Telence, así que supuse que tal vez la cocina estaría por ahí.

––Vaya, así que sobreviviste al amo. ––la persona que menos esperaba ver apareció.

––¿Qué quieres, Hol Horse? ––me cruzo de brazos.

––Un beso de tu parte no estaría mal. ––me guiñó un ojo.

––¿No te apetece una buena patada en las pelotas? ––rodé los ojos con fastidio.

––Tu mal carácter sigue intacto, baby. ––rió levemente. ––Solo venía a informarle sobre algo al amo DIO. ––encendió el cigarro que tenía en la boca. ––Tal parece que un ex conocido tuyo viene hasta aquí para intentar derrotar al amo.

––¿Ex conocido?

––Lo que dije, linda. ––caminó al frente, pasando a mi lado –– Un tal Jotaro. Tiene planeado llegar hasta el Cairo junto a un grupo de usuarios Stand. Ya mandamos a uno para que se encargue de ellos, pero si llega a fallar, tendré que ir junto a otro compañero.

––¿Y por qué me cuentas eso? ¿Qué no soy una desconocida? ––pregunté.

––Para mí no eres una desconocida, my lady. Además, dudo mucho que seas capaz de traicionar al amo, por lo que se ve, tuviste bastantes problemas con él y no creo que quieras tener un problema aún peor. ––comenzó a caminar.

––Oye.. ––lo detuve.

––¿Qué pasa, linda? ––preguntó, volteando a verme.

––¿Sabes en donde queda la cocina? DIO me encargó ser su sirvienta y la verdad, no se nada y ni siquiera sé en donde está la maldita cocina..

––Te llevaré, pero te costará. ––sonrió pícaramente.

––¿Qué quieres ahora? ––fruncí el ceño.

––Un beso. ––un tick se formó en mi ojo.

––¿Y si mejor besas mi pié? ––lo amenacé. ––Buscaré la cocina yo misma, no pienso besar a un imbécil. ––suspiré con fastidio.

––Oh baby, era broma. Sigueme, yo te llevo.

Asentí con notable molestia. Comenzó a caminar, mientras yo lo seguía por detrás. Me mantuve en silencio mientras intentaba memorizar todo el camino que recorríamos, así no tendría que pedirle ayuda a nadie más.

––¿Y cómo te trata este lugar? ––preguntó.

––De maravilla, creeme. ––dije sarcástica, rodando los ojos.

––Bueno, yo sólo preguntaba, no hacía falta ser tan sarcástica, gatita. ––rió.

––Tch... Como sea. ––crucé mis brazos y continué caminando.

Finalmente, después de dar un par se vueltas, habíamos llegado a lo que sería la cocina.

––Bueno, aquí está la cocina. Realmente no sé que harás aquí, sabiendo que el amo DIO no come nada que no sea una mujer joven. ––se encogió de hombros. ––Pero yo con gusto acepto un delicioso plato tuyo.

––Con gusto comerás un plato, te lo enterraré en la cara para que lo disfrutes. ––fruncí el ceño.

––¿Por qué eres tan cruel, Baby? De todos modos me gustan las mujeres con carácter difícil como el tuyo. ––agarró mi cintura e intentó besarme, pero yo conseguí agarrar una sartén que había cerca y golpearle la cara justo antes de que consiguiera su cometido.

––La próxima te arranco la cabeza de un sartenazo. ––amenacé, acercando la sartén a su cara. ––¿Entendido?

––Algún día, algún día conseguiré un beso de tu parte. ––sobaba su mejilla con la mano, mientras me guiñaba un ojo. ––¡Ya verás, caerás ante los encantos del gran Hol Horse!

––¡Largate antes de que me arrepienta de no haberte golpeado mas fuerte! ––levanté la voz, bastante fastidiada por su simple presencia.

––No creo que puedas golpear tan fuerte, eres de contextura muy frágil, es imposi...––le volví a golpear con la sartén, esta vez sonó mas fuerte que el primer golpe.

––¿Vas a volver a joderme? ––él negó como un niño asustado. ––Además, ¿No tenías que informarle algo a DIO? ––levanté una ceja.

––Bien, bien. Pero este no será el último encuentro que tendremos. La próxima caerás enamorada ante mí, ¡Lo juro! ––salió corriendo ya que estaba a punto de lanzarle la sartén.

––¿Por qué la mayoría de los hombres son inmaduros? ––me pregunté en voz alta, mientras me ponía a buscar algunas cosas para prepararme algo para desayunar.

Busqué en el refrigerador, pero no habían muchas cosas. Solo un poco de jugo de manzana y un plato con algo extraño dentro, seguramente algún plato originario de Egipto. Decidí no tocar nada de lo que había en el refrigerador, tenía ganas de ir a comprar, pero no sabía si DIO me dejaría. Pero tal vez si alguien me acompaña, puede que me deje.

Me enderecé y me apoyé sobre la mesada, soltando un suspiro de frustración. No tenía a nadie para que me “cuidara” y así poder ir a comprar. Estaba Telence, pero no quería molestarlo, ya era suficiente con lo que había hecho por mí anteriormente. No iba a pedirle a Hol Horse que me ayudase porque lo más probable era que se aprovechase de la situación. No había nadie que me acompañase y ni loca intento escaparme.

Suspiré con frustración, cruzando mis brazos y caminando a la salida de la cocina.

––¿En qué rayos piensas al coquetarle a esa mujer? ––la voz de un tipo causó que detuviera mi paso. Sonaba al otro lado de la sala, aparentemente no se había percatado de mi presencia.

––¿Y qué si le coqueteo?

––Te estás metiendo con ella, que es propiedad del amo DIO.

––No es una cosa para que le digan que tiene dueño. Es un ser humano y merece un poco se amabilidad. No es mi culpa que tú lo intérpretes como un “coqueteo”.

Me asomé por el borde de la pared e intenté ver a las personas que hablaban. Solo pude divisar a un tipo alto, de cabellos castaños y un pequeño bigote. Parecía estar enojado y regañar al otro, pero no logré ver de quién se trataba.

Di un pequeño paso, pero mi bota hizo un pequeño ruido que, entre las silenciosas paredes, resonó por todos lados, llamando la atención de aquel tipo.

––Y hablando de ella. Aquí está la princesita. ––el hombre de bigote se me acercó con una sonrisa que me hacía poner nerviosa. ––Tu eras... _____(Annie) ¿No?

––Sí... ––Respondí, con la mirada gacha, intentando evitar la de él.

––Hmm.. ––hubo un momento de silencio, en donde yo solamente podía sudar sin control.

––¿Quién eres? ––el tipo sonríe, mostrando sus dientes.

––Solo soy un apostador experto. ––miró detrás de él. ––Y él es mi hermanito menor.

Miré en la misma dirección y ahora se encontraba Telence, quién estaba apoyado contra la pared.

––Mucho gusto... ––bajé la mirada. ––Esto.. Yo.. Creo que mejor me voy. No quiero interrumpir su charla.. ––me dispuse a retirarme.

––Oye, _____(Annie). El amo DIO nos encargó ir a comprar un par de cosas. ––Telence se acercó a mí. ––¿Vienes? ––asentí.

––Mas te vale no pasarte, hermanito. ––el hombre de bigote parecían estar bastante molesto.

––Ajá, como digas. ––comenzó a caminar, alejándose de su hermano.

Yo lo seguí, volteando por última vez a ver al hermano de Telence. Era algo raro, pero parecía preocuparse por él. Tiene razón, DIO tiene una obsesión por mí y es capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantenerme lejos de cualquiera. Pero.. Es imposible que Telence coquetee conmigo, él es cien porciento fiel a DIO. Además, ¿Quién sentiría atracción por alguien como yo? Soy un desastre en todos los sentidos, no sirvo para nada. Ni siquiera puedo hacer caso a una simple orden.

Él es... Imposible de alcanzar.

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Weeeeh, casi me olvidé de actualizar este libro. ;-;
Tengo la cabeza bien perdida y ando olvidandome de todo x'd.

Háganme recordar que nunca más le pida consejos a mi sobrina chikita xd.

☕;;Gracias x leer. 🖤