010.
“So Beautiful The White Flower.”
☁☁☁☁
Opción ganadora; Aceptar la orden de DIO.
☁☁☁☁
––Quiero que comiences a dormir conmigo.
Me quedé pálida, más de lo que ya soy. Empecé a temblar, comenzando a sentir el mismo temor que sentí cuando él me había... Violado..
No sabía que hacer, estaba aterrada, desconocía lo que haría. Pero.. Sería lo mejor, tal vez así pueda conseguir beneficios, ó al menos conseguir más información sobre el diario y la tal Bryony.
––Yo... Acepto.. ––murmuré, manteniendo mi mirada al frente. ––Pero a cambio quiero una página del diario. ––me volteé.
––¿Y ese cambio tan repentino de personalidad? ––se acercó a mí y yo por instinto retrocedí, pero choqué contra la pared, dejando en claro que la suerte nunca estaba de mi lado. ––¿Acaso crees que por hacer lo que quiero tendrás beneficios? ––agarró mi mentón y lo levantó.
––Sueltame. ––moví un poco mi cabeza, pero el no me soltó. ––Ya acepté, iré contigo, pero sueltame primero...
––¿Qué? ¿No me besarás? ––fruncí el entrecejo por esa petición. ––Vamos, solo es un beso, no perderás nada. ––acercó su rostro al mío pero yo conseguí mover mi cabeza y evitar que me besara.
––Por favor... No lo hagas.. ––me alejé de él y agarré mi mochila. ––¿Vamos de una vez? ––bajé mi cabeza, sufriendo por tener que tratarme mi orgullo y soportar ver a mi violador y abusador.
Él no me respondió, solo soltó algo parecido a una risa muy baja y caminó al frente. Comencé a seguirlo, manteniendo distancia y guardando total silencio. Salimos de mi cuarto y caminamos por los pasillos oscuros, recorriendo cada rincón de aquél castillo.
––“¿Hace cuánto que no veo la luz del sol? Ya no sé ni que día es hoy..” ––pensaba mientras continuaba caminando. ––“Extraño el aire libre, extraño poder dormir sin tener miedo de que alguien me mate mientras lo hago... Extraño todo, ojalá nunca hubiera venido hasta aquí... ”
Llegamos hasta la habitación de DIO. Él ingresó primero y yo lo seguí. Mis piernas seguían temblando y mis sentidos estaban al límite, cualquier mínimo sonido hacía que me pusiera en alerta al instante. Este lugar me estaba volviendo loca.
Gracias a aquella habilidad misteriosa de él, aparecí en la cama y con él sobre mí. Mis muñecas eran sostenidas con fuerza por las manos de DIO, impidiendo que me moviese. Lo miré aterrada, deseando que no me volviera a violar ó a hacer daño. Pero no hacía nada, solo me miraba fijamente con aquella sonrisa egocéntrica que lo caracterizaba.
––Eres demasiado pálida ahora que me doy cuenta. ––liberó una de mis muñecas y guió su mano a mi cabello, acariciando un mechón de este. ––Tu cabello se parece al pelaje de un oso. ––lo miraba extrañada por aquél comportamiento tan extraño que había adquirido de repente. ––Literalmente eres blanca por donde se te quiera ver. ––agarró mis mejillas con una sola mano, apretando aquella zona, causando que el miedo volviese. ––Hagamos un trato. ––se quedó callado por un momento. ––Iremos lento, tu harás lo que te diga y si haces caso te daré una hoja del diario.
––E-eso es lo mismo que me p-prometiste la primera vez. ––comenté con dificultad, debido a como me tenía agarrada de las mejillas.
––Sí, pero será distinto idiota. ––sonrió levemente. ––No te utilizaré para mi satisfacción, porque eres un desastre en eso. Tengo mujeres por montón y tú no eres la gran cosa, ni eres tan atractiva como las otras putas que tengo. ––no se porqué, pero ese comentario dañó un poco mi orgullo. ––Solo te usaré como una sirvienta y de vez en cuando te prestaré el diario, solo si trabajas bien.
––¿S-solo seré una m-mayordoma? ––pregunté, algo confundida por todo.
––Exacto. No sirves para nada más, ni siquiera puedes satisfacer al gran DIO. Así que esto es lo único que tal vez hagas bien. ––soltó mi rostro, pero se mantuvo en la misma posición.
––Entiendo... Acepto eso... ––miré a otro lado. ––¿Podré salir afuera en algún momento?
––Solo sí me tratas con respeto, como tu amo y dueño. ––hice una mueca de desagrado, pero era la única manera de poder salir y respirar aire.
––Lo haré. ––giré mi cabeza y quedé de frente a él.
––Así me gusta, sumisa y obediente. Cómo toda mujer debe ser.
Tal vez, ser obediente pueda ser un rayo de esperanza. Si hago todo lo que me pide y le sigo el juego, puede que poco a poco me vaya ganando su confianza y tal vez, sólo tal vez, me deje ir. Aunque es poco probable. Tal vez me dé mas libertad y me permita salir sola del castillo. Eso podría ser suficiente para mí, un poco de libertad.
Volvió a agarrarme de las mejillas, acercando su rostro al mío. Ya sabía lo que quería hacer y no lo podía evitar, tenía que dejar de lado mi orgullo y hacer lo que él quisiera. Sería doloroso, pero no creo soportar mas golpes de su parte.
Sus labios se pegaron a los míos, formando un asqueroso y tortuoso beso. Su lengua no tardó en adentrarse en mi boca, haciendo que sintiera el leve sabor metálico de su saliva. Su lengua lamía la mía y el interior de mi cavidad bucal, haciendo que sintiera náuseas de mí misma. Era asqueroso, me sentía como una estúpida, pero no había vuelta a atrás. Todo sea por mi libertad.
Sus manos paseaban por mi cuerpo, haciendo que sintiera escalofríos en mi columna. Trataba de seguirle el juego, pero cada vez se me hacía más difícil. No soportaba tenerlo cerca, estaba por perder el control. Sus manoseos iban subiendo de tono, haciendo que finalmente me separara de él, rompiendo aquél infernal beso.
––No pasemos a mayores... Amo DIO.. ––me metí un puñetazo interno por haber dicho aquello.
––Me gusta que me hables de esa manera. ––pasó su lengua por sus labios, como si estuviese saboreando algo. ––Quiero que me digas así más seguido. Que me alabes a mi, DIO. ––sonrió de forma arrogante.
Me quedé en silencio, sin decirle nada más. Él se levantó alejó de mí, dándome finalmente un poco de espacio propio. Me senté en la cama, mirando a un lado. Coloqué mis manos sobre mi regazo y me dispuse a esperar que se retirara.
––Vendré luego, así que más te vale estarme esperando. ––salió de la habitación.
––Finalmente... Soledad.. ––me dejé caer en la cama, quedando boca arriba. ––¿Qué mierda voy a hacer ahora? ¿Ser sirvienta de DIO? Que buen plan.. ––ironizé para mí misma. ––Desconozco que significa una sirvienta para él, pero no debe de ser una definición muy bonita.
Me puse a ver a la nada, pensando en todos los errores que cometí, repitiéndome a cada rato que el peor de todos fue el aceptar que me trajeran hasta este lugar. Realmente soy idiota. No uso el razonamiento y por culpa de eso estoy aquí, con el rostro lleno de heridas, las emociones completamente perdidas y una mentalidad destrozada.
Me acomodé en la cama, recostándome de lado y mirando solo a la puerta, temiendo porque en algún momento el ingresaría por ahí, causando que mi temor volviera. Solté un suspiro y comencé a cerrar mis ojos, dejándome caer al sueño.
(...)
Un ruido me despertó. Abrí los ojos y automáticamente miré a la puerta, estaba abierta y se podía apreciar una sombra muy robusta. Era él, había llegado. Rápidamente me senté en la cama, sabiendo que si seguía recostada podía llegar a enojarse.
––Parece que me esperaste mucho. ––se acercó a mí.
Me quedé en silencio, siguiéndolo con la mirada, esperando que no hiciera malo. Él solamente se recostó en la cama, mirándome de lado, con aquella mirada penetrante y peligrosa que tenía.
––Ven, acuestate conmigo.
––No hace falta, estoy bien en mi lugar.. ––le respondí, girando mi cabeza para verlo.
Como era de esperarse, utilizó aquella habilidad suya para hacer que apareciera junto a él. Puse mis brazos en medio de nosotros, intentando mantener un poco de distancia, pero era en vano, él me pegaba a su cuerpo por la fuerza. Comencé a luchar por alejarme de él, pero no lo conseguía.
––Quedate quieta. Quiero dormir. ––obedecí, quedándome confundida por el repentino cambio de DIO. ––Si te vuelves a mover te daré un castigo que no te gustará. ––olvidenlo, no cambió nada.
Me tenía pegada a su pecho, sus brazos me rodeaban con posesión, como si fuera algo que era de su propiedad. Me tenía encerrada entre su cuerpo, tan grande y fuerte... Me sentía como una cosa, algo que solamente él podía tocar y poseer. Eso es lo que soy para él, un juguete que solo él mismo podía tocar. Como si de una muñeca se tratase. Estaba entre las manos de un demonio, uno muy cruel y posesivo. Movería mis hilos para su propio beneficio, cuando consiga lo que quiere de mí, cortará los hilos y me dejará caer a la nada, abandonándome y hundiendo mi vida en oscuridad.
Me quedé con los ojos bien abiertos, siendo devorada por los nervios y miedo de lo impredecible que era. Toda la noche la pasé despierta, en ningún momento cerré los ojos.
Fue una noche muy dura para mí.
✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏
Esto fue una salvación, si ganaba la opción de rechazar la
orden de DIO, hubiera muerto, ya que no tenía ni idea de que
hacer si ganaba esa. Xd
(Probablemente mataba a la rayis xd)
Les regalo un poco de “afecto” por parte del metrosexual. No se
acostumbren por favor, obvio no habrá mucho romance entre
la rayis y DIO, así que no esperen amor entre esos dos xd
Les dejo este dibujo bien feo que hice de como me imagino a
la rayis.
(No me hago cargo de traumas ó ceguera)
No se fijen en la “mano” voladora, se me borró el resto del brazo
y tuve que improvisar xd.
(Fue hecho con los dedos, no juzguen)
Ta' chichona y recién me di cuenta. Yo quería hacerla tablita ;u;
☕;;Gracias por leer. ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro