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MσɗєƖѕ Ƒιgнт

—¡Jung HoSeok! —el chico de cabellos negros y ojos grises puso el grito en el cielo al leer que el diseñador Kim NamJoon, quien también era su rival en este mundo de la moda para hombres, iba a lanzar una nueva colección de ropa para hombre.

Un chico de cabello castaño corrió por toda la gran y lujosa casa para llegar a la oficina de su jefe. Jung HoSeok era el asistente de Kim SeokJin, un diseñador de moda Surcoreano, el cual estaba planeando su pasarela de exhibición.

—Dígame, señor. —atendió el moreno cuando por fin llegó a la habitación. Notó que su jefe estaba usando aún su pijama color gris, que resaltaba sus hermosos ojos.

—¿Tú sabías de esto? —le preguntó, aún indignado, mientras le mostraba su celular. HoSeok leyó con rapidez el encabezado del artículo y cerró los ojos con fuerza. Asintió lentamente —. ¿Entonces? ¿Por qué no me lo habías dicho?

—En realidad, no quería arruinar su mañana. —Jin se cruzó de brazos y se dió la vuelta para observar el precioso bosque que tenía, a través de su ventana enorme —. Y, lamento que se haya enterado de esa forma...

—¿Hay algo más que deba saber? —preguntó, miró al castaño de reojo.

—Sí... —habló con inseguridad —. También le ha ofrecido mucho más dinero del que nosotros en su momento a Park JiMin.

—¿Qué? —el diseñador, molesto, se dió la media vuelta y miró a su asistente de nuevo.

—Así es. Parece que tampoco tenemos modelo principal para la pasarela del fin de mes...

HoSeok ya estaba listo para presenciar un berrinche de parte de uno de los dos diseñadores más exclusivos del país. Sin embargo, Kim simplemente se sentó en su silla giratoria y comenzó a dar vueltas; al parecer, eso lo ayudaba a pensar mejor.

Hubo un gran silencio por unos momentos, y por fin se le aclaró el cerebro a Jin —. Pero Park JiMin no es el mejor modelo del mundo, ¿o sí?

—¿Señor? —HoSeok no logró entender hacia a donde se dirigía la conversación.

—Hablo de que de seguro hay muchos modelos mucho mejores que ese rubio... —se levantó de su silla de un salto, cosa que logró asustar a HoSeok —. ¡Ya sé! Quiero que busques a los modelos más exclusivos que tenga éste país, y quiero que me traigas su información.

—Enseguida, señor.

Y, con esto en mente, Jung se dirigió a su propia oficina dentro de la casona de su jefe y comenzó su investigación. Encontró a muchísimos modelos, de diferentes nacionalidades y con diferentes estilos. Sin embargo, basándose únicamente en el tipo de ropa que hacía SeokJin, eligió a dos de ellos.

El primero fue Jeon JungKook; un chico de cabello color azabache; ojos grandes, de un color extremadamente negro y profundos; cuerpo musculoso, pero no tanto, tan sólo unos buenos y gruesos muslos, brazos musculosos y con tatuajes en el brazo derecho, y abdominales muy marcados. Además, su rostro era perfecto y su desempeño en las pasarelas era impresionante.

Y para la segunda opción, Kim TaeHyung; un chico delgado de ojos color miel; estos eran un poco más pequeños que los del otro modelo, pero demasiado expresivos y con una mirada intrigante; una hermosa piel canela y rostro completamente simétrico, al igual que su boca. Era demasiado elegante y caminaba con demasiado porte, tal vez la mejor opción para la pasarela de SeokJin.

Sin embargo, eligió a ambos y se los presentó a Jin, quien quedó encantado con ambos. Se maravilló con la presencia de ambos en la pasarela y su belleza.

—¿Quién será, entonces, el nuevo modelo estrella del menor diseñador de moda: Kim SeokJin? —preguntó HoSeok, mientras observaba la expresión pensativa del contrario.

—¿Tengo que contratar sólo a uno? ¿Por qué no contratamos a ambos? —preguntó con una sonrisa. A su asistente se le dificultaba entender lo que estaba pensando, la mayoría de las veces.

—¿Ambos?

—Así es. Tendré la mejor presentación del año, dejaremos a NamJoon a un lado; no importa que él tenga a Park, porque yo tendré a TaeHyung y a JungKook. —habló con malicia en sus palabras. En realidad quería acabar con Kim NamJoon, su exnovio traicionero.

Y ahora, con dos de los mejores modelos exhibiendo su ropa, iba a ser considerado el mejor diseñador del mundo.

Una semana antes de la gran pasarela y revelación de la nueva colección de ropa, la cita tomó lugar en la casa de SeokJin.

Primero llegó un auto gris, con música de rock a todo volumen y un azabache que usaba lentes oscuros dentro. SeokJin y su asistente veían al modelo bajar del auto desde la puerta de la casa.

Su cabello estaba perfectamente arreglado y el atuendo negro lo hacía ver mucho más guapo. Eso era lo que estaba buscando SeokJin; estaba buscando a un modelo que tuviera estilo y presencia desde el momento en el que se bajaran del auto.

Jeon tomó su chaqueta de cuero negra y la colocó sobre su espalda mientras la sostenía con sus dedos. Sonrió al mirar al hombre de saco rosa que estaba frente a él, sólo esperándolo a él.

—Es un honor conocerte en persona, SeokJin. —habló con una sonrisa y estrechó la mano del hombre de los ojos grises —. Tengo muchísimas de tus más preciosas piezas.

—Muchísimas gracias, JungKook. El honor, sin duda, es todo mío. Eres justo el modelo que tiene la aptitud de desfilar en mi pasarela.

—Eres tan amable, incluso, permíteme comentarte que-

El azabache no pudo terminar de hablar, cuando un auto rojo sin techo se estacionó junto al suyo. La música y el motor del auto lo interrumpieron, y lo obligaron a mirar al chico castaño que retiraba sus lentes.

SeokJin sonrió al notar que, quien venía en ese automóvil tan caro, era Kim TaeHyung. Y justo como en un desfile, se bajó de su vehículo con muchísima gracia y elegancia; desabotonado el botón de su saco rojo para dejar a la vista el corsé del mismo color, que resaltaba su cintura.

Su cabello flotaba con el aire, se acercaba como si fuera un Dios, pisando el ordinario suelo de este mundo; era inalcanzable. Y eso era también lo que necesitaba Kim.

—Kim SeokJin... —habló el chico de la voz grave, ganándose una mirada de confusión por el azabache; no esperaba a otro modelo —. Es un gran honor conocer a mi jefe en persona.

Los labios de este nuevo chico eran demasiado rojos, Jeon se preguntó si estaba usando alguna clase de bálsamo labial o se había chupado los labios por un largo tiempo.

—Es para mí un honor conocer al elegante y perfecto Kim TaeHyung. —estrecharon sus manos y el castaño miró al azabache a su lado.

—Discúlpame, no te vi. ¿Te conozco? —le preguntó con superioridad, cosa que no le agradó para nada al otro modelo.

—Deberías, querido. Soy Jeon JungKook, mucho gusto. —saludó fingiendo una sonrisa. El castaño simplemente abrió su boca ligeramente, pretendiendo estar sorprendido o emocionado.

—Un gusto, de verdad. —contestó con su voz grave, tal vez Jeon pensó que era sexy, sólo tal vez.

—Bueno, bueno, ahora que ya se conocieron, entremos a la casa; tenemos muchas cosas de que hablar.

Los cuatro hombres entraron a la casa. SeokJin se encargó de conversar con ambos modelos mientras se dirigían a su terraza; ahí les iba a ofrecer un café y tal vez unas galletas. Lo importante era conversar acerca de la organización y el estilo que se iba a manejar durante toda la pasarela.

—Les pido de favor que disfruten mucho de éste pequeño aperitivo, HoSeok y yo les platicaremos un poco de lo que haremos en la pasarela y los estilos que se van a manejar.

Ambos modelos estaban sentados, uno muy cerca del otro. Jeon no se sentía cómodo con aquel chico esbelto a su lado; era cierto que tampoco entendía por qué estaban ahí los dos. A él le gustaba mucho tener el protagonismo absoluto, y por eso esto le parecía demasiado extraño.

—El señor Kim tenía planeado que la pasarela tuviera una esencia misteriosa, incluso con luces neón alumbrando la plataforma. Y necesitaba a los dos modelos más exclusivos de Corea del Sur, y por eso los elegimos a ustedes dos, chicos.

—¡Exacto! —interrumpió el diseñador a su asistente —. Por eso los necesitaba a ustedes dos, chicos. Van a haber ocho modelos más exhibiendo la ropa, pero necesito que ustedes sean los principales; necesito que, por medio de sus pasos y expresiones, le den a entender a la gente la exclusividad de la ropa.

—Así es. —continuó el castaño de los hoyuelos —. Ustedes son los que van a abrir y a cerrar la pasarela, también usarán los atuendos más llamativos.

—Ajá, eso estaba pensando. —llevó su dedo índice a su barbilla y comenzó a caminar por la terraza —. Inclusive, hay un atuendo que será con el que se hará promoción de la marca, uno de ustedes tendrá que usarlo y tener su propia actuación en el escenario. —continuó el diseñador, y para este momento, los ojos negros del modelo estaban brillando, ya podía verse en el escenario, gobernando todo lo que estaba a sus pies y sintiéndose inalcanzable, como cada vez que se subía a esas plataformas de luces.

Por su parte, TaeHyung simplemente sonreía, pues sí conocía a Jeon, y sinceramente consideraba que era mucho mejor que ese azabache. Era un año mayor que él, y había comenzando en el modelaje un par de años antes, así que, sin duda, ese acto en solitario sería suyo.

—Pero, por el momento, no decidamos quién tendrá ese acto. Mejor díganme, ¿qué opinan? —preguntó el de ojos grises. Se deleitó con la hermosa sonrisa del chico de piel canela y con la pequeña porción de pecho que se le veía al azabache.

—A mí me parece sensacional. Honestamente, adoro cada una de tus piezas, y poder abrir la pasarela sería un honor para mí. —habló el castaño, después tomó un sorbo de café mientras veía de reojo al otro modelo.

—Considero que es una gran idea, el hecho de que sea misterioso y poder exhibir tus creaciones en aquel escenario, me emociona. Eres, sin duda, el mejor diseñador del mundo, SeokJin. Así que será un honor para mí, poder ser parte de tu pasarela. —el azabache miró la gran sonrisa del hombre frente a ellos. Después miró a TaeHyung levantando una ceja y empujando su cachete con su lengua.

—Excelente, entonces ya está hecho.

El gran día había llegado, y ambos modelos tenían que compartir camerino. Cosa que no les agradó para nada, ya que, sinceramente, no se sentían a gusto estando juntos.

Jeon estaba sentado en el sillón con los brazos cruzados, mientras que TaeHyung estaba siendo maquillado frente al espejo.

—¿Qué tienes, Jeon? —le preguntó con algo de burla en su voz —. ¡Oh! ¿Es porque HoSeok me dió el solo a mí? ¿Es eso lo que te tiene tan molesto? —preguntó mientras la maquillista pintaba sus labios.

—Cómo si me importara, Kim. —contestó el azabache en el momento en el que se levantó, y se acercó al espejo también —. Si tan sólo supieras que eres el menor de mis problemas...

—¿En serio? —notó el veneno en las palabras contrarias y colocó sarcasmo en las suyas —. Bueno, entonces supongo que no tendré que mentirte —la chica terminó su trabajo y salió del camerino —, no siento haberte quitado el solo. Es más, me encantó. —soltó, mostrando su preciosa sonrisa al final.

—Excelente, Kim. —El menor de los dos tomó la muñeca del castaño y lo hizo mirarlo a los ojos —. Disfrútalo mientras dure, cariño.

Y antes de que Tae pudiera contestar, HoSeok entró al camerino, ignorado por completo que los rostros de los modelos estaban exageradamente cerca, y anunciándoles de una que la pasarela comenzaba en dos minutos.

JungKook soltó la muñeca del castaño y éste último se puso de pie. Miró al menor con superioridad, de nuevo, y le sonrió.

—Qué comience el show.

Y así fue. La música comenzó a sonar y varios modelos salieron a la pasarela, la cual estaba alumbrada con demasiadas luces neones. SeokJin revisaba hasta el último detalle de la ropa y sus modelos, estaba casi vuelto loco, pero con alfileres en la mano.

Habían al rededor de diez críticos de moda en su público, todos expectantes de la nueva colección que iba a presentar este diseñador tan exclusivo y de renombre. Es por eso que la presión detrás del escenario era enorme; sin embargo, HoSeok estaba ahí siempre, para ayudar a su jefe.

TaeHyung fue revisado de pies a cabeza por el de ojos grises, y cuando estuvo listo, salió al escenario con el atuendo más hermoso que alguna vez había visto. Comenzó a caminar con distinción, practicaba para su solo de unos minutos después.

Su mirada se mantenía seria, y sus movimientos eran extremadamente elegantes; los críticos aplaudieron al notar el precioso traje que estaba usando. No obstante, JungKook miraba a aquel castaño con rabia, de verdad quería matarlo.

Jin terminó de revisar hasta el último detalle de la camisa de Jeon, y por fin lo dejó salir a la luz. Era obvio que iba a intentar opacar al castañito que posaba frente a las cámaras.

Y logró su cometido cuando todos los ojos se posaron en él, quien caminaba con distinción y lanzaba miradas al público para llamar su atención y romper algunos corazones. Porque JungKook era precioso.

Tae se molestó, por supuesto que lo hizo, cuando en un movimiento, las luces lo abandonaron y corrieron hasta donde estaba el odioso azabache. JungKook le guiñó un ojo y TaeHyung por fin hizo su camino de vuelta a los vestidores.

Vaya sorpresa que se iba a llevar el castaño cuando encontrara el camerino cerrado con llave. Jeon la traía en su bolsillo. Y no lo malinterpreten, él no quería arruinar la pasarela de Jin, solamente quería arruinar Kim.

Y no le tenía envidia porque le hubiera ganado el solo, simplemente... bueno, sí. Sí le tenía envidia. Y es por eso que tenía un plan bastante elaborado para mantener a Kim fuera del escenario.

TaeHyung llamó a HoSeok, quien estaba al lado de su jefe mientras arreglaban las costuras de un saco que se había rasgado. El asistente corrió hasta la puerta con el castaño detrás de él, y fue una suerte que tuviera las llaves, y después apuró al modelo para que saliera de nuevo.

JungKook terminó su camino en el escenario y el público se llenó de aplausos. SeokJin estaba muy ocupado como para darse cuenta de eso. Los críticos estaban escribiendo cuanto les había encantado el nuevo estilo que manejaba Jin y lo mucho que esperaban el gran solo de ropa un poco más reveladora.

TaeHyung, quien justo ahora estaba buscando el complemento de su traje, había dejado de tomar agua desde tres días antes. Y JungKook, debido a que quería hacer el solo a toda costa, dejó de comer por dos días antes de la pasarela. Pero ese era el precio a pagar para poder desfilar y verse preciosos.

El azabache llegó al camerino de nuevo y encontró a un TaeHyung agitado. Éste último lo fulminó con la mirada cuando lo vió entrar con esa sonrisa socarrona en su rostro.

—¿Qué hiciste ahora, Jeon? ¿En dónde está el corsé negro? —le preguntó, se colocó frente a frente con él y simplemente recibió una mueca de confusión.

—No lo sé, Tae. Deberías de ser más cuidadoso con tus cosas. —le mencionó mientras se quitaba el abrigo largo y dejaba a la vista aquella prenda que el castaño tanto había estado buscando.

—Sólo lo diré una vez, quítatelo. —le exigió, logrando que su voz se hiciera mucho más grave y el azabache se sintiera extraño. No obstante, éste último negó con la cabeza y se metió al vestidor.

—¡Quítatelo! —le volvió a gritar, y ésta vez, nada le importó y abrió la cortina del vestidor en el que estaba JungKook. Logrando ver a éste modelo usando únicamente el corsé y su ropa interior negra.

—¡Hey! ¡Propiedad privada, lárgate de aquí! —le gritó mientras lo miraba acusadoramente. Y ahora, quien se sentía extraño, y tal vez un poco excitado, era Kim TaeHyung. El cuerpo de aquel modelo no se veía bien sólo con ropa, sin ella se veía perfecto.

—No. No me iré de aquí hasta que me entregues ese corsé. —habló firme, sintiendo su corazón palpitando rápidamente, observando los ojos negros y sintiéndose cohibido.

—¡Bien! —comenzó a quitarse el corsé, y fue una mala idea no haber cerrado la cortina, ya que TaeHyung pudo observar los preciosos abdominales bien formados que tenía el azabache —. Aquí tiene, su majestad.

El castaño se quedó sin palabras, simplemente tomó el corsé y cerró la cortina, dejando a un muy molesto Jeon JungKook.

Por fin logró salir al escenario de nueva cuenta antes de su solo, y adoraba lucir su pequeña cintura, ni siquiera el idiota de JungKook iba a impedirle brillar en aquella pasarela, tampoco impresionar a los críticos, o recibir aplausos.

De nuevo, miró a las cámaras con aquella misteriosa mirada y miles de fotos fueron tomadas; sin duda, era el modelo indicado para la exquisita colección de SeokJin. Y éste último estaba muy orgulloso de todos y cada uno de sus diseños; ahora, por supuesto que estaba destruyendo a Kim NamJoon.

Cuando dió la vuelta, SeokJin lo estaba esperando para hablar acerca del solo. Ya que era el número siguiente, y tenía que salir perfecto. Sin embargo, cuando ambos se dirigían a los vestidores, HoSeok y JungKook iban saliendo del camerino. Y, para enojo de Kim, Jeon JungKook traía puesto el atuendo del solo.

—¡JungKook! Te queda precioso. —exclamó el diseñador, mientras que TaeHyung se cruzaba de brazos y miraba el hermoso atuendo revelador que estaba usando el azabache.

Se trataba de un corsé con piedras brillantes en él, unos pantalones negros con tela de vestir, pero que estaban algo rasgados. Botas negras de charol con plataforma y un broche en el cabello. Atuendo que desde el principio, TaeHyung iba a usar.

—¡Pero, SeokJin! Se supone que yo iba a usarlo, ¿recuerdas? —trató de alegar el castaño, que ahora se veía mucho más bajito que el azabache por las botas.

—Eso ya no importa, ve lo hermoso que se ve JungKookie con él. Ahora, es hora de modelar.

El diseñador se llevó al modelo y le arregló todo, aunque no estuviera desacomodado o mal puesto. Kim estaba furioso, no podía creer cómo alguien como Jeon podía arruinarle la pasarela y quitarle su solo. De verdad lo odiaba.

Pero tampoco podía negar que aquel atuendo se le veía precioso, sobre todo por su espalda ancha y pequeña cintura. Pero sí, lo odiaba a muerte, y lo quería joder.

Las luces se apagaron, y todos fijaron su atención en el destello de luz blanca que se colocó a mitad del escenario. TaeHyung veía todo desde atrás del escenario, junto a todos los modelos sobrantes.

JungKook salió, acompañando de luces color neón y una canción que le acomodaba muy bien al estilo sensual y misterioso que se tenía que manejar durante esa presentación.

Los críticos aplaudieron y Jeon se sintió como una estrella, se sintió distinguido e inalcanzable, razón por la cual decidió ser modelo desde los diecisiete años. Kim simplemente no sabía cómo sentirse, porque JungKook se veía precioso sobre el escenario, se veía como una deidad divina, o como un demonio que te incitaba a la lujuria.

—Éste chico tiene mucho talento, ¿no es así? —habló el asistente, mientras observaba al chico azabache desfilar con seguridad sobre el escenario.

—Por supuesto que sí, Jeon y Kim están regresándome a la cima de nuevo. —dicho esto, el diseñador abrazó a Kim TaeHyung, quien estaba hipnotizado por las miradas de Jeon, las cuales se proyectaban sobre el muro de aquel lugar —. ¡Un momento! Tae, ¿qué estás haciendo aquí todavía? Ve a ponerte el atuendo de Jeon, el cierre se acerca. —apuró el diseñador y el castaño se echó a correr al camerino de nuevo.

Se colocó el atuendo rápidamente, y aunque no era de la misma talla de Jeon, corrió con SeokJin para que le arreglara el pantalón.

Y una vez todos listos, los modelos comenzaron a salir para acompañar a Jeon en el escenario. Todos iban detrás de Kim, quien caminaba de una manera distinguida entre todos y con suma elegancia, mirando a sus lados y pretendiendo que estaba bien con el hecho de que alguien más hubiera hecho el solo.

Llegó al final de la pasarela, en donde Jeon lo estaba esperando, y después de posar juntos para las fotos y verse perfectos ante los ojos del público, SeokJin salió a la pasarela, obteniendo muchos aplausos y siendo altamente reconocido por todos.

—Eres muy ingenioso, Jeon. Pero me las vas a pagar. —le susurró antes de que Kim llegara al final.

—¿De qué manera, Tae? ¿Vas a joderme? —le preguntó sin tener segundas intenciones. Pero Kim sí lo malinterpretó y sonrió.

—Por supuesto, JungKook. De todas las maneras posibles, imbécil.

Por fin, Kim SeokJin llegó al escenario para recibir ovaciones del público, tomó el micrófono para dar sus agradecimientos y por fin terminar el show.

Los modelos no podían escuchar nada, ya que la tensión sexual entre ambos había incrementado cuando se miraron a los ojos. Nadie más que ellos se dieron cuenta de aquello, pero se estaban deseando.

Normalmente los modelos no son tan desastrosos o descuidados, pero esto no era normal. Ya que una vez que el show terminó, ambos modelos exclusivos corrieron a su camerino, y en cuanto la puerta se cerró, comenzaron los besos y mordidas.

TaeHyung atacaba y besaba los labios del otro modelo con posesión, mantenía el control absoluto sobre el beso, cosa que al azabache no le agradaba pero tampoco le molestaba. A veces le gustaba dejar que sus parejas tomaran control sobre su cuerpo. Eso era lo que estaba haciendo Kim.

Las grandes y delgadas manos del castaño viajaron a la cintura —la cual estaba resaltada por el corsé negro— del azabache y lo jaló hacia su cuerpo.

—Impresionante, Kim. No parecías ser tan dominante hace unos minutos. —habló el menor, atacó los labios rojos e introdujo su lengua en su cavidad bucal, explorándola toda y saboreando el exquisito sabor de la saliva contraria.

—A veces las cosas no son lo que parecen, Jeon "pasivo" JungKook. —se burló el mayor, se deshizo de su camisa y dejó a la vista su plano y bronceado abdomen. La parte más baja de ésta tenía una "v" marcada, casi como señalándole al modelo a donde debía de bajar.

—Jódete, Kim. —apenas pudo pronunciar en un jadeo cuando su trasero fue estrujado por el castaño.

—¿Qué dijiste? —le preguntó, mirándolo con superioridad de nuevo, levantado la barbilla y lamiendo sus labios.

—Que~ —jadeó agudo y sintió cómo la erección contraria se presionaba contra su muslo —. Que te jodas...

Por alguna razón, eso calentó aún más el ambiente, y Kim mordió el labio contrario, ocasionando que el azabache gimiera en respuesta y su beso se llenara de un sabor metálico.

—Sí que eres un imbécil. —lo insultó, para después recargarlo contra una mesa —tirando todo lo que había ahí—, el menor puso sus codos en la mesa y sintió sus pantalones ser deslizados por sus trabajadas piernas —. Tal vez por eso me gustas.

—¿Entonces es recíproco? —soltó una risa y movió su trasero de un lado a otro. Recibió una nalgada y soltó un gritito que logró incendiar por completo el fuego en el interior de Kim.

Sus piernas flaquearon cuando las uñas contrarias marcaron su camino con delicadeza por el interior de sus muslos, y llegaron hasta su trasero.

—Me sorprendes, Jeon. Todo tu cuerpo es perfecto, pero... —soltó una risa socarrona al momento de apretar el miembro contrario por encima de la ropa interior, recibiendo un gemido lleno de placer y excitación —, por más que quiera ver esos deliciosos abdominales tuyos, creo que te follaré con el corsé puesto. Verás, tengo un fetiche por las cinturas pequeñas.

Jeon volvió a reír y sintió un dolor proveniente de su miembro, ya sé que estaba presionando con la apretada ropa interior negra —. ¿También tú? No pensé que tuviéramos tanto en común, señor: Mi cintura es la más pequeña del mundo, perras.

Ambos chicos comenzaron a reír, hasta que la risa se le fue al menor cuando sintió su ropa interior ser bajada con lentitud, siendo su trasero y pene los que quedaron expuestos.

—Mierda, Jeon. Me había antojado ese culo toda la presentación, y ahora que lo veo, es incluso más apetitoso. —soltó con su voz grave, bajando de una sus bóxers y liberando su larga y gruesa polla.

—Te confesaré algo, Tae. —habló mientras la gran mano del castaño envolvía su miembro y lo masturbaba lentamente, torturándolo un poco —. Cuando dijiste que me ibas a joder, en el escenario, no pensé que te refirieras a lo mismo que yo. Pero gracias a~ —se interrumpió a sí mismo por unos segundos, para poder expresarle al mayor, por medio de gemidos, lo delicioso que se sentía su mano subiendo y bajando por su longitud —, gracias al cielo que sí. Ya no sabía cómo mierda pedírtelo.

TaeHyung aceleró sus movimientos, bajando y subiendo rápidamente por el falo, sobando con ahínco el hinchado glande. Se iba a asegurar de que la espera del contrario hubiera valido la pena. Después de poco tiempo de seguir sobando ambos miembros, el menor comenzó a liberarse, llenado el suelo de su semen.

—¡Ah~ TaeTae! —gimió cuando por fin logró liberarse, y hubiera caído al suelo si no hubiese sido por las manos del mayor, que se colocaron en su cadera.

—Sigo pensando que fue muy estúpido pedírmelo de la manera en la que lo hiciste. —habló después de reclinarse sobre él y acercarse a su oreja, en donde lamió el lóbulo y lo mordió, arrancándole otro gemido agudo al menor, que estaba muy sensible por su primer orgasmo —. Robarte mi sólo te funcionó, ¿eh? —soltó una nueva nalgada y el azabache se retorció sobre la mesa.

—Oh, por Dios, deja de jugar, Kim. Sólo jódeme. —rogó el de ojos negros, los cuales se mantenían cerrados por el dolor y la excitación que le quemaba el cuerpo.

—Si te soy sincero, Jeon, me molestó, y mucho. ¿Y sabes qué? —habló casi en en gruñido, alineando el glande de su pene con la rosada entrada del menor —. Para desquitarme por lo del solo, te romperé el culo.

Dicho y hecho, Kim entró al cálido interior del modelo y lo hizo gritar por lo grande que era, y por la manera en la que estiraba el interior de su cuerpo. Sin embargo, después de unos segundos, el ano del menor se amoldó perfectamente al diámetro del otro.

—Mhg~ Kim Tae~ —No logró terminar de gritar el nombre del hombre que lo estaba follando, cuando los movimientos se hicieron mucho más rápidos y profundos —. Oh, por favor. ¡No pares! —rogó con las pocas fuerzas que le quedaban.

La mesa comenzó a moverse debido a los movimientos fuertes y rápidos del mayor, Jeon mantenía sus piernas tensas, tratando de detener la mesa y su propio cuerpo con estas, no obstante, soltó el agarre cuando el glande del castaño tocó su próstata y se presionó sin piedad contra esta.

—¡Tae! —gritó con su voz aguda, abrió por completo su boca y una sonrisa quería asomarse, pero no podía dejar de jadear.

—¿Te gusta, JungKookie? —Jeon casi rodó los ojos, era obvio que no podía hablar, pero tuvo que hacerlo, no sabía lo que era capaz de hacer éste esbelto y grande modelo.

—Sí, mucho, TaeHyung.

El mayor tomó los bordes de la mesa, ya que no iba a disminuir la velocidad de sus embestidas, y estas iban a llevarlo a tirar la mesa con Jeon sobre ella. Se sentía poderoso al tener a aquel hermoso chico gimiendo debajo de él.

El camerino se llenó de gemidos de parte de los dos, los graves de Tae contrastando con los agudos del azabache, quien adoraba estar siendo penetrado por el chico de los labios rojos. Los ojos del mayor no se separaban del acto sexual, adoraba ver cómo la entradita de su rival se amoldaba a su miembro.

—Lo siento, Kim. Está cerca, me voy a~ —la intención de avisar ahí estuvo, pero su orgasmo fue mucho más rápido que su boca, y comenzó a liberarse por segunda vez. Sintió su cabello ser jalado, y los ojos mielosos se colocaron en su rostro, y TaeHyung pudo observar su expresión al correrse.

Éste último acto lo aventó de bruces contra su propio orgasmo, gruñendo alto al sentir como el agujero del contrario lo apretaba, se liberó en su interior y soltó la mesa.

Después de recuperarse de su apresurado orgasmo, volteó a Jeon sobre la mesa y observó sus ojos. Eran los más hermosos que alguna vez había visto, se perdió en ellos mientras controlaba su respiración.

—Y no me liberaste de éste jodido corsé. —se quejó el menor, arrancando la prenda y dejando a la vista sus exquisitos abdominales. TaeHyung comenzó a reír mientras delineaba cada uno de los cuadros del abdomen del contrario.

—¿Eso importa?

—No, la verdad no. —lo volvió a besar mientras que el semen se resbalaba por su trasero y testículos para llegar al suelo —. ¿Te digo algo?

—¿Qué? —preguntó mientras tomaba al chico de nuevo por su cintura.

—Voy a robarte cada solo que tengas, el castigo es extremadamente caliente. —recibió una nalgada de parte del otro, quien lo fulminó con la mirada.

—No te atrevas, Jeon. Y esto no fue un castigo, más bien, fue una pelea, Kookie.

—¿Una pelea de modelos? Interesante. —pasó sus manos por el cabello contrario —. ¿Qué opinas de pelear conmigo siempre, modelo Kim?

El contrario le sonrió. Y así fue, los dos modelos continuaron con sus empleos y desfilando en cada pasarela de SeokJin; también tenían sus pasarelas por separado.

Pero cada que los dos estaban libres, se juntaban en el departamento de alguno para una muy interesante y caliente pelea entre modelos distinguidos e inalcanzables.

Fin.

©𝚄𝙽𝙶𝙺𝙿𝙾𝙿𝙻𝙾𝚅𝙴

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Sι тe ɢυѕтó, ɴo olvιdeѕ voтαr, coмeɴтαr y coмpαrтιr. Dαтe υɴα vυelтα por мι perғιl.

Brιɴdeмoѕ porqυe el VKooĸ ѕeα reαl.

Noѕ leeмoѕ.

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