★XLII★
★Lealtad★
★★
El día siguiente había amanecido nublado, con un aura grisácea que acompañaba a la aldea en su pesar.
La invasión había resultado en la destrucción de casi toda Konoha y, aunque el líder de Akatsuki devolvió las vidas que arrebató, algunas pérdidas fueron permanentes.
Por esa misma razón dos amigos se encontraban sentados uno al lado del otro, acompañándose en silencio sin quitar sus ojos de la lápida frente a ellos. Habían logrado devolver a la aldea el cuerpo de su primer sensei, pero ahora volvían a llorar por una tumba vacía.
—Si hubiese reaccionado a tiempo quizás aún estaríamos juntos —Murmuró Suki, dedicando sus palabras a ambos camaradas aunque solo uno estuviese acompañándola en persona—. Lo lamento.
—Teniendo en cuenta sus últimas palabras no había forma de detenerlo —Respondió Akiyoshi viendo la oscura culpa danzar frenética en los ojos de su amiga sin saber exactamente qué decir para ayudarla, nunca fue bueno en lo que respecta a consolar cuando él mismo no se dejaba llevar mucho por sus propias emociones—. Él ya sabía lo que haría, solo eramos nosotros los que no estábamos al tanto.
—Eso es correcto —Apareció Aburame Shiro tras ellos, llamando la atención de ambos aunque la suya propia esté en la caligrafía que nombraba a su alumno mayor—. Uno no puede entrometerse en la voluntad de otro. La realidad puede doler, enojar e incluso hacernos sentir culpables, pero ésta fue su decisión y hay que respetarla. Él habrá tenido sus motivos.
Los tres guardaron silencio, pensamientos a favor y en contra de esas palabras surcando de un lado a otro en la mente de los presentes. Eso fue hasta que el ruido de pasos acercándose al lugar llamó la atención de los presentes, quienes giraron sus rostros para encontrarse con la expresión sería de Uchiha Sasuke.
—Nii-chan —Susurró Suki en el silencio, notando con claridad el estado deprimido que él buscaba esconder.
—Suki, nos esperan en la Mansión Hokage —Explicó con cuidado el mayor de los gemelos, era necesario aclararle que era una situación urgente pero tampoco quería preocuparla por algo que ni siquiera él sabía cómo terminaría—. Necesitamos tu testimonio otra vez.
—¿Otra vez? ¿Cuántas veces quieren escucharlo? —Se quejó el Hyuga con molestia. A él solo le habían pedido hablar una vez, en cambio su compañera había sido citada tres veces en menos de veinticuatro horas. Entendía que su amiga fue testigo de más hechos, incluída la muerte de Katsuro, pero revivir aquel suceso una y otra vez no haría más que deprimirla y estresarla cada vez más.
—¿Solo es ella quien está citada? —Preguntó Shiro con suspicacia, sabiendo de ante mano que había algo más que solo querer saber los hechos.
—También lo están varios miembros de nuestro clan, no puedo decir más que eso —Contestó Sasuke ganando una mirada curiosa del Aburame.
—De acuerdo —Suspiró Suki, tocó con cuidado el nombre de su amigo en la lápida dándole un saludo en silencio y se puso de pie para acercarse a su hermano—. Nos vemos luego.
Akiyoshi asintió y Shiro saludó con una de sus manos antes de hablar por lo bajo para que solo su alumno más cercano logre oírle.
—¿Tienes algo que hacer ahora?
—No —Respondió el de ojos claros volviendo su atención de su amiga a su sensei—. ¿Por qué la pregunta?
—Voy a necesitar tu ayuda en una tarea sencilla —Las nubes crujieron a lo lejos, avisando que se acercaba una tormenta—. Hay un niño que nos va a ser de utilidad.
Akiyoshi miró con confusión al mayor, preguntándose qué era lo que estaba pasando por su mente.
—¿Un niño?
—Así es, un pequeño testigo —Asintió el Aburame inclinándose para saludar a la lápida de su alumno—. Creo que es lo mejor que podemos hacer para ayudar ahora.
Los ojos de Shiro miraron a través de sus lentillas oscuras la figura de su alumna caminar a lo lejos junto a su gemelo, sin entender la gravedad de la situación que estaba por caer sobre sus hombros para intentar desmoronarla.
★Shisui★
Miré toda la habitación desde mi puesto, buscando a alguien en específico entre las caras conocidas del lugar.
—Sasuke fue a por ella —Las palabras de Itachi a mi lado eliminaron mi suspiro de alivio desde la raíz, mi vista viajó rápidamente a sus ojos que me miraban fijamente—. Van a volver a pedir su testimonio.
—¿Nuevamente? —Inquirí con incredulidad, la esperanza de que se libre de esta reunión se había esfumado de mi interior tan rápido como la poca tranquilidad que había logrado maniobrar hasta el momento—. Creí que la habían interrogado varias veces.
Mi mejor amigo asintió viendo el asiento vacío de la Hokage frente a nuestro grupo, su mente seguramente viajando a la vaga información que nos fue entregada. Lo único que sabíamos era que luego de haber traído nuevamente a Suki y Akiyoshi, junto a los cuerpos enemigos que llevaban con ellos, ambos habían sido llevados inmediatamente a la División de Inteligencia.
Nada más que eso.
El pensar por lo que estaría pasando allí dentro hizo que no consiguiera dormir en toda la noche, y el trabajar desde temprano para ayudar en la reconstrucción de la aldea había marcado aún más las ojeras oscuras bajo mis ojos. Itachi tampoco parecía mucho mejor, ambos con expresiones agotadas y preocupadas a la vez.
—Buenos días —Saludó con cierto tono de molestia Tsunade, abriendo la puerta de su oficina con brusquedad antes de dirigirse a su asiento con el ceño fruncido y varios papeles en mano—. Lamento la tardanza, pero tuve un inconveniente.
Fue fácil entender de qué se trataba ese "inconveniente" cuando Shimura Danzō apareció cruzando la puerta que la rubia había dejado abierta tras su llegada, acomodándose a uno de los lados del escritorio para mirarnos con disgusto, sin siquiera intentar esconder su poco respeto hacia mi clan.
—¿Ya están todos presentes? —Cuestionó la Kage de Konoha apoyando sus codos en el escritorio y uniendo sus manos a la altura de su mentón, sus ojos claros vagando por nuestro grupo con atención.
Antes de que nadie pudiese responder alguien golpeó la puerta, abriéndola con precaución ante la afirmativa de la rubia. Sasuke ingresó primero, manteniendo la puerta abierta para darle paso a su gemela. Los ojos de Suki conectaron con los míos de forma automática, ambos supimos que ninguno de los dos estaba bien en ese momento, pero un carraspeo cortó nuestra conexión y al instante los ojos de Suki parecieron oscurece con rabia al dirigir su atención a Danzō mientras éste la miraba con superioridad.
—Gracias por venir, Suki —Saludó Tsunade atenta a las expresiones de la menor. No fue su decisión el que la Uchiha menor deba presentarse también en la reunión, sabiendo lo abrumada que estuvo hasta que Aburame Shiro se presentó en la División de Inteligencia pidiendo la liberación de sus alumnos, pero cierta persona de importante rango en la aldea había insistido en que era indispensable su presencia.
Suki asintió en silencio, acomodándose junto a Sasuke a uno de los lados de su padre. Al otro lado del líder del clan Uchiha se encontraba Itachi y luego yo. Los demás miembros citados acomodados ordenadamente a nuestras espaldas. No era algo aleatorio, dado que los que ocupábamos la primera fila era quienes debíamos hablar en representación.
—Es momento de comenzar la reunión —Anunció la Senju con el tono de voz dominante propio de su rango como Kage—. Uchiha Fugaku, creo que ya sabe la razón de haberlo citado junto a otros miembros de su clan.
—Juzgaremos la lealtad del clan Uchiha para con Konoha, para quienes no lo sepan —Añadió Danzō, cierta acidez en sus palabras enseñaba lo obvio de su opinión.
Culpables.
—Danzō, agradecería que solo dé su palabra para hechos que lo requieran —Pidió Tsunade con clara molestia hacia el Shimura.
—Me gustaría saber qué es lo que están juzgando de nuestra lealtad —Pidió Fugaku ignorando la clara acusación de Danzō y la inhalación de incredulidad que logró ir salir de su hija—. Acatamos el plan establecido y ayudamos en la defensa de la aldea.
—Estoy segura de ello, pero son varios los miembros de Konoha que necesitan sus dudas resueltas. Esta reunión de basa en ello —Explicó Tsunade entendiendo a la perfección la injusticia que los Uchihas sentían. Pero ella era la Kage de su aldea y era su obligación cumplir con las leyes como se debe—. Necesito que aclaren con evidencias no estar ligados a los actos de Uchiha Keitaro ni ninguno de sus aliados en nuestra contra.
—Uchiha Keitaro fue declarado como ninja renegado a petición nuestra, los archivos deben contar con esa información ¿Qué otra evidencia puedo ofrecerle dado que no había conexión alguna entre él y nosotros?
—En realidad, hay testigos de lo contrario —Comentó con severidad la Hokage sacando una pila de archivos del cajón de su escritorio para abrir uno en específico—. Hay supuestos testigos de que Uchiha Katsuro y Uchiha Sasuke tuvieron encuentros con él.
Miré de lado al mayor de los gemelos, su cuerpo se había puesto rígido al igual que su mandíbula por la fuerza ejercida.
—¿Qué tienes para decir contra eso, Uchiha Sasuke? —Preguntó Danzō con desconfianza.
—Es... cierto —Aceptó Sasuke ganando una mirada de desaprobación de parte de su padre—. Pero no sabía que se trataba de él.
—¿Lo ves, Tsunade? —Comentó Danzō, mirando de soslayo a la mujer con reproche—. Los dos niños Uchiha son claros traidores de Konoha.
—Con su permiso, le pido mantener la inocencia de mi hijo hasta que se demuestre lo contrario, la aldea cuenta con una División de Inteligencia más que eficiente —Se entrometió Fugaku, entendiendo las malvadas intenciones de Danzō—. Él dice no saber cuales eran sus intenciones y no se lo puede acusar si no hay evidencia de lo contrario.
—Si me permite añadir algo, Tsunade-sama —Pidió Suki con respeto, pero una autoridad en su voz que dejaba en claro que se haría oír de todas formas—. Me gustaría pedirle que demuestre respeto hacia quienes ya no se encuentran entre nosotros. Uchiha Katsuro fue un buen shinobi y no es lo correcto acusar a alguien que no puede defenderse.
No era difícil saber que esas palabras eran dirigidas a Danzō.
—¿Tienes evidencia a su favor? —Inquirió Danzō con desafío.
—Toda la evidencia la tiene la División de Inteligencia, si no le llego a usted es porque no es quien merece ese conocimiento —Replicó Suki en lo que se había convertido una disputa entre ella y el Shimura.
—Me llegará cuando sea el momento, hasta ese entonces no podemos confirmar ni su inocencia ni su muerte.
—Le aclaro que ambas son ciertas, así que muestre hacia él el respeto que merece —Afirmó tajante Suki.
Mis ojos chocaron con los de mi mejor amigo, inseguros de si detener la conversación o dejarla continuar. Pero por alguna razón la Hokage aún no decide interrumpir tampoco.
—¿Cómo lo sabes? —Preguntó Danzō animándole a dar un paso hacia adelante, manteniendo la distancia pero demostrando la diferencia de altura y poder— ¿Acaso lo viste?
—Danzō, ese tema será discutido más adelante —Reclamó Tsunade molesta por el accionar de él.
—Si me permite responder a eso, Tsunade-sama —Volvió a hablar con formalidad Suki—. Sí, lo vi, pero a quién no vi en ningún momento fue a usted, Shimura Danzō.
—Esa es una acusación muy grave, niña —Advirtió Danzō con expresión fulminante.
—¿Y qué clase de acusación será el que haya enviado a miembros de Raíz para llevarme con usted? —Acotó Suki y una sensación de sorpresa desagradable me subió por el cuerpo ¿Eso cuando sucedió?— ¿No le parece sospechoso a usted también?
—Lo sospechoso es que hayan desaparecido y al encontrarlos tu ex novio sea declarado fallecido sin un cuerpo que lo confirme —Comentó con acusación Danzō y un sentimiento de enojo comenzó a nacer en mi interior ¿Acaso estaba implicando que algo era mentira? ¿O estaba tratando de indagar en busca de más información? Como saber si ella había logrado desarrollar el Mangekyō Sharingan—. Además, quienes dieron esa información fueron completos allegados a tí. Aburame Shiro, tus hermanos y tu actual pareja.
Deje mis ojos fijos al frente incluso sintiendo la mirada fija de Fugaku en mi perfil. No era esta la forma que planeaba hablarlo con el padre de mi novia.
—¿Esto es una reconstrucción de los hechos o una charla sobre mi vida privada? —Preguntó Suki logrando desviar la atención de su padre sobre mí.
No voy a negar que suspire de alivio ante eso.
—Danzō, si continuas interviniendo en la reunión deberé pedir que te retires —Señaló Tsunade prohibiendo que esa conversación siga su curso—. Esos aspectos están fuera de lugar, y espero que puedas demostrar que es falsa la acusación de haber enviado a miembros de Raíz a una misión aparte en plena invasión. Aburame Shiro dijo que por su parte va a tener éxito en demostrar evidencia a favor de la defensa de Uchiha Suki.
—Tengo testigos a mi favor también —Fue la única respuesta del Shimura, decidiendo permanecer en silencio por el resto de la reunión pero con una mirada de desprecio hacia Suki.
—Continuemos con ésto —Volvió a retomar voz Tsunade adoptando una posición cómoda en su asiento—. También debo felicitarlos a ustedes, Itachi y Shisui, por su contribución en el plan de Nara Shikaku. Él dejo muy buenos comentarios en el reporte sobre su participación.
—Muchas gracias, Hokage-sama — Agradecí con una reverencia junto a Itachi copiando mi acción.
Desde la inclinación fui capaz de volver a conectar mi mirada con la de Suki y le sonreí tratando de calmarla de la situación que había acabado de ocurrir. Ella devolvió la sonrisa con agradecimiento, pero el cuerpo de Sasuke bloqueó nuestra visión con fingida inocencia y mis ojos chocaron con el rostro serio de el gemelo mayor y el padre de Suki. Volví a ponerme recto automáticamente, haciendo una nota mental de recordar no desviar mucho mis ojos en dirección a mi novia si no quería encontrarme con la mirada acusadora del líder de mi clan.
Un susurro bajo, que no llegue a entender, salió de los labios de mi mejor amigo. Al verlo note una bien disimulada sonrisa mientras me dirigió una mirada fugaz desde el rabillo de su ojo.
Para no estar en contra de mi relación con su hermana se lo ve bastante feliz del estado en que su padre y hermano menor acababan de ponerme.
—Oí que el padre de Izumi es bastante celoso, por si no lo sabias —Comente en un tono de voz bajo, pero la mirada de Itachi mirándome de lado indicó que me había oído a la perfección.
★Suki★
Llevé mis ojos al cielo nublado cuando salí de la Mansión Hokage, aún lográndose escuchar a la distancia el crujir de las nubes oscuras en el horizonte.
—Te estaba esperando.
Giré al reconocer la voz que me llamaba, encontrándome con la figura de mi mejor amigo recargada en la pared a un lado de la gran puerta de entrada al edificio.
—Hola, Shika, pensé que estabas ayudando en la reconstrucción —Saludé acercándome a él.
Había salido antes por petición de Tsunade, quien dijo preferir dejar nuestra conversación para cuando haya mas privacidad. Al parecer los comentarios de Danzō molestaban a más de uno de los presentes.
—Me tomé un descanso —Comentó hundiéndose de hombros antes de mirarme con atención, como si buscase algo en mi rostro—. Te pareces a Kakashi-sensei ahora.
Reí por lo bajo ante su comentario, llevando mi mano a mi rostro para rozar con la yema de mis dedos la cortada surcando mi ojo. Una sensación de tristeza ahogó mi pecho al recordar a Katsuro, él también se había llevado una marca similar a la mía.
Un par de brazos me envolvieron al instante que mis ojos comenzaban a arder, sacándome de mis pensamientos ante el calor reconfortante que me brindaba el abrazo de mi mejor amigo.
—Lamento lo de Katsuro, Suki —Murmuró con cuidado Shikamaru, sabiendo exactamente hacia dónde habían viajado mis pensamientos—. Si necesitas algo, puedes contar conmigo.
—Hay algo en lo que me gustaría que me ayudes —Pedí en un susurro. No me sentía lista para continuar, pero tampoco debía estancarme. Por mi bien y el de los que me rodean.
Shikamaru se separó un poco, buscando mis ojos con sus pupilas atentas.
—Tengo que buscar algo a casa de Katsuro, y voy a necesitar de tu ayuda.
Capítulo de 2736 palabras.
Penúltimo capítulo listo 👌🏻✨.
Aporte de la maravillosa Anni_Jeon 💕
★Suki con su cicatriz★
¡Gracias por leer!
¡Nos leemos pronto!
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