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017.

Im Bora

Mi cabeza se movía al ritmo de la canción; You want My love de 'Earth, Wind & Fire, Lucky Daye' que sonaba en la radio del coche. La brisa del mediodía era de ayuda para el sol impertinente que molestaba el bonito día de hoy. El cielo estaba despejado y brillaba casi por decirlo así. Miré a mi costado para encontrarme con un Jungkook tan atractivo, tenía una pequeña sonrisa en su rostro, una sudadera que casi no abrigaba y unos pantalones cortos deportivos que hacían conjuntos y dejaba apreciar sus piernas musculosas.

Después de lo que hicimos a primera hora, nos duchamos -en el mismo baño, por el simple hecho de que me dolían las piernas y él temía que me caera-, desayunamos algo liviano y decidió traerme a casa. Eran las 12:20, hora en la cual el restaurante estaba lleno.

—Oh, mira este lugar.

Normalmente, los fines de semana estaban llenos de personas que venían de otras ciudades a pasar vacaciones. En las semanas habían ganancias, pero los fines más. Nos adentramos más al barrio. Aparcó el coche en un sitio cerca del restaurante de mi madre. Bajé del coche y a los segundos Jungkook. Sacó mi mochila de la parte trasera y la colocó en su espalda, mientras que yo iba con la ropa de trabajo que estaba limpia y mi bolso.

Nuestro paso era algo lento, más por qué quería disimular que aún sentía algo incómodo ahí abajo y mis piernas seguían algo molestas. Bueno, no solo las piernas, era el hecho de que en la postura es que estábamos, mi espalda quedaba muy enarcada, fue tan excitante y doloroso.

Le dije que sería mejor ir a mi casa, pero nos detuvimos en seco en cuánto notamos a mi madre salir de la casa y quedarse parada mirándonos.

—¡Bora!

Sin fijarse en Jungkook, se acercó a mí y dejó un leve golpe en mi brazo. Me quejé avergonzada y le hice una señal de que había alguien aquí, pero le daba igual.

—Leíste mi mensaje y no te dignaste a contestar. Fui a tu habitación y no estabas, Myung-hee mintió por alguna razón diciendo que estaban en su habitación, no estabas con Taehyun ¿Dónde estabas?

No podía decirle que me quedé a dormir en casa de Jungkook, me haría muchas preguntas, sabe que no estaba con Taehyun, Myung seguro trató de ayudarme. No sé qué decirle, a penas sentía la mirada de Jungkook en nosotras.

—Me quedé en el hospital.

De pronto su semblante cambió y bajó la mirada.

—Te dije que no quería que volvieras a hacer eso —Entonces, miró a Jungkook confundida.

—Acabo de encontrármelo en el camino y se ofreció a llevar mi mochila.

El ambiente cambió y nos rodeó para poder irse.

—Ve a dejar las cosas, ponte algo cómodo y ven junto con el muchacho a ayudarme. Hay mucha gente y Min-hee no está.

Suspiré. Nos quedamos nuevamente solos. No podía ser.

—¿Te quedaste alguna vez en un hospital a dormir?

No le respondí y seguí caminando. Saqué las llaves de casa y abrí, dejando que Jungkook hiciera lo mismo. Quitó sus zapatos y le presté las zapatillas de mi madre que le quedaban casi bien. Tomé mis cosas y las llevé hasta mi habitación.

—Espérame aquí. Perdona que el tamaño de mi casa sea más o menos que todo el salón de tu Penthouse.

Al ver que sonrío me adentré nuevamente en la habitación. Abrí mi armario y saqué literal toda mi ropa, había hecho un desastre. Saqué un vestido verde de mangas cortas y lo dejé en la cama.

Quité toda mi ropa, hasta la ropa interior y puse otra, ya que obligatoriamente tuve que ponerme la misma -bueno, me volví a poner el boxer de Jungkook- Coloqué mi nuevo sostén y busqué mi vestido para ponérmelo, pero en ello escuché un ruido afuera que me espantó. Mi vestido era fácil de poner, así que solo alcé mis brazos como si fuese una camisa y me lo puse. Lo acomodé y salí de la habitación para encontrarme con Taehyun y con Jungkook, mirándose fijamente.

Carraspeé mi garganta para llamar su atención.

—¿Qué hace él aquí? —Dijo Taehyun. Su mirada estaba fija en él que me daba miedo. Extrañas veces lo había visto así, estaba molesto. No dije nada y miré a Jungkook, su rostro era relajado y podría decir que algo vacilador— ¿Bora? Este idiota estaba espiándote, ¿Cómo entró?

Si tan exclusivamente se hubiese quedado en la sala esperando en el sofá, tal vez no tendríamos este problema. Sobé mi cabeza tratando de pensar en algo.

—Me quedé a dormir en el hospital, en camino a casa me lo encontré y me ayudó a traer la mochila. Nos encontramos con mi madre y lo dejé pasar, ella dijo que me cambiara y lo llevara al restaurante. Con respecto a que me espiaba, no lo creo.

—¿Tú no dirás nada?

Taehyun entrecerró los ojos esperando alguna respuesta de este, pero tan solo sonrió socarrón.

—Considero que está algo feo que le faltes al respeto a tus mayores llamándolos 'idiotas' cuida tus modales. Espero tus padres te hayan enseñado.

Vaya discusión aniñada. Resoplé y me crucé de brazos.

—Salgan de mi casa ambos. Debo peinarme. Cuándo esté lista saldré.

Les di la espalda y me encerré en mi habitación.

Ordené sin cuidado la ropa metiéndole nuevamente al armario. Me puse unos calcetines blancos, peiné mi cabello haciendo que mis escasos cabellos quedarán como un flequillo y me puse una coleta alta.
Puse un poco de labial y salí de la habitación. En la entrada, busqué mis zapatillas y me las puse para luego abrir la puerta.

Ahí estaba ese par, los dos dándose la espaldas, verlos desde esta retrospectiva, me parecían algo similares.
Cerré la puerta de la casa y empecé a caminar dejándolos atrás.

—¿Por qué la sigues?

—¿Tú qué?

Me detuve al escucharlos y me giré para verlos.

—Callarse ambos. Jungkook viene conmigo porque mamá lo dijo —Miré a Taehyun y luego a Jungkook— Compórtate tú, por favor.

Seguí mi camino doblando la esquina, ya estábamos en el restaurante. Habían personas esperando afuera, seguro ya no quedaban mesas dentro.

Era un desastre, mi madre corría detrás del mostrador y Myung se dedicaba a correr llevando los platos. Fui deprisa a colocarme detrás del mostrador, tomé mi delantal y saqué dos que estaban en el pequeño cuartito del almacén.

Los puse sobre el mostrador llamando su atención.

—Ponérselo y ayudar a Myung a servir. Por mi parte ayudaré a mi madre. Taehyun, indícale a Jungkook que hacer, rápido.

Dejé de prestarles atención y fui a la cocina con mi madre. Su cabello estaba por soltarse, así que lo até mejor y lo cubrí con una red que tenía para no dejar caer algo de cabello.

Empecé a lavar los platos sin que me dijese que hacer, al tiempo tratando de pasarle los ingredientes que le hacía falta. Le he dicho repetidas veces que podría contratar a otra persona, pero se niega, con la ayuda de Min-hee se conforma.

Cada que sonaba el sonido de campanita, me acercaba al mostrador y veía los pedidos en una hojita y los recogía para llevarlos a mi madre.

Los minutos pasaron y empecé a ver a las personas satisfechas después de comer, levantándose y dirigiéndose a pagar -Taehyun se encargaba- busqué con la mirada a Jungkook, tenía el delantal rosa de Min-hee, se miraba adorable. Estaba ofreciéndole cosas a los demás clientes y haciendo pasar a los de afuera.

Regresé con mi madre y empecé a ayudarle a cocinar. Mientras cortaba algo de vegetales a su lado, escuche que tarareaba algo.

—¿Cantas esa canción?

Sonreí al escuchar su suave y floja voz.

—Llegaste a tiempo, creí que esta vez no lo lograría.

—Bueno, al menos tenemos ayuda.

—Por cierto, lo hacen bien esos muchachos, aunque ese que estaba a tu lado se me hace familiar —La primera vez que lo miró fue cuándo el incidente de los vasos— Cierto, recuerdo eso de los vasos. Sabes, me pagó más de lo que me costaron, justo con ese dinero pude comprar nuevos para el restaurante y para la casa, tanto que me sobró y lo usé para ir al spa.

¿Cuánto le dio? Jungkook estaba loco, no tuvo que haber dado tanto dinero, seguro se sintió verdaderamente mal.

Habíamos pasado casi tres horas atendiendo a clientes y ya estábamos casi vacíos, a penas habían quedado unos señores hablando y tomándose una taza de café que mi madre les ofrece a los abuelos.

Estábamos sentados detrás del mostrador, mi cabeza estaba apoyada en la espalda de Myung-hee y ella quejándose.
Mi madre regresaba de atender a aquellos señores. Jungkook ya no tenía el delantal puesto y se encontraba al otro lado del mostrador.

—Muchachos, hoy tuvimos muchas ganancias. Aún nos queda la noche que estará potente.

Me levanté para ver a mi mamá, pero me encontré con Jungkook observándome cuidadosamente. Tenía el delantal rosa en sus manos, recién doblado. Las voces de los demás desaparecieron y en este momento solo existimos él y yo. Sus ojos grandes y negros me hechizaban a pesar de que mi mente quisiera rechazarlo, era inevitable sentir nuevamente sus labios sobre mi cuerpo, esas caricias y las palabras bonitas que me dedicaba. Quisiera poder entender un poco más estos sentimientos.

—Bora, ¿este chico no es el de la otra vez?

Salí de aquel trance y miré a Myung que tenía apoyada su rostro en su mano. La vergüenza se apoderó de mí, nos estaba mirando.

—Es cruel que me recuerden como el chico del incidente.

—Corrección, le tiraste todas las bebidas a Bora encima, por eso se quebraron los vasos.

Apareció Taehyun, mi madre miró confundida, llena de preguntas, pero no parecía importarle porque cambió de tema.

—Ah, Bora, ¿dormiste mal acaso? —Ahora era yo la confusa— Cuándo estábamos en la cocina, me percaté que en ocasiones sobabas tu espalda baja. Me imagino que dormir en el hospital fue incómodo.

No, en realidad fue a causa de las embestidas de Jungkook. Sentí mi rostro caliente y lo miré, pero este esquivaba la mirada de todos haciéndose el tonto. Sus dedos fueron a pellizcar sus mejillas, en verdad que trataba de no sonreír.

—Por otro lado, muchas gracias, Joven...

—Jugkook —Dijo respondiendo a mi madre.

—Si, joven Jungkook. Gracias por ayudarnos, es que la verdad le dije a Bora que lo trajera por lo que pasó ese día, el dinero, ya sabe, aparte de que fue amable con mi mi hija, quería invitarlo a comer.

Jungkook hizo una leve reverencia con una sonrisa tímida.

Cerramos el restaurante para poder aprovechar a comer. Mi madre sirvió la comida con la ayuda de Myung y nos sentamos a comer en el mostrador.

Yo quedé enfrente de Jungkook, Taehyun a mi lado y a mi izquierda Myung, mientras que mi madre al lado de Jungkook, mirando a Taehyun.

Nos sirvió un tazón de Hanchi Mulhwae, con un poco de panceta con arroz para compensar que siempre comíamos sopa, bueno, creo que también por qué estaba Jungkook y mi madre era partidaria de quedar bien con la visita.

Agradecimos por la comida y nos devoramos todo. Siempre he dicho, la sopa no es que sea mi favorita, pero desde que tengo uso de razón recuerdo comerla.
Pensándolo bien, hay algo triste detrás de todo, por qué recuerdo que a veces el restaurante no iba bien, habían muchas facturas que pagar, no había comida en casa y comíamos sopa, era pequeña para comprender, pero Taehyun hacía que me escapara después de la escuela e íbamos al restaurante de su madre. Ese sitio era hermoso, me daban mucha comida y me reñían por estar tan delgada.

—Señora madre de Bora, no me arrepiento de haber venido ese día, pude probar su comida, en verdad es muy buena.

—Im Yeong mi, es mi nombre.

Su conversación era como una nueva para mis oídos, mi madre era una mujer soberbia y dispuesta a todo por salir adelante desde muy joven, siempre lo ha dado a demostrar ante cualquier dificultad, aun así es tan amable, servicial, amorosa y cuándo se propone algo, lo cumple. Verla sonreír de vez en cuándo hace que me dé cuenta de que va superando el pasado poco a poco, por más difícil que sea.

No creí que diría esto, pero me pregunto como viviéramos si papá no hubiera acabado en el psicótico, si tan solo...

—Bora ¿todo bien?

Me sentía observada. Giré mi cabeza para afirmarle a Taehyun que estaba bien. Había dejado de comer, perdí un poco el apetito. Este agarró un poco de arroz y un trozo de panceta y lo colocó sobre una pequeña hoja de lechuga, lo puso con sus dedos en mi plato, indicándome que comiera más. Yo no era de estas personas que se ponía pensativa en cosas nostálgicas, pero no podía negar que una vez al mes me pasaba, días en cuando iba a visitarlo a él

Acomodé mi cabeza en su hombro y tomó mi mano por debajo de la mesa. Cuándo alcé la mirada, me encontré con sus ojos, ni siquiera se dignaba a verme, simplemente vi una pequeña acción por parte de él, su lengua tocó el interior de su mejilla, igual que anoche -pude verlo por el pequeño bulto que se nota al exterior- ¿ahora que le pasaba a ese?

Mi madre quería levantarse para levantar los platos, ya que habíamos acabado, pero en eso Jungkook se levantó para ayudarle, Taehyun también quería hacerlo, pero mi madre hizo que se quedara conmigo.

—Oye Bora, este chico es muy guapo, lo recuerdo la primera vez que lo miré. Ahora tiene el cabello más largo desde que se lo cortaste.

Levanté mi cabeza y le di un sopetón en el hombro.

—No me lo recuerdes. No me arrepiento la verdad, pero fui traviesa.

Sonreí sin vergüenza.

—Aunque sea un "ejemplo a seguir" no me cae bien, me cae mejor a través de la pantalla.

—Taehyun, eres un amigo muy celoso.

—¿Celoso por qué? ¿Debería estarlo?

Había metido la pata. Myung había dado a entender que yo tenía algo con Jungkook, que siendo sincera no lo teníamos. Lo único que teníamos él y yo era una relación de química, tanta que tuvimos sexo... dos veces.

Me levanté del taburete. Taehyung y Myung fueron por las cosas de limpieza, mientras que yo fui a la cocina a dejar unas cajas. Ahí estaba Jungkook y mi madre, sonriendo campantes, lavando los platos como si fuese la actividad más emocionante.

—Cielo, ¿cómo te va en tu trabajo? Ha de ser difícil.

¿Cielo? ¿Mi madre ya le tenía esa confianza?. Me quedé ahí, a un lado, escuchando lo que decían.

—Cansado, es una profesión deportiva complicada si podemos llamarla así. En lo personal es algo en lo que soy bueno, así que me gusta.

—Oh, entiendo. Recuerdo haber visto un par de peleas de esas por la televisión. A mi niño Taehyun creo que te tiene como ejemplo a seguir.

—¿Ah sí?

—Aunque —Detuvo de lavar los platos y lo miró— Bora lo invitó a un supercampeonato que había hace unos días, pero después de eso renegó mucho sobre que era un deporte de riesgo, que no le gustaba y más.

Quería seguir escuchando, pero escuché otras voces. Me dirigí a la entrada para encontrarme con Min-hee y su mala cara.

—¿No deberías estar en tu trabajo? —Dije llegando a ellos.

—Eso mismo le pregunté.

Se nos acercó al mostrador dejando su bolso encima.

—Larga historia. Necesito un trago.

—No somos un bar.

—Pues voy donde el señor Chin-mae, de paso para ver a Yuna.

Hablando de ella, tenía tiempo desde que no nos veíamos. Me enteré de que se fue unos días de excursión con su universidad y volvía mañana, debería pasar a visitarla y que me cuente más. Respeto mucho lo que hace, me recuerda un poco a Jungkook por el hecho de que hacen lo que les gusta, su pasión que podrían vivir siempre trabajando de eso.

—Deberíamos salir de fiesta, esta noche.

Sonaba buena idea. Las veces que he salido a dar paseos son con mis primas, entré por primera vez a una discoteca al cumplir los 18 y fue toda una aventura, primera vez probando el alcohol, Min-hee conoció a su exnovio que cortaron 5 meses después, Yuna dejó quedarnos en casa esa noche.

Pero, no podría. Debo estudiar para el examen de admisión. Estoy entre dos universidades, pero el problema es que no sé qué carrera cursos. Soy un terrible desastre.




*



El día de hoy parecía lindo, radiante y cansado, sobre todo. Aplazaron el día del examen y ya era mañana. El instituto nos dejó que las clases nos ayudaran para tomarlo como refuerzo a estudiar.

Pedí permiso en el trabajo para poder faltar hoy, necesitaba hacer todo lo posible por memorizar cada cosa.

Tomé el domingo para una pequeña reflexión. El 70% de mis compañeros optaban por universidades en Seúl, pero yo no me atrevo a vivir allá, mi familia ha vivido por generaciones en la isla, mi bisabuela era una haenyeo -buceadora- reconocida, era buena recogiendo mariscos. De ahí proviene como mi abuela solo duró un par de años haciendo eso y abrió un restaurante, tradición que se perdió. Pensé si volverme una buceadora profesional también, pero tampoco tengo talento para ello; lo intenté, pero preferí estar pintando cuadros disparejos con Taehyun. Al final, opté por la facultad de Ciencias Oceánicas, artes y diseño, no, mejor debería optar por ser empleada de mi madre, soy pésima para todo.

Geometría, ciencias, química, ¿por qué debía aprender todo esto? Tenía muchos problemas. No entiendo que me apasiona en esta vida. ¿Profesor, abogada, física, reportera, cocinera? Tenía tanto que podía ser, pero ninguna en lo que ser buena. No creo que haya un estudio específico para especialistas en mentira, aunque todos mentimos, podría ser abogada, normalmente unos engañan yendo contra la ley, cuándo les conviene o prestamista, ingeniera... bueno, la opción de empleada de mamá lucía más elegante.

—¡Bora!

Solté mi lápiz asustada. Me había centrado tanto en lo que pensaba que no había escuchado a Taehyun.

—¿Qué escribes?

Cerré el cuaderno y lo miré.

—¿Qué quieres Tae?

Se sentó enfrente de mí. Me fijé y casi no había alumnos, deduje que habían pasado las horas y ya estábamos en el receso.

Después de suplicarme, acepté salir a afuera para hablar con él, al parecer quería platicarme algo. En el patio trasero del instituto, había unas escaleras -la misma donde nos reconciliamos cuándo ocurrió mi desplante- Me senté en la tercera grada, mientras que él en la segunda.

—Necesito hablar contigo sobre algo importante —Asentí para que continuara— ¿Qué tienes con Jungkook? 





Tomen agüita, no dejen de comer y traten de portarse bien. Dios les bendiga. Muak. <3

—Herbst

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