014.
Im Bora
La agonía de mi pecho me ahogaba, sin aliento por lo desesperada que me sentía. Necesitaba salir de aquí. Estar bajo esta constante presión me da muchos nervios y me desagradaba este lugar, tanto que mis pies no dejan de moverse.
Alaridos, golpes, sangre, no podía más. 15 minutos habían pasado desde que inició el combate, al parecer se trataban de seis round y ya iban por el penúltimo. Lo único que hizo esta experiencia, es que tuviese claro que esto no era un deporte para mí, no lo era. Por una parte, cada vez que Jungkook era abatido por los golpes de su contrincante, me enfadaba tanto, pero me alegraba cuándo se reponía e iba hacia él, pero era desagradable.
Hasta ahora, es como si fuese ganando, bueno, eso era lo que según narraban.
Mordí mi labio inferior, herí las orillas de mis uñas, no podía contenerme más. La campana de que el asalto acabó, me hizo respirar un poco más, pero sentía una gran presión en el pecho. Jungkook estaba en una orilla, sentado en un banco, siendo acompañado por un par de personas.
—¡Que estamos a punto de iniciar el final y ya somos conscientes de como acabará esto!
Y como según señalaba la gran pantalla donde se dejaba ver la transmisión en vivo que hacían, confirmaban que el descanso acabó y escuché la campana sonar.
—¡Pero está muy reñido!
—¡Todos en el lugar sabemos el resultado! ¡Mira esos golpes!
Parecía increíble ver como Jungkook se reponía de un golpe, para rematar con varios a la vez, hasta que el árbitro se acercara a ellos para separarlos, así volver al centro.
—¡Es imposible negar que Jk se vuelve loco cada vez que alguien lo hace sangrar, lo hace pedazos!
Escuché y en eso un golpe fue hasta el rostro de Jungkook y lo llevó hasta una esquina. ¿Por qué no lo detenían?, Dios, ¿Por qué las personas lucian emocionadas?
No podía ser, mis nervios subían hasta la cima, necesitaba un té.
Sus brazos cubrían los ataques, pero las del contrincante bajaban tratando de pegarle en los laterales de su torso. Tenía la leve esperanza de que llevase un casco de protección, igual que cuándo he visto a Taehyun entrenar, pero esto no era así.
Dios mío, que alguien lo detuviera, si no sería yo la que bajaría y mataría a ese hombre.
La campana volvió a hacer de las suyas, dando fin a este espantoso combate. Mi cuerpo cayó rendido en el asiento. No podía creerlo, esto era horrible. Temblaba por todo aquello, quería ir a ver como estaba Jungkook, no me agradaba nada esto, esto del boxeo era una repulsión.
—Taehyun, ¿esto te gusta a ti?
Dije cerca de él, casi consideré que no escuchó. Era muy peligroso, sabía que habían reglas que no te permitían dar golpes en ciertos lugares, por ello también controlaban los pesos de los contrincantes, pero me asustaba, no quería que Taehyun se dedicara a eso. No.
—Sí. No me atrevería a tener una pelea como esa, no soy aún lo suficientemente bueno. Tuve algunas peleas, pero nada como esto, ellos son profesionales.
Era un martirio. Al parecer muchos habían hecho apuestas, sus reniegos me indicaban que perdieron por no confiar en Jungkook, lo sabían, a pesar de que los expertos no habían dicho nada.
—Se sabía que acabaría ganando, es una fiera.
Escuché a las personas que hablaban detrás de mí.
Sobrevaloramos algo hasta el punto de que nos vuelva ciegos, yo no lo haré, no permitiré que Taehyun siga con esto, sé que dije que lo apoyaría en todo, pero... ¿Y si no es lo suficientemente bueno? No quiero que lo lastimen.
Mi estómago estaba revuelto, no sabía que quería en verdad; tomar la mano de Taehyun y salir de ahí, correr a ver como estaba Jungkook, ver su rostro y tratar de curarlo. Todos los del lugar gritaban, haciendo que mi mente volviera a la tierra. Jungkook ganó.
Aplaudían y estaban levantados de sus asientos -menos los que habían apostado por el otro- y se acercaron al ring. Por mi parte, me quedé ahí junto a Taehyun, observando a Jungkook, la manera en que le tenía su mano alzada gracias al árbitro.
Lo soltaron, mientras se acercaba a las cuerdas y gritaba celebrando. Sentí en una parte de mí, felicidad al verlo saltar de un lado a otro, sonriendo a pesar del notorio morado de su mejilla y su labio inferior roto.
—No me gusta esto.
Miré mis manos temblar, en serio me costó calmar la presión de mi pecho. Deporte es deporte y todos tienen algún peligro, pero este, donde lastimabas tu rostro, donde te lastimabas a ti mismo, no me parecía tan bueno.
—¿Qué sucede? Creo que te interesaba mucho lo que le pasara a Jk.
Alcé mi vista para verlo, estaba mirando hacia en frente, mientras comía las pocas palomitas que quedaban y dichas que no comí ni una vez. Solo sentí miedo en ese momento pensando que era Taehyun a quién golpeaban, ¿no?, sí, bueno, no lo sé.
—Yo, me preocupaba que fueses tú el que estuviera ahí. Taehyun ¿en verdad debes hacer esto? No quiero que lo hagas o llegues a ser un profesional, solo sé un aficionado, no, si siquiera eso.
Supliqué tomando sus manos. Por más que se lo pidiera y le mostrara los peores peligros, sé que jamás lo dejaría, no es como alguien que empieza algo y lo deja a los días, a pesar de que se equivoque, lo vuelve a intentar. Ahora, no me importaría que se rindiera justo ahora sobre esto.
—Bora, puedo ser un profesional sin hacer alguna pelea en serio. Y hoy me di cuenta de que no solo quiero ser un simple aficionado.
Enterré mis propias palabras al traerlo a este lugar. El mundo no era justo conmigo.
Me levanté de golpe y tomé su mano. Quería irme de ahí, no aguantaría ni un minuto más.
Bajamos las pequeñas gradas para poder dirigirnos a la salida. Casi toda la gente empezaba también a irse mientras que los demás miraban lo que quedaba. Por lo visto, los peleadores habían bajado ya del ring.
—Oh, señorita Im —Detuve mi paso y el cuerpo de Taehyun chocó con el mío de golpe. El señor Jeon estaba enfrente de mí junto con un par de hombres detrás—. No sabía que estaría por aquí, veo que aprovechó bien su tiempo libre.
Hice una reverencia y volteé a mirar a Taehyun, este se encontraba mirando nuestro agarre. Apreté su mano y volví a hacer una reverencia para despedirnos.
El aire helado de la noche cayó sobre nuestros rostros, hiperventilando.
—¿A dónde vamos ahora?
—A casa, Taehyun... después de esto necesito recapacitar. Me arrepiento de haberte traído, fue una mala idea. ¡Por Dios santo!, soy una despistada. Voy a tener que guardarte en un bolsillo para cuidarte. Quería que vieras en lo que te convertirías, pero nunca imaginé que fuese tan duro. No quiero que te golpeen así, que tu rostro acabe...
Dejé de hablar porque su abrazo me dejó tiesa. Sabía que quería callarme, era de esas veces que hablaba muy rápido, pero tenía razón. Acarició mi cabello que estaba en mi espalda y pude sentir sus palmaditas.
—Nunca te callas —Sus palabras chocaron contra mi realidad, no, nunca me callaba y no lo haría— No me lastimaré, te lo prometo.
—¿Pinky promise? —Hice que me soltara mostrando mi dedo meñique alzado.
—Pinky promise.
Su dedo meñique se juntó con el mío, uniéndolos.
Convencí a Taehyun de regresar a casa. Teníamos planeado ir a comer, pero la verdad quería ir a tirarme a mi cama, me dolía mucho la cabeza y sentía mi barriga revuelta. Necesitaba llorar y pensar un rato.
Todo en el camino no pude sacarme a Jungkook de mi cabeza, me sentía tan disgustada. Me hubiera gustado ir a verlo, para asegurarme de su estado, así que aproveché para enviarle un mensaje.
Jungkook, es genial que
hayas ganado.
9:38 p.m
Espero que tus heridas
sean tratadas adecuadamente.
Justo ahora
—Mañana llegaré tarde al instituto —Guardé mi teléfono para centrarme en él— Cuándo estabas en el baño, alguien me mando un mensaje para quedar mañana.
Asentí entendiendo. Últimamente, sale a escondidas, bueno, casi siempre suele hacerlo y no me gusta entrometerme, es muy reservado para algunas cosas.
Todo el camino estuvimos en silencio, hasta que llegamos a nuestro barrio, solo que me dejó enfrente de casa y se fue.
Al entrar, todos estaban en el salón mirando la televisión. Me escabullí para que no me escucharan, pero era obvio que me escucharían.
—Bora.
—Ajá.
Me detuve y me paré detrás de uno de los sofás. Mi madre estaba dormida y Myung junto a Min-hee.
—¿Cómo fue?
—Bien. Tomaré una ducha e iré a dormir. Mañana será un día largo.
No dije más y me dirigí a mi habitación. Quité toda mi ropa, dejándome en ropa interior y tomé mi pijama que había dejado encima de mi cama. Tomé mi toalla y salí de la habitación así bañarme.
Entré al baño y me desnudé por completo. Dejé que el agua cayera por todo mi cuerpo, hasta en mi cabeza. Este día fue extraño, para mí sí que lo fue. Tuve en mi boca por primera vez un pene, no sabía de aquella sensación, era tan nueva que quería volver a repetirlo, aunque me dejó algo adolorida. Unté jabón por todo mi cuerpo y no pude dejar de imaginarme cuándo Jungkook lo tocaba, cuándo besó mis senos, como contemplaba levemente por encima cada parte. Sus dedos traviesos yendo por mis muslos, por mis glúteos, cuando me tocaron ahí abajo.
Me sostuve en la pared al recordarme como fue golpeado, no quería acordarme más. Traté de liberarme de todo aquello y acabé de ducharme.
Estaba hecha un desastre, mañana debía ir a visitar a mi padre, pero no creo que pudiese ir. Debo esperar a fin de mes tan siquiera para poder recibir un pago pronto. Podría hacer un cambio de contrato, que me paguen por horas cada viernes.
*
El calor era insoportable y estar cerca de la playa no ayudaba mucho que digamos. Suspiré recordando que dentro de dos semanas tendría que hacer el examen para el ingreso a la universidad. A penas sabía un par de cosas que me comentó Taehyun, pero nada más.
Me alejé de la ventana y volví mi mirada a la pizarra. Hoy estaban enseñando algo de geografía antes de que presentáramos nuestros trabajamos. No sé como saldrá, solo nos dieron 30 minutos para pensar en algo y lo peor que me tocaba con Minju.
—Entonces, ¿de qué país quieres hablar?
Miré que jugaba con su bolígrafo de color azul con pequeños unicornios dibujados.
—¿Hawái?
—No es un país.
—Ya lo sé, pero es el único sitio que me interesa ahora. Podríamos hablar de Hawái como estado de Estados Unidos, que es un país.
Sentí que me ignoró. Al parecer se puso escribir algo en su libreta. Apoyé mi cabeza en mi mano, así miraba lo que hacía. Tenía una linda letra, aparte de que empezó a decorar un poco el título y poner algo de información sobre Hawái.
—Esto es lo que he escrito según lo que sé; "Es un estado de Estados Unidos; Su ciudad más poblada es Honolulu; todas las islas Hawái se formaron por la acción de los volcanes, que surgían del fondo del mar; Los climas que se pueden encontrar en las islas hawaianas incluyen las zonas húmedas tropicales, las zonas áridas y semiáridas -las partes más cálidas de las islas-, las zonas templadas y las zonas alpinas, que mejor dicho serían las frías". Creo que es un poco de geografía, con esto nos basta. Ahora, ¿por qué lo has escogido?
Era una cerebrito. Yo era la que estaba interesada y apenas sabía que me gustaría viajar ahí algún día.
—No lo diré en la presentación, pero te lo puedo comentar a ti. Todo empezó por una canción, me gustaría aprender a conducir una Harley y conducirla en Hawái.
—Ya veo —Igual que antes, se centró en su libreta. Me pregunto por qué no es más dura y pone algo sobre ella— ¿Con quién irías? —Ladeé mi cabeza confundía. Que recordara eso no era necesario.— Perdona por la pregunta, es obvio que irías con el chico que te gusta, digo, con Taehyun.
Clic, lo entendí, al fin lo capté. Todos que nos conociese sabría que somos mejores amigos desde siempre, talvez desde otra perspectiva parecemos más que eso.
—Taehyun es mi mejor amigo.
—Claro.
Sentí su sarcasmo y lo odié. Retomé mi postura y la miré atenta. ¿Claro? Me acabo de acordar porque me caía mal. Va de chica buena, linda, adorable que hace que todos quieran protegerla, era una máscara, sabía que algo ocultaba.
—Ese tono me desagrada mucho. Si tienes algo que decir, adelante.
Su rostro me hizo entender que no esperaba a que le respondiera. Movió un poco su cuerpo para verme mejor, tímida. Dejó su bolígrafo y me fijé que sus labios se abrieron para empezar a hablar.
—No sé por qué ocultas que son novios, es más que obvio que tenéis algo. Aparte, el otro día, cuando nos encontramos en el baño, no traías tu bufanda —¿el chupetón?— No deberías ocultarlo.
—Tengo entendido que no debo darle explicaciones a nadie, pero me gustaría aclarar que eso no lo hizo él. Si te gusta Taehyun, ¿por qué no te acercas a él y le dices?
Dije sin más. Su rostro se quedó helado. Bajó la mirada avergonzada, ¿por eso me hablaba con sarcasmo? Era por ello que me miraba ciertamente en ocasiones mal cuándo estábamos juntos.
—Im Bora, An Minju. Les toca.
El timbre sonó, era hora de salir del instituto. Durante todo el día no tuve la oportunidad de hablar con Taehyun -llegó tarde-, pero la mirada de Minju ya ni por accidente chocaba con la mía.
Uh, por más que traté de hacer de que Minju se fijara en mi bobo, no hice nada, porque ella siempre le gustó y más creé un odio de celos contra mí.
—¡Boba! —Di la vuelta sobre mis talones para verlo correr hacia mí. Tomó mi mano e hizo que siguiéramos caminando.— Minju me habló.
—Llevamos dos años con ella, si no mal recuerdo alguna vez habéis hablado.
—Fue diferente.
—Ya veo. ¿Le dirás de ser su novio? Espero que no me abandones.
Este me dio un suave golpe con sus dedos en mi frente y sonreí. Seguro ella esperaba que le confirmara que no teníamos nada para hacer algún paso para coquetear.
Minju era 'nueva' en este instituto. Su primer día aquí, a todo el mundo, le interesó, pero no hablaba con casi nadie, era reservada, casi como yo. A Taehyun le gustó cuándo cambió de clase donde nosotros y no había nadie que le quitara aquel sentimiento.
—No iré a entrenar hoy. Me gustaría llevarte a tu empresa.
—Deberías ir a casa para estudiar. Ya voy algo tarde, así que me toca cambiarme ahí. No te preocupes. Algún día podrás llevarme.
Este asintió. Nos dirigimos hasta la parada de bus. Cada uno tomaría uno diferente, así que nos despedimos.
*
Quería hablar con el señor Jeon, pero se había ido de viaje por unos días, me tocaba esperar.
Durante su ausencia, solo me tocaba ordenar todos los papeles que me daba la señorita Choi. Últimamente, no me habla mucho, dice que se encuentra más cansada de lo normal y a penas llevaba 4 meses de embarazo. Cuándo llegue a los 8 meses, dice que pedirá la baja por 6 meses, aunque el señor Jeon le recomendó que mejor se fuese cuando cumpliese los 7 meses, pero ella no quería irse.
Las manijas del reloj que se encontraba en la pared indicaban rápidamente el cambio de hora. Mi espalda y mi cuello pesaban ya.
Me sentía cómoda trabajando con mi uniforme del instituto, no me había dado tiempo de cambiarme, así que no pasaba nada, solo estábamos nosotras dos y yo haciendo cosas administrativas.
La señorita había ido al baño, así que aproveché para sacar un momento mi teléfono. Me fijé que tenía varios mensajes de hace unas horas.
Jungkook
Hola 👋
6:06 p.m.
Boraaaaa~
6:10 p.m.
Cierto, estás trabajando.
Me pregunto cuándo
podrás ver el teléfono.
6:40 p.m.
Ya regresé, fui a tomar
una ducha, la verdad que
la disfruté.
7:30 p.m.
Puedo asegurarte que no
tanto como lo del otro día.
7:31 p.m.
*foto*
—Bora, ¿Cuántas veces vas tú al baño?
Me espanté y dejé caer mi teléfono. Me agaché debajo del escritorio y escondí mi teléfono. Estaba a punto de ver la foto que me había mandado, ¿era una de él? ¿Que pensaría la señorita si lo viese? Qué vergüenza.
—¿Todo bien? ¿Se cayó algo, cielo?
—Nada, todo, todo está bien —Dije agitada. Ordené mi cabello y me levanté. Tomé asiento esperando que ella hiciese lo mismo— Voy depende las veces que tome agua, digamos justo ahora quiero ir.
Dije en referencia a su primera pregunta. Guardé mi teléfono en el bolsillo de mi falda y me dirigí al baño. Al llegar me adentré a unos de aquellos cubículos, abrí la puerta y me senté en la tapa del inodoro.
Encendí la pantalla para poder seguir leyendo. El susto solo había sido eso, en la foto no salía él, solo era una foto de lo que parecía que iba a comer.
Jungkook
*foto*
Es algo de pizza,
¿se mira rica?
7:31 p.m.
Me gustaría poder verte
hoy, desde el miércoles no
nos vemos.
8:01 p.m.
Supongo que saldrás justo
en algunos minutos de tú
trabajo.
8:02 p.m.
Otro espanto. Debajo de su nombre pude ver un "escribiendo" y me salí de su chat. Le dije a Taehyun que no viniese por mí porque quería irme sola, así que a Jungkook también debería decirle lo mismo. A pesar de que ayer intercambiamos un par de mensajes, quería saber como se encontraba de su rostro.
Volví a abrir su chat al ver su notificación.
Jungkook
Estás en línea, supongo
que ya estarás saliendo.
8:20 p.m.
Te esperaré en el mismo
sitio donde nos encontramos
esa vez.
Justo ahora
Me levanté para poder salir del baño. ¿Tendré que irme con él? Bueno, puedo mentir, no me cuesta nada.
—¿Todo bien? —Caminé hasta el escritorio con la vista al suelo que ni me percaté de su mirada. Volví a escuchar su pregunta. Asentí volviendo a mi sitio.— Hoy debo ir al médico, así que saldré estos 30 minutos antes de que sean las 9. ¿Quieres que nos vayamos? Karina se quedará aquí, así que no hay problema.
Todo el mundo se estaba poniendo de acuerdo para que saliera ya. No me negué así que fui a buscar mis cosas.
Le ayudé hasta la salida con su bolso, entonces, estando ya afuera, esperé a que tomara un taxi.
—Que vaya bien cielo. Nos vemos el lunes.
Me despedí de ella haciendo una reverencia y giré todo mi cuerpo para tomar una ruta distinta.
Mis hombros se sentían adoloridos, con justa razón, ya que llevaba la mochila en mi espalda y mi bolso grande donde guardaba ropa que todos los viernes la llevaba a casa, para cambiar cosas.
Seguí caminando por donde las lámparas creaban una luz tenue, guiándome hasta la parada de buses que en menos de 5 minutos llegaría. Misma ruta que siempre tomaba. Mis pies se sentían tan casados y mi ojos pesados.
—¡Preciosa!
Sí, misma ruta, pero diferente destino.
.
.
.
.
Tomen agüita, no dejen de comer y traten de portarse bien. Dios les bendiga. Muak. <3
—Herbst
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