El dragón está a poco de matar a Valeria, pero antes de que pueda lograr su cometido, un campo de fuerza morado rodea a Valeria y de la nada, Vanesa aparece y le lanza un poderoso ataque al dragón provocando que retroceda. El dragón escupe fuego hacia Vanesa quien está volando y está usa un campo de fuerza para cubrirse y le grita a Valeria:

—¡Haz que se quede quieto!.

Valeria obedece y usa su telequinesis para dejar quieto al dragón, luego Vanesa desactiva el campo de fuerza y conjura un hechizo muy poderoso, con el cual atraviesa al dragón y este se desvanece dejando partículas las cuales desaparecen poco a poco.

Valeria mira hacia los escombros del edificio que derrumbó y ve muchos cuerpos, lo cual la hace sentirse mal ya que no pudo salvar a esas personas.

—No pudiste haber echo nada —trata de consolar Vanesa, pero Valeria la ignora así que la pelirroja suspira y conjura un hechizo el cual hace que todos los daños vuelvan a la normalidad—. Necesito que hablemos por favor.

Valeria un poco mas animada acepta y acompaña a Vanesa la cual le toma el hombro e imitando la teletransportación de Valeria aparecen en un lugar totalmente oscuro.

—¿Qué hacemos aquí? —pregunta Valeria al ver el lugar.

—Necesito explicarte algo —responde Vanesa mientras conjura un hechizo el cual proyecta muchas cosas en ese "plano" en el que Valeria y Vanesa se encuentran—. Hace muchos años, luego de la extinción de los dinosaurios, junto a los humanos más primitivos aparecieron dos grupos de homo sapiens, de los cuales uno adquirió conocimientos sobre el multiverso y la realidad, luego de un tiempo se autodenominaron como los hechiceros. El otro grupo mayoritariamente conformado por mujeres, se centro mas en aprender sobre el mundo, la vida, nada mas allá de nuestra realidad, sin embargo, estas hechiceras, magas o como quieras llamarles, que se autodenominaron Light Witchs, se propusieron la misma misión que los hechiceros la cual era proteger este mundo, pero un día una de ellas se reveló y dijo que ellas no tenían que hacer lo mismo que los hechiceros, que podían ser mas que eso, las demás brujas se negaron y decidieron matarla para que no haga algo de lo que luego se arrepienta, con lo que no contaban era que la rebelde había aprendido mucho más que ellas en secreto y logró matarlas a todas. Un tiempo luego de la batalla, los hechiceros se enteraron de esto, pero la bruja ya había escapado... y la estoy buscando.

—¿Y que quieres que le haga? —duda Valeria.

—Necesito hacer un hechizo de ubicación, pero para hacerlo debería tener un libro que tienen los hechiceros un libro que no me prestaran —explica Vanesa—. La segunda opción es hacer uno que me se de memoria, pero para hacerlo se requieren dos seres con presencia mística, y como ya es obvio los hechiceros no me ayudaran.

—¿Cuantos años tienes? ¿Quien es en realidad tu supuesto padre?—interroga Valeria.

—Yo... esta bien, tengo más de cien años —comienza Vanesa—. Ese hombre no es mi padre, es solo una persona la cual manipulo su mente para que piense que soy su hija y así poder tener un lugar donde quedarme.

—Perfecto —dice Valeria—. Te creo, pero prométeme algo.

—¿Qué cosa? —pregunta Vanesa.

—Cuando esto acabe considera unirte a los Revolutionaries, estoy segura de que estarían encantados de conocerte —contesta Valeria.

—Lo considerare —dice Vanesa—, pero ahora hay que entrenar.

—¿Entrenar? —duda Valeria —. ¿Por qué? ¿Para qué?.

—Pues con esos poderes sin dominar al cien por ciento no lograrás derrotarla en caso de que me pase algo, además, para hacer el hechizo, ambas presencias místicas deben dominar por completo sus poderes —explica Vanesa.

—Oh, ya veo... —dice Valeria.

—Bueno, veamos lo que tienes —sugiere Vanesa y conjura un hechizo para hacer aparecer una lata de bebida.

Valeria mira dudosa la lata, pero luego entiende y la levanta con su telequinesis.

—¿Puedes aplastarla? —pregunta Vanesa y Valeria lo hace con tan formar un puño con la mano que esta levantando la lata—. Eso sirve ¿Puedes Levitar?.

—Me cuesta mantenerlo —aclara Valeria—, pero puedo por un tiempo.

Dicho esto, Valeria acumula mucha energía en sus manos y corre para tomar velocidad, luego lanza la energía al suelo y esta la levanta por unos instantes, sin embargo, no la logra sostener y por tanto Valeria termina cayendo.

—Falta hacer algo con eso, mejor intentemos algo más —dice Vanesa—. Medita.

—¿En serio? —duda Valeria.

—Si, enserio —afirma Vanesa—. Quiero que te concentres así que siéntate y medita. Necesito ver que hacen tus poderes cuando te concentras y no les pones atención.

Valeria obedece y se sienta para meditar. Tiempo después, se empieza acumular energía en las manos de Valeria, luego en su cuerpo hasta que empieza a levitar, la energía empieza a ir más allá, lo cual llama la atención de Vanesa, pero esta deja que todo fluya para ver que sucede. El poder de Valeria se empieza a apoderar del mismo plano donde esta y Vanesa se encuentran y logra sacarlas de ahí provocandole un dolor de cabeza corto, pero fuerte a la pelirroja la cual grita de dolor.

—Esto esta mal, si sigue así la misma realidad podría colapsar —se asusta Vanesa—. ¡Valeria detente!.

Al notar que Valeria no la escucha, Vanesa intenta sacarla de esa posición, sin embargo, esta es empujada por un campo de fuerza que los poderes de Valeria están generando alrededor de esta misma.