"Correr, solo correr sin mirar atrás. Eso es lo hacíamos, estoy asustado. Él dice que todo estará bien, pero no sé si creerle o no.

Hace unas horas logramos escapar de ese horrible sitio, pero fuimos descubiertos unos minutos después de salir del lugar. Solo tuvimos tiempo de escapar sin un rumbo fijo, uno que pueda darnos una salida.

Mi cuerpo me duele, mis alas me pesan, siento que me voy a derrumbar en cualquier momento.

Logramos de perderles, de nuevo, pero no sabemos por cuanto tiempo esa distracción servirá. Fue buena idea sacarnos esas prendas para que sus sabuesos se desvíen. Nos da tiempo para descansar, pero no mucho.

Trato de apoyarme en un troco grueso de algún árbol que no conocía, teniendo cuidado con mis alas, pero termine sentado. Junto a mí él se apoya al costado mío. Nos quedamos un momento en silencio, disfrutando de la tranquilidad de la noche.

-Hey, estas bien te veo cansado –mi acompañante me mira preocupado, solo logro sonreírle.

-No te preocupes, estaré bien –le respondo dedicándole una sonrisa.

Intento levantarme pero tropiezo, por suerte mi compañero me sujeta y estabiliza poniéndome frente a él. Con una de sus manos acaricia mi mejilla izquierda, con un corte profundo, para después poner un mechón travieso detrás de mi oreja. Una corriente eléctrica atraviesa mi espalda, al sentir como toma suavemente mis alas, asegurándose de que no tengan cortes profundos.

Sus ojos se clavan sobre mí, la preocupación esta clavada en su rostro pero también un sentimiento desconocido para mí. Su cola y orejas felinas se mueven, revelando su atención al ambiente que nos rodea.

Sin que me dé cuenta, él me había tomado entre sus brazos, como una princesa, y empezó a correr. Cuando comenzó su carrera, los pude oír, a nuestros perseguidores.

Me tubo en su brazos un buen tiempo, pero se notaba el cansancio en su mirar oculto con concentración. Pero era de esperarse de un chico de 10 años que carga a otro pero de 9, y enzima agréguenle unas alas que pesan un cuarto de mi cada una.

Después de media hora, paro. Logramos escapar de esa área, en medio de ese bosque oculto para los humanos. Ahora estábamos en medio de un callejón de algún pueblo cercano.

Me bajo de sus brazos con delicadeza, como si de cristal fuese. Yo solo lo mire asustado, me preocupaba por él. Me sentía inútil, no podía ayudar, solo estorbar.

-Cachorro -me llamo- Saldremos de esta, lo prometo

Solo pude abrazarlo y llorar, el miedo aún seguía en mi pero si seguía junto a él, este se iba.

-Tengo un plan, pero debes confiar me mi –yo solo asiento- Nos tendremos que separar

-¿Por qué? –me sobresalto, no quería eso- siempre estamos juntos, no quiero perderte.

-Y no lo harás –me acaricia la cabeza, para calmarme- Esto es lo mejor, si estamos juntos ellos nos encontraran. Pero si seguimos caminos distintos puede que no.

-.... –las palabras de objeción no salían de mi boca, quería detenerlo, pero sabía que tenía razón. Solo pude asentir.

-Sé que es difícil, pero debemos de hacerlo –su mano izquierda acaricia el espacio entre la clavícula y el hombro.

Disfrute de sus caricias hasta que sentí un pequeño ardor, levante mi mirada gacha, viendo en sus garras unos delgados hilos de sangre. Sangre a quien dueño, era yo.

Vi como él hacía una herida, en la misma mano, con la que me rasguño. Una sensación extraña me invadió, haciéndome cerrar los ojos, que al abrirlos notan el cambio cometido.

Donde había un corte, hecho por sí mismo, había una marca. Toque la herida de mi cuello, pero no sentí nada, estaba liza pero algo había cambiado. Dirijo mis ojos a los de mi compañero y veo, reflejado en ellos, una marca. Era diferente pero a la vez precedida a la de su mano.

Me la quede contemplando, pero un ruido me saco de mi ensoñación. No sé en qué momento el me atrajo a su cuerpo, era muy cálida esa sensación. Pero el momento duro poco, ya que sentíamos la presencia de nuestros perseguidores, a muchos metros de distancia.

-Es tiempo que nuestros caminos se separen –me dedico una sonrisa tranquila pero a la vez triste- Espero que nos volvamos a encontrar. Y si no es así, yo mismo te buscare, tenlo por seguro.

Volvió a darme otra caria en la mejilla, para después y dejándome sin aliento, sentir sus labios sobre los míos.

-Nos volveremos a ver... cachorro –fue lo último que dijo ante de salir corriendo.

Solo mire como se iba, e inconscientemente llevaba los dedos a mis labios. Habré estado minutos antes de darme cuenta de la realidad de la situación.

Sin más que perder, salí de ese callejón. Reinicio mi carrera evitando el rumbo que tomo mi acompañante, para buscar una salida."

-Wolf despierta, ya estamos por llegar –una mano me sacude con suavidad pero al tiempo se vuelve más fuerte.

Despierto por la sacudida y con un leve dolor en el cuello, debí dormir en una mala posición. Veo a Alex frente a mí, mirándome preocupada y curiosa.

Algo aturdida, froto mis parpados, quitándome el sueño. Al estar en mis sentidos doy una mirada a mí alrededor. Veo a unos pocos asientos de distancia, durmiendo como tronco, se encontraba Fox. Sus piernas estaban alzadas, sobre su rostro tiene una máscara color rosa con sonrisa burlona y la frase "no molestar al Baka"

Apuesto que Alex lo hizo.

-Y bien –volteo hacia ella- Me dirás que es lo que pasa.

-No es nada, solo es un sueño – lo digo despreocupadamente.

-Estas segura –solo logro asentir- Soy tu hermana, puedes confiar en mi o en Fabián, él también es nuestro hermano.

Al volver a confirma que me sentía bien ella siguió con los suyo, un libro de historia. Busque mi mochila el móvil y los audífonos para reproducir "Insanity Love". Melodía melancólica.

Mí ser y la música. Como el sueño que viví. Sentí la penetrante mirada de mi guardián, que descansaba en el portaequipaje arriba de nuestras cabezas.

Lo ignore. Mi mente se enfrasca en la melodía, viendo el paisaje lluvioso a través de la ventana.

Que equivocada estaba.

RRٍd