Iniciación (Parte 1)
—¿Sabían que existe un Festival, justo antes de Halloween, en Gravity Falls?—comenta, eufórica, Mabel. —¡Porque yo no!
Si bien la conversación entre Mabel Pines y sus amigas, Candy y Grenda, es privada, cualquier persona que entre a la tienda es capaz de escuchar la charla de las tres adolescentes.
—Bueno, —comenta Grenda con cierta incomodidad —en realidad, es nueva. El alcalde está buscando formas para atraer más turistas al pueblo...
Candy le da un golpe con el codo a su amiga, dándole una mirada preocupada. Grenda se queda en silencio, como si fuera una señal para no hablar de más; Mabel las mira con curiosidad, intentando averiguar el secreto que guardan sus amigas. No consigue idear alguna respuesta.
Tres años han pasado desde su último verano en Gravity Falls, pero sentía que había sido una eternidad desde aquella ocasión. Todo se ve tan diferente.
"Las cosas cambian, no esperes que todo sea como la última vez", le había dicho Dipper en el autobús, pero Mabel aún conservaba la esperanza de que al menos un par de ellas no cambiarán. En situaciones como éstas, se dio cuenta que no debería ser tan optimista.
-Bueno, tal vez podríamos ir a la apertura de la feria hoy ¿qué opinan? -menciona en voz baja Mabel, soltando una risita nerviosa al finalizar la frase. Candy y Grenda sonríen y asienten, regresando su entusiasmo al mismo tiempo que cambian el tema, tocando temas tan triviales como el aburrido empleo de Candy con el alcalde, como Grenda iría a fin de año con su novio a conocer a sus padres, pero Mabel está más interesada en escuchar sobre el nuevo crush de Candy.
-No.... puede... ser...- dicen, al unísono, Grenda y Mabel al saber el nombre del enamorado de su amiga.
- ¡MABEL! - reclama el joven castaño en el mostrador. Suspirando, vuelve a hablar -Guarden silencio, están ahuyentando a los clientes. Además, van a despertar al "pequeño Stan".
-Lo que tú digas Dippy. - responde con voz chillona Mabel, recibiendo un "no me digas así" de su gemelo. Mabel regresa a su conversación bastante entusiasmada, viendo como las mejillas de su amiga se colorean de rosa - ¿En serio Candy? ¿De nuevo te gusta mi hermano? Creí que ya lo habías superado.
- ¡Yo también! –grita Candy, causando que un "shh" por parte de Dipper (quien se encuentra despachando a un cliente con la mercancía de "Feria: Cacería de brujas de Gravity Falls"), sonrojada vuelve a hablar en voz baja. –Lo siento, es solo que... no lo había visto en ¿tres años? Solo míralo Mabs, ¿acaso no es perfecto?
Mabel le da una mirada rápida a su hermano. Si bien admite que los cambios físicos de éste (como la altura extra y el cabello más largo) realmente podrían resultar llamativos para algunas chicas, ella, como la experta que asegura ser, ha visto chicos más atractivos en el pueblo y mientras se asegurase de que no fueran gnomos definitivamente no tiene problema con salir con alguno de ellos durante su estadía aquí; pero no logra entender que es lo que puede resultar atractivo de Dipper Pines.
-Vamos Mabel, no soy la única que lo piensa. –dice Candy, señalando un grupo de turistas (las cuales llevan viendo el mismo bolso por dos horas, dando miradas "disimuladas" al chico que solo las mira bastante incómodo con la situación) - ¿Ves?
-No lo sé Candy, ha pasado mucho tiempo desde que supe que a Dip le gustará alguien. - comenta Mabel observando con curiosidad como su hermano atiende al grupo de chicas que no dejan de reír en un mal intento de coqueteo. –Pobres chicas.
-Tal vez se gay. - dice Grenda sin mucho interés mientras envía un mensaje a su novio.
-Claro que no Grenda, tal vez solo sea...espera...-la sorpresa se ve reflejada en el rostro de Mabel - ¡ESO ES! –el grito que da la castaña es suficiente para despertar al infante que hasta ahora dormía en la carriola junto al mostrador. Mabel sale corriendo y toma al "pequeño Stan" entre sus brazos y comienza a arrullarlo con una sonrisa enorme en su rostro. –Grenda eres una genio.
- ¿Lo soy? - pregunta sorprendida la chica robusta antes de voltear a ver a su otra amiga quien parece tener problemas en aceptar que su crush de infancia sea homosexual. "Vaya suerte que tengo" piensa Candy antes de hablar de nuevo con sus amigas.
-Tal vez deberías asegurarte antes de sacar conclusiones Mabs, no sería la primera vez que te equivocas al formar parejas.
- ¡¿QUÉ?! Pero si soy la mejor casamentera del mundo...-vuelve a arrullar al niño en sus brazos, haciendo la nota mental de cobrarle más a Soos por cuidar a su bebé durante el día –Menciona un solo cliente insatisfecho.
-Robbie y Tammy, toda la pandilla de Wendy, Dipper, ...-contesta tranquilamente Candy, sonriendo al escuchar un "Mierda" disimulado en un quejido de parte de Mabel.
-Bien tal vez no fue la mejor idea, pero esta vez estoy casi 20% segura de que estoy en lo correcto...es un 1% más que las otras veces. –sonríe la chica castaña mientras deja al, ahora dormido, bebé en su carriola –Así que, ¿qué tal si buscamos en la Feria un novio para Dipper?
Después de un viaje largo y agotador, finalmente la familia Babcock junto a Neil, llegan a Gravity Falls. Luego de estacionar el auto frente a una cafetería, visiblemente sucia y descuidada, Perry Babcock sale del auto, siendo seguido inmediatamente por su esposa y sus hijos, más el amigo del menor de ellos.
La noche anterior había sido complicada debido a casi tener un accidente en la carretera, causado por el grito de su hijo por una pesadilla, y Sandra, su esposa, había insistido en no volver a dormir para cuidar de su "bebé". Finalmente, la historia concluye con una conversación eterna sobre una película de la que cuya trama no recuerda ni la mitad.
Cuatro años habían pasado desde el incidente con la "bruja" en Blithe Hollow, y durante éste tiempo, ningún otro incidente relacionado con lo paranormal se produjo, lo que, según
Perry, resultaba ser la mejor noticia de su vida. Sin preocupaciones innecesarias ni peleas con su esposa (debido a algún desacuerdo), no necesitaba pedir nada más.
Pero, claramente, el mundo siempre encontraba una forma de arrebatarle esa aparente calma. Y después de un año muy complicado para la familia, finalmente tomaron la decisión de pasar un tiempo en Gravity Falls, un sitio donde (aparentemente) nada ocurre.
Neil y Norman ingresan corriendo a la cafetería y deciden sentarse en la primera mesa que encuentran disponible. Inmediatamente Courtney y los señores Babcock sonríen viéndolos antes de tomar asiento con ellos. Casi de inmediato un chico pelirrojo se acerca a ellos ofreciéndoles una carta a cada uno, saca una libreta y una pluma antes de hablar.
–Bienvenidos a Greasy's Dinner (Cafetería Grasoso), mi nombre es Kevin Corduroy y los atenderé el día de hoy, ¿Desean ordenar algo?
–Solo café y hot cakes para todos– dice Perry, restregando sus ojos, mientras observa a los demás asentir.
–Entendido. Vuelvo en un momento.
Una vez que el joven se aleja de sus clientes, Perry suspira con cansancio, recibiendo una palmada en la espalda y una sonrisa por parte de su esposa. Cuando aparta la mirada de ella, observa a Courtney coquetear con el mesero y a Norman hablando con Neil.
Todo iba bien hasta el momento. Y Perry se permitió creer que éste cambio podría ser beneficioso para su familia. Cuando el chico "Kevin" volvió con sus pedidos, un silencio incómodo se estableció en la mesa.
–Y ¿Qué les parece este lugar? Luce bastante tranquilo. –Sandra comenta, en un intento por aligerar el ambiente.
–Está... bien... –responde Norman encogiéndose de hombros mientras corta un pedazo de su comida, sin mucho apetito.
–¿Bromeas? ¡Es horrible! –lloriquea Courtney, sacando su celular. -No tengo internet y si no subo una foto a mis redes sociales pronto, perderé seguidores en VSCO.
–Eso sería una tragedia –murmura sarcásticamente Norman, recibiendo una patada en la espinilla y una mirada molesta de su hermana. -Es decir, podrías tener fotos más
"naturales" en un sitio como éste -voltea a ver a su amigo, quien casi no les prestaba atención por estar ocupado con su comida.– ¿no es así Neil?
–¿Qué? Ah, sí... fotos sin fantasmas en el fondo.
Perry se atraganta con el bocado, Courtney y Norman le miran mal y Sandra solo suspira, parece que nadie le dijo al chico el plan de la familia Babcock en relación a los fantasmas. El chico robusto deja a un lado su tenedor, viajando la mirada a través de la mesa, esperando una explicación antes de preguntar– ¿Dije algo malo?
–Claro que no, cariño. –Tranquiliza Sandra, entendiendo la incomodidad del amigo de su hijo (a quien le había tomado cariño durante estos años). -Es solo que... acordamos no hablar sobre fantasmas o brujas por un tiempo, por el bien de todos.
Con un "Ohh, cierto" por parte de Neil y una mirada hacia Norman por parte de sus padres todos continuaron comiendo en silencio, sin percatarse de las miradas que tres chicas sentadas junto a ellos les daban.
–¿Escucharon eso?– pregunta la chica castaña con emoción.
–Sí, escogieron un mal lugar si no quieren saber nada de brujas.- comenta la chica de lentes, mientras toma un poco de la malteada de fresa que había pedido. –Tal vez deberíamos decirles.
–Eso no, Candy, hablo de los fantasmas. –Mabel regaña a su amiga, recibiendo miradas confundidas de sus acompañantes. –¡A ese chico le gustan los fantasmas!
Grenda se encoge de hombros y Candy le dedica una mirada de confusión que exaspera a Mabel, ¿que no era obvio a donde quería llegar con eso? Volteando con tanto sigilo como le es posible, la castaña observa detenidamente al chico: cabello castaño largo y puntiagudo, ojos grandes de color café, sudadera roja holgada, jeans y tenis rojos. Normalmente hubiera pasado de un chico como él, pero hay algo peculiar que captó el interés de Mabel con solo verle llegar. Y después de escuchar que este chico "gusta" de situaciones sobrenaturales, era el ideal para su hermanito.
–Vamos, es perfecto– se queja Mabel, señalando a la mesa de al lado, ganándose la mirada curiosa de Courtney y de Neil (A quienes decide ignorar) –Solo falta averiguar si es
gay, soltero y busca pareja.
–Ajá, ¿y cómo sabremos eso?– Candy cada vez se impacienta más ante la necesidad de su amiga de probar que su enamorado es gay. –No puedes solo ir y preguntarle de la nada.
–Tu déjaselo a Mabel –responde la castaña moviendo su cabello desde su hombro hacia su espalda, le da un trago a su malteada de unicornio, sacude su falta al ponerse de pie e ir tranquilamente hacia la otra mesa. Candy y Grenda se miran un momento antes de volver a sus malteadas disimulando el interés por lo que hará su amiga, solo esperan que no haga una tontería.
El valor que demostrado por Mabel, no es más que una tapadera de su deseo por salir corriendo de ahí. Todo aquel que la conoce sabe lo entusiasta y efusiva que puede llegar a ser, sin embargo, pocos conocen sobre la ansiedad que le produce el hablar con gente nueva (siendo obviamente Waddles y Dipper los únicos enterados). Y la creciente necesidad por superar esa ansiedad es su principal motivo para dejarse llevar por sus impulsos y no por su razonamiento. Avanzando tranquilamente hacía la mesa donde está su futura familia disfrutando un café, puede sentir la mirada de sus amigas y de la chica rubia sentada junto al chico castaño.
"Muy bien Mabel, ya no hay marcha atrás. Tu puedes, no huyas..."
–¿Se te perdió algo? ¿qué haces ahí parada mirando? –la voz desdeñosa de la adolescente devuelve a Mabel a la realidad, además de llamar la atención del resto de personas en la mesa. Ignorando la sensación de inquietud en su pecho, responde tan calmada y alegre como puede.
–Yo...bueno, mis amigas y yo nos percatamos que son nuevos en el pueblo, –comenta señalando la mesa, mientras Candy y Grenda saludan con la mano, algo nerviosas–y queríamos saber si desean venir con nosotras a la apertura de la feria ésta tarde. Claro, siempre que no tengan algún inconveniente –dice, lo último para los dos adultos sentados en a la mesa.
La mujer rubia mira a su esposo, dedicándole una sonrisa, a lo que su marido responde con un suspiro y asintiendo con la cabeza. Parece que se comunicaran mentalmente, pero
para Mabel esa forma de compartir una mirada y saber lo que el otro piensa es normal, después de todo ella y Dipper siempre han hecho lo mismo, aunque le resulta curioso ver a dos personas casadas haciendo lo mismo.
–Bueno, nosotros– señala al señor a su lado –aún tenemos que revisar nuestro alojamiento,– comenta la mujer, pero al ver el desánimo en la expresión de la chica añade –pero los chicos estarán encantados de acompañarlas, ¿no es así?
–Claro, suena súper– dice Niel con la boca llena de su último pedazo de hot cake, dificultando un poco su pronunciación.
–Supongo que sí... –la respuesta de Norman no suena tan emocionada como la de su amigo pelirrojo, pero suena sincero y para Mabel eso es más que suficiente. Y después de un rotundo "no" por parte de la adolescente rubia, el entusiasmo de Mabel aumenta considerablemente.
–Perfecto, los podemos esperar o si prefieren nos vemos frente a la estatua del leñador.–propone a los chicos, quienes se miran un momento, voltean a ver a los adultos y finalmente miran a la chica de frenos.
–Las vemos frente a la estatua, todavía vamos a estar aquí un rato. –sonríe el chico de pelo puntiagudo.
–¡ESTUPENDO! –grita entusiasmada Mabel, ganándose un "shh" por parte de Kevin y de casi todos los comensales– Por cierto, soy Mabel Pines, encantada de conocerlos.
–Yo soy Neil y él es Norman, –señala al chico castaño a su lado, quien le saluda tímidamente con la mano– y la amargada es Courtney.
–Genial, nos vemos al rato. –exclama eufórica la chica antes de ir corriendo de vuelta a la mesa, ignorando el comentario bastante grosero de la rubia. Nada puede arruinar este día.
Sí que puede. La lluvia comienza a caer, primero como una leve llovizna para dar paso a una fuerte tormenta con mucho viento; lo que obviamente retrasaría el discurso del alcalde por unas horas para poder colocar unas carpas en el centro del pueblo, dando inicio a la ceremonia de apertura justo cuando comienza a caer la noche.
-Bien tal vez esta no fuera mi mejor idea, -dice Mabel colocándose su "suéter para lluvias" (un suéter tejido de color azul marino, con una nube gris bordada y una capucha en forma de arco iris) antes de tomar un paraguas.
Habían regresado a la cabaña del misterio tras terminar sus bebidas, lograron convencer a Dipper de acompañarlas a la feria con la condición de que Mabel cuidaría del "pequeño Stan" hasta que volvieran Soos y Melody. Todo iba bien, pero ahora, a tan solo un minuto de que salieran, empieza a llover. Un tanto arrepentida por no haberle pedido el número a Norman, Mabel se impacienta, apurando a Dipper quien había exigido ponerle varias capas de ropa y mantas al bebé antes de salir.
Mientras tanto, Neil y Norman habían terminado de comer y sobrevivieron a la charla sobre no hablar con fantasmas desconocidos por parte del padre del mayor de ellos. Si bien aprecia la preocupación de ambos padres por su bienestar, aun parece ser algo exagerada la atención e insistencia de ambos por evitar cualquier cuestión sobrenatural en su nuevo hogar.
-Ya deberían estar aquí. –comenta Neil después de darle una vuelta rápida a la estatua del leñador, y dando un rápido vistazo a su alrededor nota como un chico, de pelo blanco y ropa azul, carga un cartón a tamaño humano con la imagen de una bruja de caricatura impresa. –Parece que aquí también tienen costumbres raras con brujas.
-Genial, creí que ya habíamos dejado ese tema en casa. –suspira el castaño con una sonrisa, sacando su celular para ver la hora. Había prometido a Courtney que la vería a las 8:30 en la cafetería para volver juntos a casa; 18:18 marca su reloj (probablemente obra de Neil que parece encantarle esa medición de tiempo) y sacando una cuenta rápida obtiene la hora 6:18, tal vez solo esperarían media hora más a que las chicas aparecieran, si no irían al Árcade que vieron al llegar hasta que diera la hora.
-Vaya, parece que alguien más odia a las brujas. –Norman voltea hacía el sitio de donde proviene la voz, encontrándose con una chica alta de pelo azul y muchas pecas en el rostro.
La chica viene acompañada por un chico de cabello rizado despeinado, algo encorvado y con ojeras muy marcadas bajo los ojos. Ambos venían con palomitas y algodón de azúcar, se ven aburridos y hasta cierto punto felices de encontrar personas con las que hablar.
-No diría odiar, pero preferiría no saber de ellas por un tiempo. –responde el chico sonriendo, recordando con cariño a Agatha, la "bruja" de Blithe Hollow.
-Te entiendo, -la chica suspira antes de quedar frente a los otros dos adolescentes, seguida de cerca por su amigo –lo último que necesito justo ahora son más brujas.
-Vamos Jonesy, no empieces. –rueda los ojos su acompañante, dándole un golpe juguetón en las costillas con el codo. –Vinimos a divertirnos, con brujas falsas y "hogueras" para malvaviscos. –da una mordida a su algodón de azúcar (el cual, Norman mira con diversión, tiene una forma muy similar a un fantasma verde muy famoso en el cine). –Soy Wyborn, pero pueden todos me llaman Wybie.
Wybie le ofrece la mano a Neil, quien la toma sonriendo antes de responder: -Soy Neil, pero me dicen...Neil.
Con una risa por parte de todos y tras la presentación de la chica de pelo azul, llamada Coraline. Justo cuando el chico de cabello puntiagudo iba a dar su nombre, el grito de una chica llamándole hizo que los adolescentes volteen, buscando el origen de los gritos. Norman sonríe viendo a Mabel correr hacía ellos, seguida por sus dos amigas y un chico (de apariencia similar a la chica de frenos) cargando a un bebé envuelto en una cobija verde con fantasmas tiernos en ella.
- ¡NORMAN! –la recién llega se detiene junto a los chicos, apoyándose en Neil en lo que recupera el aliento. –Disculpa la demora, no podíamos salir hasta que alguien no terminará de envolver al pequeño Stan con todo lo que encontrará...-se da cuenta de que hay más personas con sus nuevos "amigos", saluda con la mano bastante más animada –Hola, soy Mabel y ellas son mis amigas, Candy y Grenda, y este es mi hermano Dipper.
-Coraline y este de aquí es Wybie. –sonríe y saluda la chica peli azul, pero antes de poder decir algo más el sonido del micrófono encendiéndose llama la atención de los chicos hacia el estrado donde el alcalde Tyler Cutebiker dará inicio a su discurso de apertura.
El celular de Candy suena por unos momentos antes de que la chica tome la llamada, Coraline ve en la pantalla el nombre del contacto "Jefe :D" con la foto de un personaje de algún anime que ella desconoce, con un "disculpen" la chica asiática se retira y va corriendo al estrado a presentar al alcalde. Dipper se sorprende de la facilidad de la chica para hablar en público con tanta facilidad; una sensación similar a un piquete en su nuca hace que Norman tenga un mal presentimiento sobre esta presentación.
-El departamento de turismo de Gravity Falls, les da una cordial bienvenida a esta celebración temática mensual en vísperas de Halloween. Agradecemos a todos los colaboradores y patrocinadores del evento, sin su ayuda este evento no podría haberse realizado, y vaya que lo necesitábamos...es decir, démosle un aplauso a...
Mientras Candy comienza a nombrar uno a uno los patrocinadores del evento, de los cuales los gemelos Pines solo reconocen al viejo McGucket, los adolescentes observan curiosos (al igual que la mayoría de los turistas) como Gideon Gleeful y Kevin Corduroy mueven una pesada carreta con una jaula de metal, cubierta por una manta blanca parchada con retazos de tela de colores. Los murmullos no se hacen esperar por parte de los presentes que empiezan a especular extasiados que hay debajo de la manta.
-...Ahora sí, sin más preámbulo cedo el micrófono al alcalde Tyler Cutebiker, démosle un aplauso. –concluye Candy bajando del estrado, posicionándose junto a Gideon y Kevin, quienes dejaron la carreta justo al lado del podio y bajaron para pararse detrás del alcalde.
Con un discurso bastante ridículo y con poco sentido por parte del alcalde, la gente empezaba a impacientarse curiosos por aquello cubierto junto a él. Cuando al fin pronuncio las palabras que todos esperaban: -Dicho esto, doy por inaugurada la Feria SAMHAIN: temporada de brujas. Reciban con un gran aplauso a las bailarinas de la recién inaugurada academia artística de Gravity Falls.- La gente comienza a vitorear ansiosos por el baile.
Desearían no haberlo hecho.

¡Ya llegó por quién nadie lloraban! Y hasta aquí el capítulo de esta semana. Espero hayan tenido un buen fin de año y un mejor comienzo de este.
Disculpen que no hubiera capítulo en los días prometidos pero con las fiestas es algo difícil y este capítulo estuvo algo pesado y largo pero les aseguro que es importante para poner continuar. Además, encontré a mi nueva lectora beta MalenMM que me estará ayudando a corregir estos capítulos, solo nos falta acomodarnos más para trabajar mejor y más rápido.
¿Qué creen que hay debajo de esa manta? ¿Porqué Norman y su familia no quieren saber nada de fantasmas y brujas? Lo sabremos en la parte 2 de este capítulo.
Por cierto, si alguien se lo pregunta las edades y tiempos de los eventos de las películas de cada personajes son: tres años de los eventos en Gravity Falls (lo que deja a los gemelos con 16 años), cuatro años de la maldición de la bruja en Blithe Hollow (Norman tendría 15 años y Neil 14 años), cuatro de enfrentarse a la Otra Madre (Coraline tendría 16 años y Wybie 15 años).
Y eso es todo, no olviden dejar sus comentarios y votos que siempre son bien recibidos. Y nos leemos, ahora sí, el miércoles.
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