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Me dolió mucho, pero ahora sé que realmente estaba mejor son él, pero así es el amor, lastima y mientras más duele más lo quieres, y más cuando conocías a la persona desde antes, tienes la esperanza de que cambie, pero estás enamorado de la idea que tenías de él, no de lo que es ahora. Te duele más su recuerdo que la misma persona.
En fin, lo dejé ir, pero su recuerdo me seguía, literalmente. A veces se acercaba a mí... para pedirme favores.
- Hey Bel! - en algún momento me llegó a decir así, me sentía tan especial, tan indefenso y dependiente, su simple voz me hacía flaquear las piernas
- S-si?
- Tienes dinero que me prestes?- aah, su voz, tan melodiosa, no espera qué!-Otra vez?
- So? - si antes mi cerebro no funcionaba bien ahora menos, él sabía que el hacerme sonrojar era cosa fácil, solo tenía que acercarse un poco y respirar ligeramente más fuerte.
- ¿Cu-Cuánto necesitas?
- ¿ Cuánto me ofreces?
- Tengo... Tengo 10
- Oww, bueno, está bien, Bel... Gracias -
Okey, lo admito, no debí hacerlo, pero su cara... Lástima que no puedo comprar su amor. O sí? Si no gasto nada de nada en total me dan doscientos pesos a la semana, los días que lo veo solo son cinco, con cuerentena pesos al día conseguiré su amo- en qué mierda estoy pensando?! Bien, ahora que Benjamin obsesivo sugar daddy ha salido del chat, puedo decir que no era tan mal plan.
Nuestra relación se basaba en eso: dinero y favores. Por extraño que suene me sentía bien, no era lo mejor del mundo, pero el saber que le podía necesitar me hacía sentir feliz. Bueno, hasta que me cansé y yo le pedía cosas a cambio. Si de algo me ha servido el juntarme con chicas es que me hacen ser perra empoderada, saben aconsejan y tienen buenos chismes. No es novedad que entre las mujeres es común "vivorear" y todo el tiempo que estuvimos en la escuela no hubo NADA sobre él, ni una relación. Era bien sabido que tenía pretendientes, a bastantes mujeres les sacaba suspiros, y a ningúna la había hecho caso; las pocas que se declaraban eran rechazadas, las demás solo eran utilizadas como material de bromas y favores, al igual que yo. Mis amigas sabían perfectamente mi posición económica, si bien no era un niño forrado en oro me podía dar el lujo de ir a la playa todas las vacaciones y obtener una mesada por encima de los demás. Así que este era el plan:
"Te doy dinero, si me das algo, un beso, por ejemplo."
Era un plan perfecto, solo un lunes al mes en la tienda de la escuela vendían pastel, no cualquier pastel era EL pastel. Supondríamos que no llevara dinero, así que ahí entraba yo. "Quiero probar el pastel, directo de tu boca" había pensado la más atrevida, Cecilia.
- Dudo poder decir esa frase sin morir
- Quieres besarlo o no?
- Quiero que lo haga por amor.
- Por algo tenemos que empezar, si le gustan tus labios los querrá probar de nuevo.
- Haz besado antes, cierto? - Denise, tan desvergonzada como siempre.
- N-no.
- Houston, we have a problem.
- A Big problem.
- Creen que importe mucho? para empezar, dudo que acepte, no me va a tomar en serio solosevaareirymevoyasentirfatal.noquieroqueesosucedavoyalloraryuste-
- Basta. Benjamin, eres muy paranoico, si no quieres sufrir olvídalo y déjalo. Hay más culos que estrellas.
- Ninguna brilla como él.
- No ahora por favor :')
El día llegó. Llevaba conmigo 60 pesos, cincuenta para él y diez para mí.
- Hey Bel!- no era momento para nerviosismo, lo puedo hacer, lo puedo hacer, me repetía mentalmente, logré calmarme y pensar claramente en el plan, nada podía fallar.
- Good day, Alister. - genial, lo había tomado por sorpresa, había hecho mi voz ligeramente más gruesa, sin llegar a qué sonará muy forzado, el hablar en inglés siempre me había parecido una manera muy interesante de coquetear.
- Necesitas algo, Al?- ahí estaba, su sonrisa confundida, era hermosa, pero no podía ceder y terminar hablando como bee-e-e
- Si, emm... Tendrás dinero que m-me prestes?
- Jum, me debes mucho, no crees?
- Si bueno yo...
- Está bien, te prestaré el dinero con una condición. Me tienes que pagar
- Mañana te doy el din-
- No así, quiero que me pagues ahora- como dijeron las chicas, me acerqué un poco a él y susurré cerca de su oído.
- Con un beso bastará, no, Alister?
- Quieres un beso aquí y ahora, Benjamin?- mierda, mierda! Mierda! Se invirtieron los papeles, ahora yo era el inseguro, otra vez. Tengo que recobrar el control, pero su-su mano me tomó de la mejilla y se siente tan bien, siento que-
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