A la edad de tan solo tres años, Choi SeHun; él bebé que fue recogido por la pareja Alpha de la manada Gray haze. Ya era consiente de lo que era la palabra rechazo, más por experiencia propia.

Siendo tan pequeño, ya podía notar lo maravillosamente cercana que era la manada en si... Pero con él siempre era diferente. Lo evitaban o simplemente fingían no verlo. SeHun llegó a preguntarle a su madre si ella lo podía ver. Tan inocente.

Hani lo había abrazado con fuerza y llorado de frustración a sus espaldas. Pero seco sus lágrimas y le dijo cariñosamente con una sonrisa, que si. Que no sólo podía verlo, sino que estaba muy orgullosa de lo atractivo que se estaba volviendo. SeHun se sintió muy orgulloso y feliz por la respuesta.

Con el tiempo, los lobos comenzaron cautelosamente a saludarlo cuando iba con sus padres, pero no cuando iba sólo. SeHun veía a niños ser levantados apenas caían por personas que simplemente pasaban y los veían cayendo. En su infantil pensamiento, él ya había deducido que si él caía, nadie que no fueran sus padres iba ayudarlo.

Pero eso no le afectaba. Lo que le afectaba era el daño que el rechazo de la manda hacia él, le provocaba a su madre. Pero SeHun no podía hacer nada por ello, él tan solo era un niño (uno muy inteligente) pero niño al fin.

SeHun solo podía enfrentar a su manada con un rostro frío, para que su madre no sufriera al verlo triste por ser ignorado y rechazado.

A los cuatro años, SeHun debió comenzar a asistir a la escuela. Allí la discriminación fue el doble, que cuando sólo salia a hacer las compras con su madre. Los niños lobos eran malos, indiferentes y territoriales con él.

El primer día termino escondido y llorando en el patio trasero del jardin. Nadie lo fue a consolar, ni siquiera la profesora encargada de su bienestar. Cuando la campana de salida toco, SeHun hizo lo posible para verse bien. No quería que su madre notara que había llorado, pero supo que fue en vano, cuando los cálidos ojos de su madre brillaron con tristeza al verle.

Se sintió avergonzado.

Esa noche, SeHun se cepillo los dientes como su padre le había indicado y se fue a la cama a esperar como todas las noches a que su madre fuera a cantarle para dormir.

SeHun sonrió ampliamente cuando Hani entro a su habitación.

- Alguien esta muy ansioso hoy.- Dijo Hani con una maternal sonrisa.

- Si, amo tu voz, mamá. - SeHun la observo sentarse en la silla junto a su cama.

- Eres el primero que dice eso.- Hani río divertida.- Tú padre dice que mi voz es muy grave para vocalizar y que no le dejo dormir cuando te canto.

- En el fondo lo disfruta.- SeHun río divertido también. - Escuchó su corazón relajarse cuando comienzas a cantar.

Hani sonrió y acarició sus cabellos con cariño.

- Eres un buen niño, Hunnie.- Lo elogió. - No mereces que te traten así. - Su voz se apago con tristeza al decir esto último.

SeHun tomo la mano con la cual su madre lo acariciaba y la beso dulcemente.

- No me importa.- Dijo.- Te tengo a ti y a papá. Es lo único que me importa.- Alego con una hermosa sonrisa que dejaba sus colmillos expuesto.

Hani no pudo contener sus lágrimas y SeHun no comprendió que hizo mal. El corazón de su padre también se hallaba alterado al otro lado de la pared. Hani lo abrazo tan fuerte y protectora que SeHun nunca lo olvidaría.

- Mi bebé. - Susurró Hani en el llanto.- Eres tan valiente.

Al rededor de una semana después, SeHun se vio empacando sus cosas junto a sus padres y viajando lejos de Gray haze. No quiso hacer preguntas, pero igual su madre le contó que iría a una escuela donde nadie iba a molestarlo. Se sintió feliz por eso, pero no le gusto saber que debía quedarse con unos amigos humanos de su madre porque la escuela quedaba lejos de Gray haze como para poder llevarlo todos los días.

Pero SeHun es inteligente y sabe que fue difícil para sus padres tomar esa decisión. Así que no se quejo, acepto quedarse con los amigos de su madre y la despide con un fuerte abrazo antes de que esta se marche con su padre nuevamente a Gray haze. No podían dejar a la manada sin la protección del líder.

SeHun se sintió muy feliz cuando antes de marcharse, su estricto padre lo abrazo y le dijo que se portara bien. Con una brillante sonrisa le prometió que lo haría. Luego, su madre se inclino a su altura y le hizo una amable advertencia.

"Hunnie, en tu nueva escuela solo habrán humanos y ellos se asustarán si ven tus lindos colmillitos. Me gustaría que prometas que los esconderás bien ¿vale?" Y SeHun lo prometió con un sellado de meñiques.

Su nueva escuela era agradable. No olía a lobo, no eran malos con él y podía caminar sin temor de ser golpeado. Se sintió feliz, pero no iba a demostrarlo, porque si sonreía corría el riesgo de que notaran sus colmillos.

SeHun también se sintió triste por no poder hacer amigos, porque temía de que si hablaba también vieran sus colmillos. Pero se sentía feliz al saber que no rompería la promesa que le hizo a su madre.

Gracias a ello, SeHun creció siendo un chico solitario e independiente. Con el apodo de príncipe de hielo. Por lo que escucho se debía por su actitud fría y porque poseía una figura elegante por naturaleza. Sin contar su atractivo. (Un atractivo que a los de su especie les daban naturalmente para cazar).

Fue cuando SeHun comenzó la secundaria que empezó a darse cuenta de que la pareja entre hombres; como la de JoonMyun y Tao que eran quienes cuidaban ahora de él. Era mal vista entre los humanos.

Se molesto, porque ambos eran personas increíbles y maravillosas. Siempre lo trataron muy bien. Ni siquiera lo regañaban cuando hacia algo mal y que, humanos que ni siquiera los conocían, hablaran mal a sus espaldas, hizo que su sangre hirviera.

Fue un día de otoño cuando por prinera vez SeHun no logro controlar su ira y golpeó a un par de chicos por hablar mal de sus tutores. Pero él fue el único suspendido por la pelea, ya que, los chicos a quienes golpeo se hallaban muy lejos como para que él, los hubiera podido escuchar en ese momento.

SeHun acepto la suspensión sin decir una palabra, pero cuando volvió al colegio se dio cuenta que de algo había servido aquel desliz. Ya que nadie volvió a hablar mal de JoonMyun y Tao.. O al menos cuando él estaba cerca o en el perímetro.

SeHun esuchó todos los rumores que corrían a su alrededor en el colegio. El que más lo preocupó fue la de dónde decían que vieron sus ojos cambiar de color cuando golpeaba a los chicos. Obviamente nadie creía esa versión, pero fue algo que lo hizo querer investigar sobre su especie.

Vampiros. SeHun odiaba ser uno, culpa de ellos no podía vivir con sus padres. Odiaba todo lo que refería a los vampiros. Su cultura, su manera de vivir y sobre todo, la de alimentarse.

Le daba esgrima imaginar enterrar sus colmillos en la piel de alguien. Ni siquiera entendía lo enfermo que podían ser como para lastimar a un humano. Los cuales eran indefensos ante ellos. Pero SeHun debía ser realista, él seguía siendo uno y si los libros decían que necesitaba beber sangre, era porque iba a necesitar hacerlo.

Investigó, investigó tanto que ya sabia literalmente casi todo lo que debía saber. Los dieciséis años, esa edad era la clave. A esa edad iba a comenzar a necesitar de sangre para no perder la cordura y no ser un Buscado.

Buscado; se les decía a un ser sobrenatural que mata a un humano inocente o no. Y nadie quiere ser un Buscado, ni siquiera estar cerca de uno. Los Cazadores tenían un rastreador natural para con los Buscados y eso, damas y caballeros. Significaba simplemente la muerte.

Los cazadores eran ágiles y estrictamente entrenados para matar tanto vampiros como hombres lobos. Y nunca iban solos, siempre en grupo, para asegurar la caza.

Bien, volviendo a SeHun, él se hallaba aliviado, ya que aún tenia trece años y mientras tanto, podía pensar en alguna manera de alimentarse sin lastimar a un humano... Pero por una jodida mierda, ¿quién iba a darle de su sangre sin gritar de horror en en momento?.

La respuesta le cayo como un balde de agua fría, otro vampiro.

Primero muerto.

Los vampiros se dividían en aquelarres, normalmente en zonas adineradas y llena de lujos. A SeHun no le fue difícil acostumbrarse a ver hombres trajeados y en autos de última gama desprendiendo un olor ligeramente dulce; que era lo que definía a uno de los suyos. Unos olían más dulces que otros, pero todos eran lo mismo para él.

Los vampiros no son territoriales como los lobos, pero si median sus limites con otros aquelarres por respeto.

SeHun oficialmente odiaba a los vampiros. Todos los que ha visto hasta la fecha, eran arrogantes y usaban su notable belleza para conseguir lo que querían.

Los lobos también eran atractivos por naturaleza, pero no por ello eran arrogantes y manipuladores. Si tenían lujos, era gracias a su propio esfuerzo. No como los vampiros que vivían de lujos con el esfuerzo de otros.

SeHun ni siquiera sabe porque defiende tanto a los lobos si desde niño su manada lo aborrecía, pero pasando de eso. La manada de Gray haze era unida, eran files a su padre tanto que aceptaron que adoptara a un vampiro. Sólo que les costo aceptarlo a él. Y no los culpa, JoonMyun le contó que su manada era la más grande de esa zona, pero qué fueron atacados por un aquelarre que quería el territorio.

Los vampiros mataron a muchos lobos incluyendo a los padres de su madre. Su odio hacia los suyos aumento.

Su madre lo visitaba todos los fin de semana sin falta. SeHun siempre la recibía con un fuerte abrazo y una sonrisa brillante y tan rara en él.

SeHun ya tenía tres hermanitos; JiMin de seis. TaeHyung de cuatro y JungKook de dos. Los tres lo querían mucho, por más que les costará acostumbrarse a su olor dulce, lo reconocían como su hermano mayor. Gracias al esfuerzo de sus padres para inculcarle su particular caso.

Luego de saludar a SeHun los niños corrieron a molestar a Tao que se hallaba practicando wuzu en el partió trasero.

- ¿Cómo has estado, Hunnie?.- Le pregunta Hani dándole un cariñoso abrazo y revolviendo sus cabellos.

- Bien.- Respondió con una sonrisa y se sentó en el sillón central de la sala.- Madre, debo contarte algo.- Le dijo mirándola con seriedad.

Hani fruncio el ceño rápidamente.

- ¿Alguien te a molestado?.

SeHun negó.

- No.- Respondió. - Se trata sobre los vampiros.- Ni siquiera podía decir "mi especie".

Hani rápidamente se sentó junto a él y toco su frente preocupada.

- ¿Qué ha pasado? ¿has comenzado a sentir sed?.- Le preguntó como si se tratara de una mera enfermedad viral.

SeHun sonrió divertido. Su madre definitivamente no sabía mucho sobre las etapas vampíricas.

- No, pero es sobre eso.- Respondió quitando la cálida mano de su madre de su frente.- E investigado al respeto.- Hani le prestó total atención. - Ya sabes... Es por prevención. No quiero lastimar a nadie en un futuro. - Su madre asintió comprensiva.- La única manera de no hacerlo es...- Se le cerraba el estómago de solo imaginarlo.- Encontrando a mi alma gemela.- Su madre parpadeo sin comprender.- Seria mi mate, pero en mi raza.- Si, ya lo había dicho.

Su madre se incorporo con el horror estampado en su rostro.

- ¡No! ¡me niego a que tengas contacto con esa especie!.- Chillo alterada, había comenzado a temblar y negaba eufórica.- No, no, no... Debe haber otra manera.

SeHun se incorporo y la atrapo en un tierno abrazo.

- No madre.- Respondió sintiéndola temblar.- Si encuentro a esa alma gemela, solo necesitare beber de su sangre por la eternidad y así, no lastimare a nadie.

Hani lo abrazo con fuerza. Los lobos eran muy protectores y cariñosos. SeHun amaba eso de su familia porque lo hacían sentir realmente amado.

Luego de unos minutos Hani se sintió lista para hablar.

- ¿Y si no la encuentras?. - Preguntó rompiendo el abrazo ligeramente.

SeHun tomo un fuerte respiro.

- Tendré que beber sangre humana.- Hani gimió aterrada con la idea.- Pero no te preocupes, leí que hay lugares donde donan sangre para nosotros. Luego investigare al respeto. - Alegó.

Los ojos de Hani brillaron con esperanzas.

- ¿Y no puedes simplemente vivir de esa sangre?.- SeHun negó y sus esperanzas se esfumaron. - ¿Por qué?.

- No lo entiendo aun, pero leí que nuestro cuerpo necesita de vitalidad para prepararse a la vida eterna. La sangre donada no tiene eso. Solo es para engañar a nuestros sentidos durante un tiempo.

Hani suspiro derrotada.

- No quiero que te involucres con esa especie.- Se quejó.- Te llevaran por mal camino.- Lo miro realmente preocupada.

- No permitire que eso suceda.

\(^•^)√\(^•^)√\(^•^)√

⸜(｡˃ ᵕ ˂ )⸝✧*｡ Aquí el primer capítulo Hiikerii16. Espero te halla gustado, tanto a ti, como a las bellas personitas que pasaron a leer ( ˘ ³˘)♥ los amo a todos.