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Cristal (Especial 3k votos)

Se removió entre las cálidas savanas de su cama, extendiendo su mano para localizar el cuerpo de su alfa, al cual encontró en un par de segundos, abrazándose al instante. Su cuerpo era muy suave, mas de lo que acostumbraba, al igual que su aroma muy leve ¿Era por que sus sentidos se debilitaban al estar durmiendo? Tal vez, aunque le extrañaba demasiado.

Fue abriendo los ojos lentamente, y antes de siquiera poder ver algo, un gran peso cayó encima suyo, casi perdiendo el aliento por un segundo. Esa acción claro que terminó de despertarlo, y al mirar que causo aquella caída a su cama, se sintió feliz.

— ¡Feliz decimoquinto aniversario!— Exclamaron sus 3 hijos, sonriendo de oreja a oreja.

Claro que se conmovió por aquello, como sus hijos se veían tan felices, como lo abrazaban y besaban sus mejillas para felicitarlo, ademas de regalarle dibujos o cartas a mano.

— Muchas gracias pequeños— Agradeció dándoles un asfixiante abrazo a los tres, llenándolos de besos. Aunque su duda le impidió seguir asi por mas tiempo, pues faltaba uno de los protagonistas de dicha celebracion— ¿Donde esta su padre?

— Nos envió a despertarte— Respondió Mayumi.

— Dijo que te pongas esto— Esta vez habló Yuta, extendiéndole un pañuelo— No puedes ver la sorpresa.

— Estamos en un segundo piso— Mencionó Yuu algo preocupado ante la idea de bajar las escaleras a ciegas.

— Nosotros te guiaremos— Dijo la mayor, levantando a su padre de la cama— Rápido, hay que ir.

— ¿No puedo cambiarme primero?

— Tardas siglos en prepararte— Se quejó su unico hijo varón, empujándolo hacia la puerta.

— Ok, esta bien. Mayumi, carga a Koharu por las escaleras. Yuta, asegúrate de que yo no caiga por las escaleras— Mencionó mientras se ataba dicho pañuelo sobre los ojos.

Desde su matrimonio que ambos festejaban su aniversario, aunque solo planeaban algo elaborado cada 5 años, esta sería su tercera celebración por matrimonio, su sexta si contaba sus aniversarios de novios.

Bajó lentamente las escaleras siendo guiado por su hijo de 8 años, orando por no pisar en falso y que ambos rodarán por las escaleras, sus dos hijas iban detrás de ellos, bajando igual de lento. Se alivió al sentir el suelo continuo del primer piso, y pronto su hijo lo jalo por el pasillo hasta el jardin.

Ciertamente era una fecha ideal para desayunar afuera, inicios de primavera, las flores frescas y una buena racha de sol en la semana. Su hijo se detuvo y soltó su mano, aunque sabía que su esposo se encontraba detras suyo por el aroma de sus feromonas, tan relajante como de costumbre.

El fue quien le quito la venda de sus ojos, dejándole ver el gran desayuno que había delante.

— Feliz aniversario mi amor— Le susurró, besando su mejilla y abrazándolo desde atrás.

— Oh Ryo ¡Es hermoso!

Sin dudarlo se dio vuelta y al instante pegó sus labios contra los de su alfa, besándolo con tanto amor, y claro que este le siguió gustoso. Ambos se separaron al escuchar las quejas de sus hijos.

— ¡Son asquerosos!— Les gritó Mayumi, a lo que el alfa levanto una ceja.

— Con actos asi es como los creamos— Mencionó el castaño, recibiendo un leve golpe de su esposo— ¿Por que fue eso?

— Ellos aun son muy pequeños para saber como vienen los bebes al mundo— Susurró con tono acusatorio, mirando como su hija se veía mas asqueada que antes, ella era la única que sabía del tema y fue por accidente.

— No quería saber eso— Volvió a quejarse, tratando de sacarse aquella imagen de su mente.

Ambos mayores rieron, su hija aun no superaba esa charla, pero pronto lo haría.

Se separaron y sentaron en la mesa, dispuestos a desayunar. Habia una gran variedad de platillos, desde fruta fresca, waffles con crema, tostadas, mermeladas, mantequilla, leche, jugo exprimido, algunas cosas saladas para Ryota, quien no era tan fanático de lo dulce. Incluso habia un gran ramo de flores, camelias blancas.

— Hoy al parecer no habrá un desayuno tradicional— Mencionó entre risas, tomando algunas porciones de comida— Si desayunara asi todos los dias, saldría rodando.

— No te preocupes por las calorías y come.

Río ante el comentario de su esposo y comenzó a comer, acompañado de sus hijos, quienes estaban emocionados por tantos dulces en la mañana. Desde pequeños controló sus porciones de dulces, pero esta vez les dejaría comer un poco mas de la cuenta, no les haría tanto daño despues de todo.

Pasaron un desayuno tranquilo, sin ningun apuro por terminarlo, despues de todo era Sábado, y la escuela de sus hijos no abría esos dias, por lo que podían estar tranquilos.

— Bueno, hora de hablar del cronograma del día— Anunció Ryota, ganándose la atención dela familia— Apenas terminemos el desayuno, todos alístense para salir. Niños, se quedarán con la tía Hana mientras no estemos, por lo que llévense todo lo necesario. Yuu, nosotros saldremos, asi que ponte mas hermoso de lo que eres. Los quiero a todos listos en una hora ¿Entendido?

— Si señor— Dijeron sus hijos, levantándose al instante y entrando a la casa.

Yuu rio ante la hiperactividad de sus hijos, y se dispuso a levantarla mesa, siendo detenido al instante por su alfa.

— Deja que yo lo hago, tu ve a prepararte.

— ¿Planeas hacer todo hoy?— Preguntó levantando una ceja.

— Si quieres en la noche puedes hacerme lo que quieras, sabes que eso me gusta— Susurró coqueto, ganándose otro golpe en el hombro.

— Sigues igual de hormonal que cuando eramos jóvenes— Dijo entre risas— Pero bien sabes que me gusta mas cuando tu me lo haces.

— No me hagas querer follarte ahora, Yuu, apenas son las 10 de la mañana.

— Tu empezaste.

Sin decir mas, se adentró en la casa, volviendo a su habitación. Tras media hora de ducharse, ponerse dus cremas para proteger su piel, cambiarse y peinarse, ya se encontraba listo.

Se dirigió a la habitación de su hija menor, de apenas 3 años y medio, para poder cambiarla, pero grande fue su sorpresa al ver a Mayumi colocándole sus calcetines a Koharu, quien ya se encontraba cambiada.

— Mayu, no era necesario que lo hicieras, podia cambiarla yo.

— Papi te ocupas de nosotros los 365 dias del año, incluso durante tus celos, por un día puedo encargarme de mis hermanitos— Dijo la menor, conmoviendo a su padre— Disfruta tu día con papá. Ah, y casi se me olvidaba, Koharu...

— Quiedo un hemanito— Dijo la menor con dificultad al pronunciar, sonriendo de oreja a oreja.

Eso avergonzó al albino, y aun mas porque su hija mayor sabía cual era el proceso para conseguirlo y que explícitamente le dijera a su hermanita que pidiera su deseo en ese momento.

— ¿Esta es tu venganza?— Preguntó avergonzado mirando a la preadolescente.

— La próxima vez no hablen de ese tema delante de nosotros. Y Yuta tambien quiere un hermano— Dijo la mayor sonriendo, escapándose con su hermana en brazos antes de que su padre omega le dijera algo.

¡Genial! Sus hijos deseaban un nuevo integrante en la familia. Claro que no había problemas para eso, Yuu ya estaba recuperado del ultimo embarazo, aun estaba en sus años fértiles, tenían una buena posición económica con la que aun les alcanzaba para criar a otro niño y aun les quedaba un cuarto en la casa.

¿Entonces cual era el problema? Simple; agotamiento. Al fin estaban volviendo a la tranquilidad que tanto extrañaba tener despues de haber criado a 3 bebes, todos en diferentes tiempos, y un bebé en esos momentos se la arrebataría, al menos deseaba esperar un año mas y despues reconsiderarlo.

Sabía que Ryota no tenía problemas, desde que nació Mayumi le hizo saber que no tenía una cantidad ideal de hijos planeada, así como Koharu podía ser su ultima hija, tambien podía ser una tercera parte de lo que podría llegar a querer. Asi que si sus hijos les decían que querían un hermanito, el no se opondría.

Ryota no era un padre ausente como la mayoria de los alfas, que le dejaban toda la crianza al omega, al contrario, ambos se encargaban de los niños casi por igual Ryota se encargaba de ellos en la mañana y noche, mientras que Yuu en el resto de la tarde hasta la llegada del alfa, que usualmente era en la cena.

Realmente no podía quejarse de su esposo, si bien desde un inicio le dijo que ambos criarían a sus hijos a la par, no esperaba que fuera enserio. Los demás alfas no eran asi, solo deseaban tener hijos para mostrarlos como trofeos, mientras que el omega se encargaba de todo, dedicaba su vida a la familia.

En cambio, su rutina era diferente a la de xualquier Omega. Ryota siempre lo dejaba dormir en las mañanas, pues Yuu se acostaba a altas horas de la noche por sus proyectos de arte, siendo su unico tiempo libre. Su esposo se encarga de los niños a la mañana hasta la hora de escuela y de entrada a la empresa. Yuu se levantaba alrededor de laa 10 de la mañana, desayunaba a su tiempo y luego se encargaba de la casa en ese tiempo libre de su familia, no le llevaba mas de 2 horas por suerte, antes de comenzar sus rutinas, su familia dejaba todo en su lugar.

Luego se encargaba de las compras, ya fueran viveres o articulos de artística, si no era necesario se encargaba de alguna otra cosa en su casa, como el Jardín, siendo instruido por su tío varios años atras. A eso de las 3 de la tarde pasaba por sus hijos a la escuela, y ese era el tiempo que le dedicaba el 100% a ellos.

Alrededor de las 8 de la noche volvía Ryota del trabajo, con la cena casi lista, cenando todos en familia. Mientras el mayor se encargaba de acostar a los niños, Yuu preparaba el almuerzo de los niños (que solía ser lo mismo que cenaban solo que mejor distribuido). Luego se internaba en su estudio a terminar sus cuadros pedidos. Ryota solía prepararle un cafe, a veces se quedaba con él para hacerle compañia o ayudarlo posando, pero desde algunas semanaa que no pasaba.

Era consciente que gracias a sus trabajos y a los niños ya no tenían tanta intimidad, si bien mantenían su vida sexual al menos 3 veces al mes y eso era gracias a su celo, en el pasado podían tener hasta 4 veces por semana, extrañaba esos tiempos. Amaba a sus hijos y no se arrepentía de tenerlos, pero a veces deseaba privacidad con su alfa, aun eran jóvenes, tenían 33 años, muchos betas a esa edad recien pensaban en casarse, es normal querer tener una vida sexual activa con tu pareja.

Sin dudas aprovecharía ese día para estar con su esposo, la abstinencia que ambos estaban manteniendo lo tentaba a encerrarse con su esposo en la habitación y hacerle el amor como si estuvieran en celo, pero iba a contenerse, era una fecha importante, celebraban 15 años de matrimonio, 15 maravillosos años de los que no se arrepentía.

Volvió a su habitación y tomó un bolso, guardó algunos objetos personales, asi como el regalo que planeaba darle a su esposo por su aniversario. Una vez listo bajo rápidamente las escaleras, encontrándose con los niños y su esposo esperándolo.

— ¿Ya estas listo?— Pregunto el ms alto, recibiendo la afirmativa del albino— Bien, hora de irnos.

Todos salieron y se subieron a la camioneta, y en menos de 10 minutos ya se encontraban frente a la casa de la amiga omega del albino. Esta ya estaba esperándolos en la puerta, sabía por parte del castaño que pasarían a esa hora.

Los niños no dudaron en correr hasta la mujer, abrazándola cariñosamente, era como una tía para ellos y la adoraban, al igual que ella los consideraba parte de su familia.

— Buen día tía Hana— Saludaron los 2 mayores, haciendo sonreír a la mayor— ¿Y Koko?

— Ella esta adentro terminando de bañarse, pronto la veran.

Ambos niños asintieron, volviendo con sus padres, quienes ya habían bajado con la integrante mas pequeña y sus bolsos del auto.

— ¿Estas segura que podrás encargarte?— Preguntó Ryota, a lo que la omega asintió.

— Descuiden, cuidare muy bien a los pequeños, es su aniversario, disfrútenlo, me encargaré de todo aquí.

— Esta bien. Es hora de despedirse niños.

Al instante de escuchar a su padre, los pequeños se abrazaron a ambos, algo que confundió un poco a Yuu, no era la primera vez que se quedaban con Hana, incluso pasaron mas de un dia con ella, y no se despedían de esa forma.

Desde que Yuta nació los dejaban con Hana cuando tenian sus celos, antes dejaban a Mayumi con Kami por ser su ahijada, pero al incrementar sus horas de trabajo, Hana se hizo cargo, ademas de que tenía una hija de la misma edad de Yuta, Kokoa, y ambos niños la adoraban.

Los niños se separaron tras unos segundos y entraron corriendo a la casa, en busca de su amiga, los 2 eran demasiado enérgicos. Yuu le extendió su hija a su mejor amiga, y tras unas palabras de despedida, la pareja partió.

Ryota se aseguró de haberse alejado lo suficiente de la casa de la omega, y tras frenar en una esquina, se desabrochó el cinturón de seguridad e inmediatamente atacó los labios de su omega de forma hambrienta, quien le siguió el ritmo al instante.

— No te das una idea de cuanto deseaba besarte— Murmuró sobre los labios del albino, procediendo a morder el labio inferior y luego introducir su lengua.

El ritmo que llevaban era peligroso, aun estaban en los suburbios, a plena luz del día, un fin de semana, sin duda alguna alguien los vería, y por como iban las cosas, no se detendrían con solo un beso. Yuu separó a su alfa, dejando un hilo de saliva que los conectaba, ambos con la respiración agitada y sus mejillas sonrojadas.

— Hay que seguir, esto deberíamos hacerlo en un lugar mas privado— Mumuró acariciando la mejilla de su alfa, quien lo comprendió al instante y se separó.

— Sabes bien que esta noche no voy a dejarte dormir ¿Verdad?

— Me decepcionaría que me dejaras dormir en nuestro aniversario.

— Lo mismo digo— Sonrió el castaño, luego volvió a su asiento y siguió conduciendo.

Yuu prefirió mirar por la ventana, perdiéndose en el color del cielo, una mañana tan azul con nubes tan esponjosas como algodón que parecía sacado de alguna pintura. Era una vista hermosa.

Comenzó a extrañarse al ver como se alejaban cada vez mas de la ciudad, entrando a la carretera, denotando que sería un viaje largo. No sabía a donde se dirigían, pero tampoco se molestaba en preguntar, solo se quedaron conversando durante el viaje.

Tras 2 horas llegaron a su destino, y hace una hora Yuu ya sabía donde estaban. Al bajarse del auto pudo sentir el aroma a bosque que tanto le recordaba a su esposo, viendo la cabaña en medio de la gran arboleda.

En aquella cabaña pasaron su luna de miel, que por la universidad pospusieron para las vacaciones de verano, y fue una hermosa semana. El bosque estaba un poco alejado del pueblo por lo que vivían en completa privacidad, ideal para pasar un tiempo a solas, y eso era lo que mas deseaba.

— ¿Nos quedaremos aqui por hoy?

— Lo haremos, pero por una semana.

Yuu no lo dudó, al instante se abalanzó a los brazos del alfa, rodeando su cuerpo con sus brazos y piernas, estaba completamente feliz, tendría a su esposo por una semana completa, solo ellos dos, como en los viejos tiempos. Claro que esa felicidad no duro demasiado, al instante recordó un pequeño detalle.

— ¡Espera! ¿Y nuestros hijos?

— Tranquilo, ya lo hablé con Hana. Ella se hará cargo, y si hay algún problema, tenemos a Kami, Kensuke, Haruki, incluso a Yoichi. Todo estará bien ¿Si?

— ¿Y tu trabajo?

— Eiko se encargará, sabes que ella es muy confiable.

— Esta bien, pero en la noche llamaremos a los niños.

— Esta bien, pero por ahora solo somos tu y yo— Dijo tomando la mano del mas bajo y extendiéndole a su vez una valija, la cual no se habia dado cuenta de que habían llevado— Y por si te preguntabas, ya te empaque ropa en la semana, no fue muy difícil hacerlo mientras estabas en el estudio.

— Ahora entiendo por que no encontraba mis camisas para usar hoy, pense que estaban para lavar.

Sin decir mas entraron en la cabaña. Era de un tamaño ideal para una pareja. Contaba con una sala de estar bien equipada, una cocina de concepto abierto, la cual ya estaba equipada de comida, junto a una mesa con dos sillas. La habitación contenía una cama King Size, llena de almohadas, ademas de algunos muebles básicos para guardar sus pertenencias, y un gran baño con una tina profunda y espaciosa.

Aquella cabaña fue construida el mismo año en que ellos se casaron, fueron los primeros en usarla, lo que pensaban seria un simple alquiler por su luna de miel, termino siendo una compra, la cual le sacaron provecho algunas veces, era su refugió, su escondite, que solo le pertenecía a ambos.

— ¿Te gusta mi sorpresa?— Le preguntó el alfa, abrazándolo por la espalda, haciendo sonreír aun mas al omega.

— Me encanta, pero me gusta mucho mas poder estar aqui contigo.

— ¿Comenzarás tu con el momento cursi?

— Culpemos al aniversario— Bromeó y se volteó para quedar de frente a su esposo, abrazándose de su cuello— Gracias, por todo.

Ryota sonrió, sabía que no se refería al viaje, sino a su compañía durante todos esos años, a todo lo que pasaron juntos. Se inclinó apenas unos centímetros para poder besar a su omega, sintiendo sus cálidos labios envolverlo gustoso.

Tomo al mas bajo de sus caderas, haciendo que se abrace con sus piernas a su cuerpo, y los dirigió hasta la cama. Acostó delicadamente a su esposo, quedando encima de este, y al separarse del beso, lo miró a los ojos.

— Debería agradecerte a ti, gracias por estar 17 años conmigo, 16 años marcados, 15 años de matrimonio, 11 años de paternidad, no hay nadie mas con quien desee pasarlos. Te amo

— Yo tambien te amo— Dijo Yuu, acariciando el rostro de su alfa— Eres lo mejor que me pasó en la vida

— Me alegra saberlo— Sonrió e interno sus manos por debajo de la camisa de Yuu, accion que lo hizo reír.

— ¿Ya quieres hacerlo? Acabamos de llegar.

— Dijiste que podíamos hacerlo en un lugar mas privado ¿Estar a 2 kilometros del pueblo mas cercano no es lo suficientemente privado como para hacerlo?— Murmuró sobre sus labios, esperando a que el albino le diera luz verde para continuar— Ademas, se que tambien lo quieres, estas desprendiendo feromonas como si fueras a entrar en celo.

— Trato de prepararme, debo lubricarme si quiero hacerlo sin problemas.

— Entonces déjame ayudarte— Murmuró comenzando a dejar besos sobre la mandíbula de su esposo, acariciando sus pezones en círculos— Te haré sentir bien hasta estar satisfecho.

Yuu comenzó a jadear, entre los besos que descendían hasta su cuello y las caricias de su alfa en una de sus zonas erógenas comenzaban a hacer efecto. Se removió impaciente debajo del cuerpo contrario, y al ver que no surtía efecto, interno sus manos bajo la camisa del castaño, quien lo miró sugerente al sentir un tacto calido en su cuerpo.

— ¿Quieres tocar?— Preguntó al separarse, mirando divertido al albino.

— La ropa estorba.

— Entonces quitamela— Desafío aun mas divertido con la situación, viendo como sin dudarlo el mas bajo se incorporó y fue abriendo los botones, desde el cuello hasta el torso— Yuu se ha vuelto un experto en esto, la primera vez tardaba mas de un minuto por botón, y ahora en menos de un minuto me desvistió.

— Aprendi del mejor, y no es lo único que sé.

— Si no es molestia, muestrame lo que sabes.

Esa era su señal para tomar el control y no iba a desperdiciarla. Recostó al alfa sobre la cama y se posiciono sobre este, dejando sus piernas a cada lado de la cadera contraria, y sin esperarse mas atrapó sus labios en un beso necesitado, internando su lengua en la cavidad ajena.

Mientras tanto iba acariciando el pecho contrario, centrando sus pulgares sobre sus pezones. Los alfas no eran tan sensibles en aquella zona como lo eran los omegas, pero esa simple acción lograba excitar a su esposo, lo suficiente como para que su erección comenzara a despertar.

Bajo sus besos por su mandíbula hasta su cuello, marcándolo y chupándolo a su antojo, tras varios años juntos, aprendió que esa era una zona sensible y altamente estimulante para su alfa.

Siguió bajando hasta llegar a su pecho, acariciándolo con su lengua, sintiendo las vibraciones que emitía el cuerpo contrario, lo estaba disfrutando. Trazó una linea por medio de sus abdominales, terminando en el borde de sus pantalones.

Dio una mirada a su esposo, no pidiendo permiso, sino dando un aviso de lo que seguiría. Desabrochó su pantalón y lo bajo con su ropa interior de un tirón, dejando expuesto el miembro erecto del castaño. Sonrió en sus adentros, logró poner duro a su alfa sin necesidad de tocarlo o restregarse contra este.

Lo tomó con una de sus manos mientras se posicionaba entre sus piernas, peino su cabello hacia atrás para que no le estorbara, y sin esperarse mas engulló el miembro en su boca. Pudo escuchar el ronco gemido que Ryota dejó salir, y eso le dio la motivación suficiente oara comenzar a lamerlo lo maximo posible.

Se ayudo con una de sus manos para masajear la base de este y sus testículos, tratando de estimularlo aun mas. Su meta era hacer que se viniera antes de la penetración, no solis suceder porque su alfa perdía la calma antes de ello y lo penetraba antes, pero esta vez no se lo permitiría.

De la nada se separó completamente del miembro de su alfa y lo miró a los ojos, sonriendole inocentemente. Aquella acción repentina confundió demasiado al mas alto, pero antes de siquiera poder formular una palabra, el omega volvió a engullir todo el miembro en su boca, dejando que la punta tocara su garganta.

No supo si fue por la grata sensación o la sorpresa, pero eso se había sentido demasiado bien, y Yuu mantuvo aquella sensación al crear embestidas con su cabeza, golpeando aquella zona en su boca varias veces con la cabeza de su miembro.

— M-Mierda Yuu... ¿C-Cuando te volviste tan bueno?— Pregunto entre jadeos, no solo su lado humano lo estaba disfrutando, su lado alfa estaba despertando, y si lograba hacerlo, estaba seguro que la cama no sería suficiente para calmar su excitación.

Yuu siguió moviendo su cabeza, hasta sentir como el miembro en su interior comenzaba a hincharse, por lo que se trago su dolor y cansancio y aumento la velocidad de sus movimientos. Sintió como el alfa lo tomaba del cabello y le ayudaba a marcar el pasó que le estaba haciendo ver las estrellas en plena mañana, y con solo volver a masajear sus testículos, Ryota se vino dentro de su boca.

Realmente dolió por la hinchazón del nudo, ademas de sentir el esperma caliente correr por su boca sin una pista de que fuera a parar en cualquier momento. Tuvo que quitarlo de su boca a la mitad, manchando su rostro en el proceso.

Como pudo trago parte del semen, y la otra parte la dejo caer en sus manos lentamente desde su lengua, esa era sin duda alguna una de las imagenes mas eroticas que habia visto Ryota de su omega, volviendo a ponerlo duro con solo aquello.

Yuu lo miró a los ojos, volviendo a sonreirle, solo que esta vez no habia una chispa de inocencia, ni en su sonrisa, ni en sus ojos, solo se podia reflejar el deseo que tenía de ser tomado, como si estuciera en celo.

— ¿Y bien? ¿Te gusto mi demostración?— Preguntó coqueto, sorprendiendo a su alfa, Yuu normalmente se avergonzaría de decir un comentario asi, pero no se quejaba, le gustaba ver esa faceta, verlo tomar el control.

— Fue la mejor mamada que me has dado en todos estos años— Suspiró excitado, incorporandose para quedar mas cerca de su omega.

— Me alegra, pero ahora... ¿Quieres verme prepararme o prefieres hacerlo tu?

Ryota sintió que su cabeza iba a explotar ¿Como podía preguntarle algo asi? Ni que le hubiese preguntado que deseaba desayunar, esa pregunta debía ser ilegal, no era tan simple contestarla.

Moría por tocarlo y hacerlo suyo en ese preciso momento, pero ver que su omega, o mas bien que Yuu, se preparaba delante de sus ojos, era tan raro como la alineación de los planetas en el sistema solar. Era un debate entre sus necesidades como alfa y como humano, batallando dentro de su cabeza sin cesar en pocos segundos.

Yuu lo notó, por lo que lentamente fue recostandose en sus codos, justo delante del alfa. Abrió sus piernas, dejando ver su entrada, la cual estaba comenzando a lubricarse. Dirigió la mano que tenia el semen del castaño a su entrada y sin dudarlo introdujo 2 de sus dedos dentro, gimiendo al instante, el semen hacia un buen trabajo como lubricante.

Ryota dejo de debatir al ver a su esposo prepararse, moviendo sus dedos como si fueran tijeras, con sus mejillas sonrojadas, sus ojos cristalizados, y dejando escapar leves gemidos de su boca. Era una puta obra maestra, y sucedía justo delante de sus ojos. Yuu paso de 2 a 3 dedos, aun expandiendo su entrada al moverlos, y al sentirse lo suficientemente preparado, comenzó a penetrarse, sacándolos e introduciendolos en un ritmo continuo, simulando que ese era el de su alfa, aunque era muy obvia la diferencia.

— Mmmh, Ryota— Gimió excitado, acelerando los movimientos.

Ese fue el momento en el que la razón de Ryota se quebró, o mas bien, cuando su lado alfa lo obligó a actuar. Se abalanzó sobre su omega, quito la mano de su interior, y cuando este iba a quejarse, introdujo todo su miembro de una sola embestida, robándole un gemido mas sonoro.

— Mierda Yuu, ¿Desde cuando eres tan sexy?— Preguntó y antes de siquiera tener una respuesta, comenzó a moverse.

— T-tras vivir 15 años juntos aprendí varias técnicas para seducirte, ademas de conocer que es lo que te gusta— Respondió satisfecho de que su plan saliera a la perfección, despues de tanto tiempo su alfa se lo estaba haciendo como en los viejos tiempos, con amor pero sin delicadeza alguna.

Ryota comenzó a masajear su trasero, mientras aumentaba el ritmo de las embestidas, Yuu se estaba sintiendo en el paraíso, era tan bueno que sentía que podría morir. Yuu lo tomo de la mandíbula y antes de que pudiera darse cuenta estaba penetrando su boca con su lengua, creando una lucha entra ambas, si ya se sentía morir, dejarlo sin aliento perpetuaba mas esa sensación.

El alfa afianzo su agarre en el trasero de su omega y lo levanto, dejándolo sentado sobre su miembro, alzandolo y tirándolo hacia abajo de estas para marcar el ritmo. Yuu intento mantenerlo, moviendo sus caderas de arriba a abajo, autopenetrandose con el gran miembro de su esposo.

—Agh... Hazlo más rápido, más fuerte— Pidió en un gemido, abrazándose a la espalda del castaño, incrustando sus uñas en ella.

— Yuu... Yuu, deseo embarazarte, quiero venirme muchas veces dentro— Jadeo sin parar de moverse— ¿Tendrías a mi cuarto hijo?

— Te daré todos lo que quieras— Respondió completamente excitado, sintiendose uno con su lado omega, ambos extrañaban a su pareja y por ello es que ambas partes estaban tan descontroladas en los dos individuos, tanto como para hacerles perder la razón— Lléname, ve mas profundo y lléname.

Ryota no necesito mas, volteo a su omega, dejándolo en cuatro contra la cama, y volvió a penetrarlo, aumentando el ritmo de uno que acostumbraba aplicar estos últimos años a uno brutal, como cuando estaba en celo.

Oían la cama golpear contra la pared, pero no les importaba, despues de todo estaban en medio de un bosque, sin nada mas que arboles en 2 kilometros a la redonda, eran libres de hacer todo el ruido que desearan.

Tras un par de embestidas mas, Yuu se vino en las sabanas, soltando un sonoro gemido agudo. Al sentir las paredes de su omega contraerse contra su miembro, Ryota terminó anudando dentro de Yuu. Ambos gimieron al sentir como el nudo comenzaba a formarse.

— Mierda... Creo que aun no perdimos el toque.

— Aun somos jóvenes, hace 2 meses cumpliste los 33, me falta medio año para cumplir los 34, obviamente no perderemos el toqué— Se quejó el omega, haciendo reír al mayor— Y mas te vale demostrarme en esta semana a solas lo saludables y jóvenes que somos.

— Las veces que lo desees— Murmuró besando la espalda de su esposo para relajarlo— Y lo siento, me deje dominar por mi alfa y anude en ti.

— No te disculpes por ello, yo tambien me deje dominar por mi omega y no te detuve. Estas cosas pasan a veces.

— Pero se que aun no quieres embarazarte.

Aquel comentario tensó a Yuu, no esperaba que Ryota supiera ello, ni esperaba tener esa charla en su viaje. Era obvio que Ryota aun deseaba mas hijos, y le dolía no poder cumplir con su deseo.

— Lo siento.

— Hey, no te disculpes— Dijo el alfa preocupado de haber dañado a su omega con ello, besando su mejilla repetidas veces para calmarlo— Esta todo bien, no necesitas hacerlo si no quieres.

— Pero tu si quieres mas hijos, y yo no...

— ¿Crees estar bien con 3 hijos o crees que no es un buen momento para un cuarto bebe?

— Los niños quieren un hermanito.

— No pregunté eso Yuu ¿Que es lo que TU quieres?

— Yo quiero mas hijos, pero no por ahora— respondió avergonzado, sintiendo como su esposo se abrazaba a su espalda.

— Y esta bien, no necesitas complacerme si lo que harás no te gusta. Es cierto que me gustarían mas niños, no tengo una cantidad exacta definida, pero no necesitas darmelos si no quieres. Con tenerte a mi lado me basta.

— ¿Y si por lo que resta del año no quiero ningún embarazo?

— Incluso si no quieres más estará bien, es tu decisión.

— ¿Y que le diremos a los niños? Estaban ilusionados con la idea de un hermanito.

— Simple, que sus papis necesitan darse mucho mas amor para tener un hermanito.

— ¿Piensas chantajear a nuestros hijos para tener mas sexo?

— "Hacer el amor" Yuu, y no es chantaje, son hechos ¿Tu por que no quieres uno ahora? ¿No es por eso?

Yuu guardó silencio ante aquella pregunta, volteandose para no ver al alfa. Al escuchar la risa de este supo que él confirmo sus sospechas. Ciertamente una de las razones era porque deseaba pasar mas tiempo con su alfa, pero no esperaba que él lo descubriera.

— Como sea, traje pastillas por si terminaba anudando dentro de ti. Estan en el bolsillo de mi mochila— Comentó Ryota, saliendo del interior del albino al sentir que el nudo bajó, admirando como el semen se escapaba de su entrada— Tambien traje condones, solo que por la excitación del momento no los saqué.

— Menos mal, o mi omega no hubiese aguantado con tantas pastillas— Suspiró Yuu, levantándose de la cama con algo de dificultad.

Sus músculos dolían, pero deseaba encargarse del problema antes de que se hiciera maa tarde, cada minuto que pasaba eran menos probabilidades de efectividad.

Tomo las pastillas del lugar indicado, ademas de aventarle los condones al castaño para que los guardara en la mesita de noche. Se dirigió a la cocina y tomo la pastilla junto a un vaso de agua, sintiéndose más seguro al haberla tragado.

Tras aquello ambos tomaron un baño en la tina, relajándose con la espuma, el agua tibia, y el aroma de las feromonas de cada uno. Yuu se sentía cómodo estando recostado sobre el pecho de su alfa, quien lo abrazaba desde atrás, acariciando de vez en cuando su abdomen.

— Creo que mi lugar favorito de todos es una tina— Comentó el castaño, llamando la atención de su pareja— Porque siempre, tras hacerte el amor, nos quedamos aqui recostados, hasta volvernos pasas. Y es el momento en el que mas realizado me siento.

— Y pensar que otros alfas dirían que su lugar favorito es estar dentro de su omega— Comentó Yuu, robándole una carcajada al menor.

— Ese es mi segundo lugar favorito.

— ¡Que idiota! Acabas de arruinar todo el romance— Se quejo el omega, golpeando levemente el pecho de su alfa con su codo.

— Técnicamente fuiste tu por el comentario, pero ya me conoces.

— Como sea. Para mi, mi lugar favorito es nuestra cama.

— Claro que lo es, si eres un bebé dormilón.

— En mi defensa tus feromonas son muy relajantes, y eres tan calentito que cuando me acurruco contra ti, termino durmiendo. Hasta los niños se dormían estando contigo.

— Touche.

— ¿Tienes hambre?

— Quiero estar un rato mas asi, la comida puede esperar.

— Ok, como quieras.

Yuu volvió a acurrucarse sobre el cuerpo de su alfa, sintiendo gustosamente las feromonas de este relajar su lado omega. Tal ves podia calificar ese lugar como su segundo lugar favorito de todos.

[***]

— ¡Salud!

El tintineo de las copas de cristal se hizo presente en aquella silenciosa noche. La pareja estaba sentada en la mesa, compartiendo su cena de aniversario que tras varios contratiempos lograron terminar de preparar.

— Como siempre, esta delicioso— Comentó Ryota al probar la carne que habia preparado el omega— Lamentablemente no puedo decir lo mismo de mis papas.

— Eso te pasa por haberte quedado viéndome mientras me cambiaba en ves de ver el horno— Respondió de forma acusatoria, por suerte la comida no se habia quemado, aunque las papas estaban mas bronceadas de lo que deberían.

— Culpable ¿Cual es la sentencia?

— Lavar los platos.

— Condena aceptada.

Yuu no pudo evitar reír por eso, a pesar de estar hace tantos años juntos, habían algunas cosas que no cambiaban, y eso le alegraba.

Siguieron comiendo mientras charlaban, hasta llegar a la hora del postre, que a diferencia del ambiente romántico de la cena, este era recostarse en el sofa de la sala, acurrucarse y comer un pastel helado.

Eso a Yuu le recordaba a sus pimeros meses de novios, solo estar acurrucados en el departamento de Kensuke, tal vez sin hacer mucho, solo estar juntos. Culpaba a aquel tiempo por el hecho de ser tan necesitado con contacto por parte de su alfa, pero a la vez, no se arrepentía.

— Bueno, creo que es hora del intercambio— Dijo Ryota, separándose de su esposos solo para aproximarse a una bolsa de regalo que habia dejado a un costado cuando prepararon el postre— ¿Me recuerdas lo que eran los 15 años de matrimonio?

— Cristal— Respondió Yuu, igualmente con una bolsa que tomo en el momento que su alfa lo habia hecho.

Era una tradición que habian implementado. Comunmente los matrimonios se regalaban algo con un material representando el año de bodas. El primer año fueron Bodas de papel, Ryota le regalo una carta, mientras que el le regalo algunas fotos de su primer año de casados.

El tercer año, bodas de cuero, fue sin dudas el mas excitante, un regalo sexual. Ambos tenian 21 años, jóvenes hormonales, implementar correas a su vida sexual bajo la excusa de un regalo fue lo mejor que se les ocurrió, pero no se arrepentían de nada.

Quinto año, bodas de madera, pasaron su aniversario en la cabaña, aunque fue solo un dia por la corta edad de Mayumi, quien había cumplido 4 meses.

Octavo año, bodas de bronce, un viaje en crucero, del cual aun creen que de alli consivieron a Yuta.

— Bien, entonces aquí esta tu regalo. Feliz aniversario mi foquita— Dijo extendiendole la bolsa.

— Feliz aniversario lobito— Dijo Yuu, recibiendo su regalo y entregandole el suyo a su alfa

— Wow, contadas son las veces que me llamas asi.

— Solo cuando me llamas foquita— Mencionó el mas bajo.

Yuu llamaba así a Ryota, Lobito. Desde que el alfa comenzó a llamarlo foquita y le exigió un apodo, busco algún apodo para ponerle, aunque al inicio no se le ocurrió nada, no fue hasta que entraron a la universidad que se enteró que el Clan de Ryota era sucesor directo de lobos, siendo el Clan mas prestigioso. Claro que al comprar a Ryota con un lobo las diferencias en actitudes no eran tantas, por lo que cada vez que él lo llamaba "Foquita", lo llamaba "Lobito".

Yuu revisó con cuidado su regalo , pues al ser cristal el material predominante, estaba seguro que era algo frágil y podría jurar que lloraría si llegaba a romperlo por un descuido.

Ambos abrieron sus regalos, mirandolos con adoración una vez estuvieron en sus manos. Yuu recibió un set de plumas de cristal, mayormente usadas para la caligrafía, hace varios años quería una pero no sabía donde conseguirlas, incluso tenia grabado su apodo, algo que le causo bastante gracia.

Por su parte, Ryota recibió una bola de cristal, la cual en su interior tenia grabada una foca y un lobo, una decoración hermosa que solo ellos podrían entender el significado.

— Es hermoso, esto irá directo a mi oficina— Comentó el alfa mientras miraba de todos los ángulos posibles a su regalo.

— Tambien son hermosas, realmente las aprecio Ryo— Dijo extremadamente feliz, dejando de lado la caja con sus plumas, con sumo cuidado, para luego subirse al regazo del alfa y abrazarse a él, inundandolo de sus feromonas— Muchas gracias mi amor.

— Gracias a ti, por estos 15 años. Te amo Yuu.

— Y yo a ti. No sabes cuanto.

Volvieron a besarse, transmitiendose todo el cariño que sentían el uno por el otro, aunque la marca ya se los demostraba por si solos. Al fin ambos eran felices tras sus duros primeros años, y estaban agradecidos por haberse encontrado y dado una oportunidad, eran el apoyo que siempre habían necesitado y no lo supieron hasta hace 17 años.

Tras hacerle el amor por segunda vez, Ryota se abrazo a su omega, quien calló dormido al instante, no pensaba detenerse allí pero no le importo hacerlo, ademas que la idea de dormir acurrucado al albino le resultaba relajante y por sobre todo necesario.

Su alfa se sentía bien,su lado humano tambien, y eso bastaba, Yuu era su bienestar, y si Yuu era feliz, él también.

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Buenaaas, hasta aquí el especial. Esto fue escrito para celebrar los 3k de votos, aunque tambien llegamos a las 37.8k de leídas, les agradezco muchísimo el apoyo que esta recibiendo la historia.

Paso a recordarles que estoy escribiendo las historias de las demas parejas secundarias, actualmente estoy publicando la historia de Kensuke, aunque próximamente pienso sacar la de Yoichi (Yuji tambien esta incluido en ese libro, aunque su historia no es tan larga).

Dudo cerrar este libro porque puedo seguir sacando especiales, ademas de hacer avisos, pero recuerden que en si la historia esta terminada.

Devuelta muchas gracias por todo su apoyo, cada voto, cada comentario (enserio, leerlos me levanta muchísimo el animo 🥺).

Si quieren algun dia puedo publicar fanarts de como me imagine a los personajes y comprobar si ustedes los imaginaban parecidos (dibujo en estilo manga y realista, por si les llama la atención 😁).

Me despido, hasta el próximo especial o capitulo de alguna otra historia. Les amo 💕🌈

L.C

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