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5 "Festival"

Al salir pudo escuchar unos pequeños gritos ahogados de sus amigas, quienes se emocionaron con tan solo mirarlo. Y justo cuando estuvieron por gritar algo, Yuu habló.

— Juro que como griten siquiera una letra, las ignoraré por el resto del día— Dijo tratando de conservar la calma y demostrar seriedad, aunque estaba que se lo comía la vergüenza.

— Te ves lindo Yuu— Dijo Hina tratando de no gritar de la emoción— Realmente te ves muy adorable, te queda completamente. Nuestra foquita ártica evoluciono hasta una bella esquimal.

— Siento que acabo de perder lo que me quedaba de dignidad— Se quejo tras un suspiro, deseaba desaparecer— Solo espero que ninguno de mis familiares me ve....— Quiso gritar apenas lo recordó, sus primos irían, al igual que Hanako, y Ryota pasaría por el en su tiempo libre.

— ¿Que pasa Yuu?— Preguntó Hana al ver su estado de pánico.

— Vendrá mi familia— Respondió tratando de conservar la calma y no arrancarse los pelos de la peluca— ¿Y ahora que hago? Conociéndo a mis primos seguramente me tomarán fotos, luego las pondrán en un ridículo album y lo adorarán como un tesoro nacional.

— No creo que pueda ser tan malo— Decía Hana tratando de calmar a su amigo, pero al ver la reacción de las demás entendió que no podría defenderlos esta vez.

Trató de pensar en algo que le salvase de esa situación, pero no había nada que no ameritara empeorar la situación. Finalmente se rindió y aceptó aquel destino, y como si el mundo quisiera probarlo, ambos hermanos aparecieron.

Y como creyó, primero ambos se rieron, luego le comenzaron a tomar fotos, por último se pusieron a laa defensiva con cualquier chico que lo viera, a pesar de que todos sus compañeros eran betas, los alfas estaban en su propia clase, como Ryota. Tuvieron que sacarlos casi a patadas para poder terminar con los últimos preparativos del café y abrirlo al público.

Comenzaron bastante bien, se llenaba el salón a medida que pasaba el tiempo, algunos clientes pedían sacarse fotos, él realmente no quería ello, ya que se consideraba ridículo en ese disfraz, pero no le quedaba de otra.

Debía admitir que los halagos de las clientas lo alegraban, aunque las sugerentes miradas de algunos hombres lo incomodaban y arruinaban su buen humor, el cual por obvias razones debía ocultar tras una sonrisa.

En uno de esos momentos, le tocó atender a una chica que asemejaba su edad, aunque llevaba un aspecto bastante anticuado a comparación de como sus amigas se vestían usualmente.

— Bienvenida al cafe CGB ¿Que desea?— Preguntó tratando de sonar lo mas dulce posible.

— Quisiera un te helado y un cupcake— Dijo la chica amablemente.

Enseguida tomó la orden y se fue a buscarla. Al volver dejó su pedido en la mesa y decidió a esperar a que lo volvieran a llamar o pedir algo, sin darle demasiada importancia a la chica frente a él.

— Realmente te ves muy bien Yuu-chan— Dijo la chica, sorprendiendo bastante al mencionado.

Muy pocas personas lo llamaban asi, y no es como que tuviera una placa con su nombre para que lo adivinara, o que sus compañeros lo llamaran recientemente como para haberlo oído. Volteó a ver a la supuesta chica y su sorpresa aumento aun más al descubrir de quien se trataba.

— ¿Hanako? No noté que eras tu ¿Que haces vestida asi?

— ¿Que? ¿Me queda mal? Así solía vestirme en mi juventud.

— Eso es obvio, ya nadie usa ese tipo de gafas con trenzas ahora

— ¿Me estas tratando de vieja? Si soy mas joven que tu tío— Se quejó la mayor

— Claro que lo eres, por 3 años, y sus propios hijos ya lo consideran viejo desde hace 5 años.

— Ash, que importa— Dijo ya rendida— Vine así porque es la única manera de poder disfrutar del festival tranquilamente, sin que nadie me reconozca como cabeza de la familia Ichinose.

— ¿Cabeza? ¿No que tu esposo es la cabeza?— Preguntó confundido.

— ¿Quien te dijo tal mentira?— Preguntó desconcertada— Mi apellido es Ichinose, mi esposo al casarse conmigo se cambio el apellido por Ichinose. El se encarga de la sede principal, yo me encargo de las sedes internacionales desde mi casa, pero cuando me necesitan por alli suelo viajar, aunque no lo hago desde hace 9 meses. Mi esposo es el propietario del 50% de la empresa, ya que al casarnos su empresa familiar y la nuestra se fusionaron.

— Ya veo, siempre creí que el era la cabeza. Solo tengo una duda ¿Como es que resultó que tu quedaste como cabeza y el cedió a tu apellido?

— Mi voz es más fuerte que la de él— Respondió tras darle un sorbo a su te helado— Aun así no quería someterlo completamente, por eso compartimos decisiones, pero últimamente estuvimos en desacuerdo sobre nuestros hijos...— Al darse cuenta de lo que estaba diciendo, guardó silencio y buscó otro tema de conversación— Seguramente Ryota se sorprenderá al verte, se quedará embobado.

—  Me sorprende que te lo tomes tan ligeramente que salimos, yo aún no pude decirle a mi tío.

— A mi me hace muy feliz saber que esten juntos. Desde mucho antes de que ustedes se conocieran quería que fueran pareja, aunque claro, nunca habría obligado a mi hijo a quererte. Me alegra que lo hagan por ustedes mismos, y creo que Ken lo hará también— Dijo felizmente— Por cierto, seguramente tambien te guste ver a Ryota, se ve muy guapo ahora mismo, aunque ya de por si es guapo, sacó el lado bueno de su padre y del mío

Se nota que es su madre— Pensó al escucharla.

— ¿Saldrán hoy?— Preguntó sonriente, aunque ya sabía la respuesta al ver a su hijo en la semana.

— P...Puede que si. Dijo que pasaría por mi en mi descanso.

— Por como es él debe estar contando los minuto— Dijo sonriendo— Aunque tambien debe estar rogando que su sufrimiento termine.

Mientras tanto, el el caso de Ryota, el tenía doble participación, en su curso y su club, la tenía un poco complicado, pero al ser que el festival duraba 2 dias, participaría un día en cada uno. El primer día se encargaría del club y el segundo en el curso, ya que los clubes solo harían algo el primer día.

En el club decidieron hacer algo bastante identificado con su deporte, decidieron basarse en una historia muy conocida con arqueros. No era ni nada mas ni nada menos que la historia de Robin Hood, y justamente a Ryota le toco el personaje principal.

Igualmente no harían una obra, sino que harían una actividad interactiva, donde los visitantes podrían hacer las típicas competencias de tiro con arco, solo que intervenido con Robin Hood. Como el estaba disfrazado del protagonista, todos los niños que iban alli querían que el les enseñara el tiro con arco, así que básicamente se la pasó de niñero toda la mañana, y no podemos decir que todos los niños se comportaron como angelitos.

— Ryota. Ya puedes tomarte tu descanso— Le dijo su capitán, pero al ver lo destrozado que estaba se preocupó— ¿Estas bien?

— Última vez que acepto esto— Dijo con tono cansado— La próxima vez, seré el extra que nadie quiere.

— Bien, por tu arduo trabajo en esta mañana, te daré una hora mas de descanso.

— Que amable querido capitan— Dijo sarcásticamente— Nos vemos en 2 horas.

Tomó sus cosas y sin mas salió del salón para ir a buscar a Yuu. Pero en ello fue detenido por su amiga.

— ¿Vas por el Omega?— Pregunto Eiko, quien fue elegida para disfrazarse de Lady Marian.

— No le llames asi. Tiene un nombre— Dijo con un tono levemente molesto.

— Sabes lo que tu padre piensa— Comentó sin darle importancia lo que había dicho.

— ¿Desde cuando le haces caso a mi padre? Se supone que eres mi acompañante, no la de el. Ademas, si tuvieras que hacerle caso a alguno de mis padres, sería a mi madre, y ella no esta en contra.

— ¿Y crees que tu padre cederá? Yo no te digo esto porque siga sus indicaciones, me preocupo por ti, no quiero que salgas herido.

— Realmente no conoces a mi padre ni a mi. Puede que el no ceda en sus decisiones, pero yo tampoco. Lamento preocuparte, se que no soy de confianza en estas cosas, pero esta ves es diferente, no dejare ir a Yuu por nada del mundo. No puedo abandonar lo que amo.

Sonrió al escuchar sus palabras, Ryota cambió demasiado en menos de un año y medio, pero de a poco volvía a comportarse como antes. Aun estaba preocupada por el, pero sabía que si se interponía, sería en vano.

—  ¡Dios! No importa cuanto trate de frenarte, tu insistes. Está bien, por ahora te dejaré, pero cuando las cosas comiencen a complicarse entre ambos, volveré a entrometerme.

No dijo nada ante eso, solamente asintió y se fue hacía el salón de Yuu. Podía ver que habían bastante personas, pues su salón era uno de los mas cercanos a la entrada, aunque no entendía porque era tan popular considerando a los salones de su alrededor.

Al leer el cartel pudo comprender un poco mas la razón, aunque deseaba que fuese una broma o estar confundido, pues Yuu le había dicho que participaría como mesero, y hasta el momento el omega no demostró interés en cosas como esa. Cuando entró al salón reafirmó su temor, un café gender bender con cosplay. Buscó a Yuu con la mirada, algo un poco difícil al ver a tantas personas con peluca y vestuario extravagante, pero allí estaba su omega.

Se quedó como la primera vez que lo vio, estático. Se veía completamente diferente, tardó en reconocerlo, pero Yuu destacaba entre sus compañeros, nadie era tan pálido como el, no importa cuantos kilos de maquillaje se pusiera encima. Se veía muy bonito en ese disfraz de esquimal, por un momento lo confundió con una chica, pero estaba claro que no lo era, ya lo había comprobado unos dias atrás en su cita.

Yuu volteó su mirada hacía el, y al instante se sonrojó. Realmente no quería que lo viera asi, pero ya estaba ahí, delante de él. Le hizo una seña de que lo esperara afuera, y cuando el salió, Yuu fue directamente a pedir su tiempo libre.

Nunca en la vida le había importado el cambiarse de ropa para alguna razón importante, pero ahora deseaba poder quitarse ese ridículo disfraz. Tomó sus cosas y se dirigió afuera, alli se encontró con Ryota, que al parecer estaba en la misma situación.

— ¿Que se supone que eres?— Pregunto el albino confundido al ver al alfa, no sabía si clasificarlo como campesino medieval, guerrero o quien sabe que.

— Mi club esta haciendo una actividad recreativa, y todos nos vestimos como personajes de Robin Hood. A mi me tocó ser el querido Robin. Aunque suena bastante importante, no soy mas que una simple niñera con un gran título.

— Debiste trabajar muy duro.

— Igualmente no me desagradan los niños, después de todo tengo una madre y hermana muy aniñadas, y un sobrino hiperactivo.

— ¿Sobrino? ¿Como puede ser eso? Por lo que se tu hermana nunca tuvo hijos, y eres el primogénito— Preguntó Yuu completamente confundido.

— Ah, sobre eso. No es realmente mi sobrino, es mi primo de parte materna, pero el me confunde con un tío por la diferencia de edad, por lo que me acostumbre a que me llame asi y yo a llamarlo sobrino.

— No sabía que tenías un tío, pensé que Hanako era hija única— Comentó aun bastante sorprendido pero más calmado— También me sorprende que Hanako nunca me lo haya mencionado.

— Es porque él se separó de la familia Ichinose hace tiempo, no se acerca mucho ellos desde ese momento, pero aun asi nos contactamos seguidos. Él es apenas unos años mayor que yo, solo 6 años. De pequeño solía decirle hermano, pues era casi como un ídolo para mi, quería ser tan genial como él, incluso sigo creyendo que es genial.

— Ya veo. Debes quererlo mucho— Respondió Yuu, realmente no sabía que decir, era la primera vez que escuchaba a Ryota hablar así de alguien.

— Si, él es quien me enseño todo sobre tiro con arco, es muy bueno en ello, deberías verlo— Comentó bastante feliz— Seguramente hoy vendrá al festival, quisiera que lo conozcas.

— S... Si estas bien con eso— Respondió nervioso, Ryota quería presentarle a alguien muy importante en su vida, era algo increíble para él. Pero tambien deseaba hacer lo mismo, solo que no sabía como, pero no le costaba nada intentarlo— Ry...Ryota. Yo tambien quiero presentarte a mis amigas.

— ¿Estas bien con eso? No necesitas presionarte, puedo esperar a que estes listo.

— Pero quiero hacerlo

— ¿Seguro?— Preguntó y el albino asintió— Esta bien. Dime cuando quieras y lo haré.

— ¿Te parece esta tarde? Al terminar el festival

— Claro, pero ya que es tan pronto, debes hacerme un favor— Dijo deteniéndose al instante, tomando la mano del mas bajo— Mañana, quiero que salgamos justamente como hoy, pero tu debes usar tu disfraz.

— ¿QUE? ¿Por que?— Preguntó indignado

— Porque realmente te ves muy bonito asi, una vez que tengo la oportunidad de verte asi, no puedo desperdiciarla— Respondió mientras le besaba la mano, haciendo que se sonrojara mas de lo que ya estaba— Tranquilo que yo usaré mi disfraz tambien, porque estoy seguro que querrás que lo conserve. Y para que sepas, mañana me encargaré de las actividades del curso, por lo que usaré uno nuevo

— Engreído— Murmuro Yuu entre dientes. Pero no podía evitar pensar en lo que se disfrazaría el día siguiente.

• ────── ∞ ────── •

Luego de haberse cambiado, comenzaron a pasear por toda la feria. Habían parado por varios de los salones, y varios estudiante se habían detenido a verlos, la estrella del club de arquería junto al omega albino era algo extraño de ver, mas que nada ver al omega con un alfa sin compañía de su guarda espaldas personal; Kami.

Les parecía absurdo que Ryota, que desde que entró a la preparatoria tuvo varias parejas y apenas estaba en segundo año, estuviera saliendo con uno de los omegas mas puros y codiciados de la escuela. Ya era un saber común que para siquiera pretender al menor, debías conseguir el visto bueno de Naoe Kami, algo que era prácticamente imposible.

¿Entonces como era posible que alguien como él lograra convencer a la alfa? ¿Habían peleado con su voz de alfa y resulto victorioso? ¿Salían en secreto? ¿Yuu era la ofrenda de paz entre ambos alfas? ¿Lo estaba obligando? Nadie estaba seguro.

Varios rumores comenzaron a extenderse, algunos no muy favorables, otros bastante cercanos a la verdadera historia, pero nadie consideró la idea de que fueran pareja destinada. Al momento en que se tomaron de las manos, entrelazando sus dedos, en una de las exposiciones, los rumores fueron resueltos; ambos estaban saliendo.

Ninguno de los dos le prestaba atención a los rumores, o mas bien no se daban cuenta del revuelo que estaban causando, se encargaban de difrutar su cita como si nada pasara, viviendo en su propia nube, que pronto se esfumó.

— Ah, asi que aquí estabas Yuu-chan— Dijo Hanako al verlos llegar al club de Ryota, sin poder evitar sonreír al ver las manos entrelazadas de ambos adolescentes, se veían tiernos juntos.

— ¿Que haces aquí mamá?— Preguntó Ryota extrañado de verla en su club, pues a ella no le fascinaba mucho aquel deporte.

— Hmm ¿Como que qué hago? Paso tiempo de caridad con mi hermanito— Respondió como si fuera lo mas obvio del mundo. A Ryota se le iluminó la cara y tomó la mano de Yuu fuertemente.

— Ven, debo presentarte a alguien— Sin decir nada mas ambos entraron.

Dentro del club todos estaban callados, mirando solamente a un visitante en posición de tiro. Hacía ya un par de minutos que había estado allí disparando flechas certeras, y aquella última no fue la excepción.

Quedaron fascinados cuando vieron su decima flecha clavada en el centro de la diana, y los murmurllos no se hicieron esperar.

— Fue una buena racha, lastima que no tenga mas tiempo para continuar— Dijo algo apenado mientras en sus manos cargaba a un niño— Este pequeño de aquí ya quiere ir a ver a su tío.

—No es necesario que camines demasiado para encontrarlo— Dijo Ryota haciendose ver.

— Ah, asi que ahí estás— Dijo con una sonrisa mientras se le acercaba.

— ¡Tío!— Exclamó el niño al verlo y pronto comenzó a abalanzarse para estar sobre sus brazos— ¡Tío! ¡Tío!

— Ya, tranquilo Haruto, te lastimarás si sigues asi— Decía su padre mientras trataba de pasarlo debidamente a su sobrino- Dios, siempre se excita de más cuando te ve, a ti y a Masamune, no se como es que tiene tanta energía.

— ¿No decías que a su edad yo era parecido?— Preguntó Ryota mientras acariciaba la cabeza del niño— Solía ser igual de enérgico que él.

— Si, lo eras. Solías treparte en cada cosa que veías, y de cada una de ellas te caías ¡Que tiempos! Pero luego dejaste ese lado tan salvaje tuyo, para pasar a ser un robot.

— Perdoname haber perdido tanto expresionismo— Dijo sin ninguna expresión en su rostro, aunque lo hizo a propósito.

— Como sea, será mejor que salgamos a dar unas vueltas, tu madre ya debe de tener cara de perro por haber esperado tanto afuera. Y por cierto ¿Quien es él?

— Te lo explicaré en el camino— Dijo mientras subía a su primo por encima de sus hombros, lo que al pequeño le fascinaba.

[***]

— Así que son pareja destinada, quién lo diría. Pensé que esas cosas no existían. Pero al parecer si— Decía inspeccionando a Yuu con la mirada muy de cerca, cosa que lo incomodaba.

— Tío, lo incomodas— Dijo Ryota alejando la cara de su tio de la de su pareja.

— Perdona, es que aún es difícil creerlo. Mucho gusto Yuu, me llamo Haruki.

— Mucho gusto Haruki.

Al pronunciar su nombre se pudo dar cuenta de algo. Él, su hijo y su hermana llevaban nombres que tenían que ver con flores o con la primavera, era bastante curioso.

— Ahora que te veo bien, te pareces a alguien que conozco.

— Puede que conozcas a mi tío, Kensuke Akumura.

— El padre de los mellizos milagrosos— Agregó Hanako— O mejor dicho tu psicólogo de cuando eras prepuberto.

— Oh, Kenken es tu tío. Si, recuerdo cuando me quejaba de mis dificultades y el me contó como era su día a día,  me había cansado de solo escucharlo. Tu tío es todo un hombre.

— No se si debería agradecerte por el cumplido o fingir que no escuche nada— Comentó el albino entre risas.

— Realmente apreció a tu tío. Me ayudó bastante cuando yo tenía tu edad, siempre le decía a Ichi y Ni que tienen un gran padre, y ahora puedo decirtelo a ti.

— ¿Ichi y Ni?

— ¿No lo recuerdas? Yoichi y Yuji fueron mis compañeros de preparatoria.

—  ¡¿QUE?! ¡ESTAS BROMEANDO!- Gritó el omega completamente sorprendido.

Nunca lo habría imaginado, Haruki se veía muy maduro. Pero si lo pensaba bien, Ryota había dicho que el era 6 años mayor a ambos, y coincidía perfectamente con la diferencia de edad de ellos y los mellizos. Tras pensarlo pudo recordar levemente a un chico que iba con ellos a la escuela y que rara vez estaba en su casa, nunca hubiese creído que aquel chico era el tío de Ryota. Pensarlo le perturbaba demasiado.

— Claro, nos llevábamos bastante bien en esos tiempos, aunque luego dejamos de vernos ya que ellos comenzaron con sus carreras y yo... bueno, es una larga historia, pero el resultado fue ese hermoso pequeño de allí— Dijo apuntando a Haruto, el cual seguía en los hombros de Ryota— Nunca hubiese creído que terminarías siendo la pareja de mi querido sobrinito. Ichi y Ni hablaban muy bien de ti, aunque es extraño que no nos encontraramos tan frecuente.

— Rara vez salía de mi habitación, o estaba con mis amigas, pero yo si te vi algunas veces, cambiaste mucho.

— Si, la paternidad me cambió— Dijo mientras tomaba a su hijo, el cual ya se estaba durmiendo— Espero podamos cruzarnos de nuevo muy pronto, por ahora debo llevarme a este pequeño a dormir. Si no lo hace ahora, terminará siendo un dolor en el trasero, es todo un terremoto.

— Entiendo, nos vemos pronto— Dijo igualmente feliz.

— Y tu Ryota, no lo arruines como las demas veces, por fin consigues a un chico decente— Dijo Haruki mientras le daba un pequeño golpe en la cabeza a su sobrino.

— Entiendo, no era necesario el golpe— Se quejó sobandose el lugar de impacto.

Solamente Haruki se rió y se fue junto a Haruto y Hanako, mientras que Ryota y Yuu los saludaron desde donde estaban.

— Si que tu familia es bastante animada. Haruto no se parece mucho a tu tío, su madre debe ser hermosa para que Haruto sea asi de lindo.

— No lo sabemos— Dijo el castaño, lo que extrañó a Yuu. Ryota pudo notarlo y prefirió explicarse— Haruki era el típico busca problemas en su adolescencia, aunque tiene un gran corazón. Por aquella actitud es que se separó de la familia y se fue a vivir solo. Al parecer una de sus tantas parejas de una sola noche le dijo un día que estaba embarazada y le exigió dinero para abortarlo. Haruki se negó y le rogó que le dejara tener ese niño. Le explicó a mi madre todo lo sucedido y ella lo ayudo monetariamente. Claro que tuvo que convencer a esa mujer con dinero para llevar a cabo el embarazo. Apenas nació Haruto ella se fue con el dinero, y Haruki dejó todos sus malos vicios para convertirse en el padre que es ahora. Ah, por si tienes dudas, Haruto es su hijo biológico, mis abuelos le hicieron una prueba de ADN para confirmar que si es hijo de Haruki.

— Es increíble. Ojalá todos los alfas fueran como tu tío. Aún cuando no buscan ser padres se hacen cargo. Haruki es increíble.

— Si, lo es.

Ambos siguieron con su vuelta por el festival. El descanso de Ryota se estaba acabando, y por ello decidió ir al último puesto que deseaba pasar. Al llegar alli, Yuu se puso mas pálido de lo que ya era.

— Ca-Ca...¿Casa embrujada?— Preguntó Yuu tartamudeando y temblando.

— ¿Que pasa? ¿Te da miedo?— Pregunto Ryota confundido, esas cosas no daban miedo en un festival, pero Yuu temblaba como una hoja al viento.

— N...no es que me den miedo los fantasmas y todo eso, sino que algo crucial para esto son las arañas— Respondió nervioso.

— ¿Tanto asi le temes?— Preguntó curioso, no es que fuese absurdo, pero le sorprendía que fuese a tal punto— ¿Que pasó para que les temieras?

— Pues...— Estuvo a punto de contarle la razón de su fobia, pero en eso escucho las voces de sus primos, por lo que rápidamente tomó la mano de Ryota y sin pensarlo se metió en la casa embrujada.

— ¿Porque hiciste eso? ¿No estabas demasiado asustado?— Preguntó sorprendido.

— Escuche a mis primos, si nos ven devuelta juntos podrían sospechar— Respondió en voz baja.

—¿Y eso es malo?

— Son algo especiales. Se preocupan bastante por mi, hasta el punto que pueden ser exagerados, ya viste a Yoichi como actuó en nuestra primera cita y ni siquiera sabía que lo er— Comentó algo apenado— Estoy seguro que si te presento ahora, harían un escándalo. Por eso será mejor que lo haga una vez estemos en un lugar mas tranquilo. No quisiera que el festival tuviese una mala pasada por algo asi.

— Asi que es por eso— Suspiró aliviado— Pensé que te habías metido aquí porque te avergonzabas o algo así. Pero ahora estoy mas tranquilo.

Al escuchar eso se sorprendió ¿Estar avergonzado de él? Debía ser todo lo contrario. Ryota era un alfa puro de una buena familia, tiene talento para un deporte, varios amigos, muchos pretendientes y un buen futuro asegurado. Quien debería estar avergonzado es él por andar con un omega de media clase, huérfano y sin ningún atributo.

— No es asi, es todo lo contrario. Nunca te esconderia por estar avergonzado de ti, eres mucho mas de lo que podría pedir ¿Porque llegarías a dudar con algo como eso? Nunca te escondería porque me avergüense, si asi fuera no estaría aquí contigo. Créeme, esto lo hago mas por ti que por mi...— Dejó de hablar al sentir algo en su hombro, al voltearse vió a una araña y pegó un grito al cielo.

— Oye Yuu ¿Que pasa?— Preguntó preocupado al verlo de cuclillas temblando.

— Ha...Ha...Había una araña so...sobre mi— Respondió temblando casi al punto de llorar.

—Tranquilo, no es real, es solo de juguete— Dijo tomandola y mostrándosela, pero solo hizo que se escondiera aun mas.

— No me la muestres— Dijo más asustado, ya escapandole algunas lagrimas.

— ¿Tanto le temes a las arañas?— Preguntó curioso, nunca habría pensado que sería capaz de ponerse asi.

— No, simplemente estoy sudando por los ojos ya que estoy ejercitando los musculos de mi cara y estoy temblando porque tengo frío— Respondió sarcástico, Ryota no se lo tomó bien, pero no dijo nada ya que debía suponer que se pondría asi al verla.

— ¿Por que les temes tanto?- Preguntó sentandose a su lado, posando una de sus manos sobre su hombro. El toque hizo que Yuu se estremeciera, pero al ver que se trataba de su pareja se calmó un poco. Tomó aire para calmarse aún más y lo miró.

— ¿Recuerdas a mi primo? Cuando tenía 7 años el junto a su hermano me hicieron ver con ellos una película donde había una araña gigante que se comía todo lo que veía. Esa misma noche mientras dormía una araña se subió sobre mi y mordió mi muñeca. Tuve inflamación y fiebre alta por una par de días, pero estaba tan asustado por la película y la fiebre que sentí que iba a morir, siempre que veo una araña recuerdo lo que pasó aquella vez. Ademas de que no puedo estar seguro de si me puede pasar lo mismo.

— ¿Realmente es solo por eso?

— ¿A que te refieres con solo? ¿Crees que es una pequeñeza mi temor?— Preguntó molesto, trataba a su temor como una estupidez.

— No, no me refiero a eso. Quiero decir, cuando le tememos a algo es porque nos recuerda a la muerte. Sentías que morirías, pero ¿No había algo más en ese tiempo que tambien te asustara?

Se quedó callado. Nunca se había puesto a pensar en algo así. En ese momento recordó cuando estaba enfermo hace unos 13 años. Sus padres se habían quedado con el toda la noche. Su madre le cantaba para tranquilizarlo mientras que su padre le acariciaba la cabeza. Recordo que aunque a pesar del dolor el se había sentido muy agusto junto a ellos, y que cuando tuvo ese accidente con la araña, sus padres no podrían volver a cuidarlo como aquella vez. Sin darse cuenta se había enterado que desde ese día reconoció su muerte.

Ryota se sorprendió al verlo, había comenzado a llorar, pero esta vez estaba completamente quieto y en silencio, como una estatua. Toco su mejilla para hacerlo reaccionar y allí comenzó a llorar aun más

— Ellos ya no estarían alli para mi... nunca mas. Gracias a ello me di cuenta que mis padres nunca mas volverían— Respondió secandose las lagrimas, cosa inútil porque rápidamente volvían a aparecer mas- Me di cuenta que me habían dejado solo.

— No estás solo— Le contesto Ryota al abrazarlo— Tienes a tu tío, a tus primos, a tus amigas, a mi madre. Me tienes a mi. Aun si ellos te dejaron, yo estoy aquí para ti.

Tenía razón, su familia siempre estuvo ahí para el, al igual que sus amigas. Aun si sus padres no estaban, el no estaba solo, nunca lo estuvo, pero su falta no dejaba de doler. Abrazó igualmente a Ryota y continuó llorando en sus brazos, aunque esta vez estaba mas aliviado.

— Oye ¿Que hacemos con esa escena dramática?— Preguntó avergonzado uno de los encargados de la casa embrujada al escuchar toda la conversación.

— No interrumpas, ya se iran pronto— Respondió su compañero igualmente avergonzado.

• ────── ∞ ────── •

Al salir del salón, ya completamente tranquilo, se encontró con algo que no deseaba enfrentar en ese momento.

— Asi que Yuu ¿Podrías explicarnos que es lo que pasó ahi adentro?- Preguntó Yoichi con su típica sonrisa de cuando estaba molesto- Escuchamos tu grito provenir de allí dentro, y sabíamos que eras tu porque te vimos entrar con alguien ¿Podrías decirnos quién era y qué hacían ahí dentro?

— Puedo explicarlo— Dijo nervioso por la expresión de Yoichi, Yuji estaba con la misma expresión, pero no daba tanto miedo como su hermano— Veran, yo...— En ese momento salió Ryota del salón, haciendo que Yoichi cambiase la expresión a una mas seria.

— Tu amigo estaba contigo— Comentó mirándolo seriamente— Tienes su olor ademas. Será mejor que respondas que esta pasando Yuu.

— Bueno...

Se había puesto nervioso, estaba decidido a contarles la verdad a sus primos, pero no esperaba hacerlo tan pronto. No podía estar en una situación más incomoda.

— Ah, ahí estas Yuu— Dijo Kami mientras se acercaba a donde estaban, junto a las demas chicas— Las chicas dijeron que debías contarnos algo a todas, y ya que estamos libres veníamos a escucharte... ¿Que esta pasando?— Preguntó al ver la situación.

Estaba completamente equivocado, si podía estar en una peor situación. Pero ya no tenía de otra, debía hablar antes de que empeoraran las cosas. Inhaló profundamente, tomó la mano de Ryota y la levanto.

-—Yuji, Yoichi, chicas. Ryota y yo somos pareja destinada— Dijo de una vez por todas, dejando boquiabiertos a todos los presentes.

— ¿Que? ¿Tu pareja destinada? ¿Realmente existen?— Preguntó Hana completamente sorprendida— Espera un momento, yo te conozco, eres el chico del cuarto de materiales del club de arte. Así que por eso estaban ahí juntos, ya me parecía extraño que Yuu estuviese tan agusto con un alfa en un lugar tan pequeño.

— ¿Que cosa?— Preguntó Yoichi molesto, imaginándose lo peor que pudo haber pasado

— Enrealidad estaba buscando materiales que me habían pedido para mi clase, que me encontrase con Yuu fue pura casualidad.

— Así que son pareja, eso explica varias cosas— Dijo Sasha sonriendo— Por cierto Hina, gané la apuesta.

— ¿Pero que? ¿Apostaron sobre mi?- Preguntó Yuu sorprendido de su tranquilidad, ademas de la apuesta.

— No es divertido jugar contigo— Dijo Hina en un puchero mientras pagaba la apuesta— Última vez que apuesto contigo.

— Perdona Yuu, pero eres demasiado predecible. Se notaba que escondias algo. Aunque tambien es tu culpa por no haberlo contado— Dijo Sasha mientras guardaba su dinero.

— ¿No estan enojadas?

— Yo de por si ya lo sabía, no dije nada ya que tu no querías hacerlo aún— Dijo Kami, omitiendo que Yuu mismo se lo contó y como se dio cuenta.

— Bueno, en mi caso no lo sabía, pero entiendo que no lo dijeras. Debe ser vergonsozo para ti mostrarnos ese rostro tuyo que nunca vimos. Por lo que no me molesta, me hubiese molestado haberlo sabido de alguien mas que tu— Dijo Hana algo avergonzada.

—Y como dije yo, eres demasisdo predecible. Hina tambien lo suponía, pero es débil ante las apuestas y me aproveché de ella para cegarla.

— No puedo creer que haya caído— Decía deprimida por haber perdido la apuesta— La próxima dilo antes de que comience a apostar Yuu, me heriste monetariamente.

— Tu, deja de pensar en el dinero— Se quejó Sasha mientras golpeaba su cabeza para hacerla reaccionar— De cualquier forma, me alegra ver que hayas encontrado a alguien, siempre parecías estar en contra y comenzaba a preocuparme, pero me alegra que pudieras darte una oportunidad.

— Yo tambien, por ello estoy muy feliz, además de saber que realmente existen las parejas destinadas. Felicidades Yuu— Dijo Hana con una sonrisa de oreja a oreja

— Sabes lo que creo de esto, no hace falta que lo repita— Dijo Kami.

— Yo solo dire que no les pagaré el regalo de su boda, ya bastante con esta apuesta— Dijo Hina.

Yuu no pudo evitar alegrarse, al final no tenía nada que temer de sus amigas, se lo habían tomado muy bien.

— Oye, no se te olvide que estamos aquí— Dijo Yoichi aún molesto— Será mejor que esto lo hablemos en casa, y a ti— Tomó el hombro de Ryota y lo fulminó con la mirada— Ni se te ocurra escaparte de esta.

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