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27 "Presentación"

Fueron unos 20 minutos en auto desde el complejo de departamentos hasta el lugar. En el viaje nadie dijo nada, el ambiente era pesado, y el único que no estaba al corriente de nada era Ryota.

No entendía por que de repente todos estaban vestidos tan formales, y por que todos estaban llevando un ramo de flores, que para colmo no eran nada usuales.

Una vez llegaron al lugar, se encontraron con la familia Ichinose. Ryota no sabía que era lo mas sorprendente, si las escaleras interminables que estaban frente a el o ver a su madre usando ropa normal.

Claro que una vez sus padres notaron su presencia, además de que no podían sentir el aroma se Yuu, comprendieron la razón del por que Kensuke los había citado tan repentinamente.

- Lamento hacerlos venir así de la nada- Se disculpó Kensuke, pero Hanako solo le sonrió amablemente.

- Entiendo por que lo hiciste. Además, sabes que no puedo negarme cuando metes a mi hermano oso en esto- Dijo entre risas- Bueno ¿Vamos?

Tras aquella pregunta, ambas familias subieron las escaleras. En el trayecto Yuu no soltó por ningún momento la mano de Ryota, y su agarre se intensificó al momento de llegar a la cima.

Muchos pasillos pudo ver el joven alfa, con varias cimientos de distintos materiales o de algún tipo de roca con algunos nombres tallados en el. Algunas de ellas tenían flores o algún que otro resto de incienso, unas se veían bastante nuevas mientras que otras ya se veían deterioradas y abandonadas.

Se detuvieron delante de uno de esos tantos cimientos, y ambos jóvenes Ichinose pudieron reconocer el nombre en ella.

Akumura Takuma

Claro que sabían quien era, aun si jamas en su vida lo conocieron, era el mejor amigo de su madre, al igual que el difunto esposo de Kensuke, padre de los mellizos, y tío de Yuu.

- Si que no ha cambiado en todos estos años- Comento Hanako con una sonrisa triste en su rostro, para luego dejar un ramo de flores delante de la tumba- Si que haces un buen trabajo Kensuke.

- Lo mínimo que puedo hacer por el- Dijo tras verter el agua sobre la tumba, para luego dejar el ramo en su lugar correspondiente.

- Esas eran sus favoritas, las "No me Olvides"- Comentó la alfa- Siempre que las veía te recordaba, con una boba sonrisa en su rostro.

- Y estas son de la que plantamos aquella vez. Nunca entenderé como amaba una simple hierba habiendo flores aun mas bonitas.

- Pero esa fue la flor que los unió- Dijo en un tono melancólico- El las amaba porqué gracias s ellas es que comenzaron a salir

Los jóvenes no entendían nada sobre la charla de ambos mayores, pero si de algo estaban seguros, es que esa era la primera vez que veían a su madre hablando tan tranquila con Kensuke, no como empleador y empleado, tampoco como alfa y beta, sino como dos viejos amigos.

Ryota sintió como su omega deshacía el agarre y se alejaba de el, y para cuando se volteó a verlo, lo vio caminando en linea recta, hasta llegar al pie de un arbol. Al llegar a su lado, encontró la tumba familiar de su omega, y en la placa familiar encontró los nombres de una pareja.

Akumura Hideyoshi
Akumura Akane

- Ha sido un tiempo, mamá, papá- Dijo Yuu tras dejar dos ramos de flores en cada uno de los floreros, para luego comenzar con la pequeña ceremonia que acostumbraba a hacer cada vez que los visitaba.

Ryota se quedo estático al ver la tumba, no pensaba que ese día iría a ver a los padres de su omega, y estaba claro que no estaba preparado mentalmente para esa situación.

Yuu mantenía una sonrisa en su rostro, pero se podía ver de lejos que lo único que quería hacer era romper a llorar como si fuera un niño. Intentaba mostrarse fuerte ante el.

No podía imaginarse una vida sin sus padres, y perderlos a una muy temprana edad estaba fuera de discusión. Pero en cambio, Yuu tuvo que aprender a lidiar con ese hecho hace casi 12 años atras, y aun así podía seguir sonriendo tan vivamente. Realmente cada día que pasaba su omega le sorprendía mas y mas.

- Ryo, acercate- Dijo extendiendole la mano, y el nombrado la tomó sin dudarlo- Lamento no haberte presentado antes, debería haberlo hecho apenas nos comprometimos, solo que no estaba preparado. Ryo, aquí están mis padres.

El alfa miró a la tumba, y solo se le pudo ocurrir hacer una leve reverencia, como si los tuviera en carne y hueso, delante de el. Apenas agachó la cabeza, noto algo extraño sobre la tumba, habían 3 pequeños frascos de vidrio, cada uno de un color diferente.

- ¿Que es eso?- Le preguntó extrañado al omega, y este solo agacho su cabeza, eso solo le demostraba que era algo malo.

- Te había dicho que yo era hijo único, biológicamente es cierto, no tengo hermanos, pero aun así antes de que yo naciera mis padres lo intentaron- Respondió tratando de sonar lo mas tranquilo posible, pero eso solo inquietaba mas al castaño- Antes de tenerme a mi, mama se embarazó dos veces. Keita, el mayor, Wataru, el segundo. Y el tercer frasco de ahí es Aka-chan, seria mi hermano o hermana menor.

Esa confesión fue contundente para el alfa, si ya de por si eran demasiados sentimientos encontrados conocer a los padres de Yuu, saber que tenia hermanos fue letal.

- ¿Como es que?

- Lamento no habértelo dicho, no me gusta hablar mucho de ese tema- Respondió demostrando su tristeza- Mamá y papá se casaron a los 22 años. Un par de meses despues, mi madre se enteró que estaba embarazada. Según mi tío ambos estaban muy felices, pero no duró mucho. En su séptimo mes, mamá tuvo un accidente, y fue internada en el hospital. Cuando despertó ya no tenía a su bebe, al parecer murió al instante del accidente. Eso deprimió demasiado a mi madre, según mi tío, tuvo pensamientos suicidas por eso, pero con mi padre lograron salir adelante. Unos años después, volvieron a intentar tener un hijo. Wataru solo duro 5 meses, aborto espontáneo. Ese fue otro duro golpe para mamá, y se rindió a la idea de tener hijos ¿Quien diría que el tercer intento fue el que funcionó? "La tercera es la vencida" si que me identifica. Eso si, mis padres se llevaron un gran susto al ver que nací albino, pensaban que algo grave me pasaría, ya estaban aterrados de perder otro hijo, pero por suerte no me paso nada. Creo que fui una esperanza para ambos, por que 4 años después de mi nacimiento, quisieron volver a intentarlo, pero el destino de Aka-chan fue el mismo que el de Wataru, solo que Aka-chan duro 3 meses, no llegaron a saber su sexo. Mis papás dejaron de intentarlo despues de eso, tuvieron que conformarse conmigo. Si estuvieran vivos, Keita tendría 25 años, Wataru 23 y Aka-chan 14.

Desde hace rato Ryota había agachado la cabeza, y solo se escuchaba su respiración entrecortada. Yuu no lo miraba, pero sabía de sobra que el estaba llorando, por lo que solo apretó el agarre de su mano.

- Fue impactante enterarme que tenía hermanos, no lo supe hasta los 13 años. Con ello entendí porque me sobreprotegian tanto, porque técnicamente yo fui un milagro- Dijo tratando de reprimir sus lagrimas, no quería llorar frente a Ryota o empeoraría el ambiente- Es algo triste pensar en eso, yo desde siempre fui la única opción para mis padres, pensar que tienen suerte que yo estoy vivo me rompe el corazón.

- ¡Ya! ¡Deja de tirarte abajo!- Dijo el alfa molesto- Deja de pensar que ellos solo te amaban por ser "el único", ellos te amaban por ser tú.

Tomó al omega entre sus brazos, apegandolo lo máximo posible a su cuerpo, sentía que si lo dejaba ir, su pareja se desmoronaría en cualquier momento.

- No tienes que contener tu dolor solo para ti, puedes llorar, gritar, quejarte todo lo que quieras, no tiene nada de malo. Son tu familia, tienes todo el derecho de llorar sus muertes, sin importar cuanto tiempo pase. Yo estaré aquí para contenerte todo lo que haga falta, sin condiciones.

Esa fue la gota que colmó el vaso, la gota que necesitaba Yuu para volver a llorar como lo había hecho en el funeral. Solo en ese momento se dio el lujo de llorar delante de todos, sin importar lo que pensaran, luego tuvo que aguantarse las ganas, no quería molestar a su tío y primos, lloraba en silencio cuando estaba solo en su habitación, hasta que en un momento se cansó de hacerlo y pudo seguir con su vida.

Su tío le había propuesto visitarlos una vez por mes el primer año, pero se negaba a la idea, no quería molestarlo con eso, sabia que esa vez al mes era para poder estar a solas con Takuma, el único momento en el que podía dejar de preocuparse por los mellizos y pasar el tiempo con su difunto esposo. Prefería ir conjunto a sus primos cada 3 meses como hacían siempre.

Por eso, cada vez que iba a visitarlos, trataba de hacer que valiera la pena, siempre lloraba en silencio cuando los veía por respeto y porque no quería que su familia lo escuchara, pero ahora que estaba en los brazos de su alfa, sentía que no necesitaba reprimirse.

- ¿Por que? ¿Por que tuvieron que morir? No eran malas personas, aun no deseaban morir ¿Por que la vida fue tan cruel de separarnos? Apenas habían conseguido tener un hijo ¿Y para que? Apenas y pude estar con ellos- Decía entre lagrimas, refregando su rostro contra el pecho de su alfa.

- A veces hay cosas que no se pueden explicar. No quiero usar la frase "Debió ser por una razón", porque así estaría justificando sus muertes. No puedo reconfortarte como deseas, dandote alguna respuesta para dejarte satisfecho, pero si puedo hacer algo, es agradecer que ellos te trajeran al mundo, que a pesar de que fuera difícil, siguieron intentándolo hasta que naciste. Agradecer que de todas los que pudieron hacerse cargo de ti tras su muerte, Kensuke lo hiciera. Agradecer que de todos los juegos que hay en el mundo, aprendieras a jugar Shogi, y que de todas las personas con las que mi madre pudo jugarlo, fueras tu. No me alcanzará la vida para agradecerles todos los valores que te enseñaron ellos y Kensuke, todo lo que hicieron por ti, por que gracias a ellos es que tu estas aquí parado ahora mismo, gracias a ellos es que pude conocer al amor de mi vida.

- ¿Ni siquiera delante de mis padres dejaras de ser cursi?- Preguntó Yuu secándose las lagrimas, tratando de sonar mas alegre.

- ¿Que tiene de malo demostrarles cuanto te amo?- Preguntó esta vez el alfa para luego darle un beso sobre su cabellera.

Ryota se separó de su omega, se situó a su lado, arrodillándose ante la lapida familiar de su pareja.

- Puede que no sea el mejor alfa, lastimé a Yuu una vez, y puede volver a pasar. Aun no tengo nada que sea mío y que pueda ofrecerle, pero si de algo no hay dudas, es que amo a Yuu con todo el corazón, y lo cuidaré con mi vida, le recordaré cada dia lo mucho que lo amo y que agradezco que nos hayamos conocido. Así que espero que ambos acepten mi relación con el, y que nos den su bendición para casarnos. Por favor, se los imploro- Dijo apoyando su cabeza sobre el suelo, recreando la escena que había hecho con Kensuke.

Yuu se le acercó automáticamente y lo abrazó, acariciando su espalda y besando su cabello, tratando de contener las lagrimas.

- Hace mucho tiempo ya te aceptaron, tu eres mi único alfa y ellos lo saben bien- Decía levantando la cabeza del castaño, al cual no dudó en sonreirle- ¿Ven? mamá, papá, tengo alguien quien me ama con todo su ser y al que yo amo igualmente. Ya no deben preocuparse por mi, ya no me siento solo.

Besó levemente los labios del alfa, y al separarse junto su sien con la contraria, mientras sonreía a la vez que lloraba, y que sus lagrimas eran secadas por el castaño, el cual también sonreía.

- Ejem ¿Interrumpimos algo?- Preguntó Yuji algo incomodo, seguido de su hermano.

- Ni siquiera en un cementerio dejan de ser tan sentimentales- Se quejo Yoichi tratando de sonar lo mas irritado posible.

- ¿Por que debería dejar de hacerlo?- Pregunto Ryota fingiendo demencia- ¿Acaso es por que ustedes no tienen pareja?

- Si no tengo es por que no quiero maldito mocoso- Dijo Yuji con su típica sonrisa, aunque se notaba una vena muy marcada en su frente.

- Cuando quieras llamo a Ibuki para hacerte comer tus palabras, bastardo cuna de oro- Dijo igualmente Yoichi.

- Ustedes dos- Llamó Kensuke para luego golpear ambas cabezas a la vez- Dejen de pelear, ustedes mismos lo dijeron, es un cementerio, dejen a los muertos descansar en paz.

- Lo lamentamos- Dijeron a coro.

- Si que son escandalosos, exactamente iguales a el- Murmuró entre dientes- ¿Ya lo presentaste?- Preguntó el beta, esta vez mirando a su sobrino, el cual asintió.

Soltó a sus hijos y se acercó hasta donde estaba la joven pareja, situándose a su lado y mirando fijamente a la tumba. Hizo el típico saludo por respeto a los muertos y luego se agachó.

- Espero estés feliz hermano, Yuu ya ha madurado, pudo encontrar a alguien que lo ama con todo su ser y quien quiere pasar el resto de su vida con el, y lo mas importante, pudo salir adelante. Se que como padres nunca podrán descansar en paz, vivimos preocupados por nuestros hijos en todo momento, pero aun así, espero que junto a Akane confíen en su relación tanto como yo lo hago- Dijo haciendo una reverencia- Les prometo que a pesar que ya no esta a mi cuidado, nunca dejare de velar por su felicidad, prometo que siempre lo protegeré, no solo por ustedes, sino por mí.

- Tío...- Susurró Yuu, pero no pudo decir mas al ver a Hanako agachándose de igual forma ante la tumba.

- Ha pasado un tiempo, señores Akumura. Aun recuerdo cuando nos cruzamos en la boda de Takuma y Kensuke- Dijo Hanako en un tono melancólico- Nunca pude decírtelo Akane, pero cuando supe que ambas estábamos embarazadas, recé por ti. Ambos se habían esforzado mucho por tener un hijo, sentí que habías sufrido demasiado en la vida, y que si almenos podía ayudarte un poco, lo haría. Siempre deseé que nuestros hijos fueran cercanos, pero nunca me imaginé que ellos terminarían siendo pareja- Rió con un deje de tristeza, para luego hacer una reverencia- Akane, Hideyoshi, desde hoy Yuu ses parte de nuestra familia, y al igual que Kensuke, prometo cuidar de ambos con mi vida

- Madre...

- Con esto ya todos dimos nuestros respetos ¿No?- Pregunto Hanako volviendo a incorporarse.

- Supongo- Dijo Kensuke.

- ¿Ya has dicho todo lo que necesitabas decir Yuu?- Pregunto Hanako, y este asintió, luego se volteo a ver a los mellizos, lo que los asusto por un momento- ¿Y ustedes?

- También- Respondió Yoichi.

- Entonces, ya es hora- Dijo Kensuke mientras se levantaba- Yo volveré a la tumba de Takuma, ustedes pueden irse, los veré mas tarde.

- ¿Quieres que te acompañemos viejo?- Pregunto Yuji, a lo que su padre negó.

- No, no es necesario. Quiero un tiempo a solas con mi esposo- Dijo y ambos mellizos asintieron. Kensuke les paso las llaves del auto, y Yoichi fue quien las tomo en el aire- Conduzcan con cuidado hasta la casa Ichinose.

- De acuerdo.

- ¿Nuestra casa?- Preguntó Ryota confundido, pero al ver a su madre sonriendo pudo comprender lo que significaba- Mierda.

°•.•°

Buenas, lamento la tardanza, deseaba publicar este capítulo el año pasado, pero sin darme cuenta llego enero, y estuve la primer quincena son tiempo además de sin wifi como para publicar el capítulo. Recien ahora pude terminar de concretarlo tras varias investigaciones sobre cementerios japoneses y demás cosas (la próxima haré una historia ambientada en mi tierra natal para no tener que retrasar un capítulo por mis investigaciones)

Bueno, espero les haya gustado el capítulo (y que no hayan sufrido demasiado), nos veremos en el próximo capítulo, trataré de no tardarme tanto. Les deseo un feliz 2020 y buenos deseos a todos mis hermosos lectores.

Hasta Pronto!

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