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24 "Honma Asahi"

Honma Asahi era feliz. Tenía amigos, unos padres unidos, le iba bien en la escuela y era bueno en deportes. Era un chico normal vieses por donde lo vieses. Sus padres lo inscribieron a una buena secundaria, no era una escuela elite como a las que iban hijos de alfas magnates pero tenia un buen estatus.

Algunos de sus compañeros de la primaria fueron a la misma escuela, y a pesar de estar en clases diferentes, no se sentía solo, creía que podría conocer nuevas amistades por si mismo y eso lo emocionaba.

La clase 1-A fue en la que inició, y no muy bien como habría deseado. Primero se trabó la puerta cuando el quería entrar, tuvo que abrirla estrepitosamente para destrabarla, luego confundió su asiento con el de otro compañero, y para cuando llego al suyo su estuche cayo y todos sus útiles se desparramaron por el suelo... No fue un muy buen inicio.

Pero podría agradecer que gracias a ello pudo sacar un tema de conversación con su compañero de atras. A primera vista le parecía un chico perfeccionista y frío, pero tras hablar con el cambio completamente su parecer. Era alguien con quien podía bromear y no debia preocuparse de lo que pensara de el.

No pudo evitar enamorarse de el, no por ser un alfa, era lo que menos le importaba cuando estaban juntos. Adoraba su personalidad, era muy carismático y amable, y debía aceptar que era muy lindo, totalmente su tipo.

Lo mantuvo en secreto, no se lo menciono a ninguno de sus amigos ni a sus padres, quería lidiar con su primer amor solo, sobretodo lo prefería así para que nadie lo avergonzara o le recordara que no tendría oportunidad con el.

Decidió seguir actuando como si nada, no dejaría que sus sentimientos por Ryota arruinarán su amistad. Los pudo manejar completamente por un año, pero bajo la guardia en el viaje escolar.

Todos sus sentimientos se agolparon al escuchar el futuro de su amado, sentía dolor al pensar que realmente no había tenido oportunidad de siquiera ser una opción, temor de nunca mas poder estar con el, celos de pensar que alguien mas estaría con Ryota, pero sobre todo, se enamoró mas de él al escuchar como sería con su pareja.

No pudo evitar confesarse, y a los pocos segundos se dio cuenta de lo que hizo, pero no había vuelta atras, si al menos Ryota no podría estar con el en el futuro, si almenos habia una mínima posibilidad de 1%, prefería pasar todo el tiempo posible con el sin necesidad de reprimir sus sentimientos.

Quien diría que ese descuido había cumplido su primer amor, ese fue uno de los días mas felices de su vida, y uno de los mas inolvidables.

[***]

- ¿Por que estas tan feliz hijo? ¿Paso algo bueno durante el viaje?- Pregunto su madre tras ver la sonrisa bobalicoma que llevaba hace un buen tiempo.

- Bueno... Podría decirse- Dijo rascándose la cabeza mientras se sonrojaba, claro que su madre pudo captar esos indicios.

- ¿Y como es?- Pregunto mientras le servía una taza de té y luego se la pasaba, viendo como su hijo se sorprendía por ser descubierto.

- ¿De... De que hablas?- Preguntó fingiendo demencia, pero los penetrantes ojos de su madre lo habían descubierto todo, y que los siguiera manteniendo sobre el le alertaban que le convenía hablar- Es la persona mas hermosa que he conocido.

- ¿Y? ¿Pasó algo con esa "hermosa persona"?- Preguntó acomodándose en su asiento, era una fanática de las historias de amor, y no veía la hora de escuchar la de su hijo, internamente estaba saltando de la alegría, pero prefería escuchar a su hijo antes de reaccionar.

- Me confese y ahora estamos saliendo- Dijo nervioso por la reaccion de su madre, pero no se esperaba que fuese a abrazarlo tan amorosamente.

- No sabes cuanto tiempo estuve esperando por escuchar de tu primer amor ¡Estoy tan feliz!- Dijo casi al borde de las lagrimas- No muchos logran cumplir su primer amor, y tu si lo lograste.

- Mama, me asfixias- Decía tratando de apartarse de ella lo mas delicado que podia, era su madre despues de todo.

- Y bien ¿Cual es su nombre? ¿De donde es? ¿Va contigo a la escuela? ¿La conozco?- Empezo a preguntar emocionada, lo que avergonzaba mas a su hijo.

- Bueno... Si va a mi escuela y sabes muy bien quien es, vino aquí varias veces...- Decía nervioso, confesarle quien era su pareja asi de la nada no era como lo había planeado.

- ¿Encerio? Pero si a la única persona que trajiste aquí fue solo ese niño alfa... Espera ¿Estas saliendo con aquel niño?- Preguntó sorprendida, lo que asusto a Asahi.

- S...Si.

La cara de horror de su madre no se hizo esperar, lo que preocupo a Asahi, y aun mas que ella lo volviera a abrazar, pero esta vez llorando.

- Mamá ¿Que pasa?

- Por favor Asa, mantengamos esto en secreto- Dijo la mujer en un tono muy bajo- Puedes decirle a tus amigos, pero no le digas a ningún familiar.

- ¿Por que?

- Solo hazme caso. Por favor.

No entendía porque decía eso su madre, su familia era muy comprensiva, dudaba que fueran homofobicos, algunos de sus tíos estaban casados con omegas masculinos ¿Cual era el problema? ¿Era por que aun no estaba seguro de su segundo genero?

- Esta bien ¿Aun puedo salir con Ryota?

- Claro que si, tienes todo mi apoyo, solo no dejes que tu padre lo sepa.

[***]

Los meses pasaron y el nuevo año se hizo presente, y con el, los exámenes del segundo genero. Ese día, su madre le había dicho que no le dijera a ninguno de sus familiares su genero antes que a ella.

Desde que le había confesado que estaba saliendo con Ryota ella estaba actuando extraño, parecía asustada de algo, y ese temor se lo estaba transmitiendo de igual forma.

- ¿Estas listo?- Le preguntó al alfa con sobre en mano, sentado delante de el, el cual estaba en las mismas condiciones.

- Completamente ¿Tu?- Preguntó fingiendo seriedad, aunque por dentro los nervios lo consumían.

- S-Si- Respondió demostrando sus nervios- Solo prométeme algo... promete que sin importar los resultados seguiremos juntos. Seguiré siendo yo sin importar mi genero, así que si resulto ser beta...

- Asa, ya te lo dije, no me importa lo que seas, tu eres el único para mi- Dijo tomándole la mano y sonriéndole levemente, y pudo sentir con su toque como el cuerpo de su novio se destensaba- A la cuenta de tres... 1... 2... 3.

Apenas termino la cuenta ambos abrieron los sobres que contenían sus pruebas de segundo genero. Como se esperaba, el de Ryota era un alfa puro, quien no se emocionó por sus resultados. Pero Asahi se quedó estático al leer los suyos, comenzó a temblar y de sus ojos brotaron varias lagrimas. No pudo evitar llorar sobre las hojas.

- ¿Que pasa?- Dijo el castaño tomándolo de los hombros, pero ni así lograba destapar su rostro de las hojas- ¿Cual fue el resultado?

-... e...a- Respondió sobre las hojas, cosa que se le hizo inaudible al castaño. Se separó de ellas y miró a su pareja a los ojos, quien aun seguía preocupado- Soy un omega.

Ryota miro incrédulo los resultados del chico, y alli se expresaba claramente el carácter distintivo de los omegas. Se abrazó a su pareja y no pudo evitar sonreír.

- Juro que te haré feliz, nunca te tratare como un objeto ni menos por tu genero. Sigues siendo el mismo Asahi para mi.

- Solo que con utero- Dijo entre risas mientras se secaba las lágrimas.

Ese día podía ser bastante triste para otros omegas, pero para Asahi era uno de los días mas felices de su vida. Podría estar enlazado de por vida con su pareja y eso era lo que mas le alegraba.

O eso creía.

Al llegar a su casa, su madre se encerró con el en un cuarto, claramente para saber sobre el genero de su hijo. Y claramente no pudo hacer mas que preocuparse al ver los resultados.

- Omega...

- Si, lo soy. Pero no te preocupes mamá, sigo siendo yo. Puede que te preocupe mi celo y mis feromonas, pero ustedes son betas, no sentirán mis feromonas y no seré una molestia, juro cuidarme bien...

- ¡Ese no es el problema!- Grito su madre en panico, cosa que lo asusto, nunca había visto a su madre tan exaltada- ¿Que haremos? ¿Debería llamarlo? No, él se enteraría ¿Fingir? No, nunca podría dejarlo así de expuesto ¿Que haré? ¿Que haré?

- Mama ¿Que pasa? Me estás asustando- Dijo Asahi y puso una mano sobre el hombro de su madre, lo que la devolvió a la realidad.

Automáticamente, tomo de los hombros a su hijo y lo miro a los ojos. En ellos, Asahi pudo ver la desesperación de su madre, y solo lograba asustarlo mas y mas.

- ¿Le dijiste a alguien mas sobre tu genero?- Preguntó en tono nervioso.

- Solo a Ryota.

- ¿Por que? ¡Te dije que nadie debía enterarse antes que yo!

- ¿Y que es lo que te preocupa mamá? No es como si...

En eso escucharon abrirse la puerta, y el horror invadió a la mayor. Rápidamente tomó los resultados del examen y los escondió en los escondio tras su espalda por instinto, pero la mirada de aquel hombre en la puerta no denotaba una reciente llegada.

- Bienvenido querido- Dijo con una gran sonrisa en su rostro, simulando que no había pasado nada.

A Asahi le sorprendía que su madre pudiese sonreír así tras verla tan asustada, incluso comenzaba a dudar de cada vez que la veía sonreír, de si eran reales o falsas.

- Estoy en casa ¿Y como te fue hijo? Tu exámen de genero- Dijo con un tono relajado.

- Pues...

- Aun no le dan los resultados- Dijo su madre, lo que sorprendió al chico- Al parecer se los entregaran la siguiente semana.

- Ya veo- Dijo acercándose a la mujer, para luego proporcionarle una buena cachetada, haciéndola caer al suelo- ¡¿Acaso me viste cara de idiota?! Claramente los escuche.

- ¡Mamá!- Gritó Asahi, mas el hombre le dijo con la mirada que ni se atreviera a moverse.

La tomó del cabello, tratando de levantarla. La mujer solo lloraba pidiendo que se detuviera, pero aquel hombre estaba completamente furioso, daba tanto miedo como un alfa en celo.

- ¡Solo tenías un trabajo! No manchar nuestro linaje ¡¿Y así me pagas?!

- Lo lamento, yo...

- ¡Callate!- Grito y volvió a golpearla.

- ¡Mama!- Asahi intentó acercarse, mas el hombre lo desafió con la mirada.

- Guarda silencio bastardo de mierda- Escupió con todo el odio que contenía, luego devolvió su atención a la mujer que lloraba en el suelo- ¿Acaso no fui bueno contigo? Me casé contigo a pesar de todo lo que hiciste, ayudé a devolverle el intachable estatus a tu familia ¿Y así me lo agradeces? ¡Dando a luz a un maldito omega como tu!

Asahi se quedo estático ante esa declaración. Su madre, quien siempre había sido una beta común y corriente a sus ojos, era una omega.

- Lo siento...

- "Lo siento" "Perdon" "No es mi culpa"- Decía el hombre imitando la voz de su esposa, de la forma mas burlesca posible- ¡Nunca es tu culpa! ¿Yo fui quien se metió con aquel alfa? ¿Que le rogó que la penetraran? ¡No te hagas la inocente! Tuviste suerte de que alguien se casara contigo, y yo fui el desafortunado imbecil que lo hizo.

- ¿De que hablan?- Preguntó Asahi en blanco, y ambos adultos lo miraron, el hombre con odio mientras que la mujer con miedo.

- Cierto, ella nunca te lo dijo- Decía con sarcasmo mientras se le acercaba al mas joven.

- No ¡No lo hagas!- Decía la mujer entre lagrimas mientras trataba de detener al beta, ya fuera tomándolo de su pierna para impedirle acercarse o jalando su ropa, pero solo conseguía que este se enojara aun mas.

- ¡Tu cállate maldita perra!- Gritó enfurecido tras darle una patada en la cara a la mujer- Si no vas a decirle la verdad a aquel bastardo, sera mejor que guardes silencio.

Asahi estaba impactado por la brutalidad con la que aquel hombre trataba a su madre, un hombre al que siempre había considerado como un padre bondadoso y cariñoso, un esposo ejemplar. Esa figura se había quebrado por completo.

- ¿Por que haces esto papá?- Preguntó asustado, quería creer que era una pesadilla, que pronto despertaría y su padre sería el mismo de siempre.

- ¡No me llames asi!- Grito mientras le daba una cachetada a su hijo- ¿Crees que con mis genes beta podría llegar a tener un hijo omega? Claro que no, los omegas solo nacen de omegas y alfas. Al diablo con lo que diga la ciencia, solo se que de un beta sale un beta, y si fueses mi hijo no serías un omega.

- Pero soy tu hijo.

- ¡No lo eres! Solo eres un bastardo que fue abandonado por su propio padre, nacido de una omega que le meneo el culo a un alfa ya enlazado- Dijo con toda la rabia y asco que estuvo conteniendo todo el camino- ¿Y sabes que? Ese maldito alfa dejo a tu "puritana" madre tras su celo, como si no hubiese pasado nada. Aquella zorra tuvo suerte de que me casara con ella ¿Quien querría a una zorra desechada? Aun debería estar agradecida a nuestros padres que nos comprometieron.

- ¿Celo?- Preguntó aturdido, pero su padre solo se le rió en la cara.

- ¡Por favor para!- Decía la mujer mientras se arrastraba hasta ellos, mas el hombre no tenia intención de ceder

- ¿Entonces se lo dirás tu?- Preguntó molesto, advirtiéndole a la mujer con su mirada que era mejor que guardara silencio- Eso creí. Mira maldito mocoso, los de tu generación de mierda llamarán aquel acontecimiento una "Violación", pero claro que no lo fue. Si ella se pone en celo ante un alfa, es por que desea que lo cojan.

- Te equivocas, es involuntario. Mamá no deseaba eso, el se aprovechó de la situación- Decía mientras comenzaba a llorar, pero su padre lo jalo del cuello de la camisa, teniendolo a escasos centímetros de su rostro.

- Escúchame bien, los omegas son unas putas que solo esperan que los alfas los penetren. Si alguien se aprovecho de la situación fue tu madre, metiéndose con un alfa enlazado ¿Y que paso? Ni así lo amarró a ella. Tu madre es una puta, y tu también lo serás, pronto le menearas el culo a un alfa para que te embaraze y luego diras que "fue una violación "

- Te equivocas, yo no haré eso.

- ¿A si? ¿Tan seguro estas? Entonces hagamos esto. Como me entere que algún alfa "se aprovecho" de ti, juro que no solo lo mataré a el, sino que te venderé a alguna familia para almenos conseguir algo bueno de ti ¿Me oíste? Mas te vale cumplir con tu palabra y mantenerte virgen, de otra forma, puedes ir despidiéndote de tu vida.

Sin mas lo soltó y salió de la habitación, dejando a ambos omegas encerrados. Asahi se acercó corriendo a su madre, quien lo abrazó apenas lo tuvo cerca.

- Lo siento hijo, realmente lo siento- Decia entre lagrimas, escondiendo su rostro en el pecho del menor- Todo esto es mi culpa ¡Lamento no haberte dado a luz como un alfa!

- ¿Que dices? Esto no es tu culpa- Decía Asahi tratando de separara su madre para verla a los ojos, pero se horrorizó al verla.

De su frente y boca salía sangre, además que uno de sus ojos estaba morado. Si ya estaba llorando por todo lo que le había dicho su padre, eso lo había destrozado.

- Quien debería disculparse soy yo, no pude protegerte de el- Decía abrazando fuertemente a su madre- Lamento haberte traído problemas, si sabía que esto terminaría así, yo...

- ¡Ni se te ocurra pensar que esto es tu culpa!- Le gritó su madre- Tu no hiciste nada, yo soy la culpable. Te engañe todo este tiempo, pensé que nunca sería necesario que supieras la verdad. Que estarías protegido...

- ¿Todo lo que dijo era verdad? ¿Esa bestia no es mi padre?

La mujer lo vio sorprendida, que usara esas palabras para referirse a su marido, a quien alguna vez llamó "papá" con tanto cariño. Ahora solo podía ver el odio que le tenía a aquel hombre, y eso la destruía.

- Es verdad, el no es tu padre.

- ¿Mi verdadero padre sabe de mi?

- No... No pude decirselo sabiendo que ya tenia una familia formada.

- ¿Fue consensuado?- Preguntó sin ninguna emoción, lo que sorprendio a su madre.

- ¿Que cosa?

- Que estuvieras con aquel alfa ¿Fue por que ambos quisieron o el se aprovechó de tu condición?

- ¿Como puedes decir eso? Cariño, el no me forzó a nada. Es cierto que yo estaba en celo, pero yo amaba a tu padre, y deseaba estar con el- Dijo entre lagrimas, abrazando a su hijo- Aun así, tu padre estaba a punto de casarse, y yo no quería destruir todo su esfuerzo.

- ¿Esfuerzo? ¡Se aprovechó de ti! Se aprovechó de tu amor y engaño a su pareja.

- No es como crees. No solo los omegas se casan sin amor- Dijo la mujer- El estaba obligado, su familia tenía una gran deuda, y la familia del omega les ofreció una solucion a cambio de que lo enlazara. Aquel omega lo amaba demasiado, tanto que le ofreció todo con tal de que se quedara con el. Entiende hijo, la que estuvo mal aquí fui yo. Yo me metí con un hombre con quien nunca podria estar y luego se casó con otro a quien desprecia. Todo es mi culpa, no supe como defenderme en ese tiempo, y por eso nos condene.

Automáticamente se le vinieron miles de imágenes a la cabeza, y ninguna era algo bueno. Solo podía sentir algo: peligro. Temía por su vida y por la de su madre, que aun si había pasado por quien sabe cuanto dolor, sería peor al ver que su hijo bastardo era igual que ella.

- ¿Y que pasará ahora? Nosotros...

- Te juro que todo estará bien. Esconderemos tus celos, lo mejor será que la pases con tu novio, almenos así te calmaras mas rápido y no sufrirás. Trata de usar supresores en todo momento, no dejes que ni por un instante tu padre sospeche de tu celo, o se enojara.

- ¿Enserio tendremos que vivir así? ¿Ocultandonos de el?- Preguntó sintiendo mucha impotencia, ahora que sabía la verdad, odiaba su vida.

- Sera por ahora. Mantén en secreto tu relación con tu novio, tus celos, tus supresores, todo lo que tenga que ver con omegas de tu padre. Prometo que haré todo lo posible para divorciarme de el. Ya no tengo ninguna razón para estar con el ahora que sabes la verdad

- ¿Enserio hiciste todo esto por mi?

- Puede que ahora no lo entiendas y creas que fue estúpido. No es por reclamarte, pero yo era una niña omega embarazada sin un alfa a su lado ¿Que podía hacer? Que me comprometieran con el fue la mejor salida, sino quien sabe donde estaríamos ahora. Lo único que puedo agradecer, es que por 14 años te tratara como a su propio hijo. Con esto no te pido que lo ames, tienes todo tu derecho de odiarlo. Lo único que pido es que aprendas de esto, por favor nunca termines como yo, no vivas con rencor ni miedo por ser omega, sigue siendo como eras ayer, no lo dejes ganar.

- Esta bien.

Desde ese día algo cambio, Asahi no tenía padre, estaba muerto para el, y quien ahora vivía en su hogar era una maldita bestia que solo gozaba de verlo a el y a su madre humillados.

[***]

Así siguió por un año su vida. El apoyo de su padre era nulo, su madre comenzó a trabajar para pagar sus estudios, ya que aquel cretino creía que un omega no debía estudiar.

Ryota era su único escape de la realidad, con el olvidaba toda infelicidad que vivía en su hogar, el era quien le demostraba que la visa podía ser hermosa y amable. El le traía una inmensa calma inexplicable.

Nunca le dijo el infierno que era su hogar, de todas las personas en el mundo, el era el único al que nunca quería que lo miraran con pena o tristeza por su condicion, quería que el siguiera creyendo que fuera algo bueno haber nacido como omega, y no que creyera que si hubiese sido otro género tendría una mejor vida.

Ryota era la única persona en todo el mundo que agradecía que el fuese un omega, y deseaba que eso siguiera asi.

[***]

- ¿Estéril?- Preguntó en blanco, sosteniendo fuertemente la mano de su madre.

Habían ido a una consulta rutinaria con el doctor. Debía ir almenos una vez al mes por todo un año tras su primer celo para ver como evolucionaba su cuerpo, si estaba bien o había alguna anomalia para asi detectarla a tiempo y tratarla.

Y tras su séptima visita lograron detectar la mayor anomalía que podían encontrar en un omega.

- ¿Como que soy estéril? Aun mantengo mis celos con frecuencia ¿Como es posible eso?

- Este es un caso muy singular. Hay veces que algunos omegas presentaban sus celos con normalidad pero eran estériles. Pero esta comprobado que es mas que nada por un fallo hormonal. A quienes se les presentaba este fenomeno eran omegas sin enlazar, y una vez se enlazaban con un alfa, automáticamente dejaban de tener celos- Dijo el doctor.

Esa noticia fue como si una cubeta de agua fría cayera sobre el. Nunca podría tener hijos, y no solo eso, sus feromonas al igual que sus celos cesaran una vez se enlace con un alfa.

- ¿No tiene cura?- Pregunto la madre, abrazando a su hijo que había comenzado a llorar.

- Lamentablemente no. Hay otras alternativas para el embarazo, como la inseminación o la subrogación, pero no podemos tratar su esterilidad.

- ¿Entonces de que sirve?- Pregunto en un murmullo- ¡¿DE QUE SIRVE QUE SEA OMEGA?! El único consuelo que tenía por ser omega era saber que podría embarazarme ¿Y ahora que? ¡Ni siquiera para eso serviré!

- ¡No digas eso!- Decía su madre, le dolía demasiado ver a su hijo así de desecho.

- Lo lamento joven, pero no podemos hacer nada por ello.

Ese fue uno de los peores días de su vida, no sabría calificarlo como el peor de todos o si se encontraba tras el dia que se encontró por primera vez con "aquella bestia", pero si de algo estaba seguro, era que su vida estaba arruinada.

Solo pudo llorar y abrazarse a su madre toda la noche, lo único positivo que tuvo ese día fue que la bestia no estaría por toda una semana por viaje de negocios, por lo que podría llorar tanto como quisiera.

Agradecía estar en vacaciones de verano, o sino tendría que explicar porque sus ojos estaban tan hinchados, no tenía ánimos de ver a nadie, mucho menos ver a Ryota.

¿Que le diría? ¿Lo rechazaría? ¿Seguiría con el por pena? No quería imaginarselo, no quería que la única persona que agradecía que el fuese un omega se decepcionará que no pudiese tener hijos. Todo menos eso.

Tardo varios días en volver a la normalidad, o almenos aparentar que todo iba normal. Aun no le había dicho la verdad a Ryota, seguía sin encontrar las palabras, y agregándo las vacaciones de verano, sus encuentros eran mucho mas cortos que cuando estaban en clases.

En uno de esos días, un 14 de Agosto para ser precisos, la familia de su novio lo llamó. Ryota estaba presentando su primer celo. No se hizo esperar y fue a verlo, era bien sabido que el primer celo de un alfa era doloroso, y si almenos podía ayudarle a calmar ese dolor, lo haría.

Al llegar a la gran casa, la misma madre de su novio lo guió hasta su habitación. Ella pudo ver que aquel joven estaba muy nervioso, y trató de calmarlo en el camino.

- Tranquilo, el te ama demasiado, nunca te haría daño.

- Lo se- Dijo en un tono timido- Gracias por aceptarme.

- No hay de que. Tu eres un gran chico, mi hijo tuvo suerte de conocerte.

Sin mas que decir ella se fue, dejando completamente solo al joven omega, frente a la habitación de su novio.

Podía sentir las feromonas de Ryota, eran muy fuertes, casi que lo ahogaban. Tocó la puerta, y en menos de lo que cantará un gallo, ya estaba dentro, siendo besado por el joven alfa.

Era completamente diferente a cuando estaban en su celo, era muy gentil y amable, no se atrevía a dar el primer paso para no dañarlo, pero claro, en ninguna de esas veces estuvo en celo.

No se hacia esperar, tocaba, besaba, y lamia todo lo que creía necesario. No le importaba que sus ropas fueran rasgadas, que le hicieran miles de marcas, Asahi solo se dejaba. Su novio lo necesitaba, y si entregándole su cuerpo aliviaría su dolor, entonces lo haría sin duda alguna.

- Asa... quítate el collar- Dijo en un susurro.

- ¿Que?- Preguntó sorprendido.

- Quiero hacerte mío, quítate el collar.

Eso lo aterró, si Ryota lo marcaba, no habría vuelta atras. Estarían enlazados de por vida, lo condenaría a una vida sin hijos. A el, quien tantas veces soñó con tener su propia familia, no podía hacerle eso.

Eso lo devolvió a la realidad, no importaba cuanto fingiera delante de su novio, no podía robarle su futuro.

- N-no.

Eso sorprendió al alfa, por lo que se separó para mirar al omega a los ojos, para encontrarselo llorando.

- ¿Por que? ¿Que pasa?

- Perdóname Ryochi, pero no puedo dejarte marcarme. No quiero que me marques.

- ¿Por que no? ¿Acaso hice algo mal? ¿No me amas?

- No es nada de eso, eres la persona que mas amo en este mundo, y por eso no puedo dejarte marcarme.

- ¿De que hablas?

- Soy estéril. Nunca podremos tener hijos. Si me marcas, nunca tendrás hijos, y no quiero eso para ti.

- ¿Y cual es el problema?- Preguntó el alfa como podía entre jadeos- Sean hijos tuyos o no, quiero pasar el resto de mi vida contigo. Puede que jamas tengamos hijos de sangre ¿Pero que importa? Lo único que necesitan es amor. Hay muchos niños allá afuera que desean una familia, nosotros podríamos dársela.

Eso conmovió al omega, realmente no se merecía a un alfa como el, alguien tan cariñoso y comprensible. No importaba que tan bueno fuera, no quería robarle su futuro, sin importar que. Algún día podría lamentarse de su decisión, y deseaba mil veces terminar con el antes que llegar a ese dia en el que le dijera que todo fue un error.

- ¡Detente! ¡No quiero que las cosas sean así!- Decía Asahi entre lagrimas, tratando de separarse del alfa, cosa que era imposible- Por favor Ryota... No puedo seguir con esto... ¡Déjame ir!

- No lo haré, jamas te dejare ir.

- No... Por favor no ¡Déjame! ¡Ya no quiero ser tu pareja!

Tras darle un golpe en el estomago, logro separar al alfa, y así poder correr lo mas rápido que pudo hasta salir de la casa. Corrió sin descanso hasta llegar a su hogar, pero como si el destino lo castigara por dañar a aquel alfa que tanto amaba, la bestia estaba en la entrada cuando llegó.

- Vaya, no tardaste nada en menearle el culo a alguien para que te follaran- Dijo con ironía.

Ya estaba cansado, de todas las personas, era a la que menos quería ver en ese momento.

- Déjame adivinar, dirás que te violaron y lograste escapar ¿No es así?

- Callate- Dijo entre dientes.

- ¿Que mierda dijiste?- Preguntó el hombre con molestia, tomándolo fuertemente de las mejillas- Atrévete a repetirlo, bastardo.

- Ca-lla-te maldita mierda- Repitió desafiandolo con la mirada.

Eso enloqueció al mayor, quien no suso en proporcionarle un buen golpe en el rostro.

- ¿Quien mierda te crees que eres? Me voy una semana y olvidas tu posición, maldito omega de mierda- Decía mientras pateaba el estómago del menor en el suelo.

- ¡Ya detente!- Dijo la madre, poniéndose frente a su pequeño- ¡Déjalo tranquilo!

- ¡Tu maldito bastardo me falto el respeto! ¿Acaso no puedes criarlo de mejor forma? ¿O sera que una puta como tu no sabe enseñarle a su hijo que cierre la boca y las piernas?

No necesito mas para esta vez cachetearlo ella, dejando atónitos al omega y al beta.

- ¡Ya me cansé de ser la esposa sumisa y delicada!- Gritó completamente furiosa- ¿Portarte bien tu? ¡Lo único bonito que me dijiste en nuestros 16 años de casados fue "feliz navidad"! Realmente eres la peor mierda, tantos omegas rebajando a los alfas por comportarse como verdaderos cretinos cuando tu eres una mierda de igual calibre que ellos. Maldigo el dia en que me casé contigo.

- ¿Enserio? Sin mi seguramente ahora estarías prostituyendote por muy poco dinero.

- Prefiero eso mil veces a que tener que dormir en la misma cama con un cerdo como tu. Almenos así por una maldita vez podría decidir con quien dormir en mi vida.

Eso lo enfureció completamente, y estaba listo para callar a golpes a la mujer, de no ser por que Asahi se puso entre medio.

- ¡Ni se te ocurra volver a poner una mano sobre mi madre!- Dijo entre lagrimas, pero no de tristeza, sino de rabia.

- Yo puedo hacer lo que quiera con ella por que es mi esposa- Dijo el hombre con una sonrisa macabra

- Te equivocas- Dijo la mujer, poniendo delante del hombre unos papeles- Esta es una denuncia en tu contra, no te puedes acercar ni a mi, ni a Asahi, solo necesito llamar para que te arresten si llegas a violar esta orden. Y este otro papel de aquí, es una orden de divorcio. Ya tengo un abogado, y si no te presentas a firmarlo, caerá el peso de la ley sobre ti. Y no te preocupes, gracias a mi denuncia no podrás tener la patria potestad de Asahi.

El hombre examinó ambos papeles, para luego comenzar a reirse.

- Muy lindo, la puta sacó sus garras. Ahora mi pregunta es ¿Como haras para vivir sin mi?

- Hace un año estoy trabajando para mantener a Asahi, no te preocupes, no quiero ni un solo centavo tuyo. Apenas este divorciada de ti, nos iremos muy lejos, tan lejos que ni siquiera podrás encontrarnos.

- ¿Para que esperar? Mejor larguense ahora- Dijo el hombre con mucha molestia- ¿Que no escucharon? ¡LARGO!

La mujer tomó a su hijo de la mano y ambos se fueron a la habitación. Recien alli pudo ver como estaba su hijo, y no pudo hacer mas que abrazarlo y llorar, ignorando los gritos y golpes a la puerta que daba el hombre.

- ¿Que paso hijo? ¿Por que estas así?

- Le dije la verdad a Ryota... Rompí con el- Dijo entre lagrimas- El quería marcarme, y no podía dejarle hacer eso.

- ¿El te hizo algo?- Pregunto preocupada, a lo que el joven negó.

- No me hizo nada, al contrario, el solo deseaba convertirme en su pareja, y yo huí.

La mujer volvió a abrazarlo, susurrandole que todo estaría bien. Luego se cambió de ropas mientras ella armaba dos maletas con todo lo que creía necesario. Tomó el dinero que estuvo ahorrando en caso de emergencias y luego salió junto a su hijo de la habitación.

Al encontrarse con el hombre, le tiró el anillo de bodas con toda la fuerza que pudo en medio del rostro, y luego salió de la casa como si nada. Ambos ignoraron los gritos del mayor, ya no dejarían que los vuelva a dañar.

- ¿A donde iremos mama?- Preguntó mientras caminaban por las calles de la ciudad.

- Tu abuela nos dará hospedaje hasta que podamos volver a vivir solos.

- ¿Pero ella no vive al otro lado del país? ¿Nos tendremos que mudar?

La mujer se volteó a ver a su hijo, tratando de sonar lo mas amable posible.

- Se que esto es muy repentino, pero es lo mejor que pude encontrar. Lamento haber sido una mala madre hasta ahora, y lamento tener que separarte de todos tus amigos, pero ya no podíamos vivir un minuto mas en esa casa- Rompió a llorar en los brazos de su hijo, tratando de ocultar sus lagrimas lo mejor posible por estar en público- Si quieres podemos quedarnos un día mas para despedirnos de todas tus amistades y...

- No es necesario. Una vez la escuela avise mi retiro, lo demás se enteraran- Dijo Asahi entre lagrimas- No quiero volver aquí por un buen tiempo. No hasta haberme olvidado de todo.

Sin decir mas, ambos se dirigieron hasta la estación de tren, comenzarían una nueva vida, una vida sin miedo ni remordimientos, una vida muy lejos de donde estaban. La familia Honma había muerto ese día, junto a toda la infelicidad de ambos omegas

- Adiós Ryota. Espero conozcas a alguien que te haga mucho mas feliz de lo que yo pude haberte hecho.

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