15 "Autofobia"
Pasaron algunos meses desde aquella noche, y la feliz pareja vivía su día a día tranquilamente. Claro, tuvieron algunos problemas tras esa semana. Ryota recibió un castigo severo por parte de su capitán del club, por su repentina ausencia durante el festival, haber faltado una semana completa a las actividades sin justificación e incluso por no haberse comprometido lo suficiente. Su capitán decidió que lo mejor sería que acomodara y limpiara todo el inventario, además de darle entrenamiento matutino, aunque esa última le pareció mas una rutina que un castigo.
Por otra parte, Yuu debió darles a sus amigas bastantes explicaciones sobre todo lo que había pasado, con lujo de detalle. Obviamente sabían la razón por la que faltó una semana a la escuela, después de todo, Kami se encargó de notificarles que Ryota tampoco asistió esa semana, no era muy difícil saber la razón, sobre todo cuando lo vieron. Fue una tortura tener que responderles, aún cuando trataba de evadir cada pregunta.
Las confesiones a Ryota descendieron, ciertamente no eran muchas, pero al menos una vez por semana recibía alguna. Después de verlo tan enamorado de su pareja, y tras enterarse de su compromiso, ningún pretendiente creía tener oportunidad, por lo que el Ryota se ahorraba grandes malos entendidos con su omega. A Yuu no se le acercaba ningún alfa, pues tenía bien impregnado en su ropa el aroma de Ryota, y si ya antes temían acercarse a el por el olor de Kami y Yoichi, con este tercer alfa ni se les cruzaba la idea de siquiera hablarle. Claro, Yuu nunca se había percatado de ello, por lo que no lo sabía.
Primero llegaron las vacaciones de invierno, donde pasaron ambas familias la Navidad en la residencia Ichinose. Yuu creía que sería una refinada reunión, tal como en el compromiso, pero se sorprendió al ver que la familia Ichinose usaba ropa informal, tal como ellos. El año nuevo la pasaron separados, cada quien con sus respectivas familias. Solo fueron necesarios un par de mensajes para que Ryota lo buscara en la calle de su hogar y escaparan a su mansión, pasando la medianoche juntos demostrándose lo mucho que se querían, sin dudas la experiencia mas excitante para Yuu en sus 17 años de vida. Nunca creyó que algún día se escaparía de su casa por un amorío, mucho menos en año nuevo. Claro que luego recibió un sermón por ello, pero no se arrepentía de su impulsiva decisión.
Las clases volvieron a comenzar en la segunda semana de Enero, volviendo a su aburrida rutina, llegando a la característica fecha de Febrero, San Valentín. Claro, Yuu no esperaba hacer nada en especial, pasar juntos el día, y si la oportunidad se daba tener algo de intimidad, un día más como cualquiera. Pero hubieron ciertas influencias que lo hicieron cambiar de idea.
— ¡¿QUE NO VAS A DARLE NADA?!— Preguntó indignada Hina, golpeando el banco de Yuu por la sorpresa.
— Hina, no es necesario gritar— Dijo Sasha, golpeando la cabeza de la beta.
— ¡Es que esto es increíble! ¡Es San Valentín de lo que hablamos! Toda pareja debe darse algo mutuo. Es el día donde celebras el amor con tu pareja ¡No puede ser tan insensible!
— Hina, es solo una fecha más de festividades, solamente fue creada para subir el precio del chocolate y baratijas que suelen regalarse las estúpidas parejas capitalistas para que crean que realmente se aman— Respondió Hana de una forma desinteresada, sorprendiendo a sus amigas y a Yuu por su comentario. La chica que más idealizada el romance dijo algo muy frío sobre su festividad— ¿Que? ¿Por que me miran así? ¡Oh vamos! Esa es la realidad, además me parece absurdo que solo por ese día todos se cieguen con un falso pensamiento romántico, el amor debería vivirse todos los días.
— Vamos Hana ¿Acaso a ti no te gustaría que tu pareja te llevará a una cena romántica y te regalará un anillo para consumar su amor?
— Realmente no. No tendría como pagar una comida tan lujosa que no me llenaría, y no me gusta usar anillos, son incómodos, prefiero collares— Respondió inocentemente, no captó la indirecta— Preferiría pasar un día de campo, donde podría comer todo tipo de comida casera y tal vez jugar en el parque con dicha persona. Aunque claro, esta es la visión de una omega virgen que nunca ha tenido pareja.
— Creo que esa es una mejor idea de romance a que la tuya Hina— Comentó Sasha, enojado a la susodicha— ¿Qué es lo que todos creen de San Valentín? Los estadounidenses son iguales o incluso peores.
— ¿Me perdí de algo? - Pregunto Kami al entrar al salón, pues estaban en receso.
— ¡Kami! ¡Ellas se están burlando de mi idea del San Valentín!
— ¿San Valentín? Cierto, será dentro de poco ¿Pero como llegaron a ese tema? Nunca lo hablaban.
— Todo empezó por Yuu ¡No planea regalarle nada a su pareja!
— Lo haces ver como si fuera un pecado— Se quejó Yuu entre dientes.
— ¿No le regalarás nada? Pobre Ichinose— Comentó Kami fingiendo estar triste, mas se reía internamente— Ni siquiera su novio quiere darle algo.
— ¿Tu también crees en lo de San Valentín? ¿Por que es tan importante? No es como que sea un día muy especial para Ryota.
— Oye. Dejé de creer en esas campañas comerciales desde que se que el Conejo de Pascua no existe— Dijo Kami con un tono irritado, aun recuerda aquel trauma de niña— No me refería a eso cuando hablaba de Ichinose, además, es una fecha muy importante para su familia, e incluso para él.
— ¿Por que?— Preguntaron todos a coro.
— ¿No lo sabes Yuu? ¿Como pudiste ser tan despreocupado como para ni siquiera saber eso? La respuesta es simple. Es su Cum-ple-a-ños.
— ¡¿Enserio?!— Preguntaron sus amigas con sorpresa.
— Pensé que el era mayor que Yuu— Comentó Hina aun sorprendida.
— ¿Entonces aun tiene 16? Vaya, yo incluso creí que había repetido un año, se ve muy maduro.
— Ustedes dicen eso porque no lo vieron hace 2 años, ni de chiste parecía estar pasando por la pubertad, tenía una cara de bebé sorprendente. Incluso yo le sobrepasaba por centímetros de altura.
— ¡Increíble! Ahora que lo recuerdo, su tío nos mostró fotos de él, si que cambio demasiado en 2 años.
—¿Realmente no lo sabías Yuu?— Preguntó Sasha.
— Lo había olvidado— Respondió en blanco— Ryo me lo había comentado, pero yo lo olvidé, con todo lo que pasó lo olvidé.
Estaba a punto de darle un ataque de culpabilidad, se sentía la peor persona del mundo, y el peor novio ¿Como pudo olvidar algo tan importante? Era entendible olvidar el color favorito, o el nombre de su mascota de la infancia ¿Pero su cumpleaños? Olvidar fechas importantes era la primera razón por la que las parejas peleaban
A la hora del almuerzo se encontraron, como era de costumbre, en aquel pasillo donde iniciaron todo. Nadie transitaba esos lados, mucho menos a esa hora, por lo que podían estar tranquilos, o incluso, mimarse de vez en cuando.
Ambos compartían el almuerzo, y se turnaban los días para saber quién llevaba la comida, eso fue por insistencia del alfa. El quería hacer las cosas mas equitativas, no quería ser como el típico alfa que obliga a su omega a cocinar para el, pero aun así una parte dentro de el deseaba comer lo que cocinara su novio y este insistía en que no tenía problemas. Para resolver el problema era mas fácil dividirse los días. Gracias a su decisión, el alfa tuvo que comenzar a cocinar cosas mas creativas de lo que hacia ocasionalmente.
Ese día le tocaba a Ryota llevar el almuerzo, por lo que se encontraban comiendo lo que preparó la noche anterior, o mas bien, solo el lo hacía. Yuu se mantenía callado, era usual que no conversara mientras comía, lo que no era usual es que no sonriera, mantuviera distancia y mirara al horizonte, era suficiente para saber que algo pasaba.
— ¿Que pasa? ¿Acaso no esta bueno?— Pregunto el alfa con preocupación. Sabia que ej problema no era la comida, pero al menos así le diría la razón de su estado.
— No es eso. Solo son cosas mías— Respondió, sonriendo levemente para despreocupar a su pareja.
— Sabes que puedes decirme lo que sea. Prometí que ya no te ocultaría nada, por que confío en ti, quisiera que también confiaras en mi— Tocó su mejilla para así voltear su mirada y mirarlo a los ojos— ¿Puedes?
Yuu asintió, no muy convencido, y suspiró, tratando de no sonar tan brusco o no comenzar con una discusión.
— ¿Recuerdas mi cumpleaños?— Preguntó desviando la mirada.
— Claro, fue el día en que nos conocimos. Es el 15 de octubre ¿Como podría no saberlo?
— Es gracioso que lo digas, porque yo me olvide el tuyo. Kami tuvo que recordamelo
— ¿Y que con eso? Esas cosas suelen pasar.
— Suelen pasar cuando son compañeros de clase o parientes lejanos, no cuando es tu pareja. Soy de lo peor.
— No tienes que insultarte ni sentirte culpable, no pasa nada.
— ¿Como puedes estar tan tranquilo? Pareciera que no te importara.
— Para serte sincero, prefería que no lo recordaras.
— ¿Por que? Es el día en que naciste, el día en que nuestro destino comenzó.
— Y es el día que mas odio desde que presenté como alfa.
— ¿De que hablas? Si es una broma no me da gracia.
— No bromeo. Planeaba pasar solo ese día.
— Entonces no quieres verme ¿No es así?
Ryota miró molesto a Yuu, tomándolo del brazo y dejándolo contra la pared, poniendo su mano al lado de la cabeza contraria para asegurarse que no escapara. Por su mirada Yuu supo que el asunto era mucho más serio de lo que creyó.
— Escucha. Yo quiero verte todos los días, aun si es solo un segundo. Pero por favor, nunca vengas a vermee mi cumpleaños o el 14 de Agosto.
— ¿Por que no?— Pregunto preocupado.
— Porque es mi celo— Respondió, alejándose del omega.
— ¿Y eso que tiene de malo? Tu estuviste durante el mío ¿Por que no puedo estar en el tuyo?
— ¿Que harías si yo dijera que quiero tener sexo desenfrenado sadomasoquista aquí y ahora?
— ¿Que? Nunca, nunca, nunca... Jamás en lo que me resta de escuela lo haría.
— Si fuera mi celo no me importaría lo que digas, y aun si trataras de detenerme, te sometería— Respondió el alfa, sorprendiendo a Yuu— Escucha, los alfas tenemos la suerte de tener el celo 2 veces al año, 48 horas en total si juntas ambos celos. Son fijos, siempre vendrán los mismos días, a la misma hora. Pero créeme, eso también es algo malo. Pasar todo el calor, que un omega pasa en una semana, en un día, enloquece al alfa. Varios solo quieren hacerlo con el primer omega que vean y ya, otros solo esperan por su pareja, sea omega, beta o alfa, y otros... Solo se encierran. Yo soy del último grupo.
— Pero...
— Yuu, no importa que... ¡No vengas!
Yuu se asustó por aquel tono de voz, o mas bien su parte omega lo había hecho. No se trataba de su voz de alfa, pero que hablara de esa forma le erizaba la piel. Ryota se dio cuenta que fue muy duro, no planeaba asustarlo, pero no sabía como transmitirlo. Alzó el mentón del omega para que este lo viera a los ojos, tratando de sonar lo mas amable posible.
— Por favor... Te lo suplicó.
Yuu pudo ver una profunda tristeza en aquellos ojos. Pareciera como si pidieran ayuda, como si el alfa interno de Ryota le estuviese suplicando que fuera allí aquel día, que desobedeciera a su lado humano. Algo dentro de el se estrujó, no sabía si era su parte omega o su corazón. Quería negarse, pero por alguna razón solo asintió.
— Si eso es lo que quieres.
— Gracias. Juro que te lo compensaré el siguiente día.
Abrazó a su omega, tratando de transmitirle seguridad y demostrarle que todo estaba bien. Pero aun con eso, sabía que no estaba nada bien ¿Por que su novio actuaba asi?
[***]
Y así llegó el día de los enamorados. Se sentía el amor en el aire, o mas bien el olor a chocolate quemado en su propia cocina, no era necesario preguntar por un culpable, cuando en esa vasa solo habia una persona que queme todo lo que toque.
Yuu no sabía lo que era mas sorprendente, que Yoichi tuviera una pareja estable, al nivel de prepararle chocolates en San Valentín, siendo un acto que socialmente le correspondía al omega; que fuera capaz de quemar chocolate, o que su novio estuviera dispuesto a ingerir algo que el cocinara, pues algo le decía que aquel omega era consciente de su poca maña en el ámbito culinario.
— ¿Hoy no harás nada con el bastardo?— Preguntó Yoichi, intrigado de ver que su primito estaba recostado en el sofá de la sala, viendo una de sus películas de guerra favoritas.
— No lo llames así ¿Cuantas veces debo decírtelo?
— Eso no responde a mi pregunta.
— No, hoy planeo ver la maratón de clásicos, al igual que cada San Valentín— Respondió desganado, nunca creyó que su primer San Valentín en pareja lo pasaría solo.
Yoichi pudo notar que algo pasaba, y por mucho que odiara la idea de que su primo tuviera novio, podía entender su estado de animo, después de todo el no se esforzó en su regalo por nada, y estaba seguro que Yuu deseaba hacer lo mismo, tal vez no de una forma tan romántica como aparecía en las películas, pero si estar con él
— Bueno, no es como que me importen sus razones para estar separados, pero tendrán mas días para estar juntos, o celebrar el día blanco.
— No ayuda que sea otro día, ni es que realmente me importe San Valentín, quería estar ahí por su cumpleaños.
— Bueno, eso si cambia un poco las cosas. Pero por mas que me moleste admitirlo, dudo aquel mocoso te aleje sin alguna razón. Solo espera a que esté listo, y asegúrate de cobrarle una salida cara, tambien le enseñará a que no debe dejarte de lado o eso le espera.
— ¿Tu novio te hizo eso?
— El es mas de salir con sus amigos y demostrarme que no dejará su juventud por mi y luego finge demencia cuando toco su puerta— Respondió tras un suspiro, recordando que si Ibuki lo deseaba, podía ser muy cruel y orgulloso.
— Suena a que lo hizo mas de una vez.
— Demasiadas, pero estamos juntos aun así. Y no me arrepiento— Comento orgulloso de su relación— Ahora mirándole el lado positivo, no me preocúpare por futuros sobrinos segundos.
— No, pero seguro lo harás por tus hijos— Agregó Yuu.
— ¡No todos los San Valentín terminan en sexo!— Refutó Yoichi, pero al ver que su primo no le creía en lo mas mínimo, termino admitiéndolo— Ok, si terminará así para nosotros, pero nos cuidamos con ese tema.
— Entendí ¿No se te está haciendo tarde?
— Mierda. Avísale al viejo que no volveré para la cena… mas bien no volveré hasta mañana. No le abras a extraños, ten un feliz día.
Sin mas cerró de un portazo. Aun se le hacía difícil de creer a Yuu que alguien pudiese ver de forma romántica a su primo, siendo tan… particular a veces. Al parecer Yoichi escondía su lado romántico. Le restó importancia y siguió mirando su película.
Ya estaba por la mitad de la tercer película del día cuándo recibió una llamada de Hanako, la cual no dudo en contestar.
— ¿Hola?
— Hola Yuu-chan ¿Donde estas?
— En mi casa ¿Por que?— Preguntó confundido
— Hoy es el celo de Ryota, pensé que estarías con el ¿Acaso no te lo dijo?
— Lo se, y me pidió que no lo viese por lo que restaba del día— Respondió, molestandose al recordar como le suplicaba que no se vieran.
— ¡¿QUE?!— Preguntó, o mas bien gritó, Hanako desde el otro lado. Yuu se podía imaginar su expresión.
— No grites tan fuerte, recuerda que estas al telefono— Se quejó alejando el teléfono, pues la alfa seguía gritando— ¿Por que te molesta?
— Desde que Ryota se presentó como alfa, se encierra en su habitación durante sus celos. Se que suena raro, pero realmente lo requiere. Dice que no quiere pasarla con un omega, pero pensé que ahora que estan juntos, lo pasaría contigo.
— También lo creí, pero no quiere verme hasta mañana.
— Ryota quiere verte.
— ¿Estas segura? El me dijo explícitamente que no me quería ahí, me lo suplicó.
— ¡Realmente no estoy segura! desde la mañana estuvo llorando por ti, y digo llorando porque suena mejor a lo que realmente hacía, pero a la vez lo negaba, esta extraño. Ya de por si no me gusta que mi hijo se encierre como si fuera un animal peligroso, y que también te aleje me preocupa aun más.
— ¿Sabes por que se encierra?— Preguntó preocupado, no quería que fuera lo que pensaba, pero que Hanako guardara silencio se lo afirmaba— Voy para allá— Fue lo único que dijo y cortó la llamada.
Escribió una nota, para no preocupar a su familia por su ausencia, y la pego al refrigerador. No se preocupo por apagar el televisor o guardar sus palomitas, simplemente tomó su chaqueta del perchero y salió corriendo del departamento.
Agradecía que la casa Ichinose no quedara tan lejos o no habría resistido tanto tiempo corriendo. Mientras más se acercaba a su destino, más se preocupaba, su lobo estaba ansioso, y usualmente esa no era una buena señal. No le gustaba sentir que su alfa estuviera sufriendo solo y por otro omega.
Entro por la puerta trasera del jardín, y no esperó a que Hanako le abriese o lo recibiera, lo hizo por si mismo. Una vez dentro, sintió el aroma de Ryota por toda la casa, era embriagador y aun mas para el, siendo su pareja destinada. Estaba comenzado a excitarse por todas las feromonas de su alfa. Estaba idiotizado, como una mosca que veía a una lámpara en la noche.
— Yuu, por fin llegaste— Dijo Hanako al verlo, arrojándose sobre sus brazos como siempre. Gracias a eso salió de su transe, y pudo ver que la alfa estaba igual de preocupada.
— ¿Que está pasando?
— Es complicado explicarlo.
— Entonces entraré allí.
— No puedes— Lo detuvo la alfa, sorprendiendo al omega— Luego de su primer celo, Ryota pidió que instaláramos una cerradura de máxima seguridad, para estos casos. Solo se abre desde adentro.
— Entiendo. Entonces trataré de sacarlo.
Se separó de la alfa y se fue directo a la habitación de su pareja. Con cada paso que daba, las feromonas del alfa se volvían mas espesas, afectando mas a su lobo.
Los murmullos aumentaban, provenientes de su habitación. Era Ryota, podía distinguir su voz tras tantos días compartiendo su celo, pero no lograba entender sus palabras, no hasta que estuvo frente a su puerta, que lo escuchó claro como el agua.
— Es mi culpa... Perdóname... No quería... No quería lastimarte— Murmuró con una voz quebrada, estaba llorando— No quiero que me dejes... No me odies... Quiero verte... ¡No! mejor no... Lo lastimaré, me odiará, me dejará. Hará lo mismo que el... Siempre hacen lo mismo.
Yuu se sorprendió al escuchar esas palabras, y algo dentro de el se quebró. Aquel alfa sonaba tan débil y dañado, encerrado como un ser peligroso cuando se notaba que lo único que necesitaba era contención.
— ¿Yuu? ¿Estas ahí?— Se escuchó del otro lado de la puerta, sorprendiendo al mencionado por lo rápido que fue descubierto— Tu olor se siente en el aire ¿Por que viniste?
— Lo lamento, no podía dejarte solo, y menos ahora cuando se como estas.
— Lárgate, te dije que no quería verte ¿Por que eres tan inconsciente?
— No me importa lo que digas, no me iré— Respondió decidido y se sentó en el suelo, frente a la puerta de la habitación— No es necesario que abras si no quieres, me quedare aquí.
— ¿Por que lo haces? Te dije lo que podría hacerte si te acercabas— La voz de Ryota sonaba agitada, ronca y molesta.
— No me importa, lo que me importa es saber porque estas así ¿Que pasó para que te encierres y te digas todas esas cosas?
— No necesitas saberlo, solo...
— ¿Es por Asahi?— Preguntó dolido.
El alfa se sorprendió, nunca le dijo su nombre, además de que lo nombrara en ese momento lo incomodaba.
— ¿Es por el no? Claro que es por el, de pronto guardaste silencio— Con cada palabra, la voz de Yuu sonaba mas dolida— No sabía que el era tan importante para ti, hasta el punto que te encierres durante tu celo por el ¿Lo extrañas?
— Yuu, no es por eso.
— ¿Y entonces por que es?
Le irritaba sentirse así. No le importaban las demás parejas que tuvo en el pasado, pero por alguna razón, cuando hablaban de Asahi se molestaba. Era al único que siempre nombraban, al único que vio como era, y el único que duro mucho tiempo con Ryota. Parecía como si todas sus demás relaciones fueran una simple excusa para no estar solo, y que el fuera una pareja mas.
— Yuu, escúchame— Dijo Ryota, sacándolo de sus pensamientos— Asahi quedó en el pasado, ya no me gusta, así que tranquilízate. Fue importante en mi vida, pero ya no mas de esa forma.
— ¿Entonces con quien te disculpabas?
— Yuu, esto es complicado, pero no es como crees.
— Y explícame ¿Como esperas que te entienda si no me dices nada?
— No es el momento.
— ¿Y cuando lo va a ser? No es la primera vez que te pregunto. Siempre evitas el tema, y termino enterándome por los demás, no me gusta esto.
— Confía en mi ¿Si?
— Si quieres que confíe en ti, entonces dímelo.
— ... Me odiarás— Dijo el alfa en un tono triste
— ¿Como estas tan seguro?
— Por que lo que le hice es algo imperdonable, y no me verás de la misma forma tras saberlo.
— Ryo, tu siempre quieres que confíe en ti, pero tu nunca confías en mi ¿Como quieres que estemos juntos si pasan estas cosas?— Había comenzado a llorar sin darse cuenta, odiaba aquella situación— Por favor... Confía en mi.
— No quiero herirte, y no quiero que me odies.
— Me hieres de esta forma ¿Como crees que me siento al verte así? No me gusta esto, no me gusta verte sufrir y no saber como ayudarte. Por eso te pido que me digas que te pasa.
No escuchó respuesta alguna, eso lo destrozaba. Al escuchar que el alfa se levantó y se encerró, en lo que suponía era su baño, término de destruirlo.
— Realmente no hablarás ¿No?— Preguntó mas para si mismo que para el alfa— Entiendo, entonces esperaré aquí.
Se acomodó contra la pared, haciéndose un ovillo. No pensaba irse de allí, no sin haber podido ayudar a su pareja. Estaba seguro que Ryota tardaría en hablar, pero no podría ignorarlo por mucho tiempo con sus feromonas en el aire.
— Ryo, no te juzgare, solo quiero entenderte— Le dijo en el tono mas dulce que podía
Aun no le respondía, no se escuchaba nada dentro de la habitación, y eso le preocupaba, que estuviera tan callado cuando estaba en celo. Podía no comprender el celo de los alfas, pero al menos creía que lo escucharía jadear por todo el calor.
— El fue mi primer pareja.
Se sorprendió al escucharlo repentinamente, por 10 minutos no sintió su presencia, pero aun así siguió escuchando atentamente.
— Conocí a Asahi Honma cuando estaba en mi primer año de secundaria, se sentaba delante de mi. Él era un chico bastante alegre e inocente, aquel estereotipo de omega tierno. Comenzamos a salir durante nuestro segundo año de secundaria, y con suerte que podía tomarme de las manos sin que su cabeza explotara, era demasiado tímido, pero aún así me resultaba tierno en aquel tiempo— Explicó, Yuu volvió a sentarse delante de la puerta para escucharlo mejor— Al siguiente año llegaron las pruebas para identificar nuestra raza, el resultó ser un omega mientras que yo un alfa. Todos decían que éramos pareja destinada por comenzar a salir antes de saber lo que éramos. No sabía lo que se sentía tener una pareja destinada, pero en ese tiempo estaba tan cegado por el amor que le tenía que lo creí así. Éramos bastante felices, la típica pareja de una historia romántica para preadolescentes, de las que crees serán felices por siempre. Cuando llegó su celo yo aún no había presentado como alfa, pero aún así estuve con el en cada celo que tuvo. Si, no era virgen cuando estaba contigo, lamento que te enteres de esta forma.
— No es como que me importara si ya lo habías hecho— Comentó Yuu avergonzado.
— Déjame terminar— Dijo Ryota, haciendo silenciar al omega— Cuando estábamos por terminar la secundaria nos propusimos ir a la misma preparatoria y seguir con nuestra relación. Ambos logramos pasar el examen de admisión, por lo que estábamos muy felices de que estaríamos juntos 3 años más en la escuela y podríamos vernos todos los días. Entramos a la escuela, el iba a una de las clases regulares, al parecer no era la misma a la tuya por que ni siquiera sabía de su existencia. Luego llegaron las vacaciones de verano, y presenté mi primer celo como alfa. Usualmente a todos los alfas les suele dar mareos o fiebre, además de... Ya sabes. Pero a mi no me causo eso, hubiese deseado pasar por la fiebre mil veces mas antes de lo que realmente pasó. Mi familia le avisó a Asahi que ya había presentado síntomas y que viniera, claramente con fines de marcarlo y calmar mi celo... Ese fue nuestro peor error.
— ¿Por que? ¿Que pasó?
— Yo... Yo... Lo dañe. Le hice algo horrible. No recuerdo muy bien lo que pasó, solo recuerdo a Asahi huyendo, con todas sus ropas rasgadas, llorando. Quería seguirlo y disculparme, pero mi celo me lo impedía, no quería salir y hacerle más daño, preferí encerrarme y esperar que pasara el resto del día, si no le habría hecho mas daño a el o a cualquier omega que se cruzara.
Yuu pudo notar como la voz de Ryota se quebraba más y más con el paso del relato, Y solo deseaba poder abrazarlo y tratar de calmarlo
— Cuando el celo pasó, fui a su casa. Quería disculparme por lo que le había hecho, pero su padre evitó que lo viera. Me gritó demasiadas cosas, incluso me golpeó, pero no le di importancia, sólo miraba a la ventana por si el aparecía y podía hablarle, pero no pasó, estaba completamente cerrada. Todos los días iba allí, no me importaba di me veía muy patético incluso si quería romper conmigo, solo quería ver que estuviera bien. Su padre amenazó con demandar a mi familia si no los dejaba en paz, pero seguí insistiendo. Cuando comenzaron las clases otra ves, pensé que podría hablarle, pero no asistió. Volví a su casa, nadie me recibió, y la razón fue porque se mudaron a otra prefectura, todo por mi culpa.
Ryota inhaló, recordar esa parte de su vida le afectaba, pero le preocupaba aún más lo que podía pensar su omega de el. Yuu se quedó estático, procesando todo lo que escuchó. No era algo tan descabellado, mas de una vez escucho historias de ese tipo, y por como todos reaccionaban, también creía que algo grave había pasado en su relación, pero no se esperaba eso. No sabía que decirle, porque siendo omega podía imaginarse el trauma que pudo generar, pero a su vez, nunca se detuvo a pensar en lo que le pasaba a los alfas, y por como estaba Ryota, era obvio que también le generó un trauma.
— Me convertí en un desastre, ya no me interesaba lo que me pasara. Si alguien se me confesaba, aceptaba, con tal de recibir un poco de su amor me hacían sentir mejor. Pero cuando llegaba mi celo, me encerraba por la culpa, y para no dañarlas. Cuando supe del prototipo de los supresores para alfa, comencé a tomarlos cada vez que sentía que me descontrolaba. Funcionó de maravilla, ya no me afectaban las feromonas como al inicio y podía mantener la compostura el tiempo necesario. Pero por alguna razón empeoraba en mis celos, es como si acumulara todo aquello y saliera en mi celo.
— ¿Por eso no quieres verme? ¿Crees que también te dejaré?
— Es que todo cambió cuando te conocí. Apenas te vi, sentí que tu eras mi pareja, pero me asusté, porque no quería herirte. Agradezco que mi madre estuviera ahí y pudiera controlar la situación, o no se que habría pasado. Aquel día en la escuela iba a alejarte, no porque te odiara o siguiera amando a Asahi, tenía miedo de dañarte, o de llegar a esta situación, pero por alguna razón, cuando te tuve frente a mi, sentí un millón de cosas, que debía estar contigo. Volví a alegrarme por verte, a entristecerme cuando tu estabas mal, a temer a que te pasara algo malo y que no pudiera estar ahí para ti, o que me dejaras. Tu hiciste que volviera a sentirme vivo, que tenía emociones y podía volver a amar. Todo gracias a ti. Perdóname, pareciera que solo quisiera aprovecharme de ti, pero enserio te amo y no quiero que me dejes por nada del mundo, por eso no quería que supieras esto, pero te juro que no quiero dañarte, yo solo...
— No necesitas disculparte conmigo— Interrumpió Yuu— Estabas muy asustado ¿No es así? Soy un omega y ciertamente no puedo entender a los alfas, pero pasar todo ese calor que los omega pasan en una semana solo en 24 horas debe ser horrible, sobretodo si es la primera vez. Los alfas no son ellos mismos cuando están en su celo, por lo que eso no fue completamente tu culpa. No sabías que hacer, no podías prevenirlo.
— Lo forcé a hacerlo, es mi culpa— Dijo Ryota entre dientes, mientras sentía como se escapaban algunas lagrimas— No puedo fingir que todo está bien cuando se que yo fui el causante de todo. Lo obligué, lo dañé, y ni siquiera pude disculparme. Soy igual que todos aquellos alfas, solo me dejo guiar por mis instintos y daño a las personas que mas amo. No importa si creen que por ser mi primer celo no fue una violación.
— Ryota, el pasado no puede cambiarse, solo nos queda afrontarlo, hacer lo que podamos para arreglarlo y aprender de el para que no vuelva a pasar— Dijo Yuu en un tono amable, pegándose a la puerta en un intento absurdo de acercarse mas al alfa— Conmigo siempre fuiste paciente y amable, me ayudaste siempre que te necesité, nunca me obligaste a nada. Aún cuando los demás crean que tu me probaste o usaste, yo no lo creo. Además ¿No tomas esos supresores para no dañar a nadie más? Eso demuestra lo arrepentido que estas y como tratas de proteger a los demás. No culpaste a Asahi por haber estado allí como los demás alfas, te culpas a ti mismo cuando ninguno sabía que hacer. Eran inexpertos, lo importante es aprender de ello y no repetirlo, y ya lo haces ¿Como podría dejarte por tu pasado cuando intentas mejorar tu presente? Sin duda no te dejaré, no eres el monstruo que crees, eres un gran alfa, eres mi alfa, por elección.
— Yuu...
Antes de decir algo más, abrió la puerta y se abalanzó sobre el omega, el cual estaba sorprendido de que lograra sacarlo de su encierro. Mas le devolvió el abrazo, acariciando su cabello para reconfortarlo.
— Te amo, te amo demasiado— Susurró entre lagrimas, besando todo su rostro— Realmente te amo.
— Ryo— Lo llamó y se separó lo suficiente para verlo al rostro— Feliz cumpleaños, y feliz San Valentín.
— Enserio... Eres increíble— Dijo sonriendo.
Deseaba seguir así, envuelto en los brazos de su omega, pero aun si intentaba conservar la calma, el aroma de sus feromonas se le volvía irresistible, y por mas que le hubiera dicho que estaba ahí para acompañarlo, deseaba asegurarse que también lo quería por decisión propia.
— Yuu ¿Realmente no me temes?— Preguntó temeroso por su respuesta, abrazándose mas a su pecho.
— Claro que no ¿Por que debería?
— Recuerda que aun estoy en celo. Tomé unos supresores para poder hablar contigo tranquilamente, pero no duran mucho cuando estoy en celo y me quedan solo un par de segundos de cordura. Enserio, si me temes, o estas inseguro, te pido... No, te ruego que te vayas, ahora— Con cada palabra que decía, su voz se volvía mas agitada.
— No te tengo miedo— Respondió, tomando entre sus mano el rostro de su alfa— No voy a huir por esto.
— No te dejare ir, no importa cuanto supliques.
— ¿Alguna vez lo hice? Deja de poner excusas y solo hazlo.
No necesitó mas palabras para tomarlo entre sus brazos y encerrarse en la habitación.
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¡Buenas! Felíz 2019 (un mes atrasada) y espero esten teniendo unas felices vacaciones de verano y no les esten esclavizando para limpiar la casa. Y para los que estan en el hemisferio norte, que el frío no les este helando los huesos y esten empezando bien el año con los estudios, trabajos o lo que sea que esten haciendo.
Debo hacer un aviso, puede pasar bastante desprevenido, pero meh, yo aviso igual. Estoy corrigiendo la novela, pues estaba leyendola y tenía varios errores por mi maldito teclado. Ademas de que estoy corrigiendo otras cosas, algo minimas, de la trama. Deben saber como es esto si es que escriben, mientras mas tiempo pasas escribiendo, nuevas ideas se te ocurren que podrías haber puesto en capítulos anteriores o que se te pasaron por pendeja, por lo que ahora le estoy haciendo eso mismo. Igualmente no cambié casi nada importante, mas que nada agregué cosas nuevas. Gracias a eso tarde en actualizar el nuevo capítulo, por haber estado corrigiendo los anteriores.
Si quieren releerse los capítulos anteriores para ver los cambios, los cuales seguramente mencionaré de ahora en adelante, les invito hacerlo.
Espero sigan apoyando la historia como hasta ahora, desde aqui las cosas se pondran mas intensas, y no, no hablo del ambito sexual ( ͡° ʖ̯ ͡°), eso ya esta claro que puede aparecer en cualquier capítulo (como en el próximo)
Nos vemos en el próximo capítulo
ヾ(❀╹◡╹)ノ゙
- Lady Chikyuu 🌎
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