Hanako no se equivocó con su advertencia previamente en su casa. Los invitados a la fiesta parecían buitres hambrientos, esperando que alguien se equivoque para así devorárselo con burlas. No podía evitar estar nervioso ante todas esas miradas sobre el, como si esperaran a que hiciera el ridículo para mofarse de el. En esos momentos deseaba que hubiese un albino mas para así no sentirse tan destacable entre tantas cabelleras negras o castañas.

—  Tranquilízate Yuu-chan. Te dije que estuvieras alerta, no paranoico— Murmuró Hanako, reprendiéndolo con un pequeño golpe en la cabeza— ¿Para que te lleve al tratamiento si al final vas a estar tan rígido?

“No es como si pudiera evitarlo” Pensó Yuu aun hecho un manojo de nervios.

Pero debía aceptar que Hanako le ayudó a sacarse un gran peso de encima. Arrastrarlo hasta un spa y que le dieran un tratamiento completo fue la mejor solución, sentía su cuerpo renovado, solo una pequeña punzada de dolor estaba presente en su parte baja. No sabía que clase de magia negra habían usado en él para quitarle tanto dolor, no tendría mucha experiencia en el sexo pero era consciente de que no era normal su rehabilitación.

Aun estaba en celo y seguramente seguiría hasta la mañana, pero gracias al lobo de Ryota, el cual cumplió todos los deseos de su omega, y la efectividad de los supresores, sus feromonas eran apenas perceptibles. Nadie podría sospechar de su estado por un par de horas.

Un par de minutos después vio a su familia llegar, se alivió al instante de tener apoyó durante la noche, pero tan pronto el alivio llegó, se esfumó tras ver las caras de pocos amigos de sus primos. Ya sabía que ambos harían un escándalo por no haber dado señales de vida en los últimos 3 días. Pudo ver que su tío lo examinaba con la mirada, prestando especial atención a su collar, seguramente estaba preocupado por la marca.

— Bienvenido Ken. Me alegra mucho verte aquí— Saludo Hanako alegremente, abrazando al susodicho.

— No es como si tuviera opción, estoy seguro que habrías molestado toda la semana— Dijo avergonzado. Nunca fue un hombre de lujos ni de los que le gustara destacar, y de pronto estaba en una fiesta de gala de la alta sociedad, no sabia como reaccionar ante ello.

— Que bueno que me conozcas tan bien— Dijo alegremente Hanako, como si le hubiesen dado un cumplido— Por cierto, verte en traje me trae recuerdos, como cuando te casaste con Takuma, te veías tan bien en ese tiempo.

— Fue hace 24 años, no puedo creer que aun lo recuerdes tan bien, solo tenías 15 años, aun eras una colegiala.

— Lo dices como si fuera una bebe, solo tengo 3 años menos que tu— Se quejó la alfa.

— Si, pero pareces de 10 años menos a tu edad real— Respondió Kensuke— Sigues siendo esa niña que no me daba un respiro con Takuma.

Los mellizos y Yuu veían bastante extraña la situación. Ver a la directora de una compañía multinacional pelear infantilmente contra su padre/tío quien siempre actuaba tan maduro les parecía de lo más extraño.

— Se nota que se conocen de hace años— Dijo una voz femenina.

Yuu se volteó sorprendido al reconocer su vos, era Shiori, sonriéndole como en todos sus encuentros anteriores, solo que en este caso iba vestida de gala, ni siquiera parecían tener la misma edad.

— Me alegra saber que estas bien Yuu— Dijo aliviada, tomándole las manos.

— Claro que lo estaría, solo fue mi celo, no una enfermedad grave— Comentó confundido.

— ¿Estas seguro? La mirada de Ryota de aquel día era muy espeluznante, pensé que iba a tomarte allí mismo hasta que murieras— Dijo Shiori en un tono divertido.

Yuu trago en seco, ciertamente no murió por ello, pero su lado humano perdió la conciencia durante los 2 últimos días y hasta hace unas 4 horas sentía un dolor infernal en el trasero.

— Pero dudo que haya sido así ya que estás aquí y te mueves con mucha facilidad.

— ¿Lo ves? Solo exagerabas— Dijo Yuu tratando de disimular su nerviosismo, desviando la mirada al resto del salón.

Desde que llegaron a la fiesta mantenían a Ryota ocupado con un grupo de socios de su padre. Aun si no era muy expresivo, se le notaba a kilómetros que no quería estar con ellos en ese momento. Deseaba tanto poder acercarse y mimarlo para que se le pasará el disgusto, pero no podía hacer tal cosa hasta que se confirmara el compromiso.

— Si que se la esta pasando mal— Comentó Shiori, mirando en su misma dirección— Me apena un poco su situación, y pensar que su futuro será así.

No era como si no supiera que su futuro sería así, la familia Ichinose era una de las mas influyentes del país y Ryota era su heredero, que dirigiera la empresa familiar era un hecho. Lo que le apenaba es que debería seguir enfrentándose situaciones como esa. Escuchó la advertencia de Hanako en la mañana, significaba que su futuro sería como la fiesta, entre empresarios oportunistas, falsos y arrogantes.

— Desearía que no la tuviese tan difícil— Susurró Yuu para si mismo, aunque Shiori pudo escucharle muy claramente.

— Tranquilo, el ya está acostumbrado a ese tipo de personas ¿Desde cuando crees que asiste a estas fiestas? Casi toda su vida tuvo que atravesar momentos como este, ya no le es difícil. Ahora tu serás el que debe acostumbrarse.

Si bien no le gustaba eso, sonrió por el apoyo indirecto que le proporcionaba la alfa. Tenía razón, si milagrosamente ambos terminaban juntos, fiestas de ese estilo serían tan comunes como lo era visitar a sus amigas cada semana.

Vio que su tío y Hanako dejaron de discutir, volviendo a tenerla cerca suyo. Se le veía un pequeño semblante fruncido, pero sabía que realmente no estaba molesta, después de haberla visto a la mañana, sabía cómo actuaba al estarlo.

— Este Ken tan imbécil, yo dándole un cumplido y el molestándome. No se por que siquiera me preocupo por el— Comentó en un puchero.

— Ya Hanako, no se preocupe por cosas así— Dijo Shiori con una leve sonrisa. Yuu pudo ver que Shiori miro a la dirección contraria y luego la regreso a Hanako— Hay cosas más importantes.

Hanako vio hacia la misma dirección y su expresión de puchero cambio por completo a una asqueada.

— Por dios, juro que mi esposo me escuchará después de esto— Dijo con tono repulsivo mientras cruzaba los brazos, quedando frente a su peor pesadilla.

Yuu desconocía el sentido de sus palabras, por lo que también se volteó y pudo ver a una mujer que, por suposición, debía tener la misma edad de su tío, siendo acompañada por un chico muchísimo mas joven.

— Vaya, pero que gran fiesta Hanako ¿No te importa que te llame así o no?— Dijo la mujer, obviamente se le notaba el tono sarcástico a kilómetros.

— Tienes razón, no me importa, somos bastante cercanas ¿o no? Pasamos tantos, tantos, taaaantos años juntas, puedo recordar los tiempos que pasábamos en la Universidad, aunque en realidad no era mucho ya que siempre estabas con algún acompañante. Puedo recordar a cada uno, como los que llevabas en cada fiesta, me pregunto donde los conseguirás, te vi con menos vestidos que con acompañantes.

— Bueno, creo que te equivocas con lo de mi acompañante, pero fue mi error, no debí haberte llamado tan familiarmente. Discúlpeme, señora Ichinose.
 

— Sabes que no hay problema con ello, me gusta que me recuerden de que familia vengo, y el arduo trabajo que hizo para estar en la posición que esta— Dijo en un tono burlesco, crispando a la mujer contraria.

— Tsk, mucha habla para una alfa que se la pasa siempre en casa ¿Arduo trabajo? Debes estar bromeando.   yo no me la paso alardeando de mi posición gracias al trabajo de mi esposo.

— Otro punto a tu favor ¿Como puedes alardear de algo que no tienes? ¿Ya hace cuanto te divorciarse de tu último marido? ¿6? ¿7 meses? ¿Era ya tu cuarto esposo no? Pobrecita, no encuentra un hombre que le quede bien ¿Es que tan insatisfecha estas en ese ámbito como para recurrir a acompañantes que podrían ser tus hijos?— Preguntó fingiendo preocupación, sonriendo una vez vio la furia en la alfa contraria— Ciertamente no tengo la misma carga horaria que mi esposo en la empresa, pero por lo menos yo no me acuesto con los amigos de mi hijo para sentirme joven y viva.

La tétrica sonrisa de Hanako perturbaba a los jóvenes que tenía a su lado. Nunca en su vida hubiesen creído que verían tal expresión en ella. Siempre siendo tan infantil para su edad, en ese momento actuaba como una mujer completamente elitista.

— Sigue alardeando Ichinose, tu cara de muñeca de porcelana pronto se arrugara como una pasa y te avergonzaras de siquiera salir al pórtico de tu casa.

— Awww, que gran halago ¿Eso te paso a ti no? Mira tu, pensar que tenemos la misma edad y ya pareces de la tercera edad, pronto tendrás que usar peluca ¿Te recomiendo una tienda?

Enfurecida, la mujer se volteó y se fue. El joven hizo una pequeña reverencia y se fue siguiendo a la mujer. Una vez solos Hanako borro la sonrisa de suficiencia, mostrando su ceño fruncido.

— Vaya, nunca creí que te vería así, Hanako— Dijo Shiori sorprendida.

— Esa mujer me pone de los nervios— Murmuró molesta, tratando de tranquilizarse y no arruinar la fiesta— Estaba teniendo un buen día y ella ya lo arruinó. No entiendo como mi esposo puede invitar a tal perra barata como ella, esto lo hace solo para molestarme. Si cree que luego de esto lo dejaré metérmela esta muy equivocado.

Si ambos jóvenes hubieran bebido algo en ese preciso momento, el liquido estaría esparcido en el suelo por tal declaración. Hubiesen deseado nunca ver esa faceta de Hanako. Esa era una clara invitación a que se retirarán a cualquier otra parte del salón.

— Creo que iré a beber algo— Se excuso el albino, debía escapar de allí antes de que todo lo que creía de Hanako se derrumbara.

Se acercó a una de las mesas donde estaban todas las bebidas y escogió una al azar. No sabía si era bebida alcohólica o no, pero no podía ponerse a examinarlas con todas las miradas sobre el. Sin más tomó un sorbo, aguantando el fuerte sabor en su boca para no escupirlo. Odiaba el amargor del alcohol pero no podía permitirse demostrarlo, no cuando muchas miradas estaban sobre el.

— Mira nada más, creí que nunca vería a Yuu tomando alcohol— Dijo una voz muy conocida para el.

Al voltearse se encontró con su preciada mejor amiga, Kami. En ese momento no sabía si sorprenderse, abrazarla, llorar. Por lo que muy "disimuladamente" eligió las 3 opciones.

— ¡Kami!— Exclamó al abalanzarse sobre la alfa, ya importándole poco las miradas que hasta hace un par de segundos lo atormentaban— Que bueno que estés aquí ¿Pero como...?

— ¿Como es que estoy aquí? Fácil. Recuerda que mi familia es muy poderosa, en este tipo de fiestas siempre solemos asistir. Al principio no quería venir, pero cuando escuche que era el compromiso de Ichinose y probablemente podías estar, me arriesgue y acepte venir.

— Muchas gracias amiga— Lloriqueo y se abrazo más a ella.

— Oye, sabes que amo tus muestras de afecto, pero no es el momento ni el lugar para ello ¿Que crees que dirán los demás? O peor ¿Que crees que pensará Ichinose cuando huela la esencia de otro alfa en ti?

No es que la alfa tuviese miedo de el, en cuanto a un combate físico ambos eran dignos oponentes, pero en cuanto a sus voces de alfas no necesitaba ni intentarlo para saber que Ryota saldría victorioso, por lo que prefería no arriesgarse. Separó al Omega suavemente de ella para no parecer tan brusca y trato de disipar su olor de él agitando su mano.

— Por cierto, Kami, esta es la primera vez que te veo en un vestido desde que entramos a secundaria.

— ¿De que hablas? Me viste usando un vestido en el Festival. Además, siempre me ves usando falda en la escuela.

— Un uniforme y un disfraz no cuentan. Realmente se te ven bien los vestidos— Respondió Yuu.

— Realmente odio usarlos, son muy incómodos. Además, creo que se ven mejor en ti— Lo último lo dijo con una sonrisa maliciosa.

— No me lo recuerdes, odio pensar que hasta Shiori me vio usando uno— Dijo avergonzado, cubriendo su rostro con sus manos para que no vieran su vergüenza.

— ¿Shiori? ¿Hablas de Kaname Shiori?— Preguntó confundida, pues era la única persona en la galaxia a quien conocía con ese nombre. Yuu asintió y se extrañó aún más— ¿Como es que eso paso? Más bien ¿Como es que siquiera la conoces?

— Es la prometida de Ryota. Hoy en el anuncio se revelará quien será el prometido, si es Shiori o yo.

— ¿Enserio? Me sorprende que la familia Ichinose la haya elegido, después de todo Shiori es...

Un peso sobre sus hombros la interrumpió, y al voltearse pudo encontrar a los culpables, tan sonrientes que le fastidiaba.

— Wow, creí que Naoe no vendría hoy— Dijo Hiroshi con una sonrisa ultra forzada en su rostro.

— Es muy bueno verte aquí Naoe, encontré a alguien decente con quien hablar en vez de estar con este imbécil— Dijo Tsuneo aliviado, el no fingía su sonrisa

— Oye Tsuneo, eso fue cruel. No es mi culpa que tu novia te haya plantado a último momento y que Ryo este tan ocupado con esos pomposos alfas como para darte atención.

— Mi novia no me plantó, vendrá más tarde— Dijo acomodando se los lentes, mirando mal a quien se suponía era su amigo— Además ¿Quien eres para llamar a los demás alfas "pomposos" cuando tu también eres uno?

— Si fuera pomposo no hablaría contigo— Susurró a un lado, pero los demás pudieron escucharlo a la perfección.

— Tu...

— Ok, ya bastante tengo con soportar estos zapatos como para soportarlos a ustedes dos. Me sorprende que Ichinose sea su amigo.

Cuando Yuu escucho lo que dijo Kami, se sorprendió. Ciertamente el alfa le hablo sobre sus amistades, pero que fueran tan diferentes a el... Era otra cosa. Uno era la definición de la palabra extrovertido y el otro parecía ser el mas correcto, y parecían tener sus roces ¿Cómo funcionaba su amistad?

La mirada de ambos alfas se centraron en él, como si no hubieran notado su presencia hasta el momento, y al instante ya tenía a uno de ellos a escasos centímetros, mirándolo atentamente.

— Wow, así que tu eres Akumura Yuu ¿Verdad?- Preguntó Hiroshi muy entusiasmado- Soy Amane Hiroshi, un gusto. Si tan solo no fueras pareja de Ryota, te marcaría en este mismo instante. Oye ¿No puedes reconsiderar tu elección y elegirme a mi? Te trataré mejor que Ryo...

Y como si lo hubiese invocado con solo pronunciar su nombre, sintió un aura asesina tras el. Se volteó horrorizado al reconocerla, desgraciadamente no era la primera vez que se la topaba, y pudo confirmar sus sospechas al ver a su buen amigo atacándolo con su fría mirada.

— Hiroshi ¿Acaso te le estabas insinuando a "MI" pareja?— Preguntó sin dejar de mirarlo, erizándole la piel al mencionado.

Su voz que parecía sacada de algún monstruo o asesino de película de terror, como si en cualquier segundo fuera a saltar sobre el y atacar directo a su yugular. Yuu se estremeció ante la vista, considerando por primera vez que tanta fuerza debía tener un alfa purasangre y porque no había que subestimar a Ryota por su amabilidad.

— No es lo que piensas querido Ryo, solo era una broma, sabes que le soy fiel a mis amigos— Dijo con una sonrisa nerviosa tratando de calmarlo— Nunca podría romper nuestro juramento.

— Más te vale, no quisiera tener que luchar contra mi mejor amigo y dañarlo- Dijo ya con una leve sonrisa, mostrándole su calma— Tsuneo, Kami, buenas noches a ustedes dos, me alegra que vinieran.

— Oye ¿Que hay de mi? ¿A mi no me saludaras?— Reclamó Hiroshi fingiendo molestia, pero al recibir la mirada amenazante del castaño se tragó sus palabras— Pero me parece extraño que no saludaras a tu pareja.

— Llegamos juntos a la fiesta— Comentó sin ninguna pizca de duda.

— Ya veo, eso explica por que Yuu esta desde temprano, me parecía extraño.

— ¿A que te refieres con eso?. Yo nunca llegó tarde a ningún lugar.

— No llegas tarde nunca, pero conociéndote, si hubieses venido con tu familia seguramente habrías estado 10 minutos, como mínimo, parado frente a la puerta, deliberando si entrar o huir.

Yuu tragó en seco, su amiga no se equivocaba cuando mencionó conocerlo. Aun cuando llegó temprano junto a Ryota y Hanako estuvo parado frente a la puerta, pensando en si entrar o no.

— Yo no hago algo como eso— Respondió Yuu avergonzado.

— Ah, así que el siempre es así, ya me parecía extraño verlo actuar así bastante seguido— Pensó Ryota al recordar la escena de unas horas antes, al igual que recordó la primera vez que durmieron juntos en su casa, pudo olfatear sus feromonas frente la puerta de su habitación por bastantes minutos.

— Por cierto ¿Donde están tu hermana y tu padre? Me parece extraño que aún no se haya abalanzado sobre Hiroshi- Pregunto Tsuneo.

— Cierto, ya me había preparado para cuando saltara sobre mi.

— ¿Ayaka? Esta cambiando su vestido. Nuestra madre la obligó a usar un kimono, pero negociaron que solo lo usaría durante la recepción, y que para el resto de la fiesta usaría el vestido que ella quisiera. Estaba tan molesta que no quiso venir con nosotros y decidió viajar aparte junto a nuestro padre, es una completa caprichosa.

Ahora Yuu entendía el porque habían salido sin esperarlos. Le pareció extraño y lo seguía siendo, pues ni siquiera se apareció en todo el día y aun no tenia el placer de conocerla, pero al menos tenía una razón. Los chicos siguieron hablando de cosas triviales de la escuela o demás, incluso Kami participaba de aquella conversación, dejando a Yuu bastante confundido y fuera de lugar.

Disimuladamente sintió como Ryota le tomó la mano, llamando completamente su atención. Al verlo se fijó de la seña hacia la puerta, clara referencia para que ambos abandonaran el salón, asintiendo a los pocos segundos.

Se retiraron de allí al ver que sus tres amigos estaban mas enfocados en su charla que en su presencia. Caminaron por un largo pasillo, comprobando si las diversas puertas estaban abiertas, y al encontrar una no dudaron en entrar. Era un salón mucho mas pequeño y estaba completamente vacío, pero aún se podía escuchar lejanamente el ruido de la fiesta.
 
— ¿Por que vinimos aquí?— Preguntó Yuu una vez el alfa cerró la puerta.

No obtuvo ninguna respuesta verbal. Ryota lo tomó de sus mejillas, acercándolo suavemente hasta su rostro para besarlo. Comenzó con un simple roce de labios, pero con el paso del tiempo se volvió más profundo.

El castaño adentró su lengua en la cavidad bucal contraria, lo rodeó por la cintura de Yuu para atraerlo más a su cuerpo, así como Yuu lo rodeó por el cuello para tenerlo mas cerca. Necesitaba sentirlo junto a el, si no fuera por la fiesta, estaría seguro que ya lo estarían haciendo como en los días anteriores.
 
Se separaron por la falta de aire. Yuu estaba sonrojado, con su respiración agitada, no esperaba que Ryota lo besara tan repentinamente, pero tampoco iba a negárselo.

— Perdona, pero te ves tan lindo que no puedo evitar querer tocarte— Dijo acariciándole su mejilla.

— Esa es una excusa muy pobre ¿Me trajiste aquí solo para eso?

— Quería pasar tiempo a solas contigo— Respondió aún abrazándolo por la cintura— Quería abrazarte, besarte, aunque sea tomar tu mano, pero no podía bajo la expectante mirada de tu familia o de los demás invitados.

— Creo que tienes razón— Comentó al pensar lo incómodo que se sentía bajo la mirada de todas esas personas, y eso que no estaba haciendo nada— ¿No notarán que faltas allí?

— No es como que les importe en realidad, solo buscan negocios con mi padre, cuando sea la cabeza de la familia es cuando comenzarán a buscarme— Respondió restándole importancia a la situación— Aunque podremos pasar unos minutos hasta que mi familia se de cuenta que no estoy.

— Ya veo.

Yuu se dejó reconfortar con la calidez del abrazo, sin necesidad de intercambiar mas palabras. Estaba cómodo compartiendo contacto con su alfa destinado, disfrutaba las caricias que le proporcionaba a su cabello y mejillas, se sentía amado.

— ¿Como esta tu celo? ¿Necesitas algún supresor?

— Estoy bien, tomé un supresor antes de venir aquí.

— No debes forzarte, recuerda como salió la última vez. Si te sientes mal no dudes en avisarme.

— Tranquilo, estoy bien, no hay nada por lo que preocuparse.

Aun si no lo decía, Yuu seguía inquieto por el resultado de los exámenes. Tenía miedo de que no lo hubiese logrado, pero nadie a su alrededor parecía importarle, como si todos sus conocidos se hubiesen olvidado de la condición. Le inquietaba pensar que era al único que le importaba realmente, sentía que todos le estaban jugando una broma, aunque ninguno lo demostraba.

Lentamente sintió como el alfa de separaba de él, acomodándole el traje y cabello, como si no se hubiesen tocado hace minutos atrás ni comido la boca. Bufó ante la idea de tener que volver a fingir que no quería estar pegado a Ryota por el resto de lo que duraba la fiesta.

— Será mejor que volvamos, ya pasamos bastante tiempo alejados y no tardarán en buscarnos.

Yuu solo asintió ante las palabras del castaño, lo que menos quería era que sus primos hicieran un escándalo o peor, algún pariente del contrario. Su camino de vuelta fue silencioso, y aunque podía percibir como Ryota se esforzaba en poner distancia entre ambos, las leves caricias que le proporcionaba a su mano le recordaban que ninguno estaba disfrutando estar separados, no cuando hace unas horas atrás estaban explorando sus cuerpos.

Apenas llegaron a la fiesta se encontraron con Eiko, quien parecía estar buscándolos hace bastante tiempo, incluso pudieron verla suspirar de alivio.

— Menos mal volvieron. Tu padre me estuvo preguntando donde estaban ambos y no sabía que decirle.

— Pues ya estamos aquí ¿Que quiere?— Preguntó Ryota en tono serio.

Eiko miro de reojo a Yuu, devolviendo su vista a su jefe tras un par de segundos. Ryota no necesito de palabras para saber a que se refería, y automáticamente escondió al mas bajo tras de su cuerpo.

—  Quiere verlo a el, así que apártate, Ryota.

Yuu tragó en seco. No conocía al padre de Ryota, pero podía imaginarse como era y lo que iba a decirle. Dudoso, dio un paso hacía su derecha para que Eiko le guiará, pero sintió como Ryota le tomaba de la muñeca y volvía a ponerlo tras de él. Eiko lo miró molesta, no era momento de juegos, pero el castaño no le estaba haciendo su trabajo fácil.

— Ryota, esto no es un juego. Sabes como es tu padre, es mejor no hacerle esperar.

Aun si sabía eso, miró de forma suplicante a Yuu. No quería que el fuera allí, sabía lo que su padre podría decirle o hacerle, y no estaba a favor de ello, pero su omega no parecía entender su preocupación. Lentamente Yuu deslizó su mano para soltarse de su agarre, dedicándole una sonrisa tranquilizadora, claro que en Ryota aplicaba el efecto contrario.

— Tranquilo, todo estará bien. Seguramente quiere presentarse. Volveré enseguida

Yuu pensó en sus propias palabras y se arrepintió al instante. Se trataba del padre de Ryota, un alfa al que no conocía, claro que Ryota podía estar preocupado, el lo conocía prácticamente desde su nacimiento

— No dejes que el te llene la cabeza. Te dirá lo que sea para alejarte, simplemente no le creas nada. Por favor no te quedes mucho tiempo con el— Suplicó susurrante, a lo que el albino asintió

— Esta bien, trataré de terminar rápido.

Sin decir mas se dejo dirigir por la alfa rubia, dándose ánimos a si mismo. Como pensaba, aquel alfa no lo estaría esperando entre todos los invitados, sino que se encontraba en un salón mas pequeño que en donde estaba la fiesta, a tan solo 2 puertas de donde estuvo anteriormente con su pareja destinada.

Aquel alfa lo estaba esperando a un costado de uno de los grandes ventanales de la sala. Miraba el cielo con una mirada inexpresiva, misma expresión que llevaba Ryota cuando se perdía en sus pensamientos, realmente eran padre e hijo.

El mayor pareció notar su presencia, pues sin necesidad de presentarse este se volteo hasta su dirección.

De frente se lo veía mucho más joven de lo que creía, pensó que sería el típico ricachón viejo y con sobrepeso, como un padrino de la mafia o algo así. Estaba completamente equivocado, ciertamente se veía mayor, pero no lo que se esperaría de un hombre en sus cuarentas, se veía mas como si estuviera en sus jóvenes treintas. Cabello rubio oscuro, aunque algunos mechones grisáceos delataban su edad, ojos azules, bastante alto y con buena masa corporal, típica característica alfa

Físicamente no se parecía a Ryota, desde un inició supo que sacó la mayor parte de sus genes de Hanako, pero sus expresiones y presencia eran idénticas.

— Tu debes ser Yuu ¿No es así?

Se crispo al escuchar su voz, otra cualidad parecida a la de su hijo, una voz suave con notas dominantes. De esas que te engatusaban en su juego y luego te atacaban sin siquiera avisar. Ese tipo de tono lo escucho en el alfa cuando hablaba con personas que no le agradaban. Debía tener cuidado con él.
 
— Así es. Soy Yuu Akumura. Le agradezco de antemano por haberme dejado asistir a la fiesta a mi y a mi familia, así como haber cuidado de mi tío durante todos estos años.
 
— No es algo que debas agradecerme a mi, Hanako insistió en ambos casos— Respondió restándole importancia, acercándose hasta el menor—  Soy Ichinose Daiki, cabeza de la familia Ichinose por matrimonio, aunque eso ya deben saberlo ¿Sabes porque te cite aquí?

— Me doy una idea. Dudo sea para presentarse personalmente cuando estos 3 últimos días estuve en su hogar— Respondió Yuu tratando de sonar lo más serio posible.

— Audaz a pesar de tu apariencia amable. Buen carácter— Premió estrechando su mano— Tienes razón, la presentación es para no ser descortés. Sabes perfectamente para que es esta fiesta, y porque estas tu aquí. Por los resultados de la prueba que te puse.

Yuu tragó en seco al escucharlo, por el tono del mayor estaba seguro que no iba a dejarlo ir con los resultados sin antes decir algo que seguramente estaría fuera de lugar.

— Te haré una pregunta y espero respondas muy sinceramente ¿Realmente amas a mi hijo o solo estas con el por obligación?

— ¿Que?

— Como oíste, se que son pareja destinada y por ello ambos estén juntos. Lo respeto completamente, pero si solo estés saliendo como Ryota ya que así lo indicó el destino, sin sentir absolutamente nada, te pido que te retires en este instante y no vuelvas a buscarlo nunca mas. Así que vuelvo a preguntarte ¿Sientes algo más que un simple cariño por Ryota o solo estas con el ya que es tu Alfa destinado?

— Claramente estoy con Ryota porque siento algo más que un simple cariño, no podría salir con alguien por el cual no siento nada. No soy ese tipo de persona.

— ¿Entonces lo amas?

— ¿Porque otra razón saldría con el? ¿Acaso cree que soy capaz de estar con Ryota sin amor de por medio?— Preguntó confundido, no esperaba que aquel alfa le diera tanta importancia a ese hecho.

— Como sabes, Ryota será la siguiente cabeza de la familia, y no puede unirse con cualquiera. Muchos quieren relacionarse con el por su futuro, solo para poder obtener un pequeño monto de su patrimonio ¿Crees que es justo? ¿Relacionarse con alguien solo para obtener dinero y poder?

— No señor, no lo creo.

— Pues eso pasó, mas veces de las que quisiera admitir. Todas sus exnovias de preparatoria lo buscaban por ser un alfa prometedor, ilusionadas con ser parte del Clan Ichinose, prometiéndole amor incondicional a mi hijo. Claro que cuando descubrían que el no era lo que imaginaban lo desechaban por su propio pie. Pero aún recuerdo al primero, ese niño quería todo de Ryota, logró engañarnos a todos con que realmente lo amaba ¿Pero que hizo? Acusó a mi hijo de algo que no cometió, su maldito padre nos exigió dinero para silenciar el supuesto crimen, alegando que Ryota abuso de su hijo y que lo acosó en su hogar, incluso que golpeo a ese aprovechado anciano ¿Puedes creer de lo que es capaz la gente por un poco de dinero?

En ese momento Yuu recordó las palabras de Ryota y Haruki sobre aquella relación. Un omega al que casi daña en su celo, haciendo que ambos se separen durante las vacaciones de verano del año pasado. Se asustó al procesar los hechos ¿Realmente había agredido a aquel Omega? Aquel chico alegre de las fotos, aquel que lo cuidó con tanto amor durante su celo, aquel que lo protegió de quienes trataron dañarlo ¿Fue capaz de agredir a alguien con crueldad? No podía ser real

— ¿Le temes ahora?— Pregunto el Alfa, sorprendiendo a Yuu con su pregunta.

— Claro que no, solo...me sorprendió— Respondió inmediatamente.

— ¿Que te sorprende? Fue solo un rumor inventado para sacar un provecho, tu no crees que el sea capaz de hacértelo a ti ¿o si?

Se quedó en silencio ante la pregunta, no creía que Ryota fuera capaz de dañarlo, lo escuchó de el mismo, incluso tomaba esas píldoras para tranquilizar sus feromonas. Aun si toda esa historia fuese real, se notaba que estaba dispuesto a cambiar para bien.

— No lo creo— Respondió seguro de su afirmación— Puede que fuera cierto, pero dudo que el Ryota que yo conozco sea capaz de hacer eso. Me demostró más de una vez lo mucho que me quiere y me cuida. No me importa como fue en el pasado cuando veo que en el presente trata con todas sus fuerzas de cambiar y demostrarme que no se deja guiar por sus instintos. No dejaré que su único error nos separe.

— Entonces si te llegase a pasar eso no lo dejarías ¿Es así?— Daiki miro de arriba a abajo al Omega delante de el. Su expresión neutra no cambio por ningún momento, por lo que Yuu no podía descifrar lo que pensaba de el tras esas palabras.

— Se nota que Ryota mantiene la cordura cada vez que esta en una situación que a cualquiera lo descontrolaría, y por lo que usted  eso pasó en su celo. Si realmente Ryota me dañara durante su celo, no lo dejaría. No me parece justo dejarlo cuando el no es el que se equivoca, y si realmente se descontrola se que podremos afrontarlo juntos. Confío en el, se lo mucho que me quiere y me cuida, culparlo y abandonarlo en su mayor estado de vulnerabilidad envés de ayudarlo o apoyarlo a mejorar me parece cruel. El es mi otra mitad, no hay forma de que pueda abandonarlo.

— ¿Entonces puedes decir que realmente lo amas?

Yuu lo pensó una vez más en aquellas palabras. Pensó en todas las emociones que descubrió desde que conoció a Ryota, ahora que él se había presentado en su vida, no podía volver a la rutina que tenía en el pasado. Se sentiría vacío, insatisfecho, solo. Le sorprendía todo lo que Ryota logró en solo un mes, se había instalado muy profundo en su mente y su corazón. Solo rondaba una duda ¿Cuanto más se apoderaría de su mente en el futuro si con tan solo un mes solo pensaba en el?

— Un mes es muy poco tiempo para comprender al amor cuando nunca antes lo sentiste, pero se que quiero a Ryota en mi vida por ser él. Y que, si seguimos juntos, no hay forma que no termine amándolo con locura— Respondió con una leve sonrisa al darse cuenta de sus pensamientos.

Daiki observó su reacción, más ni se inmuto. Se volteo a ver uno de los ventanales del Salón, y fijo su visita en el cielo estrellado.

— Ryota te comentó como era la prueba ¿No es así? Supongo que tienes en claro cual era la condición para cancelar su compromiso actual con la familia Kaname y darte una oportunidad a ti.

— Claro que lo hizo. Buscan varios atributos para la siguiente pareja de sus herederos, y a usted solo le faltaba juzgar mi inteligencia. Para ello debo superar el puntaje de su actual prometida.

El Alfa se volteó a verlo, estando en silencio lo examinó una vez más con la mirada, sin inmutar su expresión. Se acercó al Omega hasta estar a unos pasos de distancia, sin decir una sola palabra y tomó un sobre de dentro de su traje, extendiéndoselo al adolescente al instante.

— Espero ahora tu y Ryota cumplan con su palabra.

Cuando Yuu tomó el sobre, el Alfa se retiró de la sala, dejándolo completamente solo. Aun aturdido por esa última frase, Yuu abrió el sobre y saco el contenido de el. Un manojo de hojas abrochadas de una punta salió de el, plasmando en la primer hoja los "Resultados del Examen". Sin más leyó las demás hojas, encontrando que eran los exámenes junto a las hojas de respuestas ya calificados de Shiori y suyos, obviamente estas eran copias, pero de igual forma se veían las respuestas de ambos. Se esperanzo al ver que los dos primeros exámenes tuvo una calificación perfecta, mientras que los de Shiori tenían un 98 y 99.

Pero todo se vino abajo al ver el último examen, donde Shiori le superó solo por 5 puntos. Ya con las cuentas armadas en su cabeza, se hizo una idea de lo que vendría en el puntaje final. La última hoja, donde mostraban la tabla de posiciones, se lo afirmo completamente.

4° Kaname Shiori:  292

6 ° Akumura Yuu:  290

2 puntos de diferencia, eso fue lo que quebró el sueño de estar con su pareja destinada. Solo 2 puntos de diferencia. No sabía cómo reaccionar, estaba completamente en blanco. Fracasó completamente. Quería llorar, pero sus lágrimas no se escapaban. Quiso gritar, pero su voz no salía. Le costaba respirar. Estando tan cerca y tan lejos, solo por dos puntos lo había perdido todo.