Los hermanos Toretto desde pequeños tuvieron una vida difícil, ya que su madre los había abandonado y también a su padre.

El padre de los chicos, siempre había visto por su bienestar, intentaba acompañarlos lo más que podía, intentaba darles lo que no tuvieron por el abandono de su madre, buscando que siempre fueran felices.

En una de sus carreras, tuvo un accidente y murió al instante. Toretto, quien estaba presente, vió como su padre salía disparado del auto y corrió a intentar ayudarlo, pero no pudo.

Al fallecer su padre, Toretto se hizo cargo de sus hermanas, dándoles todo lo que necesitarán. Freya era quien lo ayudaba a cuidar de Mia, a la vez que aprendía sobre autos, ya que quería ayudarlo en el futuro en su taller.

Con el pasar de los años, ellas crecieron y se volvieron la debilidad de cualquier hombre, aunque su hermano no permitía que nadie se les acerque. Freya decidió estudiar mecánica, un curso que su hermano le pagó y Mia decidió atender el bar que ellos tenían.

Al igual que su hermano, participa en carreras ilegales y es una corredora muy buena, pero cuando cierto rubio aparece de la nada en su vida, todo su mundo será dado vuelta.

Con el pasar del tiempo, empezará a desarrollar sentimientos por él, algo que será recíproco, pero que sin duda, colocará en peligro a ambos, debido a las distintas vidas que tiene cada uno.