12: el dulce aroma a galletas.
Felix ese día había llegado un poco retrasado al despacho de Chan, cosa que no le gustaba hacer, debido a lo mucho que le había ayudado el alfa.
El bufete del Chris no era muy grande, consistía en una pequeña oficina de tal solo dos pisos, esta contaba con solo tres abogados, Chan y Jeongin se especializaban en lo penal, mientras que Minho en lo civil.
De ahí había unas tres omegas secretarias, dos personas del personal de limpieza y por último Felix quien era el recepcionista.
Ese día Hwasoo, había ocupado su puesto amablemente porque Lee tenía una cita médica para ver el estado de su pequeño cachorro.
Sunoo ya tenía cinco maravillosos meses viviendo en su estómago y Yongbok podía jurar que era el bebé mejor portado del mundo.
Felix muy pocas veces se había quejado de algún malestar, solo se dedicaba a mimar su estómago y a cantarle.
El pecoso llegó a su escritorio y arrojó su bolso, despidió amablemente a la chica que la había ayudado y está partió al segundo piso, más específicamente frente al escritorio del abogado Yang.
El cual en ese instante no se encontraba, estaba en el auto de un castaño universitario gimiendo su nombre, pero esa historia será para otro día.
Tras ver su agenda que le había prestado a la omega para que anotase, después de leer levemente, levantó la vista cuando sintió una presencia extra de poso frente a él.
Aquel fuerte aroma a sándalo lo hizo estremecer, a pesar de ser unos centímetros mas bajos que Lee, Felix sabía que el imponente hombre era un alfa.
Las piernas de Felix fallaron y sin poder evitarlo el aroma de vainilla se fue disipando hasta que solo podía olerse el miedo.
Y es que en el lapso de estos meses Yongbok solo se sentía a gusto al lado de tres alfas.
Minho, Chan y Heechul.
Changbin por su parte se sentía embelesado por la hermosa criatura que tenía enfrente, su lobo saltaba de la alegría y chillaba levemente por percibir aquel delicioso aroma, hasta que ese mismo delicioso aroma lo regresó a la realidad.
— No, no, disculpa, no pretendo asustarte, yo solo tengo una cita en media hora.
— D-déjeme verificar. — Comento bajando la mirada y buscando de manera nerviosa la cita. — ¿Seo Changbin?
— Lo soy.
— Permítame comunicarme con el abogado Bang, si gusta, tome asiento.
El más bajo asintió, yéndose a sentar, su vista cayó nuevamente en el omega.
[Quiero estar con el el resto de mi vida]
[Dios, sin duda es hermoso]
[Ademas, tiene un cachorro, podremos cuidar bien de él]
[Espera, ¿qué?]
Dejando su platica con su lobo, Changbin se reincorporó solo para observar el vientre abultado del chico. Desmotivado reviso el cuello del pecoso, solo para confirmar su sospecha.
Estaba marcado. Lo cual está bastante obvio y ahora Changbin quería llorar.
Chan estaba en su oficina esperando a que llegase su nuevo guardia de seguridad, aún debía hacerle algunas preguntas y firmar el contrato.
Antes el no lo había visto necesario porque eran un despacho súper pequeño, más ahora se estaban haciendo de renombre y había bastantes personas a las cuales no les agrada el bufete "RACHA", por obvias razones.
Aunque el principal motivo de Christopher para contratar seguridad, era Felix.
Sabía el miedo continuo que padecía su menor y por comodidad de su amigo, lo más práctico era contratar seguridad.
Aunque Seo ya tenía instrucciones precisas de usar inhibidores de olor y mantenerse alejado lo mayormente posible del otro australiano.
Hablando de inhibidores...
Jeongin estaba regresando a su oficina, notó que la gente lo miraba más de lo usual y que los alfas en el instante que lo veían se apartaban, pero no le dio mayor importancia.
Sonrió alegremente. Hace no mucho se había despedido de Hyunjin, el chico lo había invitado a comer, pero ciertamente lo único que había comido el omega era la viribilidad del alfa.
Ya que Yang y Hwang habían decidido sólo tener una relación de "amigos con derechos", sabían muy poco del otro.
El de olor lavanda ni siquiera le había preguntado a su "mayor", en donde trabaja o que ejercía, ya que no era algo necesario para que aquel intercambio sexual sucediera.
Saludo a Felix que estaba en su puesto, este le devolvió el saludo y le comento que Lee y Bang lo esperaban en la oficina del último mencionado. Con pereza se acercó hasta la habitación.
— Ya volví.
— Dios, tu cuello. — Minho lanzo un fingido sonido de desaprobación.
— ¿Qué tiene?
— Estas lleno de chupetones.
— Es que salí con un amigo.
— Se nota que fue divertido.
Jeongin lanzó una risita y se acercó más hasta sus amigos, de manera instintiva los alfas arrugaron la nariz.
— ¡Mierda!, apestas demasiado a alfa.
— ¿A alfa? Si me puse un supresor.
— A madera, el alfa olía a madera?
— ¿¿Madera?? — Chan se cuestionó intentando recordar que Alfa conocía con olor a madera.
— Bueno si, mi amigo apesta a madera.
— No es solo eso, hueles a algo más, aunque es muy sutil. — Lee se acercó para olfatear más al mayor.
— Galletas. — Susurro Chris y el de olor a menta asintió en respuesta.
— Innie, creo que...
— ¡Mierda!, no, no puede ser...
— Eso también explicaría el porqué el supresor te duro tan poco.
— Estoy jodido. —se lamentó.
Mientras Jeongin tenía una crisis existencial. Han, Seungmin y Hyunjin llegaron al bufete, el único alfa realmente no quería ir, ni había algo interesante que lo motivase a poner un pie en aquel lugar, sin embargo, el era el único con coche de sus amigos y le habían pedido de favor que los llevase.
Acepto para hacer felices a sus amigos. En ese momento ya estaban subiendo al elevador, mientras Seungmin y Jisung se iban por ahí a besuquearse con sus respectivas parejas, Hwang jugaría a ser un CEO tirano desliéndome gente.
La puerta de la caja mecánica se abrió, los tres comenzaron a caminar, sin preguntar Kim abrió la puerta del despacho del jefe, donde obviamente estaban los novios de sus amigos y para su sorpresa.
Yang Jeongin.
Mensajito a las morras:
Chicas, desearía poder felicitarlas en el día de la mujer, pero no puedo hacerlo debido a que ser mujer no es motivo de celebración, ser mujer es tener que luchar día con día, ser mujer es rezar para que todas lleguen bien a casa, porque lastimosamente a las mujeres nos matan por el simple hecho de ser mujeres.
Por favor, L U C H E N y si algún día les sucede algo (espero y no), recuerden que yo les creo. 💜
También recuerden que son libres de tomar la decisión que más les convenga sobre su cuerpo y que nadie puede opinar sobre lo que USTEDES DECIDAN, por eso el aborto debería ser seguro, legal y gratuito. 💚
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro