Jongin embestía el pequeño cuerpo debajo del suyo, ambos estaban por llegar cuando el teléfono de este sonó alertándolos.

—  Tan solo ignóralo. — Pidió el omega batiendo sus pestañas de manera coqueta.

Y Kim lo hubiera hecho, nada hubiera hecho que acabara aquel buen polvo que estaba teniendo de no ser porque yellow de coldplay sonaba estridentemente. Eran las diez de la noche, bastante asustado dejo de repartir besos en aquel cuerpo y se apresuró a ir por su móvil.

—  Hey, Minnie, ¿sucede algo?

—  ¿Estas ocupado?

—  No, bebé, dime que ocurre.

—  Heechul hyung no me responde, ¿puedes ir por él a su casa?

—  ¿Por Heenim hyung?, si puedo ir, bebé, pero primero dime que sucede.

—  Es mi alfa.

—  ¿Te hizo algo el idiota? — Las feromonas del alfa olor a cítricos se hicieron más potentes indicando su enfado.

—  No, Channie no me hizo nada, yo si le hice algo.

—  ¿Qué le hiciste?

—  Lo mande a la cárcel. — Susurro al borde del llanto.

—  Llegamos lo antes posible.

Sin preocuparse por el esbelto cuerpo tirado en su cama, se terminó de desvestir para ir corriendo hacía la ducha, se bañó rápidamente.

—  Amor, ¿qué sucede? — Preguntó el bonito omega.

—  Nada, es sobre el alfa de Minnie, duerme un rato más, hermoso.

Kyungsoo asintió, Kai deposito un suave beso en la mejilla de su esposo, tomó sus llaves y se dirigió al complejo de departamentos frente al suyo. Tomo el ascensor hasta el piso quince, llegando a la puerta numero cincuenta y dos, busco la llave de emergencia que tenía y sin pensarlo un poco abrió la puerta de manera apresurada.

El lugar estaba pulcramente ordenado como tanto le gustaba a su hermano mayor. Camino rumbo a su habitación, de manera rápida encendió todas las luces comenzando a sacudir a su hyung.

—  Hyung, hyung, hyung. — Lo movió bruscamente. — ¡¡¡Hyung, despierte!!!

—  ¿Qué mierda? — Heechul se sobresaltó.

—  Párate, idiota, Seungmin nos necesita.

—  ¿Minnie?, ¿qué ocurre con él?

—  No lo sé, pero su alfa necesita un abogado.

El de pelo largo tapo su rostro, soltó un gemido de frustración y después de eso se levantó de la cama bastante perezoso. Quince minutos después el alfa ya estaba perfectamente vestido con un traje azul marino, su pelo lo había recogido en una coleta baja y en su mano derecha portaba su maletín.

Ambos alfas partieron a la comisaría en busca de su hermano.



Un bastante alterado Felix se daba vueltas por la delegación, estaba bastante preocupado por su jefe, puesto que él y la pareja de este lo habían defendido.

Seungmin que estaba algo asustado, yacía sentado en una fría y plástica silla, movía sus pies nerviosamente mientras que su dedo pulgar era torturado, puesto que Kim tenía la manía de morderse las uñas cuando estaba nervioso.

Por la puerta observaron cómo entraba un bastante imponente omega, los omegas que antes ya estaban en el lugar de resguardo, se levantaron para hacerle reverencias al abogado.

—  Jeongin hyung, ¿qué hace aquí? — Cuestiono el omega de Bang.

—  Vengo a sacar de aquí a Chris hyung, ¿por qué?

—  Jamás pensé en usted para sacar a mi novio. — Río nervioso. — Yo le hablé a mis hermanos.

—  Si, está bien, aunque yo soy el abogado de cabecera de Chan.

—  Si, hyung, disculpé, por la situación ni siquiera pensé en usted.

—  No, tranquilo, ahora díganme como es que Chan llego hasta acá.

—  Todo es mi culpa. — Sollozó Felix protegiendo su vientre.

—  No, Lixxie hyung, es mi culpa.

—  Solo díganme que ocurrió. — Habló de manera suave para tranquilizar a los omegas.

—  ¡¡¡Kim Seungmin, guarda silencio ahora!!!, no digas algo si yo no te lo autorizo. — Regaño Heechul llegando hasta su hermano.

Seungmin se levantó de su silla abrazando a sus dos hermanos.

—  Bien, Minnie, te dejo, iré a averiguar que sucedió desde adentro. — Yang se despidió y se pasó hasta las celdas, donde lleno unos formularios y paso por una revisión policial.

—  ¿Por qué tu alfa está encarcelado?

—  Porque le pegue a Yicheol con un bate.

—  ¿Qué?

Seungmin comenzó a relatar todo lo que había sucedido, hasta el instante donde comenzó la pelea cuerpo a cuerpo de Chan y el otro asqueroso hombre.

—  Entonces, Chan ya estaba en el suelo, Yicheol estaba por patearle la cabeza, no lo pensé dos veces y le di con el bate.

—  ¿Y eso qué? Podemos alegar que fue defensa propia. — Propuso Jongin.

—  No es tan fácil, ¿cuantas veces le pegaste al imbécil?

—  Tre...

—  Tres no es mucho. — Volvió a intervenir el de olor a cítricos.

—  Trece veces. — Susurro queriendo llorar nuevamente.

—  Dios, Seungmin, ¿por qué?

—  Al principio fue miedo de que le hiciera algo a Chan, después fue coraje y al final no lo sé, solo sé que estaba en shock. Chris me quito el bate y en el instante que llegó la policía él se echó la culpa.

—  Bien, no hay mucho que yo pueda hacer, su abogado ya ingreso, solo queda esperar. — Pausó. — Mientras tú pecoso, ¿tienes abogado?, ¿planeas demandar a tu esposo?

—  S-sí, planeo hacerlo, pero no tengo dinero para pagar un abogado.

—  Hyung. — Con voz gélida comento el omega olor fresas.

—  Si, Minnie, no tienes por qué preocuparte.



Veinticuatro horas después, bastante papeleo, una cuartada sólida, una multa algo costosa y tirar de loco a Kang Yicheol. Christopher logró salir de aquella diminuta celda.

Afuera de esta ya lo esperaban, sus dos cuñados, Jeongin, Minho, Han, Hyunjin, Felix y por supuesto Seungmin, el cual estaba bastante emocionado sosteniendo un cartel que decía "feliz salida de prisión"

En una máquina expendedora algo alejados de la multitud, Jeongin peleaba contra la maquina puesto que de esta no salía la golosina que este había elegido.

—  ¿Problemas, guapo? — Hyunjin habló, a la par que metía una nueva moneda y seleccionaba la golosina ya previamente atascada.

Al hacer esto ambos dulces cayeron, Hwang tomó los dos y con coquetería le tendió uno al bonito omega olor lavanda. Jeongin lo miró unos segundos a los ojos y elevo su camisa antes fajada enseñándole su perfecto estomago marcado al alfa.

—  Primero que nada, hola.

—  Y-yo, lo siento.

—  No lo sientas.

—  Soy Yang Jeongin, un gusto.  — Hizo una reverencia bastante formal.

—  Soy Hwang Hyunjin. — El chico apenas se inclinó un poco.

Hyunjin creía que él era mayor a Yang, Jeongin creía que él era menor a Hwang, ¿qué podría salir mal? (n/t: amo molestarlxs JAJAJA)

Volviendo a la pareja principal, en el instante que Seungmin visualizo a su novio, no contuvo la emoción y a pesar de los gruñidos celosos de aquellos alfas, el Kim menor se terminó tirando encima de su novio. Chris se tambaleo un poco, pero agarro firmemente a Seungmin de la cintura, el cual no dudo en enrollar sus piernas en la cadera del mayor.

El pelinegro puso su cabeza en el inicio del cuello de su alfa, aspirando fuertemente su ahora a café, cosa que tranquilizo a su lobo.

—  Te extrañe mucho, amor.

—  Yo también te extrañe, precioso.

—  Channie...

—  ¿Dime, bebé?

—  ¿Puedo dormir en tu casa está noche?

Christopher aceptó sonriente, mientras de Minho se debatía quien sería el nuevo prisionero si Jongin o Heechul, pero algo si estaba claro, el australiano el día de mañana estaría tres metros bajo tierra.



Entró aquel departamento que no era suyo. Aspiró fuertemente y logró captar el aroma menta que emanaba su novio, su omega se puso feliz al percibir aquel aroma.

Revisó el lugar y se dio cuenta de que estaba intacto. Frunció el ceño. Probablemente Minho no se había ido a quedar a la casa hace varios días, lo hacía a menudo cuando tenía mucho trabajo, volvió a suspirar; esta vez para quitar la fatiga.

Emprendió su viaje al refrigerador. Tomó las pocas verduras que quedaban (porque todas las demás ya se habían echado a perder) y procedió a cocinar algo, aún no sabía qué haría, pero cortó todos los vegetales; teniendo los vegetales cocidos, algo se le ocurriría.

Hace tres días que no veía a su alfa a la cara, quería sorprenderlo y sabía que esa noche estaría ahí. Se puso manos a la obra para elaborar su sorpresa.

Ya estaba algo caída la noche cuando Han por fin pudo escuchar como la puerta se abría, se levantó rápido y sacudió su ropa con sus manos para verse más lindo.

Minho entró, deleitándose rápidamente con el aroma a la comida, rió felizmente al ver a su novio ahí.

—¿Qué haces aquí? —le dijo emocionado.

—Quise sorprendente —respondió el otro de la misma forma.

—¡Vaya sorpresa!

—¿Te gustó? —preguntó con ilusión.

—Sabes que sí, siempre me gusta cuando me vienes a ver.

—Te amo —contesto el enamoradizo chico.

—Te amo más —contestó el otro de vuelta plantandole un dulce beso en los labios al otro.

—Comamos —comentó el de ahora a coco y el de aroma a menta asintió sin dudarlo.

Ambos se sentaron para degustar los ricos alimentos que había preparado Jisung.

Quien los conocía sabía que no les faltaba mucho para comprometerse. Estaban enamoradísimos, era obvio, eran las parejas más estables que se podía conocer.

Su relación era sana, se amaban y no había duda de ello, así que lo que propuso Han aquella noche no sonaba tan descabellado.

—Yo digo que ya deberíamos vivir juntos —propuso Han.

—¿Por qué? —cuestionó el otro.

—No lo sé, siento que ya es hora, podemos ir formando nuestra pequeña familia. Piénsalo: lo primero que podemos hacer es adoptar un gato.

—¿Un gato?

—Sí, tú amas los gatos.

—Sí, pero a ti casi no te gustan.

—De hecho no lo sé, porque nunca he tenido uno.

—Bien, me parece excelente.

—Entonces empezaré a mover mis cosas a partir del fin de semana.

—Me parece bien —medio chilló Lee de la emoción.

Para ellos era un gran paso el de mudarse juntos.

—Aunque ya no podemos ser tan descuidados, ahora que vivamos juntos si o si tienes que acordarte de comprar condones, hemos tenido suerte en que aun no haya salido embarazado, pero no siempre será así —regaño Jisung en tino acusatorio.

—Lo siento, prometo ya no olvidar comprarlos —sus mejillas tomaron un color carmesí.



Solo como dato curioso, estas son la profesiones de los personajes de la fic.