이십육 .real life
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Desde que había hablado con las chicas, Sunhee había apartado el tema de su mente, o por lo menos lo había intentado, porque sabía que si seguía dándole vueltas, acabaría echándose atrás, y eso era lo último que quería.
Había estado mensajeándose con el idol todos los días, su relación no había cambiado, pero creía que Felix había notado que había momentos en los que tardaba en responder, ya que había preguntado en varias ocasiones si algo le ocurría, a lo que ella siempre contestaba que no, que todo estaba bien.
Lo mejor que podían hacer era quedar para hablar sobre el beso y si su amistad cambiaría o no, porque estaba harta de tener que pensar en lo que iba a mandar, ya que no quería que fuese incómodo.
A pesar de que las promociones del joven habían acabado, no pudieron quedar porque la madre de Sunhee había tenido unas pequeñas vacaciones y se había quedado en casa. Aquel era el mejor sitio, no se veía tratando el asunto en la cafetería o en alguna zona parecida.
Estaba intranquila y eso se podía observar en su pierna, la cual no paraba de mover de arriba abajo mientras estaba sentada en el local de PNation, tratando de calmarse, sin esta vez tomarse el café que solía beber, ya que no era de mucha ayuda para sus nervios.
Levantó la mirada, la cual había tenido en sus manos en todo momento, para encontrarse con una persona enfrente de ella; se trataba de Eunji, que estaba con una sonrisa mientras se despedía con un movimiento de manos de sus compañeras de grupos.
—Hola unnie, te he visto y quería pasar a saludarte —comentó alegre a la par que se apoyaba en una de las sillas. La cantante había empezado a llamarla con honoríficos, cosa que no le importaba, ya que sabía que Eunji era muy formal—, ya que con las promociones no tengo ningún momento libre y no suelo tener tiempo para hablar con alguien.
—No pasa nada, ¿qué tal os va? —preguntó Sunhee para luego añadir—: ¿Y cómo estás tú? Porque muchas veces me has dicho que sueles quedarte ensayando y demás.
—Todo bien, ahora paso menos tiempo aquí, no quiero cansarme y no dar todo en algún stage —respondió honesta a la par que se pasaba la mano por su castaño cabello, el cual se había vuelto a teñir—. ¿Y tú?
—Genial —contestó con una sonrisa falsa, que por la expresión de su cara, no convenció a la cantante—. Solo alguna cosa, pero quitando eso...
Tenía en mente el hablar con la cantante sobre lo de Felix, dado que a lo mejor él se lo había dicho a su grupo y la pareja de Eunji se lo había contado a ella. Pero cuanto más lo pensaba, menos lo veía creíble, por lo que al final terminó callándose.
—Si alguna vez necesitas algo, aquí estoy —apuntó la joven con delicadez y aquello hizo que algo en Sunhee se iluminara.
—Necesito un consejo —mencionó tras meditarlo unos segundos, porque era posible que necesitase la opinión de alguien que no fuera sus amigas. Al ver que la muchacha asintió, continuó—: Pues sobre lo que te he dicho antes, el asunto está relacionado con mi pasado y no sé que hacer, lo siento por no poder explicarte más pero...
—Tranquila, me alegra de que hayas querido contar conmigo y entiendo que no quieras revelarlo, yo también suelo ser así —expresó a la par que se sentaba después del gesto de invitación de Sunhee—. La verdad es que creo que puedo saber bien lo que sientes, y si no te importa, seré honesta.
—No, para nada, lo cierto es que me gustaría que lo fueras —pidió tratando de que no se preocupara.
—Unnie, yo dejé que mis inseguridades y miedos del pasado me afectaran, no dejes que lo hagan también contigo —aconsejó con seriedad, cosa que la sorprendió, nunca se habría esperado ver a Eunji de esa manera—. Es lo peor que se puede hacer, claro que sigue en ti el daño y dependiendo del problema que tengas, puedo decirte que eso nunca se va a ir, a lo mejor con el tiempo, pero no hay que dejarse influir por ellos.
Esas palabras la habían puesto a pensar de nuevo, más de lo que había hecho la noche que tuvo la fiesta de pijamas, para luego alejar el tema de su mente a la mañana siguiente. Eunji y sus amigas tenían razón, debía dejar esos miedos a un lado, ya bastante la habían atormentado, pero sobre todo, debía conversar con Felix, lo que haría ese día, y decidir si contarle o no, esa era elección suya.
—Gracias, de verdad —agradeció de forma sincera, recibiendo una sonrisa de la artista.
—No es nada, unnie, además de que agradezco que hayas confiado en mí como para pedirme consejo —expresó con alegría, de la cual acabó contagiándose.
Tras eso, cambiaron de asunto, donde Eunji mencionó de broma que siempre se encontraban en el mismo sitio, que debía ser obra del destino. La verdad es que le sentó muy bien aquello, despejar su mente por unos instantes, por lo que agradeció ese tiempo con la cantante.
Unos minutos después, tuvo que irse, dado que el resto de Eclipse la estaban esperando en la sala de ensayos, donde irían a practicar aprovechando que ese día no había ningún music show, por lo que después de despedirse, Sunhee también lo hizo.
Se sentía lista para cualquier cosa que pasase esa tarde, tanto como si fuera mal o bien, pero trataba de ser positiva, creer que entre ellos todo mejoraría, y si no era el caso, que se quedaría igual.
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Tras llegar a casa, lo primero que hizo fue ducharse y ponerse algo más cómodo, le daba igual no estar bien vestida, Felix ya la había visto con ropa de ese estilo la última vez.
Daba gracias que su tío se hubiese llevado de paseo a Dasom, porque gracias a eso estaba tranquilo en su habitación, algo que agradecía porque eso significaba que no les interrumpiría en el momento en el que estuviese hablando con el joven.
Pasó tanto tiempo haciendo las tareas que su madre le había pedido, unas que ella misma se había ofrecido para que al llegar del trabajo se fuera directa a descansar, que no se había dado cuenta de la hora.
Quedaban unos minutos para que Felix llegara, por lo que decidió esperar sentada en el sofá a su vez que se preparaba para lo que pasaría, aunque estaba tranquila, seguía con su positivismo de esa mañana y no tenía pensado cambiarla.
Pasado un tiempo, el timbre sonó y le sorprendió no escuchar el ladrido de Dasom, lo que significaba que de verdad estaba agotado, ya que siempre se emocionaba con facilidad. Tras abrir, en lo primero en que se fijó fue en que Felix tenía algo en su mano, una bolsa que hizo que su curiosidad creciera.
—Lo siento por llegar tarde —se disculpó a la par que entraba y se quitaba la mascarilla, por lo que pudo apreciar su cara mientras cerraba la puerta tras de ella.
—Solo han sido dos minutos —rio mirándole y haciéndole un gesto para que la siguiera.
—Antes de que se me olvide, toma. —Tras acomodarse en el sofá, le entregó el objeto y antes de que viera lo que había dentro, añadió—: Sé que es algo tarde, pero entre los ensayos, promociones,... bueno, mejor tarde que nunca, ¿no?
—Te dije que no hacía falta, y...
No pudo continuar por la mirada que le había dado, la cual le expresaba que abriera el regalo y que no mencionara nada más. No rechistó, la verdad era que el gesto le parecía un gran detalle, mas no cambiaría de opinión.
Pudo observar que se trataban de tres cosas, lo que produjo que quisiera negarse de nuevo, pero se contuvo. Agarró uno de los regalos para después quitarle con cuidado el papel que lo envolvía, y al ver de lo que se trataba, no pudo evitar abrir la boca, sorprendida.
—Felix, no hacía falta —bisbiseó sonriendo sin darse cuenta, para luego levantar la vista al joven.
—No me ha costado mucho, sé lo que te gusta Twice y tuve ayuda de Chan —explicó para quitarle importancia, pero para ella significaba mucho—. Recuerdo que una vez estuvimos hablando y me comentaste que solo te faltaba The Story Begins, que fue el primero y no pudiste comprarlo, así que quería dártelo.
Se trataba del primer EP que habían sacado, firmado por todas las miembros, algo que seguía sin poder creer. Desde que había empezado a stanearlas había deseado tenerlo, pero cada vez que tenía dinero, el grupo sacaba algo nuevo y no podía resistirse hacerse con ello.
—De verdad que te lo agradezco, pero siento que es mucho —empezó a decir, dándole igual la expresión del joven—. Sabes que cualquier cosa me hubiera valido, ¿no? —preguntó mientras dejaba el álbum en la mesa que estaba enfrente de ellos, observando cómo el idol lo seguía con la mirada y creyendo saber lo que se le pasaba por la mente, continuó—: Luego lo abrimos, aunque a una parte de mí le apetece negarse porque...
—No deberías, quería tener un detalle contigo, y ha sido perfecto por ver la sonrisa que se te ha puesto —le interrumpió de forma honesta, lo que produjo varias emociones en Sunhee y más al notar sus brillantes ojos—. ¿Pasamos al siguiente?
No respondió, sabía que si seguía insistiendo no llegaría a nada, por lo que terminó agarrando el segundo regalo, y tras abrirlo, levantó la mirada para encontrarse con la sonrisa ladeada del cantante.
—¿En serio? —cuestionó tratando de no soltar una carcajada al ver que se trataba del último álbum de Stray Kids—. Te juro que sigo procesando esto.
—Como gran fan que eres nuestro, debía dártelo —bromeó y no pudo evitar soltar una carcajada. Desde que sabía que su grupo era el único boy group que escuchaba, lo usaba para molestarla en todo momento—. Bueno, ¿no te apetece saber lo que tiene dentro?
—Siento que tienes algo en mente, pero no puedo imaginarme el qué —bisbiseó, pero al parecer él llegó a escucharlo, ya que se había acomodado a su lado.
Mientras lo abría, notaba la atención del artista en cada movimiento que hacía, por eso mismo, estaba segura de que algo había detrás de todo esto, pero no podía figurar de qué se trataba.
—Te he salido yo, es el destino —comentó con ilusión y oír la manera en la que lo había mencionado, le dio ternura a Sunhee.
—De verdad que creo que había otro motivo para esto —siguió insistiendo, sin terminar de creérselo mientras colocaba todo en la caja de nuevo, no quería que nada se cayera.
—Como tú no me dices quién es tu bias de Stray Kids, pensé en darte esto, no solo porque seas Stay, si no para intentar averiguarlo —admitió, lo que causó una carcajada por parte de ella—. No te rías, no es justo que no me lo quieras contar, de alguna manera lo tendré que sacar.
—¿Tan importante es para ti? —cuestionó con algo de curiosidad, y en cuanto el joven asintió, añadió—: Pues te vas a quedar con la duda.
Le gustaba mucho molestarle con eso y le encantaba ver las caras que ponía, para ella estaba claro que uno de sus bias era él, cómo no iba a serlo cuando se trataba del chico que le gustaba y por el que había empezado a interesarse más por los grupos masculinos.
Ignoró las quejas del chico y cogió el tercero, pero antes de abrirlo, Felix le agarró de la mano para que no lo hiciera, le extrañó pero solo podía tener en mente el sentimiento que ese pequeño gesto había provocado en ella, le encantaba que sus manos fuesen suaves.
—Ese en realidad no es un regalo para ti —escuchó tras volver de sus pensamientos, por lo que frunció el ceño, confusa—. Es para tu prima, recuerdo que por mensaje me dijiste que no podía comprárselo, así que pedí uno más.
—Tú quieres matarla, ¿verdad? —preguntó mientras se reía. Conocía a Sujin, sabía que le daría algo en cuanto le dijese que se lo había dado el propio Felix para ella—. No hacía falta, pero gracias por todo. Ya te contaré si Sujin seguirá viva o no después de dárselo.
Seguidamente, cambiaron de tema, no sin antes abrir el álbum de Twice, donde Sunhee tuvo la suerte de que le tocase Mina, a lo que el idol la comenzó a molestar, quejándose que le confesaba quién era su bias en el grupo femenino pero no en Stray Kids.
El joven empezó a relatarle cómo habían ido las promociones, reflejando la felicidad que había tenido en esas semanas, a su vez que ella lo escuchaba atentamente, sonriendo al verle tan alegre.
Mientras él seguía contándole, Sunhee se dio cuenta de que sus manos seguían unidas, y parecía que ninguno quería separarlas, incluso el muchacho a veces hacía algunas caricias en estas. La situación la hacía sentir muy bien, pero sabía que la ocasión debía llegar.
—Felix, no me gusta estropear el momento, pero sabes que tenemos que hablar de lo que pasó la última vez que nos vimos, ¿verdad? —preguntó tras unos segundos en silencio, creyendo que ya había terminado.
—Lo sé, pero prefería esperar a que te sintieras lista, y que tuvieras las ideas claras —respondió manteniéndole la mirada, gesto que le estaba poniendo nerviosa—. No iba a obligarte a hacer algo sin que estuviera todo en orden.
Antes de comenzar a hablar, decidió soltar un fuerte suspiro, tratando de calmarse y estar dispuesta a expresar lo que sentía, no había vuelta atrás.
—¿Recuerdas lo que te dije? Lo de que había un motivo. —Tras observar que el chico asentía, continuó—: Todavía no estoy preparada para contártelo, pero estoy cansada de depender de él, harta de que me siga afectando, es por eso que he tomado una decisión. —Estaba bastante inquieta, pero las caricias del cantante en su mano la ayudaban a tranquilizarse—. Me gustas, Felix, y no quiero asumir tus sentimientos hacia mi, es solo que no quiero perderte, porque te has convertido en alguien importante.
—No lo vas a hacer, porque tú también me gustas, Sunhee —contestó con una sonrisa dulce y para ella, la imagen que tenía delante no podía ser más perfecta, la acción anterior junto a sus brillantes ojos y las pecas que tanto le encantaban, era algo que quería tener en su mente siempre—. Respeto que no me quieras explicar el otro asunto, esperaré lo que haga falta y si no quieres hablar de ello, lo entiendo. Voy a ser sincero, me encantaría que lo que pasa entre nosotros dé un siguiente paso, aunque no sea el mejor lugar para pedírtelo, y puede que a lo mejor te apetece esperar y...
—No, por una vez que tengo todo claro, no voy a echarme atrás —le interrumpió mientras negaba con la cabeza—. No me importa el sitio, sino con quien estoy, por lo que me gusta tu idea y mucho.
No quiso escuchar nada más, se acercó a él y lo besó. Esta vez pudo disfrutar del tacto de sus labios mejor que la última vez, ya que no tenía miedo, confiaba en él más que nunca y en la manera en la que la hacía sentir, segura. Aún seguía con las manos juntas, pero ahora estaban entrelazadas.
Cuando Sunhee notó que el beso estaba volviéndose más intenso por parte de ambos, se separó con una sonrisa en la cara, la misma que tenía Felix.
—Creo que ahora recuerdo el motivo de por qué me olvidé de traerte el regalo la última vez —comentó el joven y cuando ella le iba a responder, continuó—: Por tu culpa.
—¿Qué? Pero si yo no he hecho nada —contestó sorprendida por lo que había oído.
—Ese día estaba tan nervioso por venir aquí que es normal que no me acordase. Además, era difícil pensar con claridad cuando estabas tan cerca para las medidas—apuntó mientras ella intentaba no sonreír—. Tuve que aguantarme el besarte, pero me fue inevitable no hacerlo, lo cual me alegra porque fue una de las mejores cosas que me han pasado en estos últimos meses.
Sunhee no pudo decir nada, Felix la había vuelto a besar, de una manera en la que le encantaba y sabía que sería su nuevo vicio. Siguieron besándose por unos cuantos minutos, en los cuales ambos disfrutaron, para luego hablar de diferentes temas a su vez que había algún gesto cariñoso.
Era imposible ser más feliz de lo que era, nunca había sentido una cosa así, por lo que no podía esperar a ver cómo continuaría esto. Tenía muchas ganas de pasar más tiempo con Felix de esa forma, en una relación, en la cual todavía no se creía estar.
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Holii!! Aquí tenéis un nuevo capítulo de los sunshines, ¿qué tal os ha ido la semana? La mía se ha pasado muuuuy lenta, ha estado bien, excepto ese detalle.
Ay que Sunhlix ya es real!! Me muero o ya lo hecho y quien sube es mi fantasma. La verdad es que tenía ganas de que esto pasase, más que nadie.
Un poco de felicidad esta semana, si leéis las demás historias, ya sabréis a qué me refiero y yo no estoy llorando, para nada :((
Os recuerdo que tenemos un server de discord, donde mandamos adelantos, spoilers, cosas que por aquí no se saben... Si queréis entrar, mandadme un mensaje privado.
Espero que os haya gustado el capítulo, os deseo una gran semana y nos leemos en el próximo💛
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