이십삼. real life
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Felix estaba nervioso, aún no se creía que iría a casa de Sunhee. Cuando se ofreció voluntario para las medidas, no se esperaba que pasase aquello, lo único que quería era pasar tiempo con ella así que había escrito lo primero que se le había ocurrido.
Aunque solo quedaba un mes para el comeback, los chicos habían decidido tomarse ese día como descanso, ya que lo necesitaban tras practicar sin parar, dado que deseaban que todo saliera perfecto. Por lo que esa misma mañana, había aprovechado para contárselo a su amiga y ver si podían quedar.
Sunhee le mandó su dirección un rato después de estar hablando, para luego despedirse diciendo que ese día estaba algo ocupada, por lo que respondió diciendo que podrían dejarlo para otra ocasión. La muchacha contestó una hora después, cuando Felix ya tenía en su cabeza que no iba poder verla, pero se sorprendió al ver que ella había insistido, remarcando que encima que le hacía el favor estando en época de ensayos, no iba a retrasarlo.
—¿Esa pared es tan bonita como para que te la quedes mirando? —escuchó Felix a su izquierda, lo que le asustó, pero se tranquilizó al darse cuenta de que se trataba de Minho—. No sé si preocuparme de que veas cosas que yo no o... —sonrió de lado, como hacía siempre, tras soltar aquello.
—Buenos días para ti también, Minho —apuntó mientras el idol se colocaba a su lado.
—Dirás buenas tardes o casi, llevas un buen rato observándola, es un bonito color —se burló con la intención de molestarlo—. Tanto que ni te has dado cuenta de que tu teléfono ha sonado unas cuantas veces, eran mensajes de una tal Sunhee.
Cuando Felix escuchó eso, agarró el móvil con rapidez y leyó que la joven le preguntaba si podían atrasar una hora la quedada, ya que no estaba segura de si iba a llegar antes de lo que habían acordado, a lo que el cantante le respondió que estaba bien.
Iba a escribir algo más, hasta que se dio cuenta de un detalle.
—¿Cómo sabías que había sido ella? —cuestionó manteniéndole la mirada a su compañero.
—Pasé por aquí para preguntarte si querías comer algo y luego venir a ensayar, ya que no has venido antes con Hyunjin y conmigo. —Felix iba a contestar, pero el joven añadió—: Además de que no paraba de escuchar sonidos de mensajes y al ver que no reaccionabas, decidí ver las notificaciones por si era importante y avisarte —argumentó sin apartar la vista—. Ahora que me acuerdo, ¿esa no era con la que tuviste el problema en los MAMA? ¿Algo que contar, Yongbok?
—No —negó de forma rápida, pero al fijarse en la expresión del chico, que alzó las cejas sin creerse sus palabras, continuó—: Sí, es ella, aquello hizo que nuestra amistad creciera, pero no me gusta recordarlo, nada más —recalcó. Conocía a su amigo, y sabía que si no le dejaba las cosas claras, seguiría molestándole.
—Otro Hyunjin no, por favor.
Entendió la referencia al instante. Todos habían estado presentes en los momentos en los que Hyunjin había negado que entre él y Gaeul pasaba algo más que de lo que trataban de explicar.
Y que Minho pensase que él estaba haciendo lo mismo, cosa que no era mentira, le había hecho gracia. Sorprendentemente, le había ayudado a calmarse un poco, aun cuando su intención había sido chincharle.
—No sé a qué te refieres. —Felix empezó a mover su cabeza de lado a lado, fingiendo que no tenía ni idea de lo que estaba hablando.
—Lo sabes muy bien. —El tono de voz que había usado le sorprendió, no había sido el habitual, el cual tenía una pizca de diversión, sino algo más duro.
—¿Está todo bien? —preguntó preocupado por su actitud, ya que para él era raro verle así cuando estaban juntos.
Quería saber qué le ocurría, le daba igual cambiar de tema, ya luego podrían retomarla, pero su atención en ese momento se centraba en Minho. El escucharle suspirar no ayudó en nada, lo inquietó más, solo podía pensar en que algo había ocurrido.
—Sí, ¿por qué no debería estarlo? —cuestionó con una sonrisa ladeada, que se notaba con claridad que no era genuina y bastante forzada.
—Te conozco y sé que no te gusta expresar tus sentimientos, pero tampoco quiero que los reprimas —respondió de manera sincera—. Aunque sea, háblalo con Nari. —Y al mencionar a la joven, una idea vino a su mente—. No ha pasado nada entre vosotros, ¿no?
—Qué va, mi blandita y yo estamos mejor que nunca. —Tras oír aquello, Felix no pudo pensar otro motivo que explicase por qué Minho estaba así y por qué negaba lo que era obvio—. Es por el comeback, todos sabéis que suelo ser muy serio con este tipo de cosas. —El rubio asintió estando de acuerdo con aquel dato—. Es solo que esta vez es peor y ni siquiera sé el motivo, pero quiero que todo salga bien. Y que a estas alturas Hyunjin cometa tantos errores, me molesta.
En el fondo, le entendía, pero también comprendía a Hyunjin, quien iría a conocer a la madre de Gaeul ese día y estaba demasiado nervioso, aunque no era la mejor forma de ir a ensayar y menos con Minho, al que fastidiaba mucho cuando alguien ejecutaba cualquier paso mal.
Daba igual que fuera algo pequeño, el bailarín era muy maniático con los bailes, quería que todo saliera perfecto, razón por la que él se había negado a ir.
Iba a responder, pero el muchacho se levantó a la vez que decía que no necesitaba palabras de aliento, que con haberlo soltado le valía y que iba a comer, que si le apetecía alguna cosa, podía acompañarle.
Aún quedaba bastante para que tuviera que ir a casa de Sunhee, así que aprovechó para jugar un rato Genshin. Después de unos meses se había vuelto a enganchar a él y con esto, a hablar más a menudo con Gaeul. Lo que no se esperaba era que el tiempo se le pasara tan rápido, que cuando se quiso dar cuenta, ya debía irse.
Estuvo todo el camino intentando tranquilizarse, ya que no era normal que se pusiera nervioso por ir a la casa de una amiga y debía aparentar calma, no quería que Sunhee lo notara. Aunque dudaba que lo hiciera, porque sabía más que de sobra que era muy distraída, así que seguro que no repararía en aquello.
Estaba empezando a creer que se había equivocado tocando el timbre, cuando la puerta se abrió, mostrando a la muchacha con un moño algo desarreglado, el cual no recogía todo su pelo, y con unas gafas circulares. Ese look le pareció adorable y no pudo apartar la mirada de ella.
Siempre la había visto con ropa arreglada por su trabajo como becaria en PNation, pocas veces con conjuntos cómodos, por lo que le daba ternura mirarla de esa manera.
Y se dio cuenta de que deseaba hacerlo más a menudo.
—Buenas tardes, y de verdad, muchas gracias por hacer esto —empezó a hablar Sunhee mientras comenzaba a andar y Felix la seguía, dado que era la primera vez que estaba ahí y no conocía nada.
—Ya te dije que no tenías que agradecerme, necesitabas ayuda y yo podía echarte una mano —apuntó al mismo tiempo que parecían llegar a lo que era la sala principal, comprendiendo de inmediato que era allí donde iban a hacer lo de las medidas, por los objetos colocados encima de la mesa.
—Igualmente, quería decirlo —admitió acompañando sus palabras con una sonrisa que Felix no se resistió a copiar—. He pensado que lo hagamos rápido, porque seguro que quieres disfrutar de tu tiempo libre y que lo último que te apetece es estar aquí.
—No es cierto —contradijo de inmediato—. Si así fuera, no te hubiera dicho para venir —argumentó mientras la miraba con obviedad—. Si quieres, podemos ponernos con eso primero y luego hablamos, llevamos días sin vernos por mis ensayos y qué mejor que pasar mi día libre con mi amiga.
Al mencionar aquello último, pudo observar que la sonrisa de Sunhee se había quitado por un segundo, pero decidió no darle importancia, ya que no tenía ninguna idea del motivo por el que eso había pasado. Hasta donde él sabía, no había dicho nada malo.
La joven no habló, solo asintió estando de acuerdo, por lo que comenzó a explicarle lo que debía hacer y cómo colocarse, para luego encaminarse a la mesa para coger la cinta métrica junto con un cuaderno, donde apuntaría las medidas para luego confeccionarlas. O al menos eso creía, porque no tenía ni idea de nada de eso.
Al principio todo iba bien, hasta que Sunhee se colocó enfrente de él, cara a cara, tan cerca que le resultó inevitable no sentirse muy nervioso. Su mirada se dirigía a ella aunque intentase todo lo contrario, dado que no quería que le pillara y posiblemente tornar el ambiente a uno incómodo, por lo que tomó una decisión.
—No he visto a Dasom, ¿dónde está? —Sabía que era repentino, pero no se le ocurría nada más sobre el que hablar.
—Con Hani, suele ser una bola de energía, por lo que prefiero que no esté aquí, y ella se ofreció a cuidarlo —respondió sin verle, muy concentrada en lo que estaba haciendo—. ¿Pasa algo?
—No, ¿por qué? —negó fingiendo que no entendía a qué se refería.
—Te estoy notando nervioso —apuntó mientras escribía en el cuaderno, para luego levantar la mirada—. ¿Ha ocurrido alguna cosa en los ensayos?
—No, es solo que no estoy acostumbrado... a esto —contestó con lo primero que se le pasó a la mente. Siempre le ocurría eso, cuando estaba inquieto terminaba soltando cosas sin pensarlas bien—. Es la primera vez que me toman medidas, así que no quiero que luego no cuadren los números si lo hago mal.
—Eso es mentira —contradijo con una pequeña sonrisa—. En cada comeback los estilistas lo hacen para que la ropa esté adecuada, lo he visto con Eclipse. —Aquello era cierto, debían hacerlo por si habían ganado o perdido peso—. No tienes por qué contármelo si no quieres, pero prefiero que no me mientas.
Felix no pronunció ninguna palabra más, solo se quedó quieto, tratando de tranquilizarse, pero la cercanía con Sunhee no ayudaba en nada.
Cuando terminaron, lo primero que hizo fue suspirar, ya que la tensión de tenerla tan próxima a él había sido una tortura, además de que su corazón se aceleraba con solo pensar en aquel momento, por lo que debía quitar ese pensamiento de su cabeza.
—¿Está todo bien? —preguntó al notar que la joven mantenía la mirada en su cuaderno, analizando las medidas con el ceño levemente fruncido. Esperaba que nada hubiera salido mal, porque eso significaba tener que volver a hacerlo y pasar por lo mismo.
Y no sabía si sería capaz de aguantar.
—Sí, es solo que acabo de notar que tiene unos hombros prominentes —halagó con una sonrisa algo tímida—. ¿Puedes esperarme aquí un momento? Es que como me has hecho este favor, me gustaría mostrarte lo que dibujé hace una semana.
—Claro, no te preocupes —negó copiando el gesto. No sabía por qué, pero cada vez que Sunhee sonreía, se le contagiaba—. Seguro que están genial, como todos los que me has enseñado.
Tras terminar la frase, Sunhee se dirigió al segundo piso por las escaleras, así que se limitó a quedarse de pie, sin saber bien qué hacer. Tenía miedo de realizar alguna acción y que ella pensara que era un descortés.
—¿Has estado así todo el tiempo? —interrogó la muchacha tras entrar a la sala.
—Sí —asintió colocándose al lado de ella, después de que le hiciera un gesto para que se sentara en el sofá—. No quería parecer maleducado o algo, es la primera vez que vengo, ¿recuerdas?
—Lo entiendo, pero eso no te impide nada, menos cuando llevamos meses conociéndonos.
—Bueno, ¿vas a enseñarme los bocetos? Tengo curiosidad. —Pudo ver cómo Sunhee ponía los ojos en blanco por su cambio de conversación, algo que causó que soltara una risa.
—Tampoco es que sean geniales —le quitó importancia, causando que Felix le diera un golpe suave con su hombro.
—No te quites mérito, da igual si son los mejores del mundo o simples, solo por el hecho de que has querido hacer algo nuevo y no has temido a ello, ya son especiales —admitió manteniéndola la mirada, la cual pudo notar que tenía algo de brillo, lo que le hizo sonreír.
Sunhee abrió el cuaderno en donde dibujaba y al no poder observarlos desde su posición, Felix tuvo que acercarse más a ella, haciendo que sus piernas y brazos se rozaran, pero no le dio importancia, ya que estaba más atento a las palabras de la joven sobre cada look.
En un momento, solo se dedicó a observarla. Se había quitado las gafas y deshecho el moño, dejando el pelo suelto, el cual le caía por un lado de la cara, dado que se lo había apartado para que no le estorbara a Felix para ver.
Llevaban tiempo conociéndose y Sunhee siempre le había parecido una chica muy guapa, pero mirarla esta vez, con un conjunto más desarreglado y con un resplandor en la cara al estar hablando de algo que la apasionaba, le encantaba mucho más, aún cuando no creía que eso fuera posible.
—¿Y qué te han parecido? —preguntó girando su cabeza, haciendo que sus narices se rozaran.
Ninguno apartó la vista del otro, ni hicieron algún sonido, tampoco se movieron ni un centímetro. Felix pudo apreciar cómo los ojos de Sunhee se dirigieron a sus labios en un segundo, acción que él copió, y al notar que no hizo ningún movimiento de apartarse, sacó valentía de alguna parte de su cuerpo y se inclinó.
Y tras asegurarse una vez más de que aquel gesto no le molestó, la besó.
Felix no se podía creer lo que estaba pasando, se sentía como en un sueño, uno en el cual quería quedarse para siempre y no despertar. Al principio ninguno se movió, quizás por miedo a que el otro se arrepintiera, aunque tras unos segundos, ambos empezaron a hacerlo.
El beso era dulce, como si temieran hacer daño al otro, como si quisieran disfrutar de cada segundo. Sus labios eran suaves, una suavidad a la cual sabía que se volvería adicto y en la que se sentiría cómodo, una de la cual no quería despegarse.
La mano de él se dirigió a la mejilla de la rubia y la de ella a su cuello, consiguiendo que se acercaran algo más. Felix podía sentir los latidos de su propio corazón, que se habían acelerado por la felicidad que ahora mismo tenía en todo su cuerpo. Cuanto más tiempo pasaba, el beso iba aumentando de intensidad y él se iba sintiendo como si estuviera en una nube, la cual se esfumó de golpe cuando Sunhee se separó de manera rápida.
Aquella acción le dejó confuso y sorprendido, sobre todo cuando la única idea que se le venía a la mente era que al final el gesto le hubiera incomodado. Sería extraño tras haber estado así unos minutos, en los cuales no parecía importarle, pero...
—Lo siento si te he molestado, no era mi intención —se disculpó de manera rápida.
—No, todo lo contrario —negó mientras se mordía el labio y miraba sus manos—. Es solo que no quiero ir muy rápido, no puedo decirte el motivo, ten claro que no me arrepiento, pero...
—Eh, no tienes porque darme una explicación, lo entiendo —la interrumpió con una sonrisa para tranquilizarla, ya que había empezado a ponerse nerviosa—. No voy a hacer algo que tú no quieras, pero te seré sincero, no voy a olvidar este momento, porque quería que pasara desde hace tiempo.
—Yo igual —bisbiseó mirándolo de reojo. Aquel dato no se lo esperaba, iba a decir algo, pero Sunhee añadió—: Tampoco voy a hacer como que no ha ocurrido, pero mi cabeza está hecha un lío tras esto y no quiero continuar sin tener las ideas claras. ¿Podrías esperar a que tenga todo en orden?
No tenía ni que pensar esa respuesta y menos al ver la cara de Sunhee, por lo que asintió para luego darle un pequeño beso en la frente, que la hizo soltar una pequeña carcajada.
Al ver que el ambiente se estaba volviendo incómodo, empezó a preguntarle sobre los días que no habían estado juntos para que le dijera qué había hecho, al igual que él le comentaba sobre los ensayos mientras tenían las manos entrelazadas.
Mientras hablaban y la observaba, Felix se dio cuenta que no le importaba esperar hasta que Sunhee se sintiera lista, solamente necesitaba tenerla a su lado, porque ella se había convertido en alguien indispensable para él.
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Hola!! Por fin tenéis actualización de My Universe y vaya capítulo... ¿Qué tal os ha ido la semana? La mía muy bien, ya que el viernes terminé los exámenes de inglés, espero que me salieran bien.
Ay, Minho. Este chico y los comeback son un dúo peligroso, hablando de eso, estoy enamorada de Maniac y Oddinary. ¿Cuál es vuestra canción favorita? La mía por ahora son Charmer y Maniac.
AAAAAAAAAAAH SUNHLIX POR FIN SE HAN BESADO, ESTOY MUERTA. Es que amo a estos dos demasiados, son mis segundos niños, ocupan un lugar especial en mi patatita jajajaja. Aunque, ¿que le habrá pasado a Sunhee por la cabeza? Ya lo veréis.
Os recuerdo que tenemos un server de discord donde mandamos adelantados, jugamos, escuchamos música... Si queréis uniros, mandadme un mensaje privado y os enviaré el link.
Espero que os haya gustado este capítulo, os deseo una gran semana y nos leemos el próximo domingo.💛
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