이십. real life
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—¿Ves a Haeun? —escuchó la misma pregunta por tercera vez desde que estaba en llamada con Hani, lo que hizo que pusiera los ojos en blanco.
—Como te he dicho antes, no —respondió harta de la poca paciencia de su amiga.
—Es que estoy nerviosa, no debería ya que es mi idea, pero no quiero que la cosa vaya a peor.
Era raro oír a Hani de ese modo, dado que la joven siempre era positiva, todo lo contrario a ella.
Si era sincera, tampoco le apetecía que la situación empeorase, pero como habían estado hablando mientras lo organizaban todo, no tenían otra opción, sus dos amigas eran demasiado cabezotas, sin contar que Sujin también era algo rencorosa, por lo que por sí mismas, no darían el paso. Tampoco quería que Hani siguiera intranquila, por lo que intentó pensar en algunas palabras para calmarla.
—Ya verás como todo irá bien, no te preocupes. —Escuchó un suspiro al otro lado de la llamada—. ¿Dónde está esa confianza que tenías cuando me contabas lo que haríamos por teléfono? Cree en tu plan.
—¿No que era un cliché? —preguntó, burlona, y Sunhee puso los ojos en blancos al oírla, aunque sonrió, ya que indicaba que se había relajado—. Tienes razón, se reconciliarán, son testarudas, pero al final no pueden vivir sin la otra.
—Ninguna de las cuatro puede, si no me equivoco, esta ha sido la pelea más fuerte que alguna de nosotras ha tenido —apuntó sin apartar la mirada por dónde se vería venir a Haeun y entrecerró los ojos, al sospechar que podía ser era ella.
—Encima por una tontería —bufó—,pero no, tuvieron que agrandarlo, y lo peor es que no estábamos ahí en el momento en el que ocurrió.
Estaba de acuerdo, le daba rabia que hubiera pasado cuando ambas se habían retrasado al llegar a la quedada y que lo único que habían sabido sobre lo sucedido fue a través de mensajes.
Se acabaron enterando de todo al notar que no se hablaban por el grupo y se sorprendieron al conocer lo que había pasado tras hablar con cada una.
Le había dolido aquello, ya que las dos eran importantes para ella y había que añadir que justo ese día iba a contarles sobre Felix, aunque sin mencionar quien era, al no habérselo comentado todavía en ese momento.
—Debo dejarte, Hani, Haeun ya está casi aquí. —Habían acordado que cuando vieran a alguna, colgarían—. Te mando un mensaje cuando estemos llegando.
—Está bien, justo ya puedo ver a Sujin, ¿seguro que no se habrán reconciliado y se habrán puesto de acuerdo para bajar al mismo tiempo? —Al escucharlo, no pudo evitar soltar una carcajada para luego colgar tras despedirse.
—¿Todo bien? —cuestionó Haeun cuando ya se encontraba enfrente de ella.
—Sí, si, solo era Hani —respondió, recordando la excusa que habían acordado—. Me había llamado para decirme que se me había olvidado el otro día algo en la cafetería y que lo tenía ella en su casa, ¿te importaría si vamos un momento? No tardaremos mucho.
—Claro, incluso podríamos preguntarle si quiere venir con nosotras —apuntó a la par que comenzaban a encaminarse a la casa de su amiga.
—Buena idea —admitió intentando no mirar a Haeun, que la conocía muy bien cómo para darse cuenta cuando le pasaba algo y cuando no.
Estaban de camino y Sunhee intentaba contestar a la joven como siempre lo hacía, esperando que no se percatara de que algo ocultaba, como muchas veces había hecho.
—¿Estás bien? Te llevo notando algo rara en lo que llevamos hablando. —Sunhee iba a inventarse algo, pero se sorprendió con lo que dijo a continuación—. ¿No será por... ya sabes? —Arqueó la ceja al no entender a lo que se refería, debía ser más específica—. Felix —bisbiseó al ver su expresión.
—Ah, la próxima vez detalla un poco más —pidió a la par que suspiraba.
—¿Por quién voy a preguntar, si no? —cuestionó de forma obvia—. No es que tengas muchos amigos... —Sunhee notó como se arrepintió de inmediato—. Ay, ha sonado muy mal, lo siento.
—¿Por? Es la verdad y tampoco es que necesite más, soy feliz con lo que tengo —manifestó honesta. Era verdad, no quería tener a más gente y que luego se fueran de su vida, no de nuevo—. Sobre lo de él, necesito hablar con vosotras, sería mejor si fuera con las cuatro.
Al mencionar a Sujin, no de forma directa, entendía que jugaba con fuego y que podía quemarse, pero necesitaba que Haeun abriera los ojos, una de las dos debía hacerlo, para que dejasen esa tonta pelea.
—Sunhee... —avisó tras suspirar, mostrando que no le apetecía hablar de ese tema.
—Está bien, no diré nada más.
Terminó por rendirse, queriendo llegar ya a casa de Hani para solucionar todo, por lo que al observar que estaban cerca, la mandó un mensaje y tras unos segundos, le respondió, avisando que Sujin no paraba de hacer preguntas.
Cuando llegaron, llamaron al timbre y esperaron a que su amiga les abriera. A Sunhee le encantaba la casa de la muchacha, siempre que hacían pijamadas iban a la suya, ya que sus padres no les importaba que lo hicieran mientras no les molestaran cuando trabajaban, además de que la decoración y la distribución de todo le fascinaba, se sentía acogedora.
—Hola, pasad —invitó con una sonrisa, la cual se notaba que era de nervios por lo que podría pasar en el momento en el que Haeun y Sujin se vieran.
—No molestaremos mucho, Hani, solo hemos venido a por algo que se dejó Sunhee y nos iremos, si te quieres... —Se paró en la puerta del salón al ver quien se encontraba ahí—. ¿Qué haces aquí?
—He quedado con Hani y te preguntaría a ti, pero ya te he oído —mencionó Sujin a la vez que se levantaba del sofá—. Con ganas de que te vayas, lo malo es que Sunhee también se iría.
—¿Por qué no nos sentamos y hablamos un poco? Como antes —sugirió Hani al ver las miradas que ambas se echaban.
Sunhee lo único que pudo hacer fue suspirar al mismo tiempo que cerraba los ojos, mentalizándose para lo que podría pasar.
—Yo no tengo nada que decir —apuntó Haeun, causando una carcajada seca en Sujin mientras rodaba los ojos.
—Un lo siento estaría bien —contradijo su prima, lo que provocó que la otra pusiera una expresión de indignación.
—¿Por qué tendría que pedir perdón?
Hani intentó que pararan de discutir, lo cual era una causa pérdida, y le dolía verla intentándolo aunque se diese cuenta que no funcionaba. Estaba cansada de toda esa situación, y mucho más de que solo pensaran en ellas y no en el daño que les estaban haciendo al resto del grupo por su terquedad.
—¿Podéis callaros? —explotó Sunhee y toda la atención fue hacía ella. Las tres las observaban sorprendidas, al no haberla visto de esa manera nunca—. Estoy agotada de todo esto, de que en vez de hablar y dejar de lado vuestra tozudez, hagáis todo lo contrario. —Haeun iba a hablar, pero cerró la boca al ver la cara de la rubia—. Hemos tenido que encargarnos Hani y yo de esto, además de que nos habéis intentando hacer escoger bando, como si fuera una guerra, y no os dais cuenta de que vuestra pelea es por una tontería. Y no me lo neguéis —añadió por último, antes de tomar una amplia bocanada de aire.
—Sunhee, no creo que... —intentó explicar Sujin, pero la anterior la interrumpió.
—Sé lo que dirás, que no es para tanto, pero sí lo es —contradijo y mientras lo hacía, las tres se sentaron en el sofá, cada una con una diferente expresión, Hani con una mirada de orgullo y las otras dos mirando el suelo—. Habéis hecho una montaña de un grano de arena por nada. Sujin, sabemos cómo es Haeun y que siempre se preocupa por todas, por lo que es normal que quisiera comprender qué pasaba con aquel chico en esa fiesta cuando en otras te había visto con otro.
—Pero es que...
—No, déjame acabar. —Le señaló con el dedo, sin quitar su gesto de seriedad—. Por lo que decirle cosas como no eres mi madre o eres una entrometida, no está bien, menos conociéndola y cómo le afecta —apuntó y la mencionada se mordió el labio. Sunhee dirigió la mirada a la otra implicada—. Haeun, debes entender que Sujin no es una niña, sabe bien lo que hace y lo que no, no tienes que estar controlándola.
—Solo no quería que saliera herida —bisbiseó Haeun observando sus manos.
—Eso es bueno, pero la manera en la que lo hiciste, recriminando, no es la correcta. ¿Qué tiene de malo que esté con otro chico que no sea el de siempre en una fiesta? —quiso saber y tras unos segundos, al darse cuenta de que no contestaría, añadió—: Ella es una persona que se le hace fácil hacer amigos y confía en la gente, aunque no sea al cien por ciento. Sujin no soy yo, Haeun.
Le dolió decir lo último, pero debía, ya que Haeun siempre la protegía por lo que ocurrió en su pasado, por lo que se acostumbró a hacer lo mismo con el resto, aunque no lo necesitasen. Tras soltar todo lo que había acumulado durante todos esos días, suspiró, se había quedado muy a gusto, no se arrepentía de aquello.
—Wow, nunca me esperé algo así de ti, pero me enorgullece. —Hani fue la primera en comentar algo, que le dejó un hueco en el sofá para sentarse, pero declinó la acción, negando con la cabeza—. Ahora, ¿podéis hablar? Siempre os decimos que es la mejor opción y seguís sin hacernos caso, al final, mirad lo que ha pasado.
Al ver la mirada que habían compartido, Hani y Sunhee decidieron dejarlas solas, ese tema era algo suyo desde el principio y no debieron terminar siendo parte, por lo que se dirigieron a la cocina. Aunque tuvo que arrastrar a Hani, dado que quería controlar cómo iba todo con la excusa de que nada fuera a peor.
—Ha sido extraño verte así, sé que eres honesta, pero...
—Lo sé, solo que necesitaba liberarme, espero que haya servido para algo, nunca me pongo de ese modo, pero estaba harta —suspiró sentándose en una de las sillas y apoyando su frente en la encimera. Segundos después, notó como la mayor comenzó a acariciar su pelo, de manera cariñosa.
—Seguro que irá bien y así podremos tener una charla para que nos cuentes sobre el chico. —Al escuchar aquello, levantó la cabeza de forma rápida, dándose con el respaldo de la silla—. ¿Tanto te sorprende? Si tú misma lo necesitabas.
—Lo sé, pero no me esperaba que sacases el tema —confesó tocando la zona afectada.
—Quería hacerlo para ver tu reacción. —Guiñó el ojo y Sunhee le regaló una sonrisa sarcástica—. ¿Crees que sigan vivas? Hay demasiado silencio.
—Pues si lo hubieran hecho son tontas, el motivo es una estupidez —apuntó mientras veía cómo la joven se dirigía a salir de la cocina y no tuvo más remedio que seguirla—. No llevamos ni cinco minutos aquí y ya quieres ver cómo están.
Al llegar a la sala, se las encontraron abrazadas, por lo que pudieron relajarse al ver como el plan había ido bien. Aunque conocía a su prima y sabía que si en algún momento hubiera otra pelea, tendría en mente esta.
—Gracias por esto, intentaremos no ser tan tercas la próxima vez. —Haeun fue la primera en hablar al mismo tiempo que Sujin asentía.
—Mejor que no vuelva a pasar —concordó Hani.
—Sí, ahora... ¿hacemos una pijamada? —preguntó Sujin con ilusión, lo que le sorprendió ya que pasaron de no querer verse a todo lo contrario—. Hani nos puede dejar pijamas y a sus padres no les importará, ¿qué decís?
Después de tanto insistir, todas terminaron aceptando, por lo que avisaron a sus respectivas familias para que no se preocupasen. Estuvieron toda la tarde disfrutando, volviendo a estar unidas como si lo anterior nunca hubiera ocurrido, y Sunhee no podía evitar sonreír en cada instante.
—Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien —expresó Haeun mientras se tiraba a la cama de Hani, quien le regaló una mala mirada—. No me malentendáis.
—Tarde —comentó Sujin, haciendo como si le hubiera dolido—. Significa que nunca te divertías con nosotras. —Aquello hizo reír a todas excepto la anterior, que empezó a burlarse de lo que había dicho.
—Fuera bromas, también pienso lo mismo que Haeun, hemos estado tan liadas que no hemos tenido mucho tiempo para cosas de este estilo —argumentó colocándose al lado de Sujin—. Aunque ahora una de nosotras está ausente y más de lo normal, ¿qué pasa, Sunhee?
La muchacha se encontraba sentada en la silla del escritorio, mirando a un punto fijo el cual no dejó de observar hasta que escuchó su nombre y llevó su atención a sus amigas.
—Estoy bien, suelo distraerme fácilmente, me conocéis —se excusó de forma rápida tratando de que desviaran el tema a otra cosa.
—No nos los tragamos —apuntó Sujin—. Llevas toda la tarde mirando el teléfono y no puedes negar que es sospechoso.
—Además de que querías una charla de chicas —recordó Hani y Sunhee ya comprendía por donde iba a ir el tema de conversación, pero no sabía si estaba lista—. Así que, ¿vas a contarnos o tenemos que sonsacártelo?
—No hará falta, ya llevo bastante molestando con el asunto, por lo que voy a decirlo, ya que necesito consejo. —Al confesarlo, tuvo que aguantar el reírse al ver las expresiones de todas—. Vale, creo que me gusta alguien.
—¿Y la sorpresa dónde está? —interrogó Sujin con obviedad.
—Para nada se notaba... —continuó Hani—. Si hasta por mensajes lo confesaste de forma indirecta pero bastante directa al mismo tiempo.
—Además de que vas mucho a la cafetería, lo sé hasta yo que no trabajo allí —señaló Haeun.
Sunhee empezó a morderse los labios cuando las chicas empezaron a preguntarle cosas sobre él, dado que quería conocer más datos. Sabía cómo eran, pero escucharlas hablar tan rápido y a la vez, la estaba agobiando, por lo que al final terminó soltando todo.
—Es Felix de Stray Kids —confesó y temió por cada reacción, excepto de Haeun, que no era una sorpresa para ella.
—Estás bromeando, ¿verdad? —interrogó Sujin de una manera que no pudo identificar.
—¿Quién? —quiso saber Hani confusa y ahí fue cuando la anterior, la observó con los ojos abiertos, como si no se creyese lo que había escuchado.
—¡¿Cómo que no sabes quién es Felix?! —se ofendió Sujin e iba a seguir hablando, pero Haeun la interrumpió.
—No miente, es él —apoyó y al ver que Sujin quería decir algo, agregó—: Yo lo sé porque tuvieron un problema, algo que no me conviene contarlo, sino a ella y sé que está diciendo la verdad.
—Bueno, sé que es extraño, pero es cierto, le conocí en la cafetería, Hani trabajaba allí ese día, y poco a poco hemos ido conociéndonos hasta pasar a ser amigos —empezó a explicar sintiendo toda la atención de las tres—. Con el paso del tiempo, empecé a verle de diferente manera y quería vuestra ayuda, porque no sé qué es lo que siento. —Al mirar las expresiones de las dos que se habían enterado de eso en ese momento, lo entendió—. No me creéis.
—Yo de alguna forma sí, casi siempre le veo con una mascarilla, pensaba que era alérgico a los perros, pero descarté esa idea.
—Yo es que no puedo, te conozco y no te inventarías algo así, pero es que todo es muy extraño.—Sunhee entendía a su prima, no era lo más normal que alguien te dijera que era amiga de un idol así de repente y menos que fuera de tanta magnitud como Stray Kids—. Diría que si me contaras más cosas, acabaría confiando, pero no sé.
—Aceptaste cuando nos confesó que había conocido a Eunji y no lo haces con Felix, ¿cuál es la diferencia? —quiso saber Haeun, intentando ayudar a Sunhee.
—Que lo de Eunji es más normal porque trabaja en PNation —apuntó Sujin y Hani asintió, afirmando que era una buena explicación.
Quiso decir algo, pero justo le había llegado un mensaje, el cual justo se trataba de Felix y Sunhee no pudo evitar agradecerle en su mente por haber aparecido en tan buen momento. Era un audio, por lo que mientras las tres estaban a lo suyo sobre su tema, cogió los cascos que Hani tenía y lo escuchó.
El cantante se disculpaba por no haber podido responder sus mensajes, dado que había estado toda la tarde ensayando y que estaba tan cansado, que no podía ni escribir. Le respondió con que no pasaba nada y que descansase, que ya mañana hablarían y tras despedirse, Sunhee volvió a ponerlo, solo al asegurarse de que no hubiera nada personal y esta vez para que todas lo oyeran.
—Entonces, ¿es cierto? —Sunhee suspiró al darse cuenta de que Sujin por fin la creía, algo normal conociendo que la joven reconocía las voces de cada uno, para luego asentir.
De repente, Sujin se puso a gritar, a lo que las tres intervinieron tapándole la boca, dado que no eran horas y los padres de Hani estaban dormidos.
—Vale, ¿podemos olvidar por unos minutos de quién se trata? —cuestionó Sunhee sentándose con ellas en la cama—. Sé que es importante y todo lo demás, pero ahora mismo, solo necesito el consejo de mis amigas.
—Está bien, todas lo prometemos. —Hani le mandó una mirada de advertencia a Sujin, que asintió con algo de miedo.
—¿Por qué mejor no nos cuentas qué te pasa cuando estás con él? —pidió Haeun con una sonrisa—. Así será más fácil ayudarte, parece que lo que te pasa es que estás confundida con tus sentimientos.
Empezó a pensar en todas las veces que habían quedado y en cómo se comportaba enfrente de él, la cual era diferente a cuando se llevaban poco conociendo.
—Suelo dudar de lo que voy a hacer, siento que en cualquier momento puedo arruinarlo, también no paró de sonreír y sentir que el tiempo pasa más rápido de lo normal —empezó a explicarse sin dejar de mover las manos, una señal de que estaba nerviosa.
—Está claro, prima, es seguro que te gusta. —Le abrazó por los hombros—. Además de que tu misma había mencionado de que creías que te pasaba eso.
—¿Pero qué pasa? —indagó Hani, Sunhee la miró extrañada, sin saber a qué se refería—. Siento que tú ya sabías aquello, pero que necesitabas una charla porque esta claro que hay algo que te frena.
—Tengo miedo, confío en él, pero mi mente siempre vuelve al mismo sitio—expresó honesta, tratando de que no le afectara recordarlo—. De que él en algún momento también se irá de mi vida, no quiero ser negativa pero...
—Te entendemos, no al cien por cien, porque eso es imposible, pero no dejes que el pasado te afecte —intentó tranquilizarla Hani—. Y si ocurre, él se lo pierde.
Observó a Sujin, la cual parecía querer decir algo, pero se notaba que se lo estaba aguantando, por lo que le hizo un movimiento de cabeza para que pudiera hacerlo.
—Sé que habíamos dicho de olvidar que era idol, pero Felix no es así. —argumentó Sujin de manera rápida, pero igualmente se le podía entender—. Solo hablo como fanática, ya que no le conozco, pero tu sí, por lo que deberías conocer cómo es y si llegará a hacerlo.
Era cierto aquello, Felix era una persona maravillosa, la cual ya llevaba unos meses desde que le había visto por primera vez, pero algo en ella le recomendaba no fiarse de que aquello no podría suceder y menos cuando su mente solía recordárselo.
—Bueno, cambiemos de tema, ¿tienes pensado confesarte? —consultó Haeun con ilusión mientras Sunhee negaba—. ¿Por qué no? No pierdes nada.
—Sí lo hago, ha sido con el primer chico que me he sentido bien y en el que confío, no quiero perderlo por una tontería de declaración —manifestó honesta al mismo tiempo que sería.
—A lo mejor le pasa lo mismo. —Sujin se calló al ver la expresión de la muchacha—. Vale, no quieres tener esa posibilidad.
—Tú lo que quieres es que te digamos, que no expreses tus sentimientos, que esperes a que desaparezcan —señaló Hani y Sunhee iba a interrumpirla, pero no pudo—. De acuerdo, te aconsejo eso, pero luego te arrepentirás y ya no habrá vuelta atrás.
—La verdad es que nosotras te sugerimos que se lo cuentes, pero ya es decisión tuya, no vamos a insistir con algo que no te apetece —continuó Haeun—. Necesitabas una charla con nosotras, no para descubrir que te pasaba, sino que lo que buscabas era que te dijéramos que te olvidaras, pero eso es lo peor que puedes hacer y alguna de nosotras lo sabemos bien.
Ninguna sacó el tema en toda la noche, Sunhee estuvo dispersa, no formaba parte de las charlas ni de los juegos y sus amigas lo habían notado, pero prefirieron dejarla pensar en lo que había ocurrido, en vez de presionarla.
Se dio cuenta de que tenían razón, sobre todo Hani, en que desde un principio fue conocedora de sus sentimientos. Pero que sólo tenía miedo de lo que podría llegar a pasar. No obstante, terminó tomando una decisión.
Se arriesgaría a contarle a Felix sobre sus sentimientos, prefería arrepentirse de aquello a no habérselo confesado nunca.
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Holaa!! Ya por fin se acaba esta semana, ¿qué tal os ha ido? Yo de la mía prefiero no hablar jajajaja
Sujin y Haeun ya se han arreglado, aunque muy mal por parte suya que hayan tenido que intervenir Sunhee y Hani, que feo eso.
Rezo para que Sunhlix se confiesen, porque ambos dicen que lo harán y luego nada, y como pase eso, me muero. Mientras tanto, yo siendo la escritora jajaja.
Poco a poco voy escribiendo más, algo que me alegra, solo espero seguir así, aunque si no me sale, pues bueno, no pasa nada. Además, me ha encantado escribir a Sunhee en este capítulo, aunque no sé por qué.
Os recuerdo que tenemos un server de discord, dónde nos lo pasamos genial y todo el mundo es bienvenido. Si queréis entrar, mandadme un mensaje privado y os enviaré el link.
Espero que os haya gustado este capítulo, os deseo una gran semana y nos leemos el miércoles o el próximo domingo.💛
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