십삼. real life
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Sunhee nunca había querido que llegase tanto su hora de descanso hasta ese momento. Volver a la rutina después de Navidad era complicado sobre todo cuando se había acostumbrado a dormir hasta tarde, debido al cansancio que se le había acumulado por quedar con sus amigos o ir a pasear a Dasom.
Durante las vacaciones, se había dedicado a ordenar su habitación, que no tardó mucho en volver a estar hecha un desastre, a ayudar a su madre en todo lo que podía y dedicar tiempo al que se había vuelto su pasatiempo favorito, confeccionar. Aunque ya había terminado los regalos de las chicas, igualmente no había parado de coser, hasta tal punto que casi había acabado un suéter para Dasom, al que solo le faltaban los toques finales.
Estaba saliendo del ascensor cuando se dio cuenta de que alguien iba a entrar al mismo tiempo, y si no fuera porque la otra persona frenó a tiempo, hubiera ocurrido un desastre.
—Lo siento mucho —empezó a disculparse, como acto reflejo—, ha sido mi culpa que... ¿Eunji? —preguntó sorprendida al ver a la joven enfrente, que llevaba algunas bebidas.
—Hola, Sunhee —saludó con una sonrisa—. No te preocupes, estaba tan ocupada pensando en algunas cosas que tampoco te había visto —admitió quitándole importancia —. Hace mucho que no hablamos, ¿qué tal estás?
No se habían visto desde los MAMA, por la incompatibilidad de los horarios, y las veces que se habían encontrado se habían puesto a hablar. No eran muchas las ocasiones, pero para Sunhee, Eunji ya era una amiga más, aunque no sabía cómo la vería la muchacha a ella.
—Bien, algo agotada por el trabajo, ¿y tú?
—Yo igual —respondió con un tono cansado—. Aunque me gustaría descansar después de todo lo que hubo en diciembre, pero no es posible. —La forma en la que lo había comentado le dio algo de pena, pero sabía que no podía hacer nada—. Espero que tú puedas —añadió con una sonrisa.
Le encantaría hacerlo, pero no sería capaz, porque en cuanto llegase a casa debía pasear a Dasom y volver a salir, ya que había quedado con Felix.
Les había costado decidir una fecha, ya que no dejaban de aplazarlo por la falta de tiempo de ambos, por lo que no iba a demorarlo más solo para poder acostarse en su cama.
—Ser idol parece agotador —expresó honesta.
—Lo es, pero es lo que me gusta, así que no me importa —admitió mirando las bebidas que cargaba. Por su expresión, parecía haberse acordado de algo—. Tengo que irme, debo llevarles esto a las chicas de Eclipse, que estábamos ensayando y al ser la maknae, me han pedido a mí para que vaya por ellas, ¿hablamos otro día?
—Sí, claro —asintió, gustándole la idea.
—Me van a matar en cuanto llegue. —dijo Eunji, lo que causó que ambas se rieran—. Ya nos veremos.
Tras despedirse, se fue a la cafetería. No había mucha gente allí, lo que la alegró, ya que por lo menos no tendría que hacer fila. No tenía ganas de esperar, necesitaba su café rápidamente, si no, no podría aguantar el resto de la mañana.
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—Ya hemos vuelto —avisó Sunhee al mismo tiempo que soltaba a Dasom, que se dirigió a su comedero de forma rápida—. Omma, ¿te encuentras bien? —preguntó al verla tumbada en el sofá, tapada con la manta hasta arriba.
—Es solo un resfriado, no te preocupes —respondió con una sonrisa, la joven no pudo evitar poner los ojos en blanco.
Su madre se había enfermado hacía unos días, por culpa de sacar a pasear a Dasom cuando estaba nevando. Sunhee le había insistido para que descansara, ya que la mujer no paraba quieta, poniendo la excusa de que la joven estaba de vacaciones y no debía hacer nada, olvidándose de que ella también lo estaba.
—Puedo cancelar la quedada que tengo, si quieres —dijo, a lo que su madre se negó—. Me encargaría de las tareas que faltan por acabar.
—No hagas eso, que no es nada —advirtió, mirándola de forma seria—. Siempre te preocupas por algo simple. Me quedaré durmiendo, además, Dasom me hará compañía —apuntó mientras subía al perro con ella.
—Está bien, pero que no se te olvide tomarte algo —respondió, dándose por vencida.
—¿Cuándo se me ha...? —se calló al ver la expresión de su hija—. No puedes criticarme por eso, que tú eres igual. Aún me acuerdo de todas las veces que te lo he recordado.
—Entonces he salido a ti. —Miró el reloj que había en la pared, viendo que ya quedaba poco para la hora en la que había quedado con Felix—. Debo irme, me llamas para cualquier cosa.
Salió de casa, no sin antes cambiarse de abrigo, ya que había empezado a refrescar y llegó a la cafetera diez minutos tarde, esperando que el idol no se hubiera ido. Cuando entró al local, miró a la zona donde siempre estaban y vio al cantante sentado, con la mirada clavada en el móvil.
—Lo siento por no estar a tiempo, pero tenía algunas cosas que hacer—anunció mientras se colocaba enfrente de él, que dirigió su atención a ella—. ¿Has esperado mucho?
—No te preocupes, si yo también he llegado hace poco —rio Felix, provocando una carcajada en Sunhee—. De hecho, pensaba que no podías venir, pero me di cuenta de que me habrías mandado un mensaje si fuera así —explicó mientras ella asentía, sin poder evitar reír con suavidad. Le resultaba adorable que hablase tanto—. Se me ha olvidado pedirte algo, pero si quieres, puedo ir y...
—No pasa nada, tampoco me apetece, aunque gracias —le interrumpió sonriendo por el detalle—. ¿Y qué tal estás? ¿Cómo van los ensayos?
—Bien, mucho mejor de lo que creía —admitió con los ojos brillantes. Se notaba que estaba emocionado, que le hacía ilusión aquello—. Los chicos están dando todo, aunque a veces siento que no estoy al nivel, que debería esforzarme más.
—Felix —acentuó seria, aún sin creerse lo que había escuchado.—. He visto stage vuestros y los ocho sois muy buenos.
Le sorprendió que se preocupara por hacer las cosas mejor, que tuviera en mente cómo mejorar, cuando la primera impresión que tuvo de él fue la de alguien relajado, que se dejaba llevar por las cosas. Luego se acordó de su inseguridad, a la cual aún no se acostumbraba, así que por una parte no le extrañaba que estuviera pensando siempre en esos detalles.
—Lo sé, pero no puedo evitarlo —se excusó y al parecer se dio cuenta de algo, o eso era lo que Sunhee entendió por la expresión de su cara—. Espera, ¿has mirado presentaciones nuestras? Recuerdo que tú solo escuchabas girl groups.
—Y lo sigo haciendo, pero a mi prima le gustan más los boy groups —empezó a explicar notando toda la atención de Felix en ella—. Un día se puso a mirar perfomances de algunos y cuando empezó con Stray Kids, me resultó inevitable no quedarme a verlos.
—Ahora tengo curiosidad, de todas nuestras presentaciones ¿cuáles fueron? —preguntó apoyando su cabeza en la palma de su mano—. Conociéndote, seguro que una fue la de Fancy.
—¿Hicisteis un cover de Fancy? —pregunto incrédula Sunhee, no se lo esperaba en absoluto—. Necesito ver eso, y lo haré en cuanto llegue a casa.
Poco a poco notó como ambos empezaban a soltarse, haciendo que la conversación fuera más fluida que al principio, algo que la alegraba. En el fondo, echaba de menos eso, el no darle tantas vueltas a lo que hablaban.
—Me parece horrible que no lo hayas hecho ya —dijo entre carcajadas—, sobre todo sabiendo lo que amas a Twice.
—En mi defensa, no lo sabía —se defendió como pudo—. No estoy atenta a esas cosas.
—Bueno, volvamos a lo de antes —recordó Felix, con las mejillas sonrojas de tanto reír—. De verdad, me da curiosidad saber qué stages viste.
—¿De verdad quieres saberlo? —dijo de forma burlona, intentando ocultar una sonrisa. Felix asintió, así que tras calmarse un poco, añadió—: Fueron las de último año, mi prima estuvo todo el día quejándose por no poder verlas, así que le dejé mi ordenador para que lo hiciera —explicó.
Recordaba ese momento a la perfección, el reírse por la desesperación de Sujin, que soltaba comentarios dignos de enmarcar, nunca se había carcajeado tanto en su vida como en esa noche.
—¿Qué te parecieron? —interrogó, con los ojos fijos en ella. Sunhee se había dado cuenta de que Felix tendía a centrarse en aquello que le interesaba—. Quiero saber tu opinión y espero que seas honesta.
—Me encantaron mucho, tanto que incluso luego escuché alguna que otra canción. Los ocho sois geniales —respondió remarcando el número, y pudo ver cómo una nueva sonrisa aparecía en la cara del idol, lo que le dio algo de ternura.
—Bueno cambiemos de tema, ya hemos hablado mucho de mi —propuso felix con cierta vergüenza, como si no se esperase ese halago tan inesperado—. Pasemos a ti, ¿tú qué tal estás? —consultó curioso para después poner una cara triste tras beber de su chocolate—. Se ha quedado frío.
—Eso te pasa por tardar, aunque no sabe tan mal así, eres un exagerado —rio a la par que recibía una mala mirada por parte del muchacho—. Y respondiendo a tu pregunta, estoy algo bien, aunque cansada por la vuelta al trabajo.
—¿Solo eso? No ha pasado nada, ¿no?.
Su preocupación se le había hecho extraño, ya que no se esperaba algo así y menos cuando no era un tema importante como para hacerlo, pero prefirió no preguntar por eso.
—Sí, es solo por volver después de las vacaciones —confesó y mientras respondía, pensaba en lo bien que se lo había pasado en esa época y las ganas que tenía de las siguientes navidades. Pero luego se acordó de que si Eunji no había tenido ningún respiro, él seguramente tampoco—. Aunque tú también estarás agotado, por todo lo que habéis hecho en diciembre y añadiendo la gira.
—Sí —asintió, casi ausente—, pero lo bueno es que hemos tenido algunos días de pausa. De todas formas —añadió, se notaba que cuando se emocionaba le resultaba imposible no hablar más—, después de tanto tiempo, te acostumbras a este mundo.
Oír eso la hizo reflexionar, siempre había visto los premios y actuaciones a través de una pantalla, y nunca se había parado a pensar sobre el esfuerzo que había detrás hasta que ese año había tenido la oportunidad de observar todo, desde dentro.
Era por eso que no comprendía cómo alguien podía habituarse a una vida así, entendía que para muchos era un sueño conseguirlo, pero tenía tanto ventajas como desventajas y ella, que no estaba interesada en ese mundo, pensaba que había más de lo segundo.
—¿Sunhee, estás bien? —escuchó por parte de Felix, lo que le hizo volver a la realidad algo avergonzada.
—Sí, estaba en mis pensamientos, lo siento —confesó, lo cual hizo reír al joven.
—Es que no deja de sorprenderme —apuntó burlesco, lo que provocó que pusiera los ojos en blanco—. Antes has mencionado lo de la gira, ¿no? —Sunhee asintió algo confusa—. Quería preguntarte algo.
—Claro, dime.
Tenía bastante curiosidad sobre lo que Felix quería decir, ya que por mucho que intentase pensar algo, no se le venía ninguna idea a la mente.
—¿Te gustaría venir a uno de nuestros conciertos, aquí, en Corea? —soltó después de un rato en silencio, como si hubiera dudado en hacerlo. No se esperaba para nada algo así y notaba que el chico tenía toda la atención en ella, esperando su respuesta—. Sé que eres más de girl groups y que a lo mejor...
—Me lo pensaré —le interrumpió y se dio cuenta de que esa contestación no era la que se esperaba por la expresión que había puesto.
—No tienes que venir, si no quieres —empezó a hablar rápidamente, tanto que le costó comprender lo que había escuchado.
—En ningún momento he dicho que no —apuntó—. No puedo darte una respuesta clara, si no tengo más información —argumentó, intentando dar a entender por qué había decidido contestar de esa manera—. Y no tiene nada que ver con mis gustos o preferencias, eres mi amigo, nos apoyamos el uno al otro, como tú hacías con mis bocetos.
Lo último lo había dicho en pasado, porque desde que había ocurrido lo de los MAMA no le había vuelto a mandar ninguno, solo lo hacía con sus amigas, con su prima, con su madre y sus tíos. Sabía que él se había dado cuenta de eso, por la forma en la que le preguntaba de forma discreta sobre ellos, o al menos intentándolo.
Su relación había mejorado, sí, pero no se sentía lista todavía para volver a enseñárselos.
—Hablaré con la empresa o con Chan, y te informaré lo que me digan —comentó con algo de tristeza. Escucharle de esa forma le dolió, porque era muy raro verle así.
—Si fuera, ¿te das cuenta de que estaría sola? —sonrió, intentando que la conversación no siguiese siento tensa, y que el joven no se pusiera mal por su respuesta.
—Qué va —negó el muchacho de inmediato, algo más animado—. Las parejas y una amiga de los chicos irán, incluso conoces a una, a Eunji. —Sunhee se sorprendió un momento, ya que no se había acordado de que la idol salía con uno de ellos—. Pero tú tranquila, no pasa nada si no puedes.
—Te he dicho que todavía no he decidido nada, por lo que no pienses mal —añadió sonriéndole—, ¿y sabes qué? —dijo para después Felix hiciera un movimiento de cabeza, indicando que continuase—. Viendo tu chocolate frío, me apetece uno caliente —se burló, provocando una carcajada por parte de ambos.
El resto de la tarde fue genial, hablaron de muchos temas, estuvieron jugando juntos con los perros y las risas no faltaron. Era casi de noche cuando se despidieron, y Felix repitió que preguntaría sobre las fechas de los conciertos, y que nada más tuviese una respuesta se la daría.
Que al joven se le notase que de verdad quería que fuese, animó mucho a Sunhee, porque pensó, por primera vez desde que se habían alejado, que podía empezar a confiar en él de nuevo.
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Hola!! Llevo un año sin subir ningún capítulo de My Universe, qué vergüenza, lo siento mucho.
JAJAJJAJA, fuera de bromas, ¡FELIZ AÑO NUEVO! Espero que este 2022 sea genial para todos. ¿Cómo lleváis estos dos días? Yo he dormido mucho, ya que el cansancio de nochebuena y nochevieja se me acumuló jajajaja.
Awwww, que Felix invita a Sunhee a uno de sus conciertos (ojalá eso me pasara a mi jajajaja) y ella ya empieza con el pensamiento de empezar a volver a confiar en él, espero que Felix no lo arruine de nuevo.
También os recuerdo que tenemos un discord, en el cual pasamos adelantos, spoiler,... todos somos muy majos. Si queréis entrar, mandarnos a una de las tres un mensaje privado.
Espero que os haya gustado este capítulo, os deseo un gran comienzo de año y nos leemos el miércoles o en el próximo capítulo.💕
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