—El plan es simple. -Dijo Hyunjin a su hermano y su aún no aceptado cuñado. —Pero necesito que sean sumamente cautelosos.

El Omega asintió y observó a su hermano mayor fijamente con su ceño fruncido y un puchero.

—Adorable. -Dijo el pelinegro que le dejaba un beso en la frente a su hermanito. —No das miedo.

—Tampoco era mi objetivo. -Se defendió cruzándose de brazos al no obtener el resultado esperado.

—Ajá. Bien, como decía. Sunoo irá de "visita" a la mansión Hwang y les informará que tiene en cautiverio a un cambia formas Lobo. Es ahí donde entras tú. -Señaló a Sunghoon. — Sunoo irá equipado con cámaras y micrófonos que estaremos monitoreando junto con Felix y Ni-ki. Sus amigos Jake y Jay serán nuestra vía de escape. Al ser tus primos Sunoo, tienes una conexión con ellos y podrás avisarles si algo malo sucede.

—No quiero que Sunoo vaya solo, ¿qué si tus padres se dan cuenta que es un Lobo también? Me volveré loco si llegan a lastimarlo y por mi Omega no me importa destruir una ciudad completa. -Dijo Hoon con imperiosa seguridad.

—Lo sé, pero es un plan sencillo y sólo necesitamos que confiecen lo que hacen para que los lleven a prisión. Son un peligro para la humanidad y el medio ambiente. -Recalcó el mayor. —Jungwon y Heeseung estarán al tanto de llamar a la policía si las cosas se ponen rudas. Pero Sunoo, intenta lo más posible ocultar cualquier rastro que delate que eres un Lobo. Aunque los Hwang saben que lo eres, ellos piensan que sigues siendo un "humano", tienen un sistema para detectar olores de Lobos, por lo que puedes beber un supresor antes de llegar, eso te ayudará a disminuir en gran manera tu aroma.

Sunoo asintió y aunque no lo admitiría, estaba asustado. Hacía mucho tiempo que no veía a sus "padres", el hecho de volver siendo lo que realmente es... Pues sí, era atemorizante y rezaba por salir bien librado de unos cazadores maniáticos que habían acabado con parte de su clan... Incluído su verdadero padre, y es una situación que no se les iba a perdonar y lucharía hasta el final.

—De acuerdo. Lo haré, sé que puedo. -Dijo suspirando e intentando ser fuerte.

— ¿Estás seguro, amor? - Hoon tomó sus manos y lo miró preocupado por su bienestar.

—Sí. -Se encogió de hombros. —Es una situación que sólo se puede dar una vez, no debemos perder la oportunidad.

—Eres admirable. - Hoon lo abrazó y olfateó su cuello con necesidad. —Sabes que estoy para ti, no dejaré que te lastimen.

—Lo sé, cariño. - Sunoo le dio un pequeño beso en los labios.

—Bueno, no enfrente de mí. -Gruñó Hyunjin mientras miraba la tierna escena. —Mejor llamen a sus amigos, así nos ponemos en marcha.

La pareja se separó y sonrieron, rápidamente llamaron a sus amigos mientras la pareja mayor preparaba la cena.

— ¿Está todo claro? -Indagó el mayor al ver esos rostros jóvenes mirarse entre sí.

— ¿No crees que es muy arriesgado? -Preguntó Ni-ki mirándolo. —Que Sunoo vaya solo.

—Es lo mejor, ellos no sospecharían, pues siempre tuvieron de menos a Sunnie, eso nos ayudará ahora.

Sunoo agachó la cabeza al recordar el trato indiferente de sus "padres", era triste volver al pasado en soledad que había vivido hasta que se fue con Riki.

—Sé que no está muy elaborado, pero no podemos ser tan exactos con esa gente, mejor les damos lo que quieren, y le sacamos provecho a la situación, sólo necesitamos que hablen. No sabemos lo que ocultan en esos laboratorios en los que ni yo tuve acceso.

Los chicos se quedaron pensando, Sunoo solo con sus depredadores al frente... No, no sonaba nada lindo.

—Estaré bien, chicos. Confíen en mi. -Pidió con una mirada de cachorrito en la que los demás cayeron con rapidez.

—No importa qué. Estaremos cerca y llegaremos a ti lo más rápido posible. -Dijo Jake mientras tomaba sus manos.

—No estás solo en esto, Ddeonu. -Secundó Jay que lo abrazaba por los hombros.

Hyunjin sintió sus ojos arder al ver a su hermano rodeado de gente que lo amaba... Tanto que había deseado la felicidad para su niño, y ahora tenía novio, había conocido a su verdadera familia y tenía amigos que lo aprecian de verdad.

Estaba feliz por él, por fin la vida estaba siendo justa...

—Muy bien, vamos a descansar todos. Mañana será el día. Ddeonu, ya conoces la habitación de huéspedes. -Los mayores se despidieron de los chicos que se quedaron en la sala.

—Creo que nosotros nos vamos. -Dijo Ni-ki al ponerse de pie. —Organizaremos todo.

—Descansen y olvídense de esto por un momento, las cosas se darán como debe ser. -Aconsejó el beta mayor.

—Aprovechen la noche. -Fue el comentario de Jay mientras los miraba con una sonrisa sugerente.

—Nosotros también deberíamos aprovechar la noche. -Murmuró Ni-ki que miraba a sus betas.

La tensión que cayó de repente era palpable, Sunoo y Sunghoon se sintieron incómodos.

—Bien, buenas noches. -Dijo el alfa que se llevó a su Omega a la habitación lo más rápido posible.

— ¿Qué demonios? -Susurró el mayor al mirar por la ventana cómo sus primos se iban detrás de su mejor amigo. — ¿Crees que ellos...?

Y cuando se giró, fue atacado por un caliente alfa que lo besó con tremendo deseo.

Sunoo no se resistió y se dejó envolver en la nube de placer en la que Sunghoon los estaba envolviendo.

— ¿Qué importa lo que hagan? Nosotros tenemos nuestros propios asuntos. -Dijo sobre el oído sonrojado del Omega mientras lo acostaba con suavidad en la cama.

— ¿Ah sí? - Sunoo gimió al sentir la protuberancia del alfa sobre su ingle. — ¿Y qué asuntos son?

—Asuntos en los que la ropa está prohibida. -El alfa chupó la manzana de Adán de Sunoo, mientras se frotaba descaradamente contra él.

—Eso... Eso me interesa... -Apenas pudo decir cuando el pelinegro le sacó la ropa con una maestría impresionante.

Volvieron a besarse y olvidaron todas las preocupaciones que rodeaban su entorno.

Esa noche era suya y ellos la aprovecharían al máximo.

—Así que... ¿Nosotros también tendremos nuestra noche? -Preguntó Jake que miraba el trasero apretado del mayor.

—Sí, debemos preparar las cosas. -Contestó con aparente calma mientras entraban en su apartamento.

Pero los hermanos no estaban satisfechos con esa respuesta, Ni-ki los había estado mirando de forma tan intensa durante su reunión con el hermano de Sunoo, y era obvio que tenía algo en mente.

—Ah... Bueno, al terminar Jay y yo vamos a salir entonces, necesitamos distraernos de lo que sea que vaya a suceder mañana. -Volvió a decir mientras preparaban una maleta.

— ¿Y adónde irán si no conocen la zona? -Preguntó el mayor con molestia.

—Nunca falta alguien que nos... Ayude con nuestros problemitas... -Murmuró Jay sobre la oreja del humano.

Riki tembló levemente al sentir el cálido aliento del rubio.

Algo que no admitiría es que los dos son tan sexys y lo estaban llevando al borde, cosa que nunca imaginó pues en un inicio su presencia lo irritaban.

Pero ahora quería que esos dos hombres lo apretaran contra ellos y lo hicieran llegar a las nubes.

— ¿Qué dices, Jay? -Habló de repente el beta mayor. — ¿Vamos por ese chico lindo del parque?

—Uhhh no suena nada mal. -Secundó el menor.

— ¡Ustedes no van a salir de aquí! -Exclamó el mayor que los enfrentaba enfadado.

— ¿Por qué no? Tenemos derecho. -Concluyó Jay que se cruzaba de brazos.

Ni-ki no pudo refutar porque era cierto como el infierno. No podía prohibirles nada porque no eran nada.

—Yo... Ya es tarde y será mejor que descansemos... -Dijo con su mejillas rojas.

—Les apuesto que Sunoo y Hoon es lo que menos están haciendo ahora. -Murmuró Jake con una sonrisa pícara.

—Hasta aquí puedo escucharlos, qué envidia. -Bromeó Jay y ambos empezaron a reír bajo la mirada ofendida del mayor.

—Ustedes... -Interrumpió y no sabía qué demonios estaba pasando por su cabeza cuando dijo: — ¿Quieren ducharse conmigo? Tenemos una bañera grande.

Y los betas casi se caen por semejante sugerencia pero tampoco le dirían que no.

Era un verdadero comienzo para su relación. Aunque su autocontrol se pusiera a prueba.

— ¡Pero usaremos ropa interior! -Advirtió al ver las miradas lujuriosas de los betas.

— ¡Ay, así que chiste! - Jay pataleó berrinchudo ante la restricción.

—Es eso o nada, ustedes escogen. -Dictaminó cruzándose de brazos mientras rogaba en su interior que accedieran.

No quería que fueran a buscar a nadie, él era más que suficiente.

—De acuerdo, vamos. -Aceptó Jake con una tierna sonrisa que hizo sonrojar al mayor.

Los tres estaban dentro del baño, disfrutando de una merecida ducha y la buena compañia... Aunque Ni-ki no lo admitiera aún.