v̸e̸i̸n̸t̸i̸c̸u̸a̸t̸r̸o̸
Sunoo y Sunghoon caminaban tranquilamente por el bosque, iban en un silencio cómodo, cada uno metidos en sus pensamientos.
Sunoo estaba considerando quedarse a vivir definitivamente con la manada, de todas formas, su madre estaba ahí, y la tumba de su padre también. Él pertenecía a ese lugar al igual que Sunghoon.
Aunque antes de eso, debía hacer algo por su gente, los cazadores aún andaban libres y era muy posible que intentaran atacarlos en un futuro próximo.
Él no permitiría que su manada viviera ese infierno de nuevo.
— ¿Sunghoon?
— ¿Sí, amor? -Se detuvieron.
—Necesito volver a la casa de mis padres adoptivos.
Hoon lo miró perplejo. — ¿A qué diablos irás a ese lugar? Ellos podrían saber la verdad sobre ti.
—Lo sé, pero debemos hacer algo, no pueden seguir impunes.
— ¿Hablarás con la policía?
—La caza de Lobos es ilegal, aquí y en cualquier parte del mundo. Si logro que confiecen, será pan comido.
—No lo sé, Ddeonu. ¿Y si te capturan? ¿Si te lastiman? No lo soportaré y los mataré.
—Descuida, cariño. Irás conmigo, además, podemos tener una fuente confiable. Mi hermano.
Hoon lo observó con una ceja alzada, aún incrédulo.
— ¿Crees que él no te dañará?
—No lo hará, era el único que me quería en esa casa. -Alzó sus hombros indiferente. —Él es el único que tiene una real fuente del información, podría decirnos lo que traman y cómo han trabajado estos años.
— ¿Piensas que te confiaría esa información así como así?
—Seguro que no, pero encontraré la manera de convencerlo.
Hoon lo abrazó contra su pecho, protector y amoroso.
—Prométeme que no harás una locura. Le informaré a mi padre sobre esto, debemos tener apoyo por si las cosas salen mal.
—Está bien, amor. Y no te preocupes, mi hermano no es mala persona.
—Confío en ti. -El alfa dejó un pequeño beso en la frente de su Omega.
No estaba contento con ese plan, pero su Omega es fuerte y muy inteligente, sabía que no estaba haciendo esto al azar.
—Volveremos mañana, mientras más pronto, mejor. -Dijo el pelinegro.
Hoon asintió y con una sonrisa volvieron con la manada, que ya se preparaba para una fogata en familia.
—Así que volverán. -Dijo Ni-ki con una expresión insatisfecha.
—Debemos hacer algo. -Repitió el Omega.
—Lo sé, además... Recuerda que Heeseung trabaja con la policía, tal vez no directamente, pero no es un detective por nada. -Comentó y bebió de su té.
— ¡Es cierto! -Gritó maravillado. —Había olvidado que Hee es detective, él podría ayudarnos con el plan.
—Eso es seguro, aún nos deben pagar por la tontería que hicieron en nuestro departamento. -Se quedó en silencio unos segundos y luego los miró. —De acuerdo, yo también me uno.
— ¿De verdad? - Sunoo preguntó con sus ojos brillando.
—Mis padres no son santos. Utilizaron a un niño para sus experimentos, eso es penado.
—Cierto...
—También podría ayudarnos tu hermano, ¿no crees?
—Aún no estoy seguro si debo decirle la verdad.
—Pienso que sí, recuerda que él cuidaba de nosotros cuando éramos niños, podría decirse que es el único ser en nuestro mundo, que no nos lastimó.
Sunoo asintió y recordó cada cosa que su hermano mayor había hecho por él, fue el único apoyo que tuvo hasta que decidió independizarse, "sus padres" ni siquiera lo escucharon cuando les dio la noticia, sin embargo, su hermano lo interrogó pues no quería que cometiese un error al irse así.
Pero él también había sido quien lo cuidó y protegió, le debía mucho. Y le ayudaría a liberarse de sus padres.
—Entonces está decidido, mañana volveremos únicamente para hablar con él y armar nuestro plan.
—Oye Ddeonu, ¿y nosotros podríamos ir? -Preguntó Jongseong con entusiasmo. —Nunca hemos dejado nuestro territorio, y siempre quise conocer la ciudad.
—Yo igual. Además podríamos ser muy útiles en tu misión. -Secundó Jake.
—Ni siquiera tienen ropa adecuada. -Comentó Sunghoon que comía unas brochetas.
—Pero mi adorable y hermoso primito podría prestarnos algunas prendas~ -Canturreó mientras abrazaba a Sunoo por la cintura y metía su cabeza en el hueco de su cuello. Olfateándolo.
Sunoo simplemente negó con una sonrisa.
— ¡Oye tú! -Exclamó el único Alfa de aquel grupito mientras se ponía de pie. — ¡Suelta a mi Omega!
Jongseong lo miró y dijo burlón. —Podría haberme asustado si no tuvieras la cara llena de salsa. Pareces un bebé.
Los demás se rieron y Hoon se puso rojo. Tomó la servilleta que Jake le ofreció y se limpió la cara, volviendo a su puesto.
Sunoo estaba maravillado, su Alfa aún era un niño y le encantaba ese lado de él, siempre siendo él mismo.
—Ya dejen tranquilo a mi bebé. -Dijo el de ojos violeta mientras abrazaba al Alfa que mimoso ocultó su rostro en el cuello ajeno y aspiró. —No quieren verme enojado.
—Confirmo. -Comentó Ni-ki que bebía un refresco natural.
— ¿Es muy peligroso? -Preguntó Jake incrédulo.
—Una vez, mientras estábamos en nuestros primeros años de Universidad, había un grupo de tipos que me molestaban por mi estatura. -Empezó el relato. — Sunoo siempre fue más alto que yo, por lo que siempre me defendía, hasta que un día, en el que no sé de dónde sacó tanta fuerza, le dio una paliza a esos cuatro tipos dejándolos inconscientes... - no tenía sus ojos bien abiertos ante el recuerdo. —Parecía el mismísimo demonio... -Sintió escalofrío y tembló levemente. —Desde entonces, todos nos tenían miedo...
Jake y Jay tenían sus bocas abiertas y miraban a la pareja, en específico a Sunoo, que besaba las mejillas de su Alfa con cariño.
Era inaudito creer que semejante preciosidad que desprendía ternura, fuera un chico violento. Ellos pensaban que pudo haber sido influenciado por su Lobo, aunque en ese entonces haya estado dormido, posiblemente había salido a flote de forma inconsciente, con el fin de protegerse a sí mismo.
Y todos sabían que un Omega furioso, era tan letal como un Alfa.
—Vaya... Ni lo aparenta. -Murmuró Jongseong.
—Créanme, Sunoo me dio muchas sorpresas en estos años. -Dijo en tono melancólico.
—Es un gran chico, y Hoon no pudo encontrar mejor pareja. -Opinó Jake que veía a los mencionados encerrados en su nube de amor. «Y yo quisiera un amor así...»
—Yo también lo creo, Jakey. -Dijo una voz femenina.
Todos voltearon y se encontraron con la abuela Park, la anciana tenía sus ojos brillando de emoción.
—Oh... Oh... -Dijeron Jay y Jake a la vez.
Ni-ki los miró sin entender.
—Ya que hacen tan bella pareja y se la han pasado derramando miel... Mínimo espero que esta noche hagan a mis bisnietos. -Dijo sin tapujos.
Sunghoon se puso tan rojo como un tomate y Sunoo no sabía hacia donde mirar por la vergüenza, todos en la manada se reían por las ocurrencias de la anciana y sentían pena por sus nuevas y jóvenes víctimas.
—Tu madre es todo un caso. -Murmuró Mina a su esposo.
—Recuerdas que cuando nos dijo lo mismo... ¿A las semanas ya estabas embarazada?
Mina y Jinyoung se miraron por unos segundos para después desviar su mirada hacia su hijo y yerno que seguían sin mirarse por la incomodidad mientras los demás disfrutaban.
¿Será posible que...?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro