Capítulo 11
Jimin suspiraba mientras trataba de dormir en aquel angosto y frío contenedor en el que era recluso.
Un pequeño ruido llegó a sus oídos y rápidamente con temor alzó la vista. Sus sentidos se relajaron y al igual su pulso al ver a una conocida silueta.
Una mujer joven, hermosa y delgada se acercaba con cautela. Su cabello lacio relucía con un bonito listón blanco, su figura era envidiable. Sus ojos amatistas miraban alrededor con miedo, pero una especie de alivio surcó en ella cuando se dió cuenta que no había nadie.
Los guardias esa noche habían estado atiborrados de alcohol al celebrar la gran actuación que había presentado el circo y felices de la gran ganancia que se había recolectado.
—Hyuna ¿Qué haces?
—Shh, mira —le mostró una pequeña llave dorada que tenía. Una pequeña sonrisa adornaba en aquel hermoso rostro perfilado de la mujer.
—Eso... ¿Me sacarás? —la expresión del tritón era completamente vulnerable y con sus ojos celestes brillando en esperanza.
—Si —la mujer de cabello azabache y lacio le hizo una seña de que se callara.
Él había hecho caso, mientras veía como el collar pesado en su cuello, que estaba conectado con pesadas cadenas, era removido con delicadeza por las manos de la mujer que lo veía con una sonrisa. Podía sentir las emociones de la mujer; miedo, pánico, gratitud, alivio y tristeza.
—¿Cómo lo lograste? —Jimin miraba con asombro a la que consideraba una especie de amiga- El collar tenía un hechizo...¿Cómo..?
—No es tiempo de explicaciones, él está dormido y al igual sus hombres. Debes huir.
El tritón se encogió de miedo y a la vez de esperanza, nunca dudando de la mano que le daba Hyuna. Ambos presa del pánico porque si alguien los escuchara terminarían mal.
Jimin sentía su corazón latiendo a mil por horas mientras obligaba a sus piernas humanas a correr como fuera posible, sabía que estás estaban tan débiles al no haberlas sacado, pero debía huir o morirían los dos.
Sus ojos vidriosos en la esperanza al vislumbrar el muelle a unos pocos metros. Cuando todo su cuerpo tocó el agua salada, su corazón martilleaba en su oído ante la adrenalina. Miró a su amiga que se había agachado para acariciar sus mejillas frías.
—Hyuna, debes huir, él es malo, lo sabes. Te matará si se entera —los ojos de Jimin se tornaron brillosos al sentir las emociones de su amiga; Resignación, alivio, tristeza y angustia.
—No —negó la pelinegra con resignación y tristeza en sus ojos—Jimin, ya sabes el porqué —Los labios del tritón se apretaron en una fina línea, el dolor en su pecho al dejar a Hyuna cuando ella lo había tratado bien y lo había ayudado a escapar.
—Debes escapar de él —la negación en la mirada de la terca mujer hizo que el tritón se le escurriera una lágrima que pronto se convirtió en una preciosa perla.
—No puedo, pero tú si. Escapa ahora que tienes otra oportunidad y no vuelvas aquí, nada tan lejos sea posible para que nunca te encuentre —Hyuna le miró con cariño, para inclinarse y dejar un beso en la frente de aquel hermoso y etéreo ser.
—Rediit evanuerint —susurró con una voz tan extraña y abstracta para los oídos del menor.
Los ojos celestes brillaron, mientras aquel lugar que la mujer de ojos amatistas se iluminaba levemente para después esfumarse aquel pequeño y tenue resplandor.
Cuando el tritón se dió cuenta, ya estaba nadando con libertad, tan lejos posible. Pero cuando estuvo a tan solo unos cuantos metros de distancia, pudo escuchar un grito ensordecedor que atravesó sus sensibles oídos.
—¡Hyuna! —lo que pudo ver entre sus espesas lágrimas que se transformaba en perlas, fue el cuerpo de su amiga desplomado con una flecha que atravesaba su espalda.
En las tablas del muelle se encontraba aquel hombre de ojos gélidos con una mirada inhóspita, cargando una ballesta que había apuntado sin misericordia a la mujer la cual era su esposa.
—Maldita mujer —siseó aquel hombre con ira y crueldad—¡Atrapen al jodido tritón! -gritó a sus cuatro hombres que se habían quedado aturdidos ante la muerte de la mujer de su jefe. El hombre no había dudado en matarla en cuanto se dió cuenta que había ayudado a su objeto a escapar.
Los hombres salieron de su aturdimiento mientras tomaban una red de metal pesado para atrapar al tritón que lloraba por la muerte de su amiga.
Los ojos morados de Hyuna perdían poco a poco su brillo, mientras pronunciaba de forma lenta unas palabras que Jimin no prestó atención. La sonrisa que le brindó al tritón fue desgarradora, porque un segundo después cuando iba a volver a ser capturado, se halló a una distancia adecuada para poder nadar lo suficiente para que no lo pudieran volver atrapar.
Dejando atrás a la que fue la mujer quién dió la vida por salvarlo y nadando tan lejos de sus captores.
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El tritón no había salido de la alcoba, estaba asustado y sus sentidos disparados mirando a su alrededor con absoluta desconfianza. Cada nervio en su ser estaba alerta, mientras su mente se encargaba de hacerlo recordar aquello que había pasado hace mucho.
Solo quería dejar salir su colita e irse lo más pronto a las profundidades y no volver a salir en meses si era posible.
Pero no podía, no había un mar u océano cerca, y la única gran extensión de agua era la gran piscina que Yoongi había mandado a construir para él.
Además Yoongi lo necesitaba, él lo quería, Jimin necesitaba estar cerca de su vampiro. Porque era suyo, solo suyo. Lo supo desde el primer momento en que lo vio.
Sus pensamientos eran tan contradictorios. Quería esconderse, irse y volver a las profundidades. Pero también quería quedarse porque nunca se había sentido tan a gusto en otro lugar que no fuera su territorio, su isla.
Lo único que sabía con certeza es que quería a Yoongi, quería a su vampiro. Lo necesitaba. Necesitaba fundirse en su cuerpo y no salir jamás de su pecho, quería sentirse protegido...querido y amado.
¿Él era querido? ¿Él era amado?
El tritón mordía su labio inferior al tener aquellos cuestionamientos. El ser acúatico sabía que quería a Yoongi, que lo amaba, no podía pensar en otro sentimiento que no fuera; amor, cariño, aprecio y afecto, por aquel vampiro.
Suspirando, quitó todas esos pensamientos. Por ahora no quería carcomerse más la cabeza.
Un problema a la vez.
Él no era un pulpo, ellos tenían ocho tentáculos donde podían hacer varias cosas a la vez, pero él no podía. Suspirando, se preguntó si tener tantos brazos ayudaría también a pensar en varias cosas al mismo tiempo.
Santos pecesitos.
—¿Por qué estoy pensando en pulpos? ¡No quiero pensar en pulpos! Son malos y dejan marcas en mi piel —frustrado y enojado consigo mismo, rodó sobre las suaves sábanas blancas que esta vez tenía su cama.
Odiaba ser tan despreocupado y tan distraído algunas veces en temas serios como en situaciones peligrosas. Pero no podía hacer nada, había heredado esa cualidad de su padre.
Un tiempo después, a sus sensibles oídos llegó el ruido de pasos, alguien se acercaba con un sonar firme pero cauteloso. Jimin rápidamente identificó a Yoongi, sólo él podía tener un paso tan firme como cauteloso a la hora de caminar.
El tritón había aprendido a diferenciar los pasos de YoonGi principalmente, todo lo que tuviera que ver con su vampiro era sinónimo de perfección para Jimin. Además su sensible audición había estado mejorando considerablemente al estarla utilizando frecuentemente desde que había llegado. Igual ahora diferenciaba los pasos de SeokJin y Taehyung, era divertido para él entretenerse en mejorar su don.
—...¿Ya se fueron? —su voz salió aterciopelada, nítida y demasiado temblorosa para su gusto cuando el vampiro entró a la habitación. Nunca pensó que su voz saldría así al solo recordar a esos metamórficos.
En realidad Jimin solo tenía problemas con el más viejo, pero igual había mirado al cambiaformas más joven y había visto la misma crueldad en sus ojos, además que no le producía más que inquietud.
La mirada de Yoongi lo escudriñaba de pies a cabeza cuando entró, mientras se sentaba en el amplia cama. Jimin no dudó y se subió a su regazo, buscaba consuelo entre aquel reconfortante cuerpo. El ser acúatico soltó un suspiro audible cuando inspiró el embriagante olor proveniente del mayor, demasiado cómodo y a gusto en aquel pecho firme. Sus dudas e inseguridades se desvanecían solo en aquella posición. Esa sensación de protección era innegable.
Yoongi miró la acción extrañado, pero le permitió a Jimin seguir, no se quejaba, tener al tritón en su regazo se sentía reconfortante y extrañado. Extraño porque se sentía correcto y más a gusto que nunca.
—Dime —su voz salió suave pero la orden estaba ahí. Lo único que pudo sentir Jimin saliendo del vampiro era preocupación e intranquilidad.
Jimin entendió que Yoongi necesitaba una respuesta por su actitud. El tritón sabía que él lo escucharía, siempre lo escuchaba después de todo.
—Ellos... Ellos son malos
—¿Quiénes? -preguntó con una exhalación, juntando sus cejas al sentir a Jimin cada vez más aferrado a él.
Como si fuera su ancla. Él único que pudiera comprenderlo. Lo necesitaba, a él, a Yoongi.
—Los cambiaformas que estaban en tu oficina... Ellos...—Yoongi frunció su ceño cuando Jimin había hablado con una voz tan pequeña. La vulnerabilidad en su mirada y en su lenguaje corporal, solo le decía a Min que algo estaba mal con su tritón.
—Hace muchos años me capturaron, me obligaron a ir con ellos a...un circo, me hicieron actuar todos los días hasta que ya no podía, me tenían en un contenedor con agua con cadenas, era muy frío, me daba mucho miedo. Ya no quiero volver ahí, por favor...—la súplica en sus palabras, el miedo en aquellos ojos de un color celeste hizo que la sangre de Yoongi hirviera. Que otros hubieran obligado a este pequeño en su regazo a hacer cosas que no quería solo hacia que un músculo en su cara se crispara, su mirada era oscura y penetrante.
—Los castigos...—no lo expresó con palabras, pero un estremecimiento lo recorrió de pies a cabeza y Yoongi lo sintió en el cuerpo tembloroso de Jimin— solían ponerme anguilas eléctricas si me negaba a seguir sus ordenes, mi colita tiene una cicatriz de eso a un costado y lo odio -su voz era apagada, nítida. Recordar aquello que una vez sufrió, que estaba escondido en lo profundo de su ser... Era desgarrador como aquellos fragmentos regresaron a él solo cuando había visto a uno de sus secuestradores.
"-Maldito pez, meteré mi espada en tu puto culo escamoso si no cooperas -sus insultos que le producían terror...
...
-¡Las ganancias fueron gratificantes! Las personas desean ver al pecesito bailar -sus miradas de burlas.
...
-Jodida basura, si te vuelves a escapar haré que te disequen las brujas -Sus amenazas después de haberlo golpeado y lastimado..."
—Yo solo era un objeto para ellos, no les importaba alimentarme. A ellos les gustaba verme llorar, porque así podían quedarse con mis perlas. Solo pude escapar cuando una mujer se compadeció de mí cuando se dió cuenta de como me trataban, me ayudó a escapar, pero la mataron cuando ya estaba en el puerto.
Jimin aún podía recordar a Hyuna, era una humana con unos ojos inusuales de color amatista, fue su salvadora. Él realmente nunca quiso que la mataran, había sido buena con él, solía llevarle comida cuando los hombres se cansaban de "jugar con él". Los juegos para ellos eran reducir al tritón en llanto, mientras le daban descargas eléctricas con una anguila u a veces lo torturaron con sus tridentes puntiagudos con los cuales lo pinchaban, pero no pasaban de ahí, tenían prohibido dañarlo de otra forma o golpearlo. Jimin debía permanecer bello e intacto para el espectáculo de cada noche, aunque a veces solían quitarle alguna escama para venderlas a brujas mientras escuchaban sus gritos de sufrimiento.
Ella le había hecho compañía a escondidas de su esposo, le había contado muchas historias y hasta le había enseñado a su bebé cuando nació. Era una mujer muy linda y buena, pero que tuvo un final triste. Jimin se había culpado de su muerte, pero también estaba tan enojado con los que la causaron. Todo era culpa de esos metamórficos, de ese hombre cruel y horrible que lo habían cazado y habían matado en lo que para él, fue su primera amiga.
Yoongi tenía una aura abrumadora de ira contenida, siendo picada por un sentimiento primitivo de posesividad con aquel ser en sus brazos. Por un demonio que Jimin nunca volvería a experimentar algo así. Que alguien se atreviera a ponerle ahora un dedo a su tritón y sería derramada mucha sangre acompañada con gritos de agonía y dolor.
—Su nombre... -pronunció entre dientes, mientras veía al tritón con intensidad.
—...Jin-young...Park Jin-young —susurró Jimin con temor. El solo recordar aquellos ojos azules sin vida, lo hacían recordar el momento en el que fue capturado y esos mismo orbes crueles lo miraron como si fuera algún tipo de trofeo.
Yoongi maldecía en sus adentros al escuchar aquel nombre salir de aquella bonita boquita.
Una inmensa furia en su interior. Su instinto primitivo necesitando cuidar y proteger lo que era suyo. Tratando de tranquilizarse dejó que Jimin se acomodara mejor en su pecho, mientras sus fuertes brazos lo aprisionaba junto con él.
Aquel hombre que había mencionado su tritón, era un maldito cambiaformas Pantera, para empeorar, el mismo con el cual no quería ni relacionarse. Todos sabían que las panteras eran escurridizas y no debías relacionarse con ellas a menso que estuvieras en trabajos turbios. Y aquel hombre era un tiburón en el mercado negro.
Y no ayudaba que ahora mismo quería matarlo y hacerlo rogar por su miserable vida. Pero no era tan fácil de matar, a menos que se entregara en bandeja de plata.
Lo que más le carcomía la cabeza, es que nunca había tenido algún tipo de contacto con él. Que ahora lo hubiera visitado para intentar crear una sociedad con él lo había irritado, más porque odiaba recibir ese tipo de visitas en su mansión.
Yoongi siempre solía ver ese tipo de negociaciones o reuniones en otro lugar, pero nunca en su mansión. Pocas veces y pocas personas que buscaban algo en él las dejaba pasar a su lugar. Que hubieran venido de imprevisto y sin ser citados era una burla y una bazofia.
Pero NamJoon lo había calmado diciendo que al menos debían recibirlos para saber lo que querían. Maldito Kim, pero bien, había tenido un punto y tenían información de quién los había mandado.
"Venganza, venganza, muerte" sus malditos instintos buscaban dominar en su interior, pero también estaba esa parte protectora que solo Jimin sacaba a relucir en él.
Quería volver a ver a esos hijos de puta e infringirles un dolor tan letal, para que pudiera quedar marcado en todo sus horribles seres, quería ver el miedo en aquellos ojos como los que lo miraban ahora. Su postura era tensa y rígida. Su mirada era pesada.
Algo en la mirada de Yoongi hizo que el tritón se sintiera seguro, sin peligro y... Protegido.
—Esta bien, ya pasó —le dijo suavemente— Solo no quiero regresar ahí, no con ellos, no me regreses con ellos...por favor.
Jimin había estado muy asustado cuando vió a su captor de hace años con NamJoon y Yoongi. No es que desconfiara de su vampiro, pero verlo al lado de aquel metamórfico le causó tanto pánico que su mente conspiradora empezó a torturarlo con múltiples escenarios. Su pesadilla de volver a ser presa de aquel vil ser lo había hecho temblar.
Después de todo, habían sido dos veces que el maldito metamórfico lo había capturado, la segunda vez lo golpeó sin importarle dañarlo y dejándolo al borde de la muerte, pero había obligado a la que era su esposa a curarlo. Fue ahí cuando empezó la extraña amistad con aquella rara humana de ojos color amatista.
—¿Por qué piensas que te entregaría a ellos? —agarró el mentón del ser de cabello sedoso y brillante, haciendo que lo mirara fijamente, el hielo en sus ojos se derritió y Jimin sonrió, porque ahora su corazón encogido en miedo y melancolía volvía a latir al saber que Yoongi nunca lo dejaría.
—No lo harías, soy tuyo —le brindó una sonrisa confiada, que solo hizo que el vampiro tensara más su mandíbula.
—Eres mío, nadie puede tocarte más que yo —la mirada severa y sus ojos oscuros no hizo que la sonrisa del ser en su regazo se bajara, al contrario, los ojitos llenos de esperanza hicieron que Yoongi lo mirara más suave.
— Lo soy —un beso fue depositado en su mejilla por el ser acuático en recompensa.
Yoongi bufó, pero una pequeña y casi imperceptible sonrisa para cualquiera —menos para Jimin— apareció en aquel rostro atractivo y ya no impenetrable, para el tritón al menos.
—Creo que merezco más que un beso en la mejilla —su voz grave solo tocó los puntos correctos en cada ser del pequeño cuerpo, que se estremeció.
Por ahora no quería que el tritón se abrumara ante todo lo que había vivido. Yoongi iba a hacer algo, aquellos cambiaformas debían pagar.
Un fuego se desplazó en Jimin, desde su vientre a cada parte de su cuerpo dejando un camino caliente. Está vez no era solo uno que lo excitaba, era también un fuego abrigador, reconfortante y dominante. Como si con aquel calor que le brindara un sentimiento de protección.
—Si... -fue su respuesta para encajar sus labios en un beso, uno lento en dónde cada parte participaba.
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—¿No puedes quedarte un ratito más? —preguntó Jimin mientras ladeaba su cabeza. Estaba muy cómodo en el regazo del vampiro mientras sus brazos rodeaban el cuello del azabache.
La expresión de Yoongi era pellizcada mientras veía esos ojitos celestes brillosos.
Ahora estaban a un costado de la mansión, afuera de ella había una gran piscina que ciertamente casi no usaban. Pero como Jimin había estado especialmente pensativo y nostálgico desde que le había contado al mayor su pasado, Min le propuso nadar afuera.
Claro que Jimin había estado interesado. Y más cuando invitó a Tae y SeokJin a darse un chapuzón con él.
Yoongi no lo admitiría en voz alta, pero realmente le preocupaba Jimin. Que estuviera tan callado e inquieto de una forma extraña, no le gustaba. Prefería mil veces a ese ridículo ser acúatico que era un curioso, malcriado y mimado cuando se lo proponía. No le importaba como, pero quería siempre hacerlo sonreír. A esa parte primitiva e instintiva de él, le fascinaba saber que él era el causante de aquella sonrisa y del sentimiento de comodidad con el que Jimin se desenvolvía a su alrededor.
Como el vampiro suponía, las habilidades sociales del tritón eran por mucho, mejores que las suyas. Estaba seguro que la especie de Jimin eran sociables, mientras que la suya era mucho más reservada y retraída.
Dentro de la mansión puedo visualizar a Taehyung en traje de baño, parecía luchar cargando con inflables con formas de animales que eran especiales para el agua y con una pelota de playa que venía pateando. Lo gracioso de la escena era que se le caía una y lo recogía, para que después de recogerlo otro volvía a caer.
Barriendo su vista por todo el lugar, con una mirada sin impresionar pero pellizcada regresó su vista al tritón que parecía pedir su atención al estarlo mirando con intensidad con esas largas pestañas pestañeando en su dirección.
—Deja de hacer esa cara —dió un pequeño golpe en su frente con dos de sus dedos, haciendo que Jimin arrugara su nariz de forma tierna.
Jodido santo infierno
Este ser era demasiado lindo y bonito. Quería consumirlo y comerlo por completo.
—¿Que cara? —ladeó su cabeza Jimin, sin comprender. Mientras el vampiro suspiraba para negar. El tritón seguía sin entender lo que quería decir Min con su mirada. El solo lo estaba viendo, no había nada de malo en ello. Solo le gustaba ver cada fracción de su rostro ¡Eso no era un delito!
"Me miras como si fuera el único ser en la tierra. Pero yo tampoco puedo dejar de mirarte. Ahh ¿Qué me habrás hecho, Jimin?"
—¿Siempre eres tan caprichoso? —cuestionó Min en cambio, mientras el tritón reía suavemente.
—No lo sé, creo que tú eres el culpable de que me comporte así —refunfuñó el menor, pero su mirada divertida le decía otra cosa.
—¿Qué tengo que ver yo con tu actitud? —cuestionó Min con una mirada divertida mientras sus brazos de afianzaba en esa cintura.
—Tiene que ver con todo —se quejó Jimin mientras depositaba un beso en aquella mandíbula del vampiro—Me haces ser así
—No creo que yo incite a esas conductas, Jimin —negó Yoongi mientras veía aquellos labios brillosos y rojos que lo invitaban.
—Bueno, entonces dame un beso antes de que me vuelva más caprichoso y tengas que ir a tu oficina —puchereó Jimin, sabiendo que a su vampiro le encantaba que hiciera aquello.
—Supongo que puedo concederlo...—murmuró muy cerca de esa boquita entre abierta mientras veía esos ojitos celestes expectantes y brillosos.
Sus labios no tardaron en juntarse, ambos se movían al compás. Aquel beso lento, subió y subió en intensidad, sus lenguas entrelazadas buscaban saquear y dominar. El tritón hizo un ruidito de felicidad al sentir el agarre dominante en su cintura, mientras era presionado en ese acogedor y duro pecho.
Las manos del ser acúatico parecían tener vida propia, empezaron a ascender por esa musculosa espalda, para después dejar un apretón en esos anchos hombros y reposar en esos cabellos negros. Jalando aquel pelo y mordiendo el labio inferior de Min, Jimin sonrió entre aquel apasionante choque.
Por los siete mares.
Se sentía tan bien, ser besado de esa forma, ser deseado tan mal y dejar que lo dominaran siempre se sentía tan bien, tan bueno. Solo con Yoongi. Dejó que saqueara su interior, se dejó dominar por esa ardiente boca y lengua pecaminosa. Mientras aquellas manos grande ay venosas masajeaba sus caderas y cintura en un agarre firme.
Más, más. Lo quería siempre, tanto. No podía tener suficiente de él
Protestó cuando fue alejado de aquellos ardientes labios que lo habían dejado con ganas de más y más.
—Ahora no, tengo que irme -—imin hizo una mueca con sus labios hinchados y bien besuqueados, mientras veía aquella mirada vidriosa de aquellos ojos grises, esa línea en su mandíbula, sus cabellos negros y su respiración algo agitada al igual que la suya. Yoongi se veía tan bien
así de cerca.
—¿No puedes dejar tú trabajo y estar conmigo?
—Ya no estamos en la isla -Jimin refunfuñó, tal vez, un poquito gruñón—Además invitaste a Taehyung y a SeokJin a nadar contigo —le recordó pasando un mechón azul verdoso atrás de la oreja del tritón.
—Pero yo igual quería nadar contigo, prometiste nadar conmigo —lo miró con sus ojos celestes entrecerrados.
—Ayer nadamos juntos —le dió una mirada sin impresionar— Ahora nada con tus nuevos amigos.
Jimin miró alrededor con un puchero, pero rápidamente recuperó su sonrisa al ver a Taehyung quejándose al estar aún batallando con los inflables de animales, empeñado en llevarlos a todos de una sola. Mientras SeokJin parecía burlarse del castaño, al estar pasando por su lado trayendo algunos bocadillos para que comieran.
—¿Y si me aburro? —preguntó solo para molestar a Yoongi, su sonrisa maliciosa en sus bonitos labios.
—Ummm, entonces tal vez deba decirles a los demás que ya no quieres nadar —Jimin lo miró mientras fruncía el ceño.
—Yo no dije eso —se quejó.
—Entonces deja de provocarme y ve a nadar un poco —a regañadientes el tritón se bajó de su regazo.
Solo traía una camisa blanca de Yoongi, de nada servía llevar algo debajo si se iba a meter a nadar. A pesar de que el vampiro se quejó de estar solo con su camisa. Después de unos cuantos besos, Jimin pudo hacer que dejara el tema.
—Yoongi... —llamó el tritón con una suave sonrisa en su rostro, mientras el vampiro se paraba—Se que vas a hacer algo...yo...puedes decirles lo que me sucedió ¿Sabes? Está bien. Confío en tí.
Esas palabras siendo pronunciadas de forma seria pero honesta, hicieron que el vampiro lo mirara con cautela. Jimin sabía que él no se quedaría de brazos cruzados y estaba bien con eso. Sus palabras tenían un peso tan crudo y honesto.
—No me importa lo que hagas, bueno...si lo hace, pero si significa no volver a verlo está bien —se trató de explicar el tritón, fallando un poco y enredandose, pero el mensaje estaba claro.
Confío en ti. Sé que me protegeras.
Quiero estar bien y lo estoy contigo.
Lo que sea que hagas puedo entenderlo. Te he aceptado con todo lo que implica, está bien, aún te quiero.
Jimin esperaba que sus ojos expresaran lo que sentía, lo que sentía dentro de él y lo que quería expresar pero no podía.
Algunas veces odiaba esa sensación, esa de querer expresar algo y que las palabras no abarcaran todo lo que quería decir.
Pero Jimin sabía, él sabía que Yoongi entendería.
El vampiro debió de ver algo en sus ojos, pues su mirada tensa y cautelosa se volvió suave, demasiado suave y cálida para el tritón. Jimin fue atraído a un duro pecho, mientras aspiraba aquel olor varonil y embriagante proveniente de Yoongi como si por primera vez estuviera olfateando algo.
—¿Está bien? —moduló Yoongi, mientras cepillaba aquel extraño como sedoso cabello azul verdoso.
—Si, confío en ti —sus ojitos celestes brillaron tal cual cielo despejado, dándole una visión que se incrustó en las retinas del vampiro. Aquel rostro con rasgos delicados, aquellos labios en un ángulo exacto, esa piel suave con un bonito color rojito impregnado en aquellas suaves mejillas, sus ojitos celestes brillantes y esas pestañas largas. Fue un deleite para los ojos grises del mayor.
—Bien —Yoongi curvó sus labios en una sonrisa, siendo solo vista por Jimin, quién le correspondió aquel gesto.
Caminando, se acercaron hacia dónde SeokJin parecía estar tomando una limonada y leyendo un libro totalmente relajado. Mientras Taehyung aventaba los inflables al piso para risa de su pareja que lo veía detrás de él, ellos se sumergieron en una conversación donde el castaño se quejaba.
Tanto Jungkook como Taehyung eran una pareja demasiado curiosa y entretenida para todos.
—Te encargo a Jimin, iré a ver si NamJoon regresó —mencionó Yoongi a SeokJin, quién lo miró a través de sus lentes de sol.
—Claro, ven Minnie. Te pondré protector solar —el tritón sin entender fue de todas maneras.
—¿Minnie? —juntó sus cejas Min, viendo cómo el tritón hacía muecas al sentir el protector solar en su cara.
—¿Por qué me miras así? Taehyung fue quién le puso el apodo, además le queda muy bien ¿Verdad, Minnie? —Jimin sonrió a Yoongi mientras asentía, parecía tener cosquillas con esa rara especie de crema en su rostro.
—Lo suponía —Yoongi dió una mirada sin impresionar—Y si no te acordabas, Jimin es un tritón, su piel está acostumbrada a los rayos del sol para soportarlo y no quemarse —añadió Min lacónicamente.
—Mierda, siempre se me olvida —rió SeokJin— Bueno, al menos tendrás una segunda capa para asegurarnos —le dijo mientras se alzaba los lentes y los dejaba en su cabello morado, para guiñarle un ojo al ser acúatico.
—Bien —Min evitó sonreír al escuchar la suave risa de Jimin. Joder, solo con escucharlo su boca parecía querer curvarse.
—También necesito que le enseñes a Jimin a escribir y a leer —Jin rodó los ojos mientras asentía al escucharle el tono autoritario de Yoongi, por más que quisiera regañarlo por su forma de pedir algo, sabía que no le haría caso.
Jimin ladeó su cabeza tanto como pudo al estar siendo embarrado por esa crema pegajosa.
No le gustaba el tono que Yoongi estaba usando, además el vampiro siempre le decía que debía decir "por favor" si quería pedir algo.
Se le hacía muy injusto que él tuviera que decirlo y el mayor no.
—Por favor —pronunció Jimin, mientras veía al vampiro.
SeokJin abrió sus ojos como platos, totalmente sorprendido de que el tritón corrigiera a Min.
Nunca nadie le decía que hacer o qué decir a Min Yoongi.
Que lo partieron en dos si esto no era lo más entretenido y sorprendente de su día.
—No es nec- —SeokJin cortó sus palabras cuando Jimin lo interrumpió—Yoongi, se dice por favor —miró a Min con sus ojitos entrecerrados.
La mandíbula tensa de Min y esos ojos grises que miraban de forma irritada al tritón, hizo que a Jin le diera gracia la situación.
No todos los días se ve a un tritón corrigiendo a un vampiro que es líder del clan más grande y poderoso.
"No diré eso" la voz ronca y grave resonando en la cabeza de Jimin, sorprendió al menor.
"No sabía que podías hablarme mentalmente" Dijo Jimin asombrado.
"Solo puedo hacerlo a una poca distancia o tocando a la persona" explicó brevemente.
"Aún así debes decir por favor Yoongi"
Jimin rió mentalmente al escuchar el gruñido proveniente del vampiro.
—Yoongi —presionó otra vez, mirándolo con sus ojitos celestes y con un puchero. La expresión pellizcada del mayor casi lo hizo sonreír, pero seguía empeñado en su papel.
-...Por favor, SeokJin -dijo Yoongi suspirando con su rostro tenso. Pero que al ver la bella sonrisa satisfecha del tritón, su mandíbula se fue suavizando.
—Joder ¿Puedo pedir mi deseo? Esto es una especie de milagro —preguntó SeokJin mientras se tapaba la boca con su mano sin poder creer lo que había escuchado.
Pero no solo él se había impactado al ver al gran Min arrogante Yoongi, decir por favor. Taehyung que había estado jugando con la pelota de playa se había caído al haberse enredado con sus pies al escucharlo cayendo de trasero y Jungkook lo veía sin pestañear.
"Eres una cosita malcriada y caprichosa" la voz de Yoongi en su cabeza solo hizo sonreír más a Jimin mientras le regalaba una mirada inocente.
"Solo por tí" respondió Jimin con una pequeña risita.
Yoongi gruñó.
—Superenlo —Min se dió la vuelta mientras rodaba los ojos y se adentraba a la mansión.
—Tú, cámbiate y te espero en la oficina —se dirijió a Jungkook que ya había salido de su aturdimiento para ayudar a su pareja que quejaba al haberse caído de trasera
—Pero ¡Ya me había cambiado! —se quejó para diversión de Taehyung.
—Karma, eso te pasa por no ayudar a tu novio —le sacó la lengua Taehyung.
—¡Pero te ayudé a pararte! —dijo sintiendo que no eran justos con él.
—Después de darte una patada para que me ayudaras —rodó los ojos Tae. Mientras escuchaba las risas de SeokJin y Jimin.
—Ya escuchaste, cámbiate —ordenó Yoongi con burla en su mirada, para irse a su oficina aún con las quejas de Jungkook de fondo sobre dejarlo alborotado y que debía cambiarse de ropa otra vez.
...
Entrando en su despacho, suspiró y se permitió dejar caer en su cómoda silla. Pellizcando el puente de su nariz volvió a recordar lo que Jimin le había contado. Aquel pasado del cual había escapado, literalmente.
Aún la rabia estaba en sus sistema, pero la verdad es que se había menguado considerablemente. Lo que necesitaba era tener la mente despejada y fría.
Después de todo, Park Jin-young era un tipo que había sido centro de los rumores turbios que se habían esparcido con rapidez.
No podía solo lanzarse sin algún plan, además que había otra variante en esto.
Suspirando, alzó su vista cuando en ese momento apareció Kim NamJoon con una postura letal, tensa y firme. Sus brazos cruzados y esa mirada intimidante se tranquilizó cuando lo miró, pero había una inquietud que hizo que Min tensara su mandíbula.
—¿Y bien? ¿Hallaste algo? —preguntó por fin, ante el tenso silencio que se había instalado.
—¿Es esa tu forma de saludar, primo? No hay un Hola NamJoon, que bueno que llegaste, bienvenido otra vez —dijo mientras se dejaba caer en el sillón en la oficina de Min.
—Déjale eso a SeokJin, él seguro está encantado siempre de verte —rodó los ojos Yoongi.
—Que aburrido eres, Min —puso los ojos
en blanco NamJoon.
—Habla.
—No me pudieron decir mucho. Park está hasta el fondo en negocios turbios; lavado de dinero, estorsión, secuestros, trata de metamórficos —informó NamJoon de forma seria mirando a Min—Está jodido Min, además que me dieron un dato muy interesante...
—¿Qué? —preguntó Yoongi, su rostro estoico e inescrutable.
—Resulta que mi informante vió a Jin-young estas últimas semanas saliendo con más frecuencia...
—¿Estás hablando...?
—Si, como lo suponías, se ha estado viendo con alguien últimamente —aclaró mientras hacía una mueca—No hay pruebas, pero entre sus hombres han dicho que ha estado haciendo tratos con vampiros.
—hijos de puta —Yoongi cambió sus ojos a un escarlata amenazante.
Todos los allegados de Min sabían que no podían hacer negocios con metamórficos y menos con las panteras, eran los peores. Sus trabajos siempre eran sucios, desastrosos y nada cautelosos. Solo agarraban y se creían dueños de todo.
El clan Min y Kim eran demasiados poderosos y prestigiados por sí mismos para recurrir a tan bajas maneras de poder.
Ambos primos se miraron, la tensión en sus cuerpos era porque sus pensamientos iban en mayor profundidad con el tema. Cada quién juzgaba la situación para dar un margen de estudio a la situación.
—No vinieron solo por una visita, Min.
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¿Tienen alguna duda?👀
Los últimos capítulos estarán llenos de revelaciones^^
Pasé por un bloqueo mental pero no sé preocupen que ya tengo trazado hasta el Epílogo. Cuidense y hagan stream a Permission To Dance 👀💕
Se me había olvidado decirles, My Sweet Triton ganó en la categoría de historia corta de Golden Awards de
Idol_Candy estoy feliz porque es la primera vez que gano un Awards 🥺
(╥﹏╥)💕
-Luna🌙
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