Prólogo
— ¡No quiero! —gritó el niño, pataleando en los brazos de su madre.
— ¡Katsuki! ¡Deja de comportarte como malcriado!
— ¡No quiero estar aquí! —sus manitas estaban aferradas al marco de la puerta de entrada—, ¡quiero ir a casa!
Los padres que llegaban no podían evitar ver al niño rubio haciendo berrinche, murmuraban criticando su mal comportamiento y se alejaban una vez que sus hijos eran recibidos. Mitsuki se sintió avergonzada y sopesó la idea de regresar a casa con su hijo, pero no, ella tenía trabajo y no podía dejarlo solo.
— ¡Suficiente! —dejó de forcejear y le obligó a soltar el marco, cargándolo para caminar dentro, donde la profesora les esperaba—. Te quedarás aquí y te portarás bien, te dije que no puedo quedarme en casa contigo.
El niño siguió quejándose, aferrado a la ropa de su madre para que no lo bajara, no quería ir a ese lugar extraño con gente rara y que seguro sería mala.
Mitsuki detuvo su andar y le sonrió a la castaña, apenada, demasiado, el escándalo que hicieron seguro se había escuchado dentro.
—Buenos días.
Bakugo se asomó curioso, sin dejar el escondite en el cuello de su madre. La mujer era castaña, tenía una sonrisa amable y no le veía raro como la gente afuera... hasta la veía bonita. Sus mejillas se colorearon y se escondió de nuevo, la única bonita era su madre, no la mujer extraña.
—Buenos días, perdone por... el escándalo —se disculpó Mitsuki, haciendo una reverencia—. Katsuki, saluda a tu maestra.
—No.
La rubia suspiró y estuvo a punto de jalarle las orejas a su hijo, pero la profesora soltó una risita y le restó importancia.
—Está bien, es su primer día y estará nervioso —recibió la pequeña mochila y le tendió los brazos a Bakugo—, yo soy tu profesora, Ochako —se presento sin borrar su sonrisa—, vamos, Katsuki, tu mamá debe trabajar.
Infló las mejillas, volvió a verla y bajando la cabeza le tendió los brazos, quisiera o no, no podía estar con su mamá.
Ochako tomó al niño en brazos y le dio palmadas en su espalda con ternura, pegándolo a su hombro para que se sintiera más seguro, Katsuki pensó que su profesora era cálida.
—Vendré por ti en la tarde —le sonrió Mitsuki, contenta por verle ceder—. Sé buen niño, te amo —beso la mejilla de su hijo y salió de la guardería con calma, estaba segura de que su bebé estaba en buenas manos.
Hey y'all!
Ustedes me conocen, no termino algo y ya estoy subiendo veinte ideas más xD pero esta cosita es adorable, me gusta bnha porque puedo shipear yaoi, Yuri y hetero y esto será una cosa muy tierna entre niños adorables uwu no se tomen en serio ninguna ship aquí xD no con esta multishiper(?)
Es un semi AU, o sea que tienen poderes pero obviamente no todo es igual que en el canon~ espero les guste
Lindo y pequeño short fic para newyorkblues, corgi-makaroni y ziall-x-phan porque las loveo y siempre les escribo lo que quieren xD
Gracias por leer, votar y comentar!
Lof, smooches y galletitas
Rae Septoxic
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro