Capítulo 6
Maratón 2/4
No, esa ropa no era su estilo para nada. A Taehyung le quedaba bien el estilo que llevaba, pero a Jungkook no y lo comprobó cuando Tae le suplicó, una y otra vez hasta que él aceptó, que aunque sea intentará ponerse algo de su ropa. Se había puesto su camisa blanca de mangas largas con un chaleco de punto mostaza, se vio en el espejo de la habitación de Taehyung y puso una mueca de desagrado hacia su reflejo.
—No pienso usar esto, no me gusta como me queda— exclamó, se cruzó de brazos y miró molesto a Taehyung.
—Claro que sí te ves bien— puso sus manos en los hombros del contrario y sonrió.
—No— alejó a Taehyung y rápidamente se deshizo de toda la ropa de Tae que llevaba puesta.
—Bien, entonces vayamos a una tienda del centro comercial y eliges lo que desees usar.
—Genial— sonrió feliz de que si usaría ropa al menos sería la que él quisiera.
—Pero tendrás que ir con mi ropa porque no aceptan la entrada de animales así que no te puedes convertir y entrar— dijo mientras se dirigía a su ropa en busca otra que al menos le agrade un poco a Jungkook.
—Eso es discriminación.
—Ten ponte esto— le alcanzó un bóxer negro, un abrigo holgado y un pantalón también holgado, ambos de color azul marino.
—Esto sí me quedará bien, gracias— dijo y comenzó a ponerse el abrigo.
—¿Cómo haré con tus orejas y cola?— se preguntó, los pantalones podían cubrir su cola, aunque Jungkook solo se quejaba porque le apretaba aún así no hacía tanto escándalo por eso, pero con respecto a sus orejas no tenía un sombrero que las cubriera por completo.
—Cierto, la gente se asombraría o asustaría por eso— le sonrió a Taehyung para que no se preocupe por eso y en un abrir y cerrar de ojos hizo desaparecer sus orejas y su cola para después terminar de vestirse— Bien, asunto arreglado vámonos.
—¿Cómo hiciste eso?— preguntó Taehyung aún demasiado sorprendido. Por un breve momento extrañó ver al híbrido con sus orejitas y colita tan suaves y bonitas.
—Te dije que hay algunas habilidades que no llegué a aprender, pero esto me lo enseñaron mis hyungs, ya sabes con los que viaje.
—Entiendo— dijo y se preguntó mentalmente que otras cosas le habrían enseñado.
Taehyung buscó entre su ropa que ponerse, al final escogió unos vaqueros celestes, una camiseta de manga corta blanca, encima de esta su chaleco de punto de color mostaza y unas zapatillas blancas. Apenas terminó de cambiarse salió junto a Jungkook de la casa caminaron un poco hasta que tomaron un taxi que los llevó directamente al centro comercial.
Taehyung le pagó y agradeció al taxista, Jungkook bajó antes de ello por la emoción, pero lo espero pacientemente en la entrada del lugar. Taehyung no pudo evitar reír por eso y se acercó rápidamente hacia el contrario, entrelazó su mano y comenzó a dirigirlo hacia la primera tienda a la que entrarían sin darse cuenta de la mirada llena de sorpresa que le dirigía Jungkook al sentir sus manos juntas por primera vez.
—Bien, está es la primera tienda, puedes escoger lo que tú quieras— Jungkook se soltó de agarre y comenzó a explorar entre las miles de prendas que habían.
Ignoró por completo las camisetas con estampados muy extravagantes, al igual que los chalecos de punto y fue directo a los pantalones, vio unos negros algo pegados a su cuerpo, y unos del mismo color, pero algo holgados y se dijo mentalmente que los quería. De repente, su mirada viajó a una chaqueta negra con algunos cierres, la cual se encontraba un poco más lejos en la sección de abrigos, tomó los pantalones, fue hasta la chaqueta y también la tomó entre sus manos.
—Quiero todo esto— dijo y le lanzó a Taehyung cada prenda que eligió.
—Oye no soy tu perchero— le regañó, tomó la chaqueta que había caído en su cabeza, al igual que los pantalones que cayeron sobre sus hombros para ordenarlos en sus manos.
—Esto me encanta, lo quiero— dijo cuando encontró un suéter morado holgado y muy suave, y se la lanzo de nuevo a Taehyung quien por fortuna la atrapó con sus manos y no cayó en su cara como antes.
—Ya me di cuenta que te encanta el negro, las chaquetas y alguna que otra ropa holgada— dijo tras examinar que después de varios minutos lo único que tenía en sus manos era una parte de ropa negra y otra de colores generalmente ancha y suave—. En fin ¿Ya terminaste?
—Estos dos son lo último— llevó hasta Tae dos overoles, uno azul y otro celeste.
—Casi que te llevas toda la tienda— bromeó.
—No seas exagerado— hizo un puchero y se cruzó de brazos preguntándose internamente si quizá sí había exagerado queriendo comprar tanta ropa, aunque Taehyung en ningún momento le dijo que no podía, así que al final no le dió tanta importancia.
Tanto Taehyung como Jungkook caminaron hasta donde se encontraba la cajera y Tae que era quien tenía toda la ropa que Jungkook había escogido se la alcanzó, a lo que la chica sonrió cortésmente.
—Buenas noches, señorita quiero todo esto.
—Sí, por supuesto— comenzó a calcular el precio total que le debían pagar, cuando lo hizo le dijo el precio a Tae, quien le alcanzó el dinero inmediatamente.
—Tenga, gracias por su compra— le entregó la ropa ya guardada en diferentes bolsas.
Ambos jóvenes salieron de aquella tienda al principio pensando que ya tenían todo lo que necesitaban hasta que Tae recordó que algo faltaba aún.
—Cierto, te faltarían zapatos— exclamó y caminó hasta la zapatería más cercana siendo seguido por el híbrido.
Cuando entraron Jungkook inmediatamente se dirigió a la sección de botines pues apenas la vio desde lejos le llamó la atención, había una gran diversidad de botas y botines de diferentes colores y tamaños y entre tantos Jungkook eligió unos botines negros grandes y de suela gruesa.
—Estos me gustan— dio pequeños saltos hacia Taehyung contento por su elección.
—¿No son muy grandes?
—No, mira— se quitó los zapatos que tenía y se puso los que quería que le comprara— Me quedan perfectos, son de mi talla.
—Bien, sigue probándote los que quieras, me dices cuáles quieres y te los compro— le dijo, Jungkook asintió y siguió buscando más zapatos similares que sean de su talla al igual que zapatillas y una que otra sandalia.
Se probó cada zapato que escogió, y los colocó cuidadosamente en uno de los asientos que había, eran doce así que le fue algo difícil ya que el asiento no era demasiado grande, por lo que llamó a Taehyung le dijo que todo eso era lo que quería, así que Tae llamó al asistente para que guardara todos los zapatos en sus respectivas cajas y pagó todo.
—Listo— llegó hasta Jungkook quien se había sentado a esperarlo pacientemente junto a las bolsas de ropa y le entregó algunas bolsas dónde habían guardado los zapatos escogidos —. Bien, creo que ya compramos suficiente por hoy.
—Gracias por hacer esto por mí en serio— exclamó.
—No hay de que, somos amigos ahora.
—¿Lo somos?— preguntó algo sorprendido, ¿En verdad ya lo consideraba como su amigo? ¿Por qué? Él no había hecho nada más que molestarlo cada que podía, así que para él no tenía mucho sentido.
—Claro que sí— sonrió con total sinceridad y Jungkook le creyó, después de tanto tiempo comenzaba a dejar de sentirse solo. Si vista viajo por las demás tiendas del centro comercial hasta que encontró algo que llamó mucho su atención.
—Mira— señaló una sex shop dónde en las vitrinas se exhibía un maniquí de hombre y otro de mujer con ropa interior de encaje y no era necesario entrar pues desde lejos se podía notar algunas de las cosas que se exhibian dentro en diversos estantes.
—No señales eso— dijo y bajó la mano contraria algo nervioso.
—¿Por qué? ¿Te da vergüenza?— pregunto y al verlo directo a la cara se dió cuenta de que un lindo tono rojizo adornaba sus mejillas— Te pusiste rojito, que lindo— apretó levemente la mejilla de Taehyung quién lo apartó inmediatamente.
—Te doy dinero, entras tú y compras lo que creas necesario.
—Cobarde— murmuró, pero aún así fue escuchado por Taehyung.
—No, tú eres desvergonzado y yo no.
—Como sea dame el dinero— estiró su mano hacia Tae con la palma extendida y este le entregó el dinero que creyó suficiente para lo que compraría. Mientras Jungkook caminaba hasta entrar a aquella sex shop Taehyung se iba por otro lado pues había recordado que debía comprar algo más.
Cuando Jungkook estuvo dentro, sin ninguna vergüenza paseo por todo el lugar mientras escogía lo que estaba seguro necesitaría en su ciclo de calor. Cuando estuvo satisfecho con lo que llevaba en la canasta se dirigió a la cajera para pagar todo y por suerte el dinero que Tae le dio fue suficiente para pagarlo todo. La cajera le entregó la bolsa de su compra y le sonrió amablemente, Jungkook agradeció, se despidió y salió de allí.
Se encontró con Taehyung quien había llegado hace tan solos unos minutos, dió pequeños saltos hasta llegar a estar frente a él y le sonrió contento.
—Tapa el logo— exclamó Tae tratando de cubrir con sus manos el logo de la bolsa, el cual que evidenciaba que había dentro pues no solo salía el nombre de la tienda sino también una mujer en ropa interior y un dildo en la mano.
—Ya nos vamos, no seas tan dramático— le dio un pequeño golpe en la mano alejándolo de su bolsa— como si alguien te fuera a ver— murmuró.
—Taehyung— escuchó una voz gritar a lo lejos.
—Genial— dijo sarcástico, había reconocido aquella voz apenas mencionó su nombre— Esconde la bolsa o algo— le pidió a Jungkook y el se limitó a obedecer.
—Hoseok ¿Cómo estás?— lo saludo apenas el contrario llegó hasta ellos.
—Bien, pasaba por aquí en busca de algo de ropa y también comida ¿Quién es él?— señaló a Jungkook, quien se encontraba atrás de Taehyung.
—Solo es un amigo.
—Pero sí solo nos tienes a Jimin y a mí— bromeó.
—Fingiré que eso no me dolió— dijo y Jungkook rio bajito.
—Lo siento, supongo que es un nuevo amigo ¿No?
—Sí, exacto.
—Hola— se acercó a Jungkook que lo miró con suspicacia— ¿Cómo te llamas?
—Jeon Jungkook ¿Tú eres?— preguntó cruzándose de brazos.
—Jung Hoseok, un gusto conocerte ¿Qué llevas ahí?— exclamó tratando de ver la bolsa que Jungkook había escondido detrás de sí.
—Ah, bueno es— dijo mientras pensaba que excusa darle, nada se le ocurría y la curiosidad en el contrario persistía.
—Nada importante, ya nos íbamos— interrumpió Tae, tomó a Jungkook por los hombros y lo acerco a sí mismo lejos de Hoseok.
—¿Está bien? Adiós— se despidió agitando su mano de un lado a otro y los vio irse caminar hasta la salida del centro comercial.
Tomaron un taxi que los llevó devuelta a la casa, Taehyung suspiró de alivio y dejó las bolsas de compras en el gran sofá de la sala y Jungkook hizo lo mismo.
—Al fin de vuelta a casa— estiró sus brazos hacía arriba y bostezó, ya era algo tarde.
—Deberías salir más— comentó Jungkook.
—No gracias, estoy bien así. Cómo sea sigamos con las reglas.
—¿Cómo que hay más?— hizo un puchero y se cruzó de brazos.
—Sí, hay más. Cuando haya visitas no puedes convertirte jamás ¿Me entendiste?
—Sí.
—No menciones o hagas algo que levante sospechas de que eres un híbrido.
—Sí, ya aprendí mi lección contigo así que seré más cuidadoso.
—Si vas a querer comida pídemela, no la robes ni tampoco vuelvas a hacer los desastres de antes— Jungkook se mordió el labio inferior avergonzado al recordar esos sucesos.
—Perdón por eso— se lamentó.
—Sí no importa, pero si llegas a hacerlo por la razón que sea tienes que limpiar— dijo más como una orden que una sugerencia.
—Sé hacerlo solo que llegaste muy rápido y no encontraba los artículos de aseo— confesó.
—Están en esa habitación frente a la sala de estar— habían tres así que al ver la confusión en el rostro del híbrido se acercó y la señaló, además de aclarar que la de en medio era la lavandería y la del otro lado era un baño.
Taehyung subió las escaleras hasta el segundo piso siendo seguido por Jungkook.
—Esta es mi habitación— señaló la habitación donde Jungkook había dormido antes— y al lado la de huéspedes, aquí es dónde dormirás tú— la señaló y abrió la puerta para que viera lo que había dentro, no tenía nada de que quejarse se veía muy acogedora.
Paseo su mirada por todo lo que era el segundo piso y se dió cuenta de que habían dos habitaciones que parecían estar cerradas y que tenían un cartel colgante de madera que decía "No entrar" y su curiosidad le hizo preguntar.
—¿Y esas dos habitaciones de en frente?
—Jamás se te ocurra entrar a esas habitaciones, están prohibidas— todo el ambiente se volvió tenso y ninguno se atrevió a decir nada más después de algunos minutos. El sentimiento de tristeza mezclado con molestia en Taehyung fue disminuyendo al igual que la tensión entre ambos amigos.
—Tu habitación tiene un baño así que no necesitas entrar al de mi cuarto ni tampoco al del primer piso cuando estés aquí arriba— continuó hablando —Y bueno ya sabes dónde está la cocina, el comedor y la sala de estar— dijo y Jungkook asintió. Ambos bajaron al primer piso de nuevo.
—Otra cosa, si ya no quieres ver la televisión tienes que apagarla, así— tomó el control remoto entre sus manos y presionó el botón circular de color rojo— ¿Entendiste?— Jungkook asintió muy atento a todo.
—Además de limpiar ¿Qué otra cosa sabes hacer?— le pregunto Tae.
—Sé cocinar así que puedo ayudar en eso.
—Genial, no soy muy bueno en eso— admitió algo avergonzado. No había heredado es habilidad ni tampoco había logrado desarrollarla como hubiese querido al pasar el tiempo.
—Por eso compras tanto ramen.
—Como sea, ten esto también— sacó de una de las bolsas del sofá un celular de aquellos que se doblan a la mitad de manera vertical.
—Es igual a ese aparato tuyo— exclamó cuando tuvo la caja con el celular dentro en sus manos. Lo sacó de la caja y observó cada detalle sorprendido al momento de doblarlo y hacerlo aún más pequeño.
—Se llama celular y te enseñaré como usarlo, no te preocupes y también conseguí uno para mí ya que rompiste el mío— sacó otra caja con un celular de la misma bolsa y se lo enseñó.
—¿Por qué tú tienes dos celulares?
—Porque puedo— sonrió y sacó el celular de la caja.
—Wow ese se hace más grande— exclamó al ver cómo Taehyung cerraba y luego abría su celular de manera horizontal.
—Una cosa más, el celular es para mantenernos comunicados en caso de cualquier emergencia no para que se te ocurre llamarme cada que puedas o porque estás aburrido ya que tengo trabajo— le advirtió.
—¿Cuántos días a la semana?
—De lunes a viernes.
—¿Y por qué tantos días?— puchereó.
—Por que quiero, sé que depende de mí porque soy el que dirige todo, pero aún así me gusta trabajar ya que me distrae.
—¿Puedes no querer?— pidió con la esperanza de que su nuevo amigo pudiera quedarse y pasar tiempo con él.
—No, lo siento.
—Te odio— murmuró y por fortuna Tae no lo escuchó, de todas formas no lo decía en serio.
—Ya es tarde, será mejor que cenemos, luego ordenaremos todo esto— señaló las bolsas en el sofá— y ya después nos iremos a dormir.
—Esta bien.
°•°
Es el capítulo más largo que he hecho para esta historia hasta el momento. Espero les guste.
Con amor...
SweetbabyTJ <3
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