Maratón 1/4

Todos alguna vez han escuchado el cuento de la liebre y la tortuga, y que inesperadamente la tortuga le ganó a la liebre en una carrera. Bueno, Taehyung se dio cuenta de que creer que eso era posible era una tontería, pues estaba viviendo una situación muy similar a la de aquel cuento ahora mismo y no había logrado nada. Él obviamente era la tortuga, y  por más que corría de un lugar a otro para atrapar al rápido y escurridizo conejo siempre se le terminaba escapando.

—Ya para de huir— exclamó al ver a cookie esconderse bajo la mesa del comedor y luego huir en dirección a las escaleras apenas vio a Tae dar un paso hacia el comedor.

Taehyung suspiró frustrado, ya estaba completamente cansado mientras que cookie se encontraba lleno de energía. Comenzaba a reconsiderar ir al gimnasio.

—¿Nunca te cansas?— corrió hacia las escaleras y al llegar allí hizo un puchero, movió sus brazos de adelante hacia atrás sin ningún ritmo o sincronía fija y dio fuertes pisadas, estaba actuando como un niño pequeño, lo sabía y no le importaba mostrar su fastidio al hacer una pataleta pues ya estaba cansado de ver cómo cookie volvía a escaparse, pero esta vez yendo a la mesita frente a su televisor.

—Oye, ven aquí ahora— exclamó y se cruzó de brazos al ver que cookie no le obedeció, sino más bien lo ignoró como si no existiera.

—Bien si así es como quieres jugar— sonrió ampliamente tras idear un plan en su mente.

Caminó hasta su cocina, guardó en la alacena cualquier alimento o especia que se encontrara afuera, cerró con llave la alacena, se colocó frente al refrigerador y se cruzó de brazos con una gran sonrisa victoriosa plasmada en su cara.

—Veremos cuánto más te quedas escondido allí, puedo estar aquí todo el día, en algún momento tendrás hambre y no podrás tomar nada de aquí o de allí porque en tu forma de conejo no alcanzarás— exclamó señalando primero la refrigeradora y después la alacena, ambos objetos llenos de deliciosa comida que cookie querría en cualquier momento por el hambre y Tae lo sabía perfectamente.

—¿Ahora sí quieres hacer un trato?— se burló cuando lo vio salir de su escondite y dirigirse a la cocina.

—Te puedo dar estas deliciosas galletitas si te conviertes en un humano y te quedas así porque supongo que al menos sabes hablar y necesito que me aclares algunas cosas— exclamó tras abrir la alacena y sacar un tazón lleno de galletas con chispas de chocolate.

Cookie se transformó en un humano con cola y orejas como momentos  antes y Taehyung no pudo evitar sorprenderse de nuevo pues aún no comprendía cómo eso siquiera era posible, apenas se transformó cookie no tardó ni un segundo en quitarle el tazón de las manos.

—Ya está ¿Qué quieres?— dijo con algo de dificultad pues ya se encontraba comiendo una de esas deliciosas galletas.

—¿Qué se supone que eres?— cuestionó Taehyung y Jungkook puso una expresión seria y al mismo tiempo incrédula.

—¿Es en serio? Y yo que creí que eras más inteligente, soy un híbrido genio ¿Jamás te hablaron de ellos? Para algunos son leyendas y para otros ya no existen, pero aunque sea saben y ¿Tú no?

—¿No? O al menos no recuerdo— se encogió de hombros, sus memorias de pequeño se volvieron borrosas o a veces parecían solo sueños, y eso a causa de lo que pasó con sus padres.

—Bueno, nuevo dato para ti apúntalo en una libreta por si se te olvida— se rio al ver la expresión seria del contrario, comenzaba a gustarle el molestarlo.

—No me da gracia.

—Pues a mí sí— sonrió ampliamente y comenzó a comer otra galleta más.

—Como sea ¿Tienes nombre?

—Jeon Jungkook.

—¿Cuántos años tienes?

—23 años.

—Soy mayor que tú

—Felicitaciones— dijo en un tono sarcástico.

—Debes llamarme hyung.

—Lo haré solo si me da la gana y ¿Sabes? No tengo ganas— dijo y Tae puso los ojos en blanco por un momento,  vaya que era complicado hablar bien con él.

—Te encontré herido ¿Por qué?

—Te lo resumo, tu gente me atrapó e intentó experimentar conmigo ilegalmente, por suerte la policía los atrapó y liberaron a todos los animales, yo intenté huir de todos incluso de los policías porque aunque sabía que quizá me llevarían a un lugar de adopción yo quería regresar con mi familia, pero al final me perdí, tú me encontraste y ahora heme aquí— explicó de lo más tranquilo posible mientras seguía comiendo.

—No es mi gente, yo no soy como ellos— dijo y se cruzó de brazos.

—Sí claro, todos son iguales— puso los ojos en blanco, caminó hasta la sala y se sentó en el sofá pues ya le dolían las piernas de estar tanto rato de pie.

—No estoy de acuerdo con nada de lo que hacen y aquí está prohibido, solo que aún hay gente idiota como ellos— dijo mientras lo seguía.

—Como sea ¿Qué otra cosa quieres saber?— tomó de la mesita frente a él el control remoto dispuesto a encender el televisor para buscar entre los canales aquella serie que lo tenía enganchado, pero Taehyung se sentó a su lado y se lo quitó haciendo que él volteara a verlo enojado.

—Devuélvemelo— pidió mostrando la palma de su mano izquierda y moviendo los dedos en espera, aún sin  soltar el tazón de galletas.

—Entonces ¿No tienes a dónde ir?— ignoró completamente el pedido del contrario y continuó con sus preguntas.

—A menos que sepas donde están mis padres, pues no.

—¿Cómo es que te atraparon? ¿No deberías haber estado con tu familia?

—Sí debí, pero fui desobediente. Yo quería conocer lo que había fuera de nuestro hogar, mis padres me advirtieron que podían pasarme cosas malas porque había mucha gente mala afuera, pero no les creí y con dos de mis amigos híbridos huí de casa, vagamos por muchos lugares y conocimos una gran diversidad de sitios y cosas, pero los perdí de vista, estuve buscándolos durante meses y jamás los encontré, no sé que habrá sido de ellos si se habrán dado cuenta de que ya no estaba y me están buscando aún o si no se dieron cuenta y siguen divirtiéndose por allí o si les dio igual saber que no estoy con ellos. Cuando traté de volver a casa ya era muy tarde, me atraparon y llevaron a ese lúgubre y horrible laboratorio

—Yo, lo lamento— acarició levemente el hombro desnudo de Cookie.

—¿Me echarás? ¿Por eso lo lamentas? ¿Tanto miedo me tienes?

—No, claro que no te tengo miedo y tampoco te quiero echar, solo lamento mucho lo que te pasó.

—¿De verdad no me echarás? Ya me acostumbré a estar solo y lejos de quienes amo, solo que no quiero irme de aquí porque tengo miedo de que me atrapen o algo por el estilo, no puedo protegerme a mí mismo porque no terminé de aprender lo que estaban enseñándome.

—¿Qué no aprendiste?— cuestionó intrigado.

—En mi hogar, desde pequeños nos enseñan a entender tanto nuestro lado animal como nuestro lado humano, aprendemos a leer, escribir, dibujar, entre otras cosas más como protegernos de aquellos humanos que puedan intentar hacernos daño, esto último solemos aprenderlo en nuestra adolescencia y yo huí en ese entonces. Y no aprendí a usar algunos beneficios de mi naturaleza y pequeño dato innecesario otra de las cosas que no terminé de aprender es a usar su tecnología, pero me encanta ese aparato en donde puedo escuchar música, creía que solo se podía por radios.

—Se llama celular, te puedo enseñar más sobre eso sí quieres— sonrió sacando su celular del bolsillo de su pantalón— ¿Cuáles son los beneficios de tu naturaleza que no lograste aprender a usar?

—Te lo agradecería y no seas chismoso, eso no te lo pienso decir.

—Capaz y algún día lo haces— exclamó escéptico.

—Ajá, sí claro— dijo siendo totalmente sarcástico.

—Te puedes quedar en mi casa.

—Muchas gracias— lo miró con ilusión y felicidad, pero todo rastro de aquellos sentimientos quedaron atrás para ser reemplazados por pura preocupación—. Espera, hay algo que tienes que saber y solo espero que sigas sin cambiar de opinión después de lo que sea que diga.

—¿Está bien? solo dilo.

—Como soy híbrido tengo un lado animal, también tengo celo— jugueteó con sus dedos algo nervioso y se sintió tonto por actuar de esa forma sobre todo frente a Tae.

—¿Celo?

—¿Acaso nunca fuiste a la escuela?— lo molestó de nuevo y rio.

—Para con eso— se cruzó de brazos.

—¿Lo siento?

—Sé lo que significa, solo que aún me sorprende todo esto— admitió.

—Lo entiendo, soy demasiado genial— exclamó mientras se acomodaba el cabello y colocaba el tazón ya vacío en la mesita frente a él.

—¿Cómo harás cuando llegue ese momento?

—Fácil, me encierras.

—¿Qué?

—Es una orden, no una sugerencia— lo miró serio y lo señaló con su dedo índice a modo de advertencia. No era algo para negociar—. Necesitaré comida, agua y algunas cositas que pueden ayudarme, supongo que sabes a qué me refiero— dijo cabizbajo pues estaba tratando de ocultar el leve sonrojo en sus mejillas por estar hablando de ese tema.

—Sí, pero yo no tengo eso.

—¿No tienes ni un dildo?— preguntó con escepticismo, esta vez mirándolo directamente a los ojos.

—Quizá mi ex tenga— se encogió de hombros, esa era la verdad.

—Ok ya entendí— sí, claro que entendía que Tae no tenía ningún dildo o algo similar porque no los usaba, quizá tuviera otras cosas pero no eran lo que necesitaría para calmarse cuando llegara su celo— y no, para mí eso es personal ¿Puedes comprarme algunos?— preguntó sin mirarlo a la cara pues estaba aún más rojo que antes.

—Bien, luego me dices cuáles quieres y yo te los consigo— le restó importancia al asunto pues no era algo de lo que debía preocuparse justo y claro que se encargaría de resolverlo, pero tenían que acordar algunas cosas primero— vayamos a lo importante, pondré algunas reglas.

—¿Reglas? Ay genial, sabía que no podías ser tan bueno.

—La primera es que si vas a vivir aquí tienes que ponerte ropa— exclamó mientras señalaba con dedo índice el cuerpo de Jungkook.

—¿Esa regla se puede negociar?— antes ya había usado ropa cuando fue con sus amigos a diversos lugares a los que no permitían la entrada de animales, y pues usarla no era su cosa favorita en el mundo, prefería estar como estaba en ese momento, era más cómodo.

—Ninguna se puede negociar— exclamó y se dirigió a las escaleras.

—¿A dónde vas?

—A mi cuarto por ropa— Jungkook bufó fastidiado. Esperaba que al menos la ropa de Taehyung fuera de su estilo.

°•°

¿Les está gustando?

Con amor...

SweetbabyTJ