Capítulo 23 (Final)
Se separaron y dirigieron su mirada hacia el lugar de donde provenía el sonido, el celular de Jungkook se encontraba a su lado derecho y estaba vibrando y sonando sin parar. Jungkook se sentó aún sobre Taehyung, tomó entre sus manos el aparato y contestó.
—Hola Yoongi ¿Qué pasó?— dijo con la respiración algo entrecortada, Taehyung también se sentó y se cruzó de piernas aún con Jungkook en su regazo.
—Te oyes agitado ¿Estás bien?— preguntó preocupado de que fuera por los síntomas del lazo.
—Sí, no te preocupes— contestó y Taehyung, sin poder evitarlo, dejó un corto beso en el cuello a Jungkook, quien lo miró con advertencia para que se quedara quieto. Taehyung se quejó, pero obedeció y mantuvo sus manos quietas y apoyó su cabeza en el pecho del híbrido disfrutando de escuchar los rápidos latidos contrarios y de las caricias en su cabello que Jungkook le proporcionaba.
—Bueno, ¿Por qué no me has llamado o mandado un mensaje? Creí que saldríamos hoy como siempre— dijo, se sentía algo confundido.
—Pasaron cosas y ¿Te parece si nos juntamos Tae, Jimin, tú y yo? Hay que hablar— propuso, Taehyung levantó la mirada curioso del porqué quería que se reunieran los cuatro.
—Pues no sé si sea buena idea, pero si eso es lo que quieres está bien— aceptó.
—Esta bien, nos vemos a las dos de la tarde.
—Cuidate— se despidió.
—Tú igual hyung— y cortó la llamada.
—¿Te parece bien si salimos con Yoongi y Jimin? Me gustaría contarles sobre nosotros— le preguntó a Taehyung pues él se le había quedado viendo con ganas de saber en qué habían quedado y porqué.
—Me parece genial, ya quiero que sepan— dijo y volvió a su posición anterior.
Luego de un rato, en el que continuaron dándose uno que otro beso y se relajaban acostados en el césped, recogieron sus cosas y regresaron a la casa. Lavaron lo que habían ensuciado y guardaron todo en su respectivo lugar.
Para pasar el rato mientras llegaba la hora de reunirse con sus amigos, decidieron hacer palomitas y ver una película a su elección, así que pasaron el rato entre charlas sobre la película, bromas y jugueteos cariñosos hasta que por fin llegó la hora, se alistaron y en el carro se dirigieron hasta el restaurante donde acordaron encontrarse. Taehyung y Jungkook fueron los primeros en llegar y al revisar si ya estaban adentro y darse cuenta de que todavía no habían llegado esperaron pacientemente en la entrada y minutos después Yoongi y Jimin caminaron en su dirección, se saludaron con un beso en la mejilla y decidieron sentarse en una de las mesas libres en el centro del restaurante.
—Hola, la verdad no esperaba que nos juntaríamos todos— admitió Yoongi.
—¿Tienen algo que decir, no es así?— preguntó Jimin, aunque por el tono que había usado parecía más una afirmación.
—¿Cómo sabes?— preguntó Jungkook.
—Eres muy obvio Jungkookie— le contestó entre risas.
—Bueno, cuéntenos— pidió Yoongi ahora más intrigado que antes.
—Somos novios, oficialmente— soltó de repente Taehyung y pasó su brazo por encima del hombro de Jungkook para acercarlo hacía sí mismo un poco más.
—Eso es genial, estoy muy feliz por ustedes— los felicitó Jimin tomando con sus manos la mano de cada uno.
—Ya era hora— respondió Yoongi y puso los ojos en blanco para después sonreír disimuladamente.
—Tú...— comenzó a hablar Jungkook, pero Yoongi lo interrumpió de inmediato.
—Shh, en fin. Hay algo que tengo que decirles también.
—¿Pasó algo malo?— preguntó Jungkook preocupado pues la expresión de Yoongi no era muy alentadora.
—Me parece haberme encontrado con tus padres.
—¿Mis papás? ¿Dónde?— la ilusión y la incertidumbre se apoderaron de su ser ¿Podría ser posible? ¿En verdad se trataba de sus padres o solo se confundió? ¿Ellos se dieron cuenta?
—Cerca de la casa de Taehyung, cuando huimos de aquí y viajamos a diferentes lugares éramos más jóvenes que ahora y sinceramente nunca supimos bien ubicarnos en los lugares donde viven los híbridos, solos nos bastaba con saber que vivíamos cerca, pero estoy casi seguro de que eran ellos y sí es así significa que no muy lejos de allí también deben de estar mis padres— explicó detalladamente.
—No quiero ilusionarme— negó con la cabeza repetidas veces.
—Yo tampoco, pero me parece una buena idea verificar.
—Bueno, podemos intentarlo— concordó Jungkook luego de analizar bien la situación y las posibilidades.
—¿No les molestaría ir con nosotros?— preguntó Yoongi, esta vez dirigiéndose a Taehyung y Jimin, quienes miraban la conversación con expectativa y sin meterse en la discusión.
—Estaríamos encantados— aseguró Taehyung y Jimin asintió.
Los cuatro regresaron en el carro de Tae a su casa y siguieron a Yoongi a dónde decía haber visto a los padres de Jungkook, lugar que terminó por coincidir con el que habían hecho el picnic de horas antes. No encontraron a nadie, solo dos conejos que buscaban algo entre los arbustos.
Jungkook por mera curiosidad se acercó a ambos, quienes comenzaron a rodearlo y olfatearlo mientras Yoongi, Tae y Jimin veían la situación a lo lejos.
Jungkook se arrodilló y tomó entre sus manos a uno de ellos para verlo a los ojos.
—¿Jungkook?— escuchó la voz de uno de sus papás en su mente y supo de inmediato que esos conejitos eran sus padres.
—¿En serio son ustedes?— preguntó y los vio transformarse a sus formas humanas, con ojos llorosos se acercó a abrazarlos y ellos le devolvieron el abrazo de igual forma.
Cuando se separaron, Namjoon y Jin notaron la presencia de Yoongi y de dos personas completamente extrañas para ellos, a los dos extraños no les dieron tanta importancia y se acercaron a Yoongi para saludarlo pues no sabían de él hace mucho tiempo.
—¿Yoongi? No puedo creer que también estés aquí— exclamó Jin y lo abrazó.
—Lamentamos mucho habernos ido— contestó Yoongi, su mirada era de arrepentimiento profundo y la de Jungkook igual.
—Sí, deberían— exclamó Jin al separarse del híbrido de gato.
—Jin, por favor. Ambos están devuelta y eso es lo importante— contradijo Namjoon y puso las manos sobre los hombros de su esposo para intentar calmarlo con su tacto, cosa que funcionó solo por unos segundos.
—Eso no evita que busque algún castigo por habernos dejado sin aviso, y por haberse hecho tatuajes y piercings sin mi permiso— contestó y se cruzó de brazos— No creas que no lo noté— lo señaló con el dedo índice a modo de advertencia.
—Lo siento— susurró Jungkook.
—Ya está grande de todos modos, no le des tanta importancia— contestó Nam— No se metieron en problemas o ¿sí?
—No, todo esta bien— contestó Jungkook.
—¿Y qué hay con el chico con el que andabas?— volvió a preguntar.
—Dinos por favor que te diste cuenta de que era un patán y le terminaste— dijo Jin esta vez.
—Y que tú le borraste la memoria— continúo Nam señalando a Yoongi, quien asintió rápidamente como respuesta.
—Justo así fue, por lo que ya no tienen que preocuparse por ese idiota— afirmó Yoongi y tomo a Jungkook por los hombros como su forma de decir que en esos momentos lo había protegido.
—¿Quiénes son esos dos? No son híbridos ¿Verdad?— preguntó Namjoon, momentos antes no les habían prestado tanta atención pues estaban completamente concentrados en aquellos dos que habían vuelto haber después de un largo tiempo.
Jungkook rio nervioso, pero se acercó a Tae y Jimin y los incitó a acercarse, cosa que hicieron, para poder presentarlos con sus padres.
—Él es Taehyung, es mi destinado— paso su brazo por el hombro de Tae y él paso la suya por la cintura del híbrido y se sonrieron— y él es Jimin, su mejor amigo, no se preocupen porque es de confianza— señaló con su dedo a Jimin.
—Es un placer conocerlos— Namjoon se acercó a ambos chicos y estrechó sus manos como forma de saludo.
Aunque Jin y Namjoon no salían más allá de los alrededores de su aldea o de las del resto de híbridos que conocían y a pesar de haberles prohibido a sus hijos salir y viajar a otras ciudades por miedo a que les pasará algo malo, después de tener lejos a su hijo mayor se dieron cuenta de que debían dejarlos explorar, solo debían enseñarles bien a protegerse por si era necesario. Su hijo estaba bien y por suerte había conocido gente que valía la pena y eso les alegraba. Aunque luego hablarían con él sobre terminar de aprender las habilidades de los híbridos, porque seguro lo necesitarían en algún momento.
Jin se acercó y los saludó de la misma forma que Nam. Escudriñó a Tae con la mirada y un recuerdo cruzó por su mente.
— ¿En serio es tu destinado? Yo lo conozco— declaró Jin.
—¿Cómo dice?— respondió Taehyung completamente confundido ¿Cómo era posible? ¿En verdad lo conoce? ¿De dónde?
—Nam, es él— se acercó a su esposo y lo zarandeó por solo unos segundos, no podía creerlo, estaba alegre, pero al mismo tiempo asombrado de encontrarlo después tantos años.
—No puede ser, eres tú— reaccionó Namjoon luego de analizar las palabras de su esposo y al chico en frente de ambos—Oí lo que le pasó a tus padres, lo lamento mucho.
—¿Cómo es que sabe?— preguntó. Era muy obvio que sí lo conocían, pero él a ellos no los recordaba y la curiosidad por saber todo el asunto aumentaba cada que seguían hablando.
—Seguro no nos recuerdas, pero tus padres hicieron mucho por nosotros y tú y Jungkook cuando eran muy pequeños solían jugar todo el tiempo— comentó Jin.
Era cierto, cuando sus padres vivían allí conocieron a Jungkook, cuando él apenas tenía cuatro años y había escapado de sus clases porque estaba aburrido y quería explorar el mundo externo al suyo, para su fortuna la pareja lo cuidó y cuando descubrieron que era un híbrido en vez hacerle daño lo protegieron e hicieron lo mismo con sus padres, por lo que la confianza entre todos ellos era enorme al igual que el cariño que sus hijos sentían, a ellos les hacía felices que sus hijos disfrutarán jugando y pasando tiempo juntos. Todo fue hermoso, pero no duró lo suficiente, cuando se enteraron de lo que les pasó a los padres de Taehyung, Jungkook y sus padres no volvieron a salir de su aldea ni a saber de la vida del pequeño Tae ni de como afrontó el vivir sin sus padres.
—Yo tampoco recuerdo muy bien— dijo Jungkook, por más que lo intentaba no recordaba mucho, solo habían pequeños y cortos recuerdos no tan claros que vagaban en su mente.
—Eran muy pequeños y luego de la muerte de sus padres no supimos del pequeño Tae hasta ahora— aclaró Namjoon, era de esperarse que sus recuerdos de su infancia no fueran del todo claros.
—Es un gusto volver a verte y es igual de increíble saber que eres el destinado de nuestro hijo— los padres de Jungkook abrazaron a Taehyung quien correspondió el abrazo algo aturdido por tanto información.
—Hay que celebrar el regreso y el reencuentro de estos dos— propuso Jin, pero el momento fue interrumpido por la preocupación de Yoongi.
—Antes de eso, quisiera saber si saben algo de mis padres.
—O justamente tus padres y algunos de la aldea de híbridos de gato vinieron a visitarnos hoy, ellos te han extrañado demasiado y seguro estarán contentos de volver verte— contó Nam y Yoongi sonrió, ahora se sentía más animado.
Namjoon y Jin hicieron que los cuatro chicos atravesaran el riachuelo. Cuando estuvieron del otro lado, Jin cerró los ojos y recito en su mente un pedido para que su aldea se hiciera visible y aceptara la entrada de dos humanos a los que les otorgaba su permiso para ingresar, una pared transparente se formó y al atravesarla Namjoon y Jin desaparecieron por completo.
Taehyung no lograba entender lo que había pasado ni como se supone que funcionaba esa pared, Jungkook dejó un beso en su mejilla para tratar de calmar sus nervios, cosa que funcionó, entrelazó su mano con la de Tae y lo jaló para que entrara con él. Yoongi hizo lo mismo con Jimin y los cuatro cruzaron la pared.
Cuando llegaron al otro lado pudieron apreciar que todo lo que les rodeaba era completamente diferente, el cielo era una mezcla de azul con lila y era iluminado por luces amarillas de diferentes formas, habían muchos árboles de diferentes tamaños, pero aunque eran del mismo color también eran mucho más grandes de lo normal en el mundo humano.
Debajo de cada árbol había una casa de uno o más pisos puestos en desorden y que a la vez eran adornados por diferentes flores nunca antes vistas en el mundo humano, las personas se transforman por completo en conejos y cuando lo hacen entran en pequeños agujeros pues debajo de todo el lugar hay otro en los que pueden ser libres en su forma animal, son dos mundos en uno, dos lugares completamente diferentes en dónde disfrutan de sus dos formas.
—Bienvenidos— exclamaron Nam y Jin al unísono.
Caminaron y se adentraron aún más en el lugar hasta llegar a un campo lleno de flores de colores y luciérnagas donde un montón de híbridos de conejo y algunos híbridos de gato se encontraban conversando. Jungkook se dio cuenta de que se trataba de sus hermanos menores, primos, tíos, también estaban los papás, tíos y primos de Yoongi.
—Jungkookie, estás aquí— exclamó el más grande de sus cinco hermanos, Soobin.
Él tenía 21 años recién cumplidos, le siguen los mellizos Nayeon y Min-ho con 20 añitos, después de ellos sigue Jiwoong con 19 y la menor de todos es Hanni con 18.
—Te extrañamos mucho— se acercó a abrazarlos y sus otros cuatro hermanos se unieron al pequeño reencuentro— tu regreso debemos celebrarlo— exclamó.
La aldea no es tan diferente del mundo humano en cuanto a profesiones, a excepción de que no hay un gobierno que los rija, pero sí existen algunas reglas que siguen para estar todos en paz y que en las escuelas no solo te enseñan tu lado animal sino también el humano. En la aldea todos se conocen o al menos se han visto alguna vez en sus vidas, tienen por costumbre que cada que festejan lo hacen por grupos al anochecer y en alguno de los campos esparcidos por el lugar.
—En un rato anochece y podremos poner música y bailar hasta cansarnos— exclamó Nayeon y Min-ho asintió estando de acuerdo.
Mientras ellos conversaban y Jungkook presentaba a Taehyung como su pareja destinada a cada uno de sus familiares y ambos eran llenados de preguntas, Yoongi y Jimin se reunían con los padres del híbrido de gato.
—¿Yoongi? al fin estás aquí— su padre lo abrazó y Yoongi correspondió el abrazo de igual forma.
—Estás en muchos problemas— exclamó su madre entre lágrimas y se unió al abrazo.
—Lamento muchísimo haberme ido. Al igual que Jungkook siempre quise explorar y aunque también me gustaba aprender antes de salir, la emoción fue más fuerte, pero en verdad me arrepiento de haberlos dejado porque los extrañe demasiado— explicó mientras sus ojitos se llenaban de lágrimas también.
—Lo bueno es que volviste, pero ¿Quieres quedarte aquí?— preguntó su papá, ambos sabían que ya estaba grande y podía decidir su futuro a partir de ahora.
Jungkook había terminado de conversar con su familia y ahora había llegado hasta la de Yoongi para poder saludarlos también, Taehyung imitó sus acciones y se presentó ante ellos como el novio de Jungkook, pero la tensión por la pregunta, que anteriormente le habían hecho a Yoongi y que el no había respondido, continuaba y aumentaba porque Yoongi se había mantenido callado todo ese tiempo.
—Jungkook ¿Tú también te quedarás?— preguntó la mamá de Yoongi.
—No, los quiero mucho a todos, pero también a Taehyung. No puedo elegir quedarme, quiero estar con ambos, quiero vivir con Tae y los vendré a visitar o ustedes pueden venir a verme cada que puedan y quieran hacerlo— comentó y justo sus padres se acercaron también y se unieron a la conversación.
—Me parece bien— dijo Namjoon y Jin asintió estando de acuerdo con su esposo.
—¿Y tú, Yoongi? No tienes pareja ni donde vivir, regresarás a casa ¿verdad?— le preguntó su madre.
—Estoy viviendo con Jimin— se limitó a contestar y una voz irritante se unió a la conversación solo para molestarlo como le gustaba hacerlo siempre.
—¿El chico bonito? ¿Así se llama?— preguntó Taemin.
—Mamá, necesito hablar contigo a solas— Yoongi lo ignoró intencionalmente y se llevó a su mamá un poco lejos del grupo que se había quedado algo confundido por su accionar, a excepción de Jungkook que sabía a la perfección la razón.
—¿Qué pasó, cariño?— preguntó si mamá preocupada.
—Voy a ser completamente directo, Jimin es mi destinado y la persona de la que estoy enamorado. Al igual que Jungkook no quiere estar alejado de Tae, yo no quiero estarlo de Jimin ¿Lo comprendes?
—Claro que sí, puedes hacer lo mismo que Jungkook si eso es lo que te hace feliz— lo comprendía, jamás podría separarlo de la persona que amaba.
—Gracias— abrazó a su mamá y luego de unos segundos regresaron a dónde aún se encontraba el grupo.
Por otro lado, Taemin ya se había presentado con todos los que no lo conocían allí y ahora coqueteaba con Jimin descaradamente.
—¿Nunca te han dicho lo bonito que eres?— preguntó mientras con sutileza pasaba un mechón de cabello atrás de la oreja de Jimin.
—Sí, yo se lo he dicho—contestó Yoongi interrumpiendo la conversación y poniéndose al lado de Jimin—¿Qué quieres Taemin?
—Nada, solo deseaba una salida, pero supongo que no quieres que se la pida— dijo por lo bajo solo para que supongo escuchara. Yoongi lo miro mal como respuesta y estuvo a punto de contestarle, pero Jin los interrumpió.
—Chicos, vayamos todos a la casa a cenar para seguir celebrando la llegada de mi Jungkookie.
Jin y Namjoon caminaron hacia su casa mientras que sus hijos, Taehyung, Jimin, Yoongi, los padres de Yoongi y Taemin los siguieron y el resto de familiares de Jungkook y de Yoongi se fueron a sus casas pues tenían cosas pendientes que hacer y de todos modos la cena sería algo más para la familia y amigos más cercanos.
—¿Qué pasó? Jimin ¿Ya lo sabe?— le pregunto Jungkook a Yoongi cuando estuvieron algo alejados del resto.
—No, aún no se lo he dicho, es complicado— contestó, Jimin los había escuchado pues al notarlos un poco lejos se había acercado sin que se dieran cuenta.
—¿Qué es lo que no sé?— preguntó intrigado.
—Nada, mira ya llegamos— señaló la casa y se adentraron en ella al igual que los demás.
Namjoon y Jin se encargaron de preparar la cena juntos y apenas estuvo lista la sirvieron para todos los invitados, charlaron de manera amena al mismo tiempo en que degustaban su comida. Al finalizar, los invitados híbridos de gato se despidieron y se marcharon a su aldea, a excepción de Yoongi ya que él decidió irse con Jimin, por lo que Taehyung y Jungkook se quedaron con la familia del híbrido de conejo.
—Quiero enseñarte un lugar precioso— exclamó Jungkook emocionado y miró a sus padres en busca de su aprobación, con un solo asentimiento les concedieron el irse. Jungkook se despidió de sus hermanos y sus padres y Taehyung imitó sus acciones. Tae siguió a Jungkook hasta que finalmente llegaron.
Era un lugar secreto y apartado al que podían entrar al atravesar largas lianas de hojas verdes y flores rosadas, se trataba de un pequeño manantial rodeado por uno que otro árbol, en aquel lugar podías pedir deseos y se decía que casi siempre se cumplían.
—Este es el lugar— dijo Jungkook, esperaba que Tae pudiera recordar así como él lo hizo.
—Se me hace que hemos estado aquí antes.
—Sí, ¿También lo recuerdas?
—Aquí y detrás de mi casa, jugábamos mucho ¿No es así?
Jungkook asintió, ambos se tomaron de las manos y tras cerrar los ojos los recuerdos se volvieron más vividos. Jungkook incluso recordó haber deseado reencontrarse con Taehyung luego de no poder verlo de nuevo. Taehyung también recordó que Jungkook le había contado que los deseos que pedía allí se podían hacer realidad, así que inmediatamente en su mente pidió el deseo que corazón anhelaba.
—¿Te gustaría bailar conmigo?— propuso Jungkook y extendió su mano hacia Tae, quien asintió y tomó u mano entre la suya.
El cielo era pintado por una hermosa unión hermosa de azul y amarillo, los dos colores decoraban el cielo, pequeñas luces amarillas salieron de la copa de los árboles y comenzaron a rodearlos sutilmente dejando una estela al pasar, todo el aura que los rodeaba era mágica y tal como Jungkook lo deseo, el sonido de un piano se hizo presente, comenzó a sonar su canción favorita y ambos se sonrieron.
Jungkook colocó su mano izquierda en el hombro de Tae mientras que Tae puso la suya en la cintura de Jungkook y juntaron sus manos libres a la altura de sus caras. Se movían de un lado a otro al ritmo de la canción, de vez en cuando Taehyung le daba vueltas en circulo a Jungkook, por un momento se alejaban y luego volvían a encontrarse, esta vez Taehyung colocó su mano izquierda en la cintura de Jungkook y Jungkook hizo lo mismo con Tae, vieron para lados contrarios, alzaron las manos que tenían desocupadas y comenzaron a dar vueltas en un mismo eje, sus sonrisas perduraban en todo momento.
Volvieron a la posición anterior en el baile, pero esta vez Jungkook animó a Taehyung a que se acercaran al manantial pues ambos recordaban que cuando estaban juntos lograban caminar sobre aquella agua, cuando sus pies tocaron el agua, esta brilló de diferentes tonos de amarillo y azul cada que sus pies se movían sobre ella, cuando el baile terminó Taehyung alzó a Jungkook en brazos y de esa forma dieron varias vueltas hasta quedar de nuevo en el piso con los brazos de Jungkook rodeando su cuello y sus rostros a tan solo centímetros.
—Taehyung yo— habló sin poder continuar con lo que trataba de decir, no estaba seguro de como se sentiría Taehyung si se lo decía.
—¿Qué pasa?— preguntó preocupado y lo guio devuelta al césped.
—Yo te amo— dijo sin poder sostener la mirada de Taehyung por mucho tiempo.
—Jungkookie— Tae sonrío, acunó el rostro del contrario entre sus manos e hizo que lo viera a los ojos de nuevo.
Cuando sus miradas conectaron, lo supo. Aunque tardó en darse cuenta de sus sentimientos, siempre fue Jungkook, le gustaba desde antes y cuando todo se convirtió en amor puro recién pudo darse cuenta de ello, había caído hasta lo más profundo por él, ahora lo sabía y no pensaba perder ni un solo segundo lejos de él.
—Yo también te amo muchísimo, no tienes idea de lo inmensamente feliz que me haces, ¿Te parece si regresamos a la casa? quiero poder acurrucarme a tu lado toda la noche y darte besitos en toda tu carita mientras te repito en susurros lo hermoso que eres y lo mucho que te amo.
—Vámonos ya, entonces.
°•°
No puedo creer que ya he
terminado este bello libro.
¡Estoy muy feliz!
En esta semana publicaré
el epílogo.
Y luego prepararé varios extras
que espero les gusten mucho.
Con amor...
SweetbabyTJ<3
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