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Capítulo 22

Jungkook bostezó mientras estiraba sus extremidades para quitarse el cansancio de encima, la luz de la mañana entraba a su habitación y un suave aire acariciaba las partes de su cuerpo que su manta no alcanzaba a cubrir, debido a que de tanto moverse mientras dormía se destapó parte del abdomen y de sus piernas. Estiró su mano y tomó su celular que descansaba en su mesita de noche, lo encendió para ver la hora y el reloj marcaba las nueve en punto de la mañana. Con sus manos en forma de puño restregó sus ojitos y se puso de pie.

Era domingo, no tenía mucho que hacer y Taehyung igual, por lo que suponía que ayer se habría cansado de esperarlo y se habría ido a dormir a su habitación, así que probablemente aún seguía durmiendo. Pensó en lo que haría a continuación y decidió que luego de preparar el desayuno para ambos, le escribiría a Yoongi para que lo viniera a ver y pasaran el rato viendo algunos capítulos de alguna serie random que les llamara la atención. 

Entró al baño, se echó un poco de agua a la cara para refrescarse y se cepilló los dientes, salió de su habitación y una expresión de sorpresa se plasmó en su rostro cuando vio como Tae se encontraba descansando en la pared al lado de la puerta de su habitación, tenía las piernas recogidas levemente, su espalda estaba algo despegada de la pared y su barbilla descansaba en su propio pecho estaba más que seguro que al despertar le dolería mucho el cuello y la espalda, ya que la posición en la que se encontraba era demasiado incómoda, se acuclilló para estar al mismo nivel que Tae y poder apreciarlo mientras dormía pacíficamente.

—No puedo creerlo ¿De verdad lo hiciste?— preguntó más para si mismo pues Tae no podía contestarle— ¿Por qué dormiste ahí? Estás completamente loco— dio pequeños toques en la nariz de Tae y después despejó parte de la frente de Taehyung al mover uno que otro de los largos mechones que parecían molestarlo y no dejarlo dormir con tranquilidad.

—¿Le confesaste tu amor? ¿En serio lo hiciste?— preguntó y se mordió el labio inferior aguantando las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos— y ¿Ella te correspondió?— balbuceo con algo de dificultas y se limpió las lágrimas que al final habían caído, y un pequeño sonrojo decoraba sus mejillas y nariz— Desearía tanto que dijeras que no.

—No— respondió Tae y abrió sus ojos encontrándose con los ojitos sorprendidos de Jungkook, lo había dejado atónito y no pudo evitar sonreír porque aquella expresión, al igual que cualquiera que Jungkook hacía, a Taehyung le gustaba.

—¿Qué demonios? ¿Estas despierto?— se puso de pie de inmediato, asustado por pensar que había escuchado cada cosa que había dicho.

—Me desperté cuando me tocaste— contestó y se puso de pie para quedar frente a frente con el híbrido—, necesito hablar contigo— intentó tomar la mano de Jungkook, pero él se alejó por inercia.

—No quiero, no necesito saber nada de nada, felicitaciones o lo que sea— entró de nuevo a la habitación, esta vez siendo seguido por Taehyung quien evito que le cerrara la puerta en la cara.

—¿De qué hablas?— preguntó sin entender del todo a lo que se refería.

Jungkook al ver a Taehyung cerrar la puerta tras de sí y sabiendo que seguro querría hablar de lo que había pasado ayer, se dejó guiar por su instinto animal, se convirtió en el adorable y hermoso conejito que era y se escondió debajo de su cama.

—Jungkook, no puedes hacer eso todo el día— le advirtió— Te va a ganar el hambre y te tendrás que transformar de nuevo y así como te espere en la puerta, igual puedo esperar aquí.

Taehyung se cruzó de brazos, apoyó su espalda en la puerta, y posicionó una pierna sobre la otra dejando caer su peso en la que se encontraba estirada. Lo esperaría en esa posición, ya eran las nueve con veinte minutos, Jungkook no resistiría demasiado tiempo. Tan solo pasaron alrededor de unos quince minutos, y Jungkook ya se había dado por vencido, salió de su escondite, se refugió entre su ropa que yacía en el suelo y volvió a transformarse.

—Voltéate— exclamó al notar que su ropa no había logrado cubrirlo por completo y que Taehyung se le había quedado viendo demás.

—Ah sí, lo siento— contestó Taehyung con las mejillas completamente ruborizadas, obedeció y le dio la espalda.

—Te odio ¿Lo sabes?— dijo mientras se colocaba su pijama de nuevo— ya puedes voltear— demandó y Taehyung le hizo caso.

—¿Por qué me has estado evitando todos estos días? ¿Por qué te encerraste ayer? No entiendo— arremetió con todas las preguntas que habían rondado en su mente durante toda la noche.

—Por favor, solo no quería ni quiero que me digas lo que sea que pase con ella, no quiero saber si ya están juntos o lo que sea— y rompió en llanto, hartó de toda esa estúpida situación en la que se encontraban, se tapó la cara con ambas manos y trató de calmar el malestar que de nuevo hacía su aparición.

—No conejito, no llores por favor— se acercó al híbrido, alejó las manos con las que cubría su rostro y limpió las lágrimas con pequeños besos que dejaron a Jungkook en blanco; no sabía que decir, hacer o como reaccionar a la repentina muestra de afecto. 

Taehyung bajó su mirada a los labios de Jungkook y unas inmensas ganas de besarlo se apoderaron de él, sus dedos picaban por tocar su cintura y sentía su respiración entrecortada, porque el solo tener a Jungkook tan cerca le provocaba eso y más.

No pudo resistir un segundo más y juntó sus labios con los de Jungkook, quien mantenía los ojos abiertos, ya que seguía sin salir de su asombro; a diferencia de Taehyung, quien cerró los ojos y disfrutó de la calidez de los labios contrarios. 

Taehyung estuvo a solo un segundo de separarse, pues se percató de lo tenso que Jungkook permanecía. No quería incomodarlo, si no era correspondido lo comprendía y también lo respetaría, pero cuando Jungkook abrió levemente sus labios y cerró los ojos, Taehyung tomó aquella acción como una invitación a profundizar el beso, cosa que hizo, pasó sus manos delicadamente por los hombros de Jungkook hasta llegar a su cintura, lo acercó hacia sí mismo y sus cuerpos chocaron, el labio inferior del castaño fue atrapado por los de Taehyung y todo fluyó con naturalidad, Jungkook enredó sus brazos alrededor del cuello de su hyung y se movieron al mismo ritmo, lento y con suavidad, disfrutando de la sensación que les provocaba sus labios unidos, sentían la respiración agitada del contrario y sus narices rozaban con delicadeza las mejillas sonrojadas del contrario.

Sí, ambos estaban sonrojados, ambos tenían la respiración agitada, ambos sentían su corazón latir tan rápido y tan fuerte que creían que podían escucharlo de manera nitida, ambos sentían sus cuerpos querer pegarse aún más aunque no fuera posible, ambos estaban disfrutando del beso que cada vez se volvía más intenso y profundo.

Jungkook jadeó cuando sintió como Tae delineó con su lengua su labio inferior y lo mordió con parsimonia por solo unos segundos, Jungkook tomó el cabello de la parte superior de la nuca de Tae y jugo con el a su gusto, Tae comenzó a acariciar de arriba a abajo la cintura del contrario provocando que su camiseta se suba lo suficiente como para que sus manos frías hagan contacto con la piel tibia del híbrido, cosa que hizo que Jungkook temblara de manera sutil.

Taehyung y Jungkook se separaron lentamente, un hilo de saliva conectaba sus bocas, Taehyung dio de nuevo un corto beso y rompió la conexión, ambos tratando de calmar la revolución de sensaciones y sentimientos que eran de pies a cabeza, juntaron sus frentes y entonces cuando todo se calmó, ambos cayeron en cuenta de que lo habían hecho, en verdad se habían besado, no era una ensoñación o fantasía, era completamente real y las dudas surgieron en Jungkook.

—¿Por qué me...?— comenzó a preguntar, pero Tae lo interrumpió.

—Es cierto lo que te respondí antes, ella no me correspondió porque yo jamás le pedí que fuéramos novios o le dije que me gusta, ella no me gusta— aclaró, Jungkook comprendió que se refería a la respuesta a las preguntas que le hizo cuando creyó que estaba dormido, pero no entendía como es que no estaba enamorado de Mi-yeon, recordaba perfectamente su confesión de hace casi un año.

—No, esa vez cuando fuimos al festival de flores de cerezo dijiste que te gustaba— explicó y de nuevo sus dudas fueron acalladas por Taehyung, quien estaba dispuesto a explicarle y dejarle en claro todo lo que sucedía.

—Sí, pero me enamoré de alguien más, de un lindo híbrido que apareció en mi vida de repente— sonrió mientras se tomaba el tiempo de apreciar la expresión de sorpresa y emoción del híbrido.

—¿Yo te gusto? ¿Estás enamorado de mí?— preguntó sin creerselo por completo, de verdad le parecía un sueño.

—Sí estoy muy enamorado de ti— dejó un corto beso en la frente de Jungkook y acunó su carita— y ¿Tú?

—Yo igual— confesó en un susurro, Taehyung pasó sus manos por la cintura de Jungkook de nuevo y lo acercó a sí mismo y Jungkook por inercia colocó sus manos sobre el pecho de Tae.

—Entonces, me estuviste evitando porque pensabas que quería estar con ella— dijo con toda la intención de molestar a Jungkook por sus celos.

—Sí— puso los ojos en blanco y evitó ver a Taehyung a los ojos.

—Bueno, entiendo perfecto el sentimiento— admitió Taehyung sin muchas ganas de hacerlo en realidad, pero quería ser sincero.

—Y eso ¿Por qué?— ahora era Jungkook quien intentaba que Taehyung lo mirara y le dijera lo que pasaba por su mente en ese momento.

—Nada importante— le restó importancia al asunto pues no quería hablar demasiado del tema.

—Taehyung— lo miró con el ceño fruncido, Tae sonrió nervioso y se rindió.

—Bien— puso los ojos en blanco y suspiró—, estaba celoso de tu amiguito, quien seguramente vendrá a verte más tarde— Jungkook rio ante su respuesta y dio pequeños toques con su dedo índice a su nariz, para después dejar un pequeño beso en ella.

—Aún no le dije que venga y no se lo diré— Taehyung apoyó su frente en el hombro de Jungkook y rio algo avergonzado, no podía creer que en verdad había admitido que estaba celoso de su amigo. Se separaron y sonrieron.

—¿Tienes hambre?— preguntó Tae.

—Sí y mucho— Jungkook asiente con la cabeza.

—¿Te parece que cocinemos juntos mientras seguimos conversando?— propuso Taehyung.

—Me encantaría.

Bajaron al primer piso y caminaron hasta la cocina, conversaron unos breves minutos sobre que querían hacer para el desayuno y cuando se pusieron de acuerdo, sacaron todos los ingredientes necesarios de la alacena y la refrigeradora. Apenas comenzaron con la preparación de dos porciones de arroz, gimbap y dos tazas de manzanilla, se tomaron el tiempo para seguir hablando.

—Hay algo más que quiero saber— dijo, porque al recordar cierto detalle la preocupación se instaló en su mente.

—¿Qué cosa?

—¿Es posible que los híbridos no tengan un destinado?— preguntó contrariado, no estaba seguro de querer hacer esa pregunta, pero al final no pudo evitar hacerla.

—Son excesivamente limitados los casos en donde eso sucede— aclaró, tampoco es que la situación que planteaba fuera imposible, se habían escuchado casos, pero eran unos cuantos entre miles.

—¿Y lo de sobrevivir a un lazo roto o el poder estar con alguien aunque no sea tu destinado?— preguntó, Jungkook dejó caer el pequeño sobrecito de manzanilla en la taza con agua caliente y se volteo a verlo, aquella repentina actitud era demasiado inesperada.

—¿Por qué tantas preguntas sobre eso?— cuestionó, Taehyung suspiró y volteó a verlo dejando de lado las rodajas de gimbap que estaba sirviendo en dos platos.

—Recordé lo que me dijiste sobre el tema y para ser sincero, tengo miedo— confesó aún sin quitarle la mirada de encima.

—¿Miedo?

—Lo más probable es que tu destinado sea un híbrido y si no soy yo, eso significa que en algún momento lo encontrarás y terminarás estando con él y yo no podría soportar eso, me duele el solo imaginarlo— explicó en un tono rápido lleno de nervios y Jungkook se aguanto las ganas que tenía de sonreír por lo lindo que se veía Taehyung mientras explicaba sus preocupaciones. Era un momento serio, así que él tenía que responderle de igual forma

—¿Crees que te dejaría apenas encuentre a mi destinado?— colocó sus manos sobre los hombros del contrario y lo atrajo unos centímetros más hacia sí mismo.

—No lo sé, el instinto animal puede ser más fuerte o eso supongo— se encogió de hombros con una expresión que mezclaba el miedo con la incertidumbre.

—En realidad no y pase lo que pase jamás te dejaría— aseguró—, además ¿sabes? el motivo por el cual te evitaba y salía con Yoongi no fue solo porque tuviera celos de Mi-yeon o me fastidiará verte con ella, sino que eso también me hacía daño.

—¿Qué? ¿Cómo así?— todo rastro de miedo y tristeza paso a convertirse en profunda preocupación.

—¿Recuerdas la vez que enfermé para tu cumpleaños?

—Sí, yo me quedé a cuidarte ese día— le recordó. 

—Estuve así por culpa del lazo que, para ese entonces, estaba en peligro. Somos destinados Taehyung, uno de los pocos casos en los que un híbrido tiene por destinado a un humano.

—¿Eso significa que...?

—Que si me quieres y me cuidas, estaremos juntos para toda la vida— concluyó, pero Taehyung no había llegado solo a esa conclusión.

—Y que fue mi culpa que enfermeras, pudiste morir y dijiste que eso no pasaría— susurró cabizbajo y sin poder creerlo del todo, le dolía sentirse culpable de ello al igual que le dolía el solo imaginar la posibilidad de perderlo para siempre.

—Lo dije porque no quería preocuparte— acunó el rostro de Taehyung e hizo que levantará la cabeza y volvieran a conectar sus miradas— y quería que fueras feliz aunque no fuera conmigo, pasara lo que pasara jamás sería tu culpa— depositó un pequeño beso en la mejilla derecha de Tae.

—Si tan solo me hubiese dado cuenta antes de mis sentimientos, no tendrías que haber pasado por nada de eso— exclamó y lo abrazó con mucha delicadeza, como si tuviera miedo de que con un solo toque desapareciera, de que su cuerpo se hiciera imposible de sentir por su tacto y de captar con su mirada que permanecía inquieta.

—Taehyungie, estoy bien y no me arrepiento de nada de lo que vivimos— correspondió el abrazo y le brindo pequeñas caricias en la espalda— Nos gustamos, eso es lo único que importa— se separaron y volvieron a verse a los ojos, pero esta vez a solo unos cuantos centímetros de distancia.

—Yo quiero que estemos juntos, que seamos pareja, quiero atesorarte y demostrarte todo el tiempo que cuidaré de ti, estoy muy feliz de ser tu destinado y quizá aún no sepa cómo es todo el tema, pero haré hasta lo imposible para que estemos bien, no quiero verte sufrir como aquella vez— aseguró y cortó la distancia entre los dos al volver a unir sus labios con los de Jungkook en un corto beso.

—Sé que así será, confío en ti— contestó Jungkook con una gran sonrisa.

—Espera, yo te lo quería pedir de una forma más bonita— renegó.

—Puedes hacerlo, aún no me has hecho la pregunta exacta y obviamente tampoco he contestado— acarició con sus manos los hombros del contrario y disfrutó de las caricias que Tae le proporcionaba a su cintura.

—Bien— suspiró y se alejó de Jungkook dejándolo algo consternado.

—¿Qué haces?— preguntó al verlo subir a su habitación en busca de algo.

Jungkook lo espero pacientemente en el primer piso y minutos después lo vio llegar devuelta hasta él con una canasta color mostaza, una manta a cuadros azul con blanco y un lienzo, que había sido cuidadosamente cubierto por una capa de papel Kraft, en sus manos.

—El desayuno va a ser un picnic cerca de aquí— dijo, puso el gimbap en un taper y la manzanilla la colocó dentro de un tomatodo, también colocó en otro taper fruta cortada, en otro más snacks coreanos que solo tuvo que calentar, además de dos pequeñas botellitas de banana milk, la bebida favorita de Jungkook—. Recuerdo que cuando era pequeño seguí a un pequeño conejo a un lugar muy bonito— cerró la canasta y guardó las llaves de la casa en su bolsillo trasero al lado del que guardaba su celular—, y si mal no recuerdo era cerca de la casa. Comeremos allí y te enseñaré algo que hice hace un tiempo, de hecho lo hice el día siguiente de darme cuenta de lo que sentía por ti.

—Ay Tae, lo que dices es muy tierno— dijo lleno de emoción y curiosidad, ya quería saber que era lo que había hecho.

—Antes de salir, hay que cambiarnos— dijo y Jungkook asintió.

Subieron las escaleras y se dirigieron a sus respectivas habitaciones, ambos se colocaron shorts, Tae uno verde y Jungkook uno amarillo, los dos se pusieron camisetas blancas de manga corta y sandalias, salieron de sus habitaciones y juntos bajaron las escaleras, Taehyung llevo la canasta y su regalo mientras que Jungkook se encargó de llevar la manta y guardar las llaves en su bolsillo trasero, salieron de la casa y cuando ambos estuvieron a unos cuantos metros de su casa, Taehyung comenzó su búsqueda.

Taehyung recordaba que aquel lugar lucía mágico y casi que irreal, cuando estuvo frente a los árboles de cerezo y aquel pequeño riachuelo junto a una, igual de pequeña, cascada se cuestionó si se lo había imaginado allí, recordaba haber entrado a ese lugar y que todo a su alrededor, se iluminaba de colores vibrantes y música, pero no había nada.

—Estaba seguro de que el lugar era por acá— refunfuñó.

—Esta bien, este lugar es precioso así, mucho más ahora que por esta parte hay arboles de cerezo, me recuerda a una de las primeras salidas que hicimos juntos— señaló, el lugar se veía precioso aunque no fuera como Taehyung recordaba que era y los recuerdos de aquella salida

—Tienes razón, es precioso— exclamó, Taehyung dejó un corto beso en la mejilla de Jungkook, quien cerró los ojos disfrutando de la sensación.

Ambos extendieron la manta y la colocaron cuidadosamente sobre el césped, dejaron la canasta encima de la manta y ellos se sentaron allí, sacaron la comida de la canasta y disfrutaron de un rico desayuno entre charlas, besos, darle comida en la boca al otro y risas por nervios o por lo gracioso de los temas que surgían.

Cuando terminaron, guardaron lo que ensuciaron en la canasta, Taehyung le enseñó la pintura que había hecho de él, Jungkook le agradeció por el detalle y dejó cortos besos en toda su cara, y luego de aquel pequeño momento, se acercaron al pequeño riachuelo y dejaron descansar sus pies dentro del agua cristalina, podían ver las rocas en el fondo y el agua se sentía algo fría, pero era una sensación que a ambos les gustaba.

Jungkook descansaba su cabeza sobre el hombro de Tae y ambos tenían las manos entrelazadas. Un pequeño viento frío los envolvió y ambos se abrazaron mientras veían como caían los pétalos de la flor de cerezo. Taehyung sintió que era el momento perfecto.

—Jungkookie, mi dulce conejito ¿Puedo ser tu novio?— pidió y besó el dorso de ambas manos de Jungkook.

— Sí Taehyungie hung, quiero todo contigo— se lanzó a los brazos de Tae e hizo que este cayera sobre su espalda y Jungkook cayó encima.

Jungkook agarró la cara de Tae con ambas manos y lo besó tan suave y lento que se sentía como una caricia, fue correspondido con gusto. Tae acarició la cintura de Jungkook por sobre la ropa para lentamente llegar a sus muslos y hacer lo mismo en esa zona, contrajo sus piernas y con eso hizo que Jungkook se elevará unos centímetros creando una fricción que causó que ambos gimieran, pero no tuvieron tiempo de reaccionar al sonido que salió de sus bocas porque una llamada entrante, en el teléfono de Jungkook, los interrumpió.

°•°

El siguiente capítulo es el último
y le sigue el epílogo, pero pienso
hacer varios extras. Espero les
haya gustas mucho el cap.

Con amor...

SweetbabyTJ<3

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