Capítulo 11
—Conejito ¿Ya estás listo?— preguntó Tae luego de tocar tres veces la puerta de la habitación de Jungkook.
De nuevo otro fin de semana más, lo que significaba «Hasta luego trabajo y hola nuevas salidas juntos» Habían quedado en que después del almuerzo Taehyung lo llevaría a uno de sus lugares favoritos, uno de los lugares que más amaba y al que había dejado de asistir debido a aquellas cosas del pasado, que lo atormentaban. Tanto sus padres como él compartían un gran amor hacia el arte y la música, desde muy pequeño le enseñaron a tocar una diversidad de piezas musicales en los distintos instrumentos que tenían en aquel cuarto, también aprendió a dibujar y pintar paisajes y momentos entre personas, aprendió poco a poco y todo se convirtió en algo que en verdad amaba, llenaba su alma hasta que desbordaba pura pasión y alegría.
Supo que entre aquellas dos cosas, lo que más amaba hacer era dibujar y pintar porque sentía que podía expresar sus sentimientos al llenar un lienzo con una gran variedad de formas y colores que terminan por completan la idea de lo que necesitaba que los demás vieran aunque al mismo tiempo amaba las diferentes perspectivas que podían tener las personas respecto a lo que en el lienzo contemplaban.
Él estaba seguro de que lo que quería para su vida era dedicarse a ello, pero tras la muerte de sus padres esa pequeña luz en su corazón que iluminaba todo su interior e incluso el exterior que lo rodeaba, se fue apagando hasta que no quedó absolutamente nada, creyó que lo mejor era dejar todo eso de lado; pero, tras la llegada del lindo conejito entendía que jamás podría olvidar ni dejar de sentir dolor, siempre recordaría a sus padres y eso estaba bien, mantener el recuerdo consigo sería la forma perfecta de llevarlos con él aunque no estuvieran presentes físicamente.
—En un momento salgo— le respondió.
Jungkook estaba emocionado e intrigado pues no tenía idea de adonde irían y se moría por saber cual era ese lugar que Tae tanto decía amar. Taehyung sonrió levemente apoyó su espalda en la pared al lado de la puerta y se cruzó de brazos.
—Bien, pero no te demores mucho porque tenemos que llegar a tiempo— replicó mientras miraba la hora que era en su reloj de mano, las manillas indicaban que eran las tres en punto.
Un minuto después Jungkook salió de la habitación, tenía puesto pantalones de vestir blancos, zapatillas del mismo color con agujetas negras, una camiseta blanca y encima un abrigo cerrado holgado de un rosado claro mientras que Taehyung se había puesto pantalones blancos, zapatillas completamente blancas, una camiseta también del mismo color y un abrigo abierto holgado de color celeste, al verse rieron por la coincidencia y la adorable combinación que hacían con su vestimenta, salieron de la casa a paso apresurado y tomaron un taxi que los llevó para que tomaran el transporte público. Tomaron la línea 6 del metro de Seúl hasta la estación Hangangjin y salieron por la salida 1. Desde allí, caminaron un poco cuesta arriba hasta llegar al museo.
—Bien ya llegamos, bienvenido al Samsung museo de arte, también se le conoce como museo Leeum— exclamó Tae.
—¿Qué es un museo de arte?— preguntó, sus ojitos brillaban llenos de regocijo y curiosidad y Taehyung creyó por un breve momento que si seguía mirándolo fácilmente podría perderse en ellos.
—Bueno— carraspeó y pensó en la mejor manera de explicarlo—, básicamente es una institución que bien puede ser pública o privada y se dedica a la conservación y exposición de todo tipo de obras de arte como pinturas y esculturas por ejemplo, en este caso este museo esta dividido en tres edificios. El primero fue hecho por el arquitecto suizo Mario Botta, allí presentan el arte tradicional coreano como artefactos budistas, caligrafía, cerámica y pinturas coreanas; el segundo fue hecho por el arquitecto francés Jean Nouvel, donde se puede apreciar el arte contemporáneo coreano e internacional y en el último hecho por el holandés Rem Koolhaas está el Centro de Educación y Cultura de los Niños— explicó al mismo tiempo que señalaba cada uno de los edificios.
—Suena interesante, hay que entrar ya— exclamó aunque no había entendido del todo lo que Taehyung le había dicho la emoción seguía intacta.
La arquitectura del lugar era un poco compleja; pero, deslumbrante al mismo tiempo. Alrededor de los tres edificios donde una diversidad de arte antiguo y actual era conservado, habían diferentes tipos de árboles y plantas, también algunas esculturas de diferentes formas y tamaños.
Jungkook entrelazó su mano con la de Taehyung y juntos corrieron hasta la entrada del primer museo donde habían dos puertas transparentes que se abrían automáticamente al acercarte a ellas, aquella asustó un poco al híbrido; pero, afortunadamente Taehyung supo explicarle el porque y como hacían eso. Cuando entraron en el primer piso pudieron notar lo limpio, ordenado y organizado que se encontraba todo, en el centro habían unas columnas negras con asientos alrededor, a lado izquierdo una cafetería con mesas y asientos para sentarse a comer, al lado de esta se encontraba la taquilla donde se compraban los boletos a donde caminaron, al costado entregaban las audio guías y las guías digitales y luego estaban los casilleros donde podías guardar tus pertenencias para no perder nada, además había un ascensor para subir al resto de pisos que había en el lugar. Taehyung y Jungkook caminaron hasta la taquilla para comprar los boletos cuando de repente el chico los atendería se sorprendió al ver a Tae frente a él.
—¿Kim Taehyung?— cuestionó el chico de cabellos negros que parecía estar cerca de los treinta años.
—¿Sí?— respondió algo confundido, no entendía porque aquel extraño sabía su nombre.
— Soy Park Seo Joon, capaz no me recuerdas; pero, soy el hijo de los amigos de tus padres. No puedo creer que estés por aquí, recuerdo que viniste varias veces cuando eras pequeño y no te volví a ver en todo este tiempo, luego mis padres me contaron de la muerte de los tuyos, lo lamento mucho ¿Fue por eso?— contó mientras recordaba el cómo sus padres lloraron al enterarse de la repentina y lamentable noticia, se conocían por el amor al arte y desde siempre habían sido muy cercanos por lo que era comprensible que aquella noticia les afectara bastante.
—Sí, deje de lado el arte por todo lo que ocurrió con ellos— respondió con simpleza, por más que había escuchado la anécdota del chico no lo recordaba, al menos no también como el otro lo hacía y la razón era que muchas cosas de su infancia eran algo borrosas.
—Lo entiendo, son cosas que suceden cuando el dolor es más fuerte que cualquier otro sentimiento; sin embargo, me alegra saber que vuelves a estar en tu lugar y que hayas venido con tu amigo— habló con total sinceridad y esbozó una bella sonrisa.
—Sí, yo igual— replicó.
—¿Aún no te acuerdas de mí? bueno es comprensible nos vimos pocas veces y tú eras más pequeño que yo— le restó importancia al asunto y rio levemente.
—Me alegra que aquello no te moleste, bueno queremos dos boletos para las exhibiciones por favor— pidió amablemente.
—Claro, necesito sus identificaciones— contestó. Por unos segundos Taehyung palideció, sabía que se estaba olvidando de algo, desde que comenzaron sus salidas había tenido que conseguir todos esos documentos para Jungkook, lo había logrado gracias a algunos contactos y siempre los tenía a la mano ¿Cómo se había olvidado de ello cuando más eran necesarios?
—Cierto, mi amigo olvidó la suya ¿Cómo podríamos hacer?— contestó con la esperanza de que hubiera otra solución que no fuera regresar a su casa a por ellos.
—No hay problema amigo, solo dame la tuya— le dijo y Taehyung lo agradeció mentalmente.
—Esta bien, aquí está— lo sacó de su bolsillo delantero y se lo entregó, Seo Joon lo recibió y verificó que era de él.
—Bien, aquí están tus boletos para las dos exhibiciones que son gratis, si quieres la pagada junto con la audio guía serian 11,000 wones— le entregó los boletos y esperó la respuesta a lo último que había dicho.
—Nos gustaría esa también— comentó luego de unos segundos pensando si sería buena idea.
—Ten, ve a recoger la audio guía allá, gracias por la compra y de todo corazón espero que ambos la pasen muy bien aquí, pueden venir cuando gusten— replicó, Taehyung agradeció y los tres se despidieron agitando la mano de un lado a otro con una gran sonrisa plasmada en sus rostros.
Se dirigieron al lugar que les indicó y recibieron unos audífonos con un celular y las explicaciones de como se usaba y como funcionaba, con todo listo tomaron el ascensor al último piso y comenzaron su recorrido desde ese punto.
—Recuerda conejito, cada pieza de arte aquí tiene un significado— comentó Taehyung antes de aventurarse a explorar el lugar junto a Jungkook.
Debido al uso de la audio guía podían saber más acerca de lo que observaban, se ponían frente a una cerámica coreana antigua y podían escuchar la explicación de con que fue creada y demás cosas, también en el celular aparecían escritos dichos datos junto con la foto del objeto. Si bien Taehyung estaba feliz y disfrutando de ver y escuchar sobre el arte que había en cada uno de los pisos, Jungkook; por el contrario, estaba algo perdido entre todo lo que veía y escuchaba, ya estaban explorando el segundo edificio y él seguía sin entender cual era el significado de cada pieza de arte como le había dicho Taehyung.
Habían visto desde cerámica antigua hasta arte contemporáneo como en aquel cuarto completamente blanco donde se encontraba una cabeza de hombre que estaba echada del lado derecho y cuando veías detrás de esta te dabas cuenta de que estaba hueca, o como aquellas cabezas de lo que parecían ser robots colgadas en la pared o aquella torre de diversos objetos hechos con vidrios de colores, la cual podías ver desde cualquiera de los pisos; ya que, en cada piso habían ventanas que rodeaban aquella escultura, no entendía nada de lo que se supone los artistas querían dar a entender o expresar ni siquiera si todas esas cosas tenían una razón de ser o de estar ahí. Todo era tan diverso y nuevo para él que era difícil comprenderlo, en su hogar no habían esas cosas y los lugares que había visitado tampoco recordaba haber visto ese tipo de arte tan abstracto.
—Definitivamente creo que no entiendo el arte— exclamó Jungkook frustrado con los brazos cruzados y Taehyung volteó a verlo. Habían caminado escaleras abajo y al alzar la mirada pudo ver que todo el techo era un espejo y entre este y el piso habían varios círculos de diferentes tamaños que prendían luz amarilla.
—Quizá todo esto es demasiado complejo para ti— murmuró después de acercarse al híbrido y acunar su rostro entre sus manos acariciando así sus mejillas y mirándolo directamente a los ojos.
—No, intentaré comprenderlo lo prometo— respondió. En verdad quería entender aquello que Taehyung amaba y el porque lo hacía.
—No tienes que hacerlo— contradijo. Para él estaba bien solo con que pudiera ver un poco de lo que amaba hacer y admirar desde pequeño.
—Pero yo quiero— replicó.
—Conejito, para el pintor puede tener un significado y para ti incluso puede significar lo contrario, aunque no necesariamente tienes que darle un sentido literal a lo que ves porque no siempre lo tiene ¿Sí?— dijo y revolvió los cabellos de Jungkook— Basta con que entiendas eso y poco a poco vas a poder darle tu propio significa a las piezas de arte que te encuentres. ¿Sabes? siento que la perspectiva de las personas hace maravilloso al arte.
—Lo que dices es realmente hermoso y significativo, definitivamente amas todo esto y estoy seguro de que lo harás toda tu vida— contestó mientras acomodaba su cabello que había quedado muy revuelto.
—Sí, creo que tienes razón— concordó y siguieron caminando hasta estar afuera del último museo al que entraron, para ese entonces ya habían devuelto la audio guía que también les habían entregado en aquel museo.
Luego de también pasearse en los alrededores de los museos, se sentaron a descansar en una de las bancas del exterior frente a una escultura de esferas plateadas de distintos tamaños que estaban pegadas formando una torre encima de un pequeño bloque con agua alrededor.
—¿Sabes? estuve pensándolo mucho y concluí que ya es hora— declaró Tae y Jungkook lo miró sin entender a que se refería.
—¿Hora de qué?
—De que vuelva a pintar— dijo mientras admiraba la escultura frente a él y Jungkook lo miró con aquellos ojitos redondos y brillantes llenos de ilusión, desde que descubrió aquella habitación con las pinturas e instrumentos y supo que parte de ello era de Tae y que era algo que amaba, quiso que volviera a dedicar parte de su tiempo a todo eso.
—¿En serio? eso es genial Tae— tomó por sorpresa a Taehyung cuando lo tomó por los hombros para abrazarlo fuertemente. Tae no tardó muchos segundos para corresponderle el abrazo.
—Y también de enseñarte a ti— dijo luego de separarse de Jungkook.
—¿A mí? No, no creo que se me de bien hyung— negó varias veces con la cabeza, no pensaba hacerlo porque no tenía idea de como, ni siquiera entendía bien algunas piezas de arte ¿Cómo haría para crear una propia?
—Si no lo intentas nunca lo sabrás— se encogió de hombros mientras palmeaba la espalda del híbrido.
—Esta bien, entonces regresemos a casa— se puso de pie y Taehyung lo siguió, salieron del lugar caminaron cuesta abajo y tomaron el metro de regreso.
En el momento en que llegaron y entraron a la casa, subieron lo más rápido posible al segundo piso, primero fueron a sus respectivas habitaciones para cambiarse de ropa a una más cómoda que no tengan problema en manchar con pintura, pues lo más probable era que se ensuciaran de alguna u otra forma; Taehyung y Jungkook se pusieron shorts el primero uno de color negro y el segundo uno azul marino y ambos dos camisetas holgadas blancas junto con sus sandalias.
Cuando estuvieron listos Jungkook dirigió a Tae hasta una habitación que se encontraba al costado de la habitación donde estaban guardadas todas las pinturas e instrumentos y la habitación de los padres de Tae, las cuales Jungkook tal y como lo prometió limpiaba y mantenía en buen estado, hace algunos días Jungkook había notado que se trataba de otra habitación para huéspedes y ya que no había nadie más que la usara decidió ambientarla para que fuera el lugar perfecto dónde Tae pudiera dibujar y pintar todo lo que quisiera. Le comentó aquello al llegar a la puerta del cuarto y Tae quedó agradecido y fascinado por el suceso y lo bonito que había quedado el lugar lleno con todo lo necesario para comenzar a volver a dibujar.
—Eres el mejor Jungkookie— lo alzó en brazos provocando que los piecitos del híbrido se despegaran del suelo y que este jadeara por la sorpresa. Dio una pequeña vuelta y finalmente lo dejo en el suelo, ambos rieron.
Taehyung le pidió a Jungkook que lo esperara allí y fue en busca de periódicos para colocar en el piso ya que como sería la primera vez que Jungkook pintaba lo más probable era que pudiera ensuciar un poco. Cuando Tae estuvo de vuelta en la habitación y puso las hojas de periódico en el piso, le pidió a Jungkook que se sentara frente al caballete que sostenía el lienzo, se dirigió al escritorio y tomó entre sus manos témperas de diferentes colores, las colocó en el caballete bajo el lienzo dónde sobresalía una pequeña tabla de madera del mismo caballete, regresó al escritorio y esta vez tomó una paleta de pintura, eligió los pinceles de diferente tamaño el N° 4 y regreso a dónde Jungkook se encontraba aún.
—Esto es un pincel— alzó el objeto que tenía en la mano derecha— y esto una paleta de pintura— hizo lo mismo con el de la mano izquierda—, primero colocas en la paleta el color que quieres utilizar— puso el pincel sobre su oreja, abrió la tempera color azul y esparció un poco sobre la paleta— y luego pasas el pincel de esta manera— tomó el pincel y lo sumergió un poco en la pintura— para después comenzar a pintar en el lienzo— dijo y luego metió el pincel en un vaso de agua que había en el escritorio para entregárselo limpio a Jungkook junto con la paleta— antes tienes que pensar que quieres pintar y que sentimientos te inspira aquello, luego buscas los colores que necesitarás, en ese momento me dices para decirte con que combinaciones puedes crear ciertos tonos de colores o los mismos colores por si se llega a acabar la pintura de algún color.
—No tengo ni la más remota idea de que debería pintar ni siquiera sé dibujar— admitió Jungkook, sabía que Tae le enseñaría a mezclar colores y que necesitaría para ciertos dibujos, pero como haría eso por él si no sabía dibujar.
—Puedes hacer arte solo con la pintura, puedes hacer arte con casi todo lo que encuentres si logras transmitir lo que aquello te hace sentir, no tienes que saber dibujar un paisaje, una persona o un objeto desde un inicio, eso lo puedes aprender poco a poco y solo comienzan dando trazos— se encogió de hombros, cuando apenas comenzó a aprender a dibujar y pintar se sentía igual de inseguro y sus papás le habían dicho que podía comenzar de esa forma porque poco a poco le enseñarían a hacer más que solo trazos y es que el arte es algo muy amplio, no es solo dibujar y pintar algo en específico y ya, el arte es ir más allá y transmitir tus sentimientos y pensamientos en tus dibujos y no solo dibujos, sino esculturas, cerámica, entre otras cosas.
—No lo sé Hyung, mejor pinta tú y yo te veo— opinó y estuvo a punto de ponerse de pie; pero, Taehyung lo hizo sentarse al ponerle las manos sobre sus hombros.
—No, cierra los ojos— se acercó para susurrarle en el oído.
—¿Y eso para qué o qué?— preguntó sin moverse un solo centímetro, estaban demasiado cerca y eso por alguna razón lo ponía algo nervioso.
—Solo ciérralos, hazme caso— le volvió a susurrar en el oído, su mano derecha se posó en su hombro y movió su mano izquierda lentamente sobre los párpados de Jungkook para cerrarlos poco a poco, Jungkook no se opuso a ello y ya con los ojos cerrados espero la siguiente indicación.
—Ahora piensa en algo y lo primero que se te venga a la mente lo dibujas— ordenó aún sin alejarse del híbrido.
—Tengo la mente en blanco— en realidad no era así lo primero que llegó a su mente fue cuando Tae y él atraparon aquel pétalo de flor de cerezo hace ya unas semanas, pero pensó que sería muy difícil pintar algo como eso considerando que prácticamente es un principiante aun y también le daba vergüenza admitir que por un instante había pensado en pintarlo.
—Yo sé que puedes, piensa un poco más— Tae se alejó para ponerse frente a él y le acarició levemente la cabeza.
—Mi hogar— cuando dejó de pensar en Taehyung y en él, lo único que se le vino a la mente fue su hogar y lo mucho que lo extrañaba.
—Excelente, ahora abre los ojos, elige los colores que vas a usar, espárcelos en la paleta y pinta a tu manera— le pidió, aún no le enseñaría lo de las combinaciones para ciertos colores porque aún tenía pintura de todos los colores y los tonos se los enseñaría la próxima vez poco a poco para que sus dibujos vayan mejorando cada vez más.
—Esta bien, lo intentaré— contestó, abrió la tempera verde, azul, marrón, blanco y gris y esparció un poco de cada una de estas sobre la paleta.
Primero sumergió el pincel en el color verde y esparció la pintura en la parte baja del lienzo, junto con el marrón hizo el intento de pintar varios arboles, con el azul pinto el cielo, con el blanco hizo puntos que se suponía eran estrellas y con el gris en el lado derecho pintó lo que parecía un piedra, luego de dibujarla, con el pincel trató de deshacer el centro del dibujo. pues ahora esos árboles eran una mancha borros, Taehyung sabía que se trataba de un bosque, pero no entendía porque había tratado de borrar el centro de este, ahora parecía más un camino o entrada a algo.
—Lo hiciste muy bien con solo eso, yo creo que tienes mucho talento conejito— lo halagó y vio como sus orejitas se levantaban por la emoción y el orgullo de sí mismo.
—¿De verdad lo crees?
—Claro que sí conejito— dijo y Jungkook dio un salto y lo abrazó con todas sus fuerzas—. Es el bosque ¿No es así?— preguntó solo para estar seguro, él dibujo no tenía forma en sí, pero por las partes pintadas por ciertos colores, lo podía deducir fácilmente.
—Es la entrada a mi hogar en el bosque— respondió y al voltear notó que Taehyung estaba viendo de cerca su obra de arte, pero muy cerca de él y por instinto con su mano empujó la cara de Tae sin notar que tenía la mano manchada con pintura azul provocando que ahora Taehyung tenía una pequeña mancha en su mejilla.
—Oye ¿Por qué hiciste eso?— preguntó Tae en un tono que mezclaba sorpresa y gracia.
—Estabas dentro de mi espacio personal— contestó con un intento de sonrisa que parecía más una mueca debido a los nervios.
Taehyung rio bajo, caminó devuelta hacia el escritorio con un pincel pintó sus manos con tempera de color blanco, se acercó a Jungkook quien lo miro algo temeroso pues se había dado cuenta de cuales eran sus intenciones.
—Ahora tú estás en el mío— acunó el rostro de Jungkook entre sus manos antes de que este pudiera ponerse de pie y huir.
—Taehyung— gritó y lo empujó; su naricita arrugada, su ceño fruncido, sus orejitas hacia atrás y su boquita abultada lo hacía lucir tan tierno que Tae no pudo evitar sonreí aunque sabía que eso solo lo enojaría más.
—Tú comenzaste— se defendió alzando sus manos con fingida inocencia.
—Pero te eche poquito— renegó y se cruzó de brazos.
—¿Y?— tomó el pincel y pintó la nariz del híbrido y sonrió aún cuando vio que Jungkook pasó su mano por la pintura que tenía la paleta y se le acercó de manera amenazante.
Taehyung retrocedió e intentó tomar las manos de Jungkook para evitar que lo toque y lo manche; sin embargo, no pudo contenerlo por mucho tiempo y al final Jungkook logró manchar parte de su cuello y sus brazos, comenzaron a forcejear y echarse pintura encima causando que al final ambos queden muy manchados e incluso un poco de pintura llegara a salpicar el lienzo detrás de ellos y cayera en algunas partes del piso que no estaban bien cubiertas con los periódicos.
—Ya detente Tae— lo señaló con el dedo índice a modo de advertencia, Tae rio y en el momento en que dio un paso hacia adelante Jungkook retrocedió y resbaló porque había un poco de pintura en la parte del piso que había pisado y cayó de espaldas.
—No puede ser ¿Estás bien? Lo siento mucho conejito— se sintió muy mal y culpable. Extendió su mano hacia Jungkook para ayudarlo a ponerse de pie; pero, Jungkook al tomar su mano lo jaló hacia sí mismo causando que le cayera encima. Sus mejillas se habían tornado de un lindo tono rojizo, sus rostros estaban demasiado cerca, el silencio era absoluto y podían sentir y escuchar la respiración del otro.
—Una escultura de nosotros en este preciso momento podría ser arte por el significado que tiene para nosotros y el que podría tener para otras personas— dijo lo que a su mente llegó sin pensar si estaba bien decirlo así sin más.
—No sé que decir hyung— respondió con total sinceridad, se había quedado sin palabras.
—El arte puede estar en todas partes, no tienes que decir nada solo entenderlo— se encogió de hombros, se puso de pie y ayudó a Jungkook a hacer lo mismo.
—Ahora lo entiendo por completo— le sonrió y ambos luego de arreglar y limpiar la habitación, bajaron hacia la cocina para preparar la comida y cenar juntos como todos los días.
°•°
Espero les haya gustado
Hay más de 4000 palabras :0
Me quedé de madrugada buscando
comentarios e info dónde explicaban cómo era el museo, aún
con todo el sueño encima apunté en pequeñas notitas en mi escritorio cada cosa que me encontraba. (Había mucha info y como más de 700 comentarios en una página sobre el museo)
Ignoren mi desorden, gracias <3
Les dejé un videito también para
que vean como es el museo por
dentro y por fuera :3
Aprecien mi esfuerzo porfa o lloro :')
Dato extra que capaz ya sabían: Tae sí ha ido a ese
museo jeje
Los ama...
SweetbabyTJ <3
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