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Capítulo 10

Después de aquel día en el festival de flores de cerezo, Taehyung y Jungkook acordaron salir juntos cada que tuvieran tiempo. Tae a diferencia de Jungkook no conocía demasiados lugares de Seúl o de otras ciudades de Corea del sur, pero aún así estaba dispuesto a llevar a Jungkook a sus lugares favoritos para que los conozca; por otro lado Jungkook quería mostrarle todos los increíbles lugares que había conocido tanto dentro como fuera de Seúl.

El reloj en la pared del despacho de Taehyung indicaba que ya eran las cuatro de la tarde del sábado,  Jungkook había entrado hace ya varios minutos pues después del almuerzo Taehyung le había dicho que saldrían luego de que terminara con lo que le faltaba de su trabajo pendiente. A Tae ya le faltaba poco, pero Jungkook se encontraba muy impaciente y emocionado por saber a donde irían juntos, caminaba de un lado a otro mientras su mirada se dirigía al techo y luego el piso repetidas veces, movía sus manos de adelante para atrás y chasqueaba la lengua de vez en cuando. Taehyung alzó su mirada hacia Jungkook y él se acercó inmediatamente a él dispuesto a preguntar por información porque ya no podía aguantar no saber nada de su salida.

—¿A dónde iremos?— preguntó Jungkook dando pequeños saltitos en su sitio.

—No te diré— junto su dedo índice con su dedo pulgar y juntos los pasó por sus labios en señal de que no hablaría por más que insistiera 

—¿Por qué no?— sus labios formaron un pequeño puchero, frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Porque es una sorpresa— exclamó y con su dedo índice tocó con delicadeza la naricita de Jungkook, la cual se movió inconscientemente como respuesta provocando un ligero sonrojo en el híbrido que para fortuna de este Tae no notó por dirigir su mirada de nuevo hacia su computador.

—¿Ni siquiera una pista?— entrelazó sus manos y las acercó a su pecho como forma de ruego.

—Bien— exclamó y Jungkook sonrió enormemente ante la posibilidad de adivinar a donde irían—, es un lugar muy concurrido— contestó y a Jungkook se le borró la sonrisa de la cara.

—Oye, hay muchos así— se quejó.

—Es la única pista que te daré— apretó levemente la mejilla de Jungkook, quien le apartó la mano por el enojo.

—Te odio— espetó y le dio la espalda.

—Yo también te quiero— exclamó, apagó su computador pues ya había terminado con lo que le faltaba hacer y se puso de pie, lo tomó por los hombros provocando que este se sobresalta y volteara hacia él tan solo un poco recibiendo una sonrisa de lado de su parte y siendo empujado hasta estar fuera de la habitación—, ve a alistarte, yo haré lo mismo— sugirió.

—Esta bien hyung— asintió varias veces, subió las escaleras al segundo piso y entró en su habitación.

Buscó en su ropero, luego de buscar tanto decidió que lo ideal era ponerse un short jean azul que le llegaba por encima de las rodillas, unas zapatillas blancas, una camiseta celeste y una camisa blanca encima de esta. Por otro lado Taehyung optó por un short  celeste, unas zapatillas blancas con detalles celestes, una camiseta blanca y encima de esta un chaleco de punto color beige. 

El primero en terminar de bañarse y cambiarse fue Taehyung, quien espero pacientemente a Jungkook en la sala de estar. Pasaron tan solo unos minutos y Jungkook ya se encontraba a punto de bajar las escaleras, Taehyung lo vio desde el sofá en dónde se encontraba sentado y sonrió. Su relación fue creciendo y se fortaleció desde que comenzaron a pasar más tiempo juntos mostrándose tal y como son, sin miedos ni más secretos y eso hacía felices a ambos. Mientras Jungkook bajaba las escaleras Tae se preguntaba miles de cosas ¿Quién se imaginaría lo mucho que todo cambiaría? ¿Quién pensaría que Jungkook era muy diferente a lo que demostró en un principio? ¿Cómo es que Jungkook hizo que su perspectiva de la vida comenzara a ser diferente?

—Te ves muy bien— exclamó Tae cuando Jungkook estuve delante de él.

—Tú igual— lo halago con una gran sonrisa y tomados de la mano salieron de la casa.

Taehyung alzó la mano para tomar un taxi, le dió la dirección y junto a Jungkook en el para minutos después llegar a su destino, un parque de atracciones. Tae se encargó de pagarle al taxista y caminar hasta Jungkook quien apenas llegaron emocionado e intrigado salió del auto directo a la entrada de dicho parque.

—¿Alguna vez viniste aquí antes?— preguntó Jungkook cuando vio que Tae y se encontraba a su costado.

—Sí, cuando era muy pequeño junto a mis padres— comentó con tranquilidad, el sentimiento de culpa había desaparecido por completo gracias a su conejito.

—¿Y te divertiste?— cuestionó tras escuchar a muchos gritar, dudaba si era por la emoción o el miedo.

—Claro que sí, creo que es por eso que lo recuerdo tan bien— sonrió mientras pequeños recuerdos llegaban a su mente.

—Es genial, entonces seguro también me gustará— aseguró.

—Espero que sí— suspiró y se dirigió a comprar pases, Jungkook lo siguió y espero pacientemente, cuando Tae cumplió con su objetivo entró junto a Jungkook y busco algún juego por el que pudieran comenzar.

—Wow— exclamó Jungkook, se sentía deslumbrado por las diversas atracciones, la combinación de colores y las luces brillantes, todo era deslumbrante a sus ojos.

—¿Qué opinas de ese juego?— Tae inquirió llamando la atención de Jungkook quien dirigió su mirada a dónde su hyung apuntaba con el dedo índice.

—¿De qué trata?— preguntó por mera curiosidad, no entendía porque una persona se encontraba allí lanzando una pelota hacia unos objetos y por derrumbar todo le daban un peluche. Se acercaron al puesto cuando vieron que aquel chico se alejaba dando pequeños saltitos muy contento por el premio obtenido.

—Se supone que tienes que lanzar estas pelotas y derribar todos esos bolos, si logras hacerlo ganas y puedes escoger entre varios premios— le explicó y Jungkook asintió—. ¿Comienzas tú o yo?— preguntó

—Tú, si te veo sabré como hacerlo bien— dijo, entendía lo que se hacía, pero quería verlo intentar.

—Esta bien, intentaré ganar algo para ti— dijo y por alguna razón eso hizo muy feliz al conejito.

—Suerte— exclamó y se hizo a un lado para que Tae pudiera lanzar libremente y sin lastimarlo al mover el brazo.

Taehyung lanzó con toda su fuerza varias veces, pero le falló la puntería, por lo que en cada uno de sus intentos perdió, habían pasado ya varios minutos y Jungkook quería jugar, incluso otras personas habían llegado esperando poder jugar también, pero Tae seguía pagando para intentar.

—Otro intento más— exclamó Tae alzando la mano con el dinero en ella, pero Jungkook impidió que pagara al quitarle el dinero.

—A este paso te gastarás todo el dinero solo en esto, déjamelo a mí mejor— exclamó y entregó el dinero al vendedor quien le dio las pelotas que debía lanzar.

—Esta muy difícil no te desanimes si es que no lo logras— comentó Taehyung y se encogió de hombros.

—Ya veremos qué tal me va— sonrió dulcemente, confiaba en que lo lograría y así fue.

En el primer intento derribó todos los bolos, cuando vio que lo había logrado su expresión de sorpresa y emoción hizo sonreír a Tae que minutos antes se había sentido mal por no haber podido ganar nada para él.

—Gané— exclamó mirando a Tae y tomándolo de las manos mientras, él asintió y Jungkook dio pequeños saltitos en su sitio.

—Felicidades, escoge entre estos premios— habló el señor del puesto llamando así la atención de ambos jóvenes.

Jungkook contempló los diversos premios entre peluches y juguetes, uno en particular llamó su atención, un pequeño conejito rosado con una expresión linda y particular; lo pidió, el señor se lo entregó y Jungkook le agradeció.

—Esto es para ti— estiró sus brazos, con el peluche en sus manos, hacia Taehyung.

—Gracias— dijo luego de aceptar el regalo de Jungkook.

Ambos continuaron caminando por el parque en busca de una atracción a la que quisieran entrar. Luego de algunos minutos Jungkook divisó una gran plataforma circular giratoria que dispone de asientos acolchonados, vio como giraba con fuerza y como las personas gritaban con una mezcla de emoción y miedo, así que creyó que sería buena idea subirse ahí.

—¿Y que opinas de ese?— señaló la atracción, pero al ver el nombre no supo cómo se pronunciaba— ¿Tagarada? ¿lagada? ¿Tagara? ¿Taga qué cosa?

—Es Tagadá y la verdad no sé si sea buena idea subirnos ahí— exclamó, al notar lo grande que era ese juego su miedo a las alturas se apoderó de él, no podía ni imaginarse allí.

—¿Por qué no? Se ve interesante, aunque deberían mejorar el nombre— se cruzó de brazos al decir lo último.

—¿Y si te mareas?— cuestionó, en parte le importaba y por otra parte también buscaba una excusa.

—Tengo mucha resistencia— le restó importancia al asunto con un pequeño ademán.

—Pero— comenzó a hablar, pero se quedó callado cuando Jungkook se le acercó, tomó su brazo con delicadeza y lo miro con un puchero en sus labios y un brillo en sus ojos de pura ilusión.

—Di que sí ¿Sí?

—Bien— se dió por vencido y accedió al pedido del conejito quien lo abrazó fuerte por la emoción.

Ambos formaron parte de la larga cola de la atracción y cuando estuvieron dentro se sentaron uno al lado de otro y se agarraron de las barandas detrás de ambos, poco a poco entraron más personas hasta que estuvo lleno por completo y el juego comenzó a dar vueltas al principio muy lentas.

—¿Te puedo confesar algo? Le tengo miedo a las alturas y esto está a una altura considerable del suelo— admitió Taehyung con los cerrados, sus nudillos casi blancos por la fuerzas en su agarre en la barandas y con los pies pegados al piso mientras regula su respiracion para mantenerse tranquilo.

—¿Y por qué no lo dijiste antes?— cuestionó Jungkook con una expresión que denotaba una mezcla de molestia y preocupación.

—Porque te veías muy ilusionado por subirte— se encogió de hombros esta vez mirándolo a los ojos.

—¿Y si le decimos que nos queremos bajar?— Ante lo dicho Taehyung negó con la cabeza, no podía porque el juego ya estaba comenzando a girar cada vez más rápido y también era consciente de que debía superar sus miedos y al parecer era el momento perfecto para hacer el intento.

—No, está bien puedo hacerlo— le sonrió para demostrarle que no había ningún problema y podía relajarse, pero Jungkook no estaba muy confiado de ello.

—¿Estás seguro?— inquirió.

—Sí, no te preocupes y disfruta— afirmó.

—Esta bien— asintió y se centró solo en el juego.

Su agarre en el barandal no era tan fuerte como el de Tae pues él no tenía miedo y tampoco creía que se fuera a mover demasiado fuerte, grande fue su sorpresa cuando con un movimiento resbaló del asiento y al ponerse de pie no fue capaz de mantener el equilibrio, por lo que en el momento en que Tae notó aquello, con una mano lo tomó de la cintura con la intención de que volviera a sentarse en su sitio; sin embargo, provocó que Jungkook terminará sentado en su regazo, el híbrido por puro instinto entrelazó sus brazos alrededor del cuello de Tae quien continuaba con su mano en la cintura del híbrido, sus caras estaban tan cerca que sus respiraciones chocaban, sus ojos se conectaron por varios minutos y poco a poco las mejillas de ambos se tornaron rojizas.

—¿Estás bien?— preguntó Taehyung minutos después, el juego seguía dando vueltas por lo que era difícil hacer que Jungkook se sentara de nuevo a su lado.

—Sí, eso creo.

Ninguno de los dos sabía bien que hacer, aún en la misma posición evitaron mirarse mucho debido a la vergüenza, pero para suerte de ambos el movimiento de la atracción comenzó a detenerse por lo que rápidamente Tae hizo que Jungkook regresara a su sitio, el juego se detuvo y la gente comenzó a bajar de el en orden y entre risas y opiniones de lo que les había parecido estar dentro. Por otro lado, Taehyung y Jungkook se miraron y dejaron escapar pequeñas risas de los nervios, ambos le restaron importancia al asunto y continuaron buscando a qué otro juego subir.

—¿Te parece buena idea subir al carrusel?— preguntó Taehyung.

—Sí, se ve muy lindo e ilumina mucho— respondió Jungkook tras ver a dónde se dirigía la mirada de su hyung y notar que era una atracción muy atractiva a simple vista y tranquila como para apreciar todo lo que te rodea.

—Bien, vamos— entrelazaron sus manos y formaron cola para el juego.

Poco a poco se fue llenando y ellos pudieron subir se sentaron uno junto al otro en los caballos blancos con decorado dorado agarrándose fuerte de estos. Cuando la capacidad de personas en el juego se completo, comenzó a dar vueltas mientras una música se escuchaba y las luces brillaban al compás. Risas, sonrisas y exclamaciones de diversión y asombro salían de los labios de Jungkook quien miraba a su alrededor mientras subía y bajaba en el caballo, Taehyung admiraba como los ojos del híbrido tenían un brillo peculiar cuando notaba nuevas cosas o experimentaba nuevas emociones, le alegraba poder pasar tiempo con él y conocerse más mutuamente, pensó que sería difícil establecer una amistad con él al principio, pero ahora estaba seguro de que tenían una bonita y fuerte conexión que los haría cada vez más cercanos. Después de varios minutos el juego se detuvo y todas personas incluidas Jungkook y Taehyung bajaron de este.

—Mira ¿Ese juego te parece bien?— preguntó Tae señalando un puesto cerca de ellos.

—Claro, solo explícame de que va— contestó mientras caminaban hacia el lugar indicado por Tae.

—Tienes que tirar agua a esos patitos hasta hacerlos caer y si lo haces bien ganas— le indicó Taehyung.

—Bien hyung ¿Competimos?— propuso ya que aquel juego era entre dos, y el que ganaba se llevaba algún premio.

—No preguntes lo obvio— exclamó, le pago a la señora del puesto y ella les entregó las pistolas de agua para que comenzarán a competir.

Ambos iban muy bien, pero Taehyung quería ganar esta vez así que rápidamente volteó su pistola hacia Jungkook y le disparó un poco de agua distrayéndolo por completo

—Oye eso no es justo, juega limpio— exclamó con las manos en su cintura y el ceño fruncido, había dejado la pistola a un lado por tan solo unos momento por el enojo, se limpió los brazos con su ropa y cuando estuvo secó miro mal a su hyung.

—No te mojaste tanto— preguntó con sarcasmo, evidentemente lo había mojado más de lo que tenía planeado y eso sí había sido sin querer, pero ya estaba hecho y le causaba gracia lo sucedido.

—Ya verás hyung— tomó de nuevo la pistola de agua entre sus manos y también le disparó un poco de agua.

Para ese momento la señora que atendía el puesto se había ido pues tenía algo urgente que hacer, así que ellos con total libertad comenzaron a tirarse agua hasta que las pistolas se quedaron sin nada porque el juego había finalizado. Rieron por el hecho, ya no les importaba quien había ganado ya que de todos modos la señora no estaba y no les podía dar ningún premio, pero sobre todo porque estaban más concentrados en qué estaban mojados de pies a cabeza y que tenían hambre.

—¿Quieres algo de comer?— preguntó Taehyung.

—Sí, la verdad tengo muchísima hambre— contestó mientras acariciaba con sus dos manos su abdomen.

—Bien, tienes que probar eso— lo llevo hasta un carrito dónde vendían yeot, un postre tradicional coreano que bien puede ser líquido o sólido y dependiendo de eso puede adquirir un nombre diferente, el yeot líquido o jocheong está listo cuando se cuece poco tiempo quedando más como un jarabe pegajoso mientras que el gaeng yeot se cuece más tiempo, se solidifica en el momento en que se enfría y se le puede añadir judías, frutos secos, sésamo, entre otros. En el puesto solo había gaeng yeot y entre las opciones Jungkook eligió con sésamo, Taehyung le pagó al señor y este le entregó una porción en una bolsita transparente, ambos agradecieron e hicieron una pequeña reverencia antes de continuar con su camino.

—Esto es delicioso— dijo Jungkook mientras saboreaba el dulce que Tae le había comprado—. Me encanta, no sé cómo es que no vine acá antes— exclamó.

—Lo bueno es que ya estás acá.

—Tienes razón— asintió y continuó comiendo, sus mejillas se abultaron levemente y Taehyung no pudo evitar pellizcar suavemente una de ellas provocando una pequeña risa por parte del híbrido.

—El atardecer es hermoso— habló tras mirar el cielo y los bellos colores que lo decoraban

—Me encanta, es uno de las mejores cosas del día a día— esbozó una gran sonrisa.

—Creo que ya es hora de regresar— opinó Tae.

—Un ratito más ¿Sí?— suplicó con la manos entrelazadas cerca de su pecho y con un pequeño puchero en sus labios.

—No conejito, nos haremos tarde— replicó.

—¿Como me dijiste?— preguntó Jungkook con un pequeño rubor en sus mejillas y los labios entreabiertos preguntándose si acaso había escuchado bien.

—¿Te molesta?— preguntó preocupada por haberlo incomodado.

—No, solo no me lo esperaba, pero me gusta.

—Entonces ¿Te puedo llamar de esa forma?

—Claro que sí hyung.

—Bien conejito hay que regresar— extendió su mano hacia el híbrido.

—Vamos— asintió y tomó su mano, juntos salieron del parque de atracciones y tomaron un taxi para regresar a su casa.

—Hogar dulce hogar— dijo Tae apenas abrió la puerta de su casa y entró junto con Jungkook

—Fue una maravillosa salida— admitió el híbrido y Taehyung asintió estando de acuerdo—. ¿Mañana me llevaras a otro lugar?— le preguntó.

—Sí.

—Bien, pero también quiero mostrarte más de lo que yo conocí y que tú no sabes.

—Me parece bien, elige los lugares que quieras enseñarme ya que no he salido mucho— aceptó la propuesta.

—Así lo haré y estoy seguro de que te encantará.

Al final, ya que tenían la ropa mojada la pusieron a lavar, se bañaron y cambiaron para quedarse viendo una película sentados en el gran sofá de la sala de estar mientras comían un poco de palomitas.

°•°

Holiii

Al fin pude terminar de escribir
el capítulo, aún tengo cosas
pendientes en la uni, pero falta
poco para terminar y dedicarme
solo a escribir

Espero les haya gustado mucho.

Los ama...

SweetbabyTJ

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