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🌻•Capítulo 51

《🌻》

La luna brillaba en todo su esplendor en el precioso cielo estrellado. Era una fresca noche de Abril donde todo parecía marchar con calma en aquella ajetreada ciudad de Seúl.

Sí, parecía.

Solo dos personas se hallaban dentro de aquél apartamento. Los gemidos placenteros de cierto omega se hacían presentes en el living. Se aferraba a los reposabrazos del sofá individual mientras echaba su cabeza hacia atrás sin dejar de suspirar y jadear, repitiendo el nombre de su alfa por el excelente trabajo que estaba haciendo.

—¡Dios, sí! —se removió gustoso. —ahí, kookie, justo ahí~

—¿Y aquí? —las manos se deslizaron hacia otra zona.

—¡Mejor! No te detengas, sigue, sigue. —echó de nueva cuenta la cabeza hacia atrás. —Eres el mejor masajeador de piernas de todo el mundo, Jungkookieee~

El alfa rió bajito por los cumplidos que su amado omega le hacía una y otra vez. Jungkook se había encargado de masajear las piernas y pies de su novio desde que estas empezaron a hincharse gracias al embarazo y vaya que Jin lo disfrutaba, las manos de su alfa en serio eran mágicas, pues hacían magia en sus piernas, pies… y en otras partes también.

Pasaron varios minutos con Jeon sentado en el suelo sin dejar de masajear las piernas ajenas, hasta que empezó a sentir como sus manos empezaban a acalambrarse, así que se detuvo sin problema alguno pues SeokJin ya no sentía más molestias en sus piernas y pies. El alfa limpió sus manos con un trapito que tenía a su lado para después ponerlas en la linda barriga de casi nueve meses, donde dejó un par de caricias al sentir a su hijito moverse.

Se sentía ansioso por conocerlo y saber a quién se iba a parecer o saber si tendrá rasgos de los tres, todo eso le emocionaba. Nunca fue bueno con los bebés, pero eso no quitaba el hecho de que le gustaban mucho y deseaba tener uno propio algún día, lo cual estaba a solo semanas de cumplirse. Y lo mejor de todo es que la persona que más ama es quien lo está gestando. Jeon realmente no se esperaba ser padre tan joven, pero las cosas sucedieron y él estaba más que dispuesto a aceptar la opción que su omega eligiera, él jamás se atrevería a obligarlo a hacer algo. Pero entonces SeokJin decidió tenerlo y tanto Jungkook como Namjoon, se dijeron que apoyarían y no dejarían solo a su omega en el largo proceso.

—¿Qué piensas, Kookie? —los dedos del omega acariciaban las oscuras hebras de su alfa quien se había quedado muy pensativo con la mejilla recargada en la bonita pancita, mientras acariciaba un costado con su mano.

—Oh… —se alzó en su lugar, aún inclinado entre las piernas del mayor. Un tenue sonrojo apareció en sus mejillas sin dejar de observar el redondo vientre. Colocó ambas manos sobre el, contento de percibir los movimientos de su bebé. —Solo… estoy pensando en que ya falta poco para conocerlo…

—Lo sé… —sonrió con dulzura para después abultar sus labios. —Mierda, lo sé. —JK alzó la mirada para notar que el castaño tenía una mueca de preocupación. —Estoy muy nervioso, me da miedo no hacerlo bien…

La mano de Jeon cubrió la contraria para después regalarle una sonrisa tranquilizadora. —Lo harás bien, eres un omega increíble y muy fuerte… —Jin parpadeó conmovido pero entrelazando las manos sobre su pancita. —Además, Nam hyung y yo estaremos a tu lado todo el tiempo.

—Pero… —restregó sus ojos. —, no digas esas cosas tan bonitas que después me pongo a llorar… —la primera lágrima cayó y Jin frunció el ceño. —Oh no, ¿Lo ves? ¡Ya estoy llorando! estúpidas hormonas.

El joven alfa rió bajito para después alzarse en su lugar y limpiar las lágrimas de su omega con el pulgar. SeokJin aprovechó para colgarse del cuello ajeno y unir sus labios en un adorable pero necesitado beso que fue correspondido de inmediato. Los chasquidos se hicieron presentes al igual que una pequeña cantidad de feromonas de alfa y omega comenzaban a esparcirse con el lugar.

Se hallaban en su mundo de besos muy tranquilos, hasta que el timbre de la entrada los hizo detenerse. —Debe ser Namjoon… —musitó el omega soltando a su alfa. —De seguro se le olvidaron las llaves otra vez. —Jungkook volteó a ver al mueble donde dejaban las llaves y efectivamente ahí se encontraban las del alfa mayor. —Ábrele antes de que se le derrita mi heladoooo.

Jeon rió avanzando a la entrada. Nam había ido a comprar un bote de helado de chocolate para su omega, mientras que JK se quedó masajeando las piernas. SeokJin había seguido la dieta pre-escrita muy bien, pero ciertos días sus alfas se encargaban de consentirlo con algún postre.

Sin embargo, Jungkook se congeló en su lugar  cuando se dio cuenta que la persona detrás de la puerta no era Namjoon...

—¿H-hyung? —balbuceó perplejo. —¿Qué haces aquí? Habías dicho que no podrías venir a Seúl…

—Lo mismo te pregunto. —se cruzó de brazos. —Quería darte una sorpresa, así que fui a tu apartamento, pero no había nadie, luego te llamé al celular y no contestaste. —JK se golpeó mentalmente al recordar que había dejado aquel aparato en la habitación. —Tu vecina, una amable ancianita me dijo que ahora vives con tu novio… porque está embarazado.

Tragó grueso. Esa señora de seguro le dio la dirección, ella vende tartas de frutas y SeokJin le había encargado varias veces alegando que a su cachorrito se le antojaban mucho.

—Jeon Jungkook. —el nombrado se tensó aún más en su lugar después de escuchar su nombre completo. Estaba jodido. —, dime qué esa señora estaba bromeando, porque no te puedes convertir en padre ahora.

—Hyung…

—¿Jungkookie? —la voz de Jin se acercó tal como sus pasos y JK cerró sus ojos cuando lo vio asomarse. —¿Sucede algo?

Los ojos del joven alfa viajaron a los de su hermano beta quien tenía su mirada fija en el vientre del omega. Pero en sólo unos segundos, Jungkook había sujetado a su hermano del brazo y lo arrastró hasta salir al pasillo después de cerrar la puerta.

—¡¿Pero qué hiciste Jungkook?! —La exclamación hizo que diera un saltito.

—Dongmin hyung, p-por favor baja la voz… —había colocado sus manos sobre los hombros del beta pero estas fueron alejadas bruscamente.

—¡¿Por qué no me habías dicho nada?! ¿Te das cuenta de que acabas de echar a perder tu vida? ¡Por dios! ¡Solo tienes veintidós años! —el alfa frunció el ceño. No le había gustado para nada lo que su hermano dijo.

—Hermano yo-

No lo dejó hablar. —Se supone que saliste de Busan para trabajar y reunir dinero para tu universidad, ¡para hacerte de una mejor vida! ¿Y ahora piensas convertirte en padre? ¿No pudiste mantenerla dentro de tus pantalones? ¡Eres un irrespon-!

—¡Ya basta! —interrumpió alzando la voz inconscientemente. Escuchar a su hermano reclamarle una y otra vez lo había sacado de sus casillas. —No soy irresponsable como tú crees. Si lo fuera, no estaría a lado de mi omega cuidando de él, y si no te dije nada fue porque sabía que reaccionarías tal como lo estás haciendo ahora.

Dongmin caminó a los lados moviendo sus manos  con frustración por su cabello una y otra vez. Se sentía muy decepcionado de su hermano menor.

—Y para que te quede más claro. —carraspeó. —Sí, voy a tener un hijo y esa maravillosa persona que está allá dentro, es el omega que me convertirá en padre y de quién estoy muy enamorado.

El beta se quedó mudo al darse cuenta del tono de voz que su hermano menor utilizó, hablaba realmente serio. Abrió su boca dispuesto a decir algo más, pero unos pasos acercándose llamaron la atención del par de hermanos. El joven alfa tragó grueso al darse cuenta de quién era...

El recién llegado se detuvo frente al par, para después enarcar una ceja. —¿Jungkook? —señaló al otro con su mentón dando a entender que quería saber quién era. —¿Sucede algo?

—H-hyung… —le dió una rápida mirada a ambos. —, él es mi hermano, Jeon Dongmin…

Namjoon alzó sus cejas para después dar una leve inclinación de cabeza. —Kim Namjoon, un gusto. —se presentó con calma para después rodear los hombros de JK. —¿Pero qué hacen aquí en el pasillo? Vamos entren, traigo suficiente helado para todos. —sacudió la bolsa de plástico que contenía cuatro litros de helado de chocolate.

Y confundiendo al par de hermanos, Namjoon se colocó en medio de ambos para empujarlos dentro del apartamento. Jin, quien estaba nuevamente sentado en uno de los sofá, acariciando su vientre, enarcó una ceja confundido al ver a esos tres entrar tan juntos. Entonces pasaron varios minutos donde el ambiente en el pequeño living era… extraño. Cada uno sentado en un lugar de los cómodos sofás en silencio, hasta que…

—¡¿Cómo que él es tu hermano?! —saltó SeokJin casi atragantándose con su helado.

No había entendido que hacía ese beta en su hogar, pero no le tomó mucha importancia pues estaba muy ocupado comiendo su helado. Aún así, no podía ignorar la ligera tensión en el lazo de parte de Jungkook, hasta que finalmente comprendió a qué se debía. JK les explicó cómo llegó su hermano mientras éste se mantenía en silencio con el ceño fruncido, cosa que no pasó desapercibida por el omega y alfa mayor.

—Mi hermano no puede convertirse en padre ahora. —soltó logrando que los tres pares de ojos se posaran sobre él.

—¡Hyung! —saltó en su lugar.

—Lo siento, Jungkook. —Dongmin se puso de pie. —Te llevaré conmigo a Busan.

—¡No puedes hacer eso! —exclamó con evidente molestia. —Tengo la edad suficiente como para vivir donde se me plazca sin tener tu supervisión y-

El sonido de un utensilio cayendo al suelo llamó la atención de todos. SeokJin se había puesto de pie a una sorprendente velocidad con su rostro ardiendo de furia. Sus alfas se asustaron al sentir la gran cantidad de enojo que les comenzó a transmitir.

—Nadie se va a llevar a mi alfa. —gruñó con sus ojos comenzando a destellar. —, no me importa si eres su hermano, su padre o hasta el mismísimo presidente. —se acercó al beta quien lucía muy sorprendido. —, tú no te llevarás a mi alfa.

—Jinnie… —JK se acercó a él sujetandolo de un brazo. Namjoon hizo lo mismo.

—Amor, tranquilo… —El peliplata estaba en serio sorprendido por la reacción de su omega.

—¿Amor? —Dongmin se confundió al escuchar al otro alfa llamar al omega embarazado de una manera tan cariñosa. Volteó a ver a su hermano. —¿Qué no se supone que es tu omega?

El joven alfa tragó sintiéndose repentinamente muy nervioso. Tenía que decirlo, era ahora o nunca. —Hyung… nosotros-

—¡Tranquilo mi trasero, Namjoon! —se soltó con brusquedad. El lobo en su pecho gruñó con evidente enfado al sentir que su paz se veía amenazada por ese simple beta. —¿No ves que quieren llevarse a uno de mis alfas? —dio un paso más al confundido beta. SeokJin jaló el cuello de su camiseta para mostrar la marca. —¿Ves esto? Es la mordida que me dejó tu hermano, estamos enlazados, ¡No puedes alejarlo de mi lado!

Desde cierta etapa del embarazo, SeokJin había perdido el control de sus emociones y explotaba fácilmente… aunque ahora tenía una razón de gran fuerza para reaccionar así. Aunque Jeon Dongmin no se inmutó por todo lo que el omega había dicho, lo que realmente lo dejó sin habla fue la marca que se le mostraba con desesperación. La observó con incredulidad para después regresar la mirada a su hermano.

—Una mordida… ¿En serio te enlazaste, Jeon Jungkook? —estrelló la palma de su mano contra su frente. —Por todos los cielos, ¿Qué has hecho?

—¡Oye! no me ignores porque- ¡ah! —soltó un siseo rápidamente llevando sus manos al vientre bajo después de sentir una punzada. El par de alfas exclamaron el nombre de su omega al unísono al verlo doblarse en su lugar.

—¿Estás bien? —había preguntado el alfa mayor pero SeokJin simplemente negó con su mano, tomando una profunda bocanasa de aire después de que el pequeño dolor se le pasó.

—¿Seguro? —preguntó esta vez el joven alfa.

—Sí, sí… —una vez más, respiró con profundidad, para entonces volver a enderezarse. —, solo pateó… creo que también está molesto con toda esta situación, porque alguien… —le dedicó una mirada para nada agradable al beta. —quiere llevarse a su padre...

Jeon Dongmin no pudo evitar tragar sonoramente ante la fuerte mirada que el omega le dio. Tenía que admitir que se sintió intimidado, pero aún así no pudo evitar observar la escena frente a sus ojos muy consternado. La manera en la que su hermano menor y ese alfa miraban al omega, como se preocupaban por él, como ambos profesaban su amor a la misma persona...

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó logrando que todos voltearan a verlo. —¿Jungkook?

—Hyung… —relamió sus labios soltando a su omega y así dar un par de pasos frente al beta. —, lo que sucede es que… n-nosotros-

En solo unos segundos se vio interrumpido cuando Namjoon pasó un brazo por los hombros de Jungkook, colocó los dedos en el mentón ajeno, para entonces girar el rostro y finalmente, unir sus labios. El joven alfa abrió los ojos en grande… pero no hizo ni el más mínimo intento de separarse, así que Namjoon lo invitó con sutileza a mover sus labios, cosa que obedeció a pesar de estar sorprendido.

El contacto solo duró unos efímeros segundos, pero fueron más que suficientes para dejar a los demás presentes sin habla. El alfa mayor detuvo el beso, pasando la lengua por el labio inferior de su menor de manera lenta, logrando que el sonrojo se extendiera hasta sus orejas. Nam sonrió alejándose un poco de Jungkook pero sin retirar su brazo de los hombros ajeno, para después enarcar una ceja y soltar una baja risita. —¿Eso responde a tu pregunta?

El beta se había quedado mudo y SeokJin tenía la boca abierta conteniendo un chillido de emoción. Por otra parte, Jungkook estaba sumamente sonrojado y Namjoon mantenía una sonrisa de orgullo sin dejar de ver al hermano de su pareja. Sin embargo, Dongmin pasó las manos por su rostro, soltó un suspiro y después de negar, se dio media vuelta y salió de ahí ante la vista de todos.

—¡H-hyung! —dió un rápido paso pero se detuvo al instante para ver a su omega.

—¿Por qué me miras? ¡Ve tras él! —Jin hizo un movimiento con sus manos para que se apresurara a salir. JK asintió para después salir corriendo del apartamento y tratar de alcanzar a su hermano.

SeokJin dejó salir un largo suspiro para después sentarse con lentitud en uno de los sofá. Posó una mano en su extrañamente duro vientre donde acarició con calma para tranquilizar a su inquieto cachorrito. Otra mano se colocó sobre la suya que le hizo abultar sus labios en un pronunciado puchero.

—Te pasaste, Namjoon. —musitó mirando a su alfa con el ceño fruncido.

Nam rió bajito rascando su nuca. —Era más fácil hacer eso que explicarle, ¿No crees?

—Bueno, si… —acarició en el área donde sintió una nueva patadita. —, obviamente eso disgustó al hermano de Jungkookie, pero oye… —lo codeó con una risita. —, a mí me encantó, hagan eso de nuevo.

Soltó otra risita. —Lo que tú pidas… —se sentó a su lado, entrelazando sus manos sobre la adorable pancita. Una sonrisita cruzó en el rostro de ambos, donde solo unos segundos después ya tenían sus labios unidos en un lento pero tierno beso.

El omega jadeó bajito llevando la mano libre a su pecho después de sentir cierta tensión en el lazo para entonces detener el beso y mirar a su alfa con preocupación. —Nam… ve tras Jungkook, por favor… —pidió bajito, plantando otro corto besito en los labios contrarios. —, hablen ustedes dos con su hermano… mañana hablaré yo con él.

Asintió. —Está bien… —besó la frente de su omega después de ponerse de pie. —, volveré con él pronto.

—No te preocupes, los esperaré en la cama. —restregó un ojo para después bostezar. —solo espero no dormirme…

Un par de minutos después, Namjoon había salido por la puerta dejando a su omega solo. SeokJin se había quedado en el sofá, simplemente bostezando y acariciando su vientre en círculos sin dejar de pensar en lo preocupado que se sentía por Jungkook porque lo sentía triste. Aún así no pudo contener otro bostezo pues tenía mucho sueño no podía negarlo pero no quería dormirse, quería esperar despierto a sus alfas y saber qué más pasó. Así que con cuidado se puso de pie y avanzó con pasos perezosos hasta la cocina para comer un poco de helado de chocolate, tal vez eso podría despertarlo un poco.

Sin embargo, se detuvo a medio camino cuando una sensación extraña recorrió su cuerpo y una inusual humedad le invadió. Parpadeó un par de veces tratando de procesar su sentir, pero se congeló en su lugar y su mente se quedó en blanco cuando miró sus pantalones de pijama empapados comprendiendo inmediatamente lo que eso significaba. —Ay no...

🌻

Lo que sintió a través del lazo, es algo que realmente no deseaba volver a experimentar. Al momento en el que Taehyung se desvaneció en el sofá, Hoseok sintió un horrible vacío en su conexión, como si su amado Taehyung se hubiera evaporado. Fueron solo un par de segundos, pero el corazón del alfa dolió terriblemente al no sentir a su otra mitad.

Sin embargo, Jung no se esperaba un golpe en su nuca que desordenó sus cabellos. Frunció el ceño llevando la mirada al otro alfa quien mantenía una expresión de molestia. —¿YoonGi? ¿Por qué mierda me golpeas?

—Controla tus malditas emociones. —gruñó, regresando su atención a Taehyung. —Date cuenta que lo estás abrumando con tu enojo, ¿Olvidas que están enlazados? Todo lo que te afecte a ti le afecta a él, idiota.

YoonGi de verdad estaba molesto. Cuando vio a Taehyung ingresar al living, de inmediato se dio cuenta de su malestar y cuál era su causa, sobre todo cuando Hoseok venía echando humo por la nariz cuál toro enojado. El pálido alfa, se había encariñado tanto con Taehyung, lo trataba como el hermanito que siempre quiso. Lo consentía con dulces, reía con él y sobre todo, lo cuidaba. Por eso se sintió preocupado al verlo tan pálido y se molestó al ver que Hoseok no se controlaba.

Hoseok desvió la mirada viendo como su hermanito salía de la sala a prisa. Se sentía estúpido, enterarse de todo le hizo sentir demasiado furioso que no midió su temperamento.

—No puedo creer que no te dieras cuenta del malestar de Taehyung. —bufó. —¿Si comprendes que también venía asustado? Dijiste que muchos paparazzis se les fueron encima. No sé tú, pero mi prioridad sería cuidar de mi omega, y una vez que nos alejáramos de esas personas, lo primero que haría sería asegurarme de que se encuentra bien, ¿Hiciste eso? ¿Lo tranquilizaste?

El alfa frotó su rostro, ahora mirando a su inconsciente omega. Sujetó una de sus manos sin dejar de pensar. Estaba demasiado preocupado porque los paparazzis no lastimaran a su chico, que él fue quien terminó haciéndole daño.

Hoseok era consciente de que debía controlar la intensidad de sus emociones, principalmente la de enojo, pero la situación lo superó. Sobre todo cuando sintió el miedo de Taehyung por culpa de todas esas cámaras que los seguían; lo único que quería era sacarlo de ahí lo más rápido posible y lo hizo pero también necesitaba respuestas.

—Lo estaba haciendo, pero Sejin respondió mi llamada y todo el camino yo-

—Venías discutiendo. —Min rodó los ojos, viendo a su omega acercarse y entregarle un algodón con alcohol. —No le diste ni un solo momento de calma desde entonces, idiota. —negó tratando de mantener su compostura, conteniendo sus ganas de darle otro golpe al azabache. —Comprendo tu molestia, pero lo pusiste en su límite cuando llegaste aquí cuestionando a Jimin.

Jung bajó la cabeza sintiéndose pésimo por todo lo que acababa de pasar con su pequeño. No podía evitar reprenderse mentalmente por no haberse controlado. Y especialmente el lobo en su pecho gruñía furioso por el descuido hacia su omega.

—Y comprendo que sean nuevos en esto del lazo, pero tienes que entender que principalmente las emociones negativas en gran cantidad, harán que tu pareja sienta náuseas, vomite o cuando ya siente que es demasiado, se desmaya. —YoonGi volteó a ver al alfa quien se sentía culpable. —Taehyung tiene que aprender a sobrellevarlas y así el malestar sea mínimo, pero también tú, tienes que medirte, piensa en él antes de reaccionar así.

Jimin acariciaba la espalda de su hermano tratando de animarlo. El lazo no solo era una mordida y ya, ambos tenían que aprender a regular sus emociones negativas para no dañar al otro. Eso, por supuesto que Hoseok y Taehyung no lo habían entendido, pues sus días en Hawaii fueron solo amor y risas, no hubo espacio para lo negativo. Pero todo fue diferente al regresar a Corea, Hoseok no se esperaba nada de lo que estaba pasando, así que no pudo evitar que su enojo y frustración salieran a flote.

—Disculpa, Jiminnie…  —musitó arrepentido. —No quise hablarte así, venía con la cabeza caliente y no podía pensar con claridad.

El rubio sonrió apegándose a su hermano. —Está bien, lo entiendo, sabía que no estabas molesto conmigo si no con todo lo que pasó. —dejó un besito en la mejilla ajena. —ahora, será mejor que lleves a Tata arriba y lo relajes, al rato hablamos del tema, ¿si? Taehyung es más importante ahora.

Hoseok asintió observando como Taehyung fruncía el entrecejo y se removía gracias al algodón con alcohol que YoonGi pasaba por su nariz. Jung suspiró aliviado al sentirlo de nuevo por el lazo, que intentó acercarse a su omega pero otro golpe en su nuca lo hizo detenerse. Frunció el ceño mirando a su cuñado.

—Mide tu preocupación. —habló serio. —Taehyung aún está susceptible y si le transmites eso, las náuseas podrían volver, así que trata de relajarte un poco. —Hoseok suspiró. —confía en mi, hombre, tengo años enlazado con tu hermano y sé lo que debo de hacer para no hacerle sentir mal.

Asintió para después acercarse a su omega quien comenzaba a despertar, dejó un besito en la frente ajena para después tomarlo en brazos y salir del living. Tae suspiró al percibir la esencia de su alfa tan fuerte que restregó su rostro en lo que parecía ser el pecho.

Una vez llegaron a una de las habitaciones, el cuerpo fue depositado con cuidado. Taehyung soltó un bajito suspiro, abriendo despacio sus ojos sintiéndose confundido al no reconocer el lugar donde se encontraba. —¿H-Hoseok? —su voz había salido bajita mientras parpadea mirando a su alrededor.

—Aquí estoy. —ingresó a la habitación con toalla húmeda en sus manos. Taehyung se recargó en sus antebrazos, viendo a su alfa acercarse y sentarse a su lado. —Todo está bien, acuéstate…

El omega asintió volviendo a acostarse correctamente sin dejar de observar a su alfa quien lucía una mirada triste. Taehyung no entendía nada; lo último que recordaba era haberse sentido muy mal y luego despertó en ese lugar. Abrió su boca para decir algo, pero Jimin entró a la habitación para dejar un vaso con agua y una paleta de caramelo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó una vez su hermanito salió. Pasó la toalla húmeda por el suave rostro ajeno que apenas estaba retomando color. —¿Ya no tienes malestar? ¿Náuseas?

Tae parpadeó pero negó llevando una mano a su pecho. Abultó sus labios y una mueca de preocupación apareció en su rostro. —Hoseok, ¿Por qué estás triste?

Suspiró tomando el vaso con agua para después ayudar a su omega a beber un poco. —Soy un tonto, lo lamento… —murmura dejando el vasito en el mueble de al lado.

Los ojitos azules se abrieron enormemente al escuchar las palabras de su alfa para después fruncir el ceño. —No eres un tonto.

Hoseok esbozó una pequeña sonrisa por la seriedad de su novio. —Si lo soy… —su expresión volvió a tornarse seria bajando la mirada a sus manos. —No medí la intensidad de mis emociones e hice que te sintieras mal, hasta terminar desmayado.

—Yo… ¿Me desmayé? —Hoseok asintió. Tae miró a su alfa en silencio. —Estabas… estabas muy enojado… —llevó su mano libre al pecho. —lo sentía aquí… no me gustó. —murmuró bajito.

—Lo sé, lo siento… lo siento muchísimo… —tomó ambas manos del más joven y las besó. —No volverá a pasar… ¿Me perdonas por ser tan estúpido?

Taehyung jadeó. —¡Esa es una mala palabra! —Hoseok rió bajito. —Te perdono… pero no digas que eres estúpido. —volvió a jadear cubriendo su boca con las manos.

—Hey, tranquilo… —rió acariciando sus cabellos. —nadie sabrá que hemos dicho una mala palabra, será nuestro pequeño secreto, ¿De acuerdo?

El lindo ojiazul asintió acompañado de una risita, para después abrazarse a su alfa, pegando su oreja justo a la altura del pecho. Calma… finalmente percibía la calma. El corazón del alfa latía con normalidad, brindándole tranquilidad a su omega. El lazo, tal cual, las emociones que habían asustado a Taehyung ya no estaban más y eso lo hizo suspirar tranquilo. Todo el malestar que una vez sintió, se desvaneció con la paz que irradiaba este íntimo momento.

Se relajaron tanto, que solo bastaron unos segundos para que ambos terminaran acostados en la cama muy juntitos. Taehyung mantenía su rostro hundido en el cálido pecho de su alfa y este recargaba su mentón en la cabeza de su omega, al mismo tiempo en el que le dedicaba caricias en la espalda.

—Hoseok… —llamó con voz pequeñita sin moverse de su lugar. Se sentía muy cansado mentalmente, la calidez de su novio lo calmaba, además el alfa había liberado feromonas para que Tae se sintiera relajado y seguro en ese lugar.

—¿Sí?

—¿Por qué…? —bostezó. —¿Pow qué esas personas nos tomaron muchas fotos?

Se quedó en silencio unos segundos para después plantar un besito en los suaves cabellos. —Te lo contaré después, lo prometo. Recién te estás recuperando de lo que pasó y no me gustaría que te sintieras mal de nuevo… además, estás cansado, ¿no?

Asintió despacio para apegarse más al cuerpo de su alfa y suspirar profundamente su aroma favorito el cual lo estaba adormeciendo cada vez más. No pasó mucho tiempo para que finalmente Taehyung se quedara dormido, haciendo que el alfa suspirara tranquilo para después dejarle un besito en la frente y luego salir de la cama.

Después de darle un último vistazo a su omega, salió de la habitación dispuesto a hablar con YoonGi y Jimin. Aún tenía muchas dudas y necesitaba que se las aclararan para poder solucionar toda esta jodida situación. Así que una vez llegó al living se encontró con el lugar ya limpio, sin ningún rastro de envolturas de frituras, vasos vacíos, solo las almohadas seguían en la alfombra donde se encontraba el lindo matrimonio observando a su cachorrito acostado, sacudiendo sus piecitos y aplaudiendo con sus manos porque sus padres besaban sus regordetas mejillas una y otra vez haciéndole reír.

Sin embargo, detuvieron su momento familiar cuando Hoseok se acercó a ellos y tomó al cachorrito en sus brazos quien balbuceó feliz al ver a su amado tío.

—¿Taehyung se durmió? —preguntó YoonGi sentándose en un sofá, a la vez en la que Jung se sentaba en otro.

Asintió acomodando a SeokGi en sus brazos. —Ya está mejor, se sentía cansado así que se durmió. —sonrió cuando su sobrinito movió sus manitas frente a él. —Hola, cachorrito~

Después de unos minutos jugando con SeokGi, este pasó a los brazos de su padre alfa. Hoseok se puso serio luego de soltar un largo suspiro, lo que sea que tuvieran que hablar sería ahora.  Y lo hicieron, Jimin comenzó a contarle que se encontró esas fotografías en la red junto con unos artículos de pésimo gusto. También le explicó que no quiso decirle nada porque él mismo se quería encargar de eliminar esas notas.

—Jimin… —suspiró tratando de mantenerse sereno. —exactamente, ¿qué decían esos artículos? —el joven matrimonio intercambió miradas. Ese gesto no le agradó al alfa. —, quiero la verdad.

Jimin volteó a ver a su alfa muy acongojado.

—Tiene que saberlo. —habló YoonGi palmeando la espaldita de su bebé quien ya se estaba quedando dormido.

El omega abultó sus labios mientras buscaba en su celular las capturas que le había hecho al artículo que inició todo. Una vez las encontró, le entregó el teléfono a su hermano mayor, preocupado por la reacción que podría tener. Sin más, Hoseok frunció el ceño al empezar a leer, pero eso sí, se mantuvo en total silencio durante dos largos minutos, el único sonido era el de su fuerte respiración mientras releía el ridículo artículo una y otra vez.

Jimin miró a su hermano muy confundido cuando este le entregó de vuelta el celular sin decir nada. Hoseok se puso de pie, caminando a los lados como animal enjaulado mientras restregaba su rostro con las manos una y otra vez.

—Los voy a demandar. —soltó sin más, muy seguro de sus palabras, deteniéndose frente al matrimonio. —a ese jodido paparazzi y su jodida empresa, los voy a hundir.

—Pero Hobie-

—Es la nota más malditamente amarillista que he leído en mi vida. —gruñó. —¿Cómo se atreven a decir tales cosas de Taehyung?

—Lo sé, yo-

—Taehyung no le ha hecho ni un maldito daño a nadie como para que ahora esté recibiendo ese odio, ¡Por eso quería tenerlo alejado de los medios! —empezó a caminar nuevamente lado a lado para tratar de controlarse.

—Hoseok. —llamó YoonGi logrando que el furioso alfa detuviera su ansioso andar. —Lamento decirte esto pero, hay más.

Frunció más el ceño. —No me jodas.

El joven matrimonio le enseñó la nota que habían salido hace solo unas horas. El rostro de Hoseok se hallaba rojo mientras no dejaba de mover su pierna con insistencia. Definitivamente ya se habían sobrepasado con sus notas y sus estúpidas especulaciones, ¿A esa gente qué mierda les importa lo que haga con su vida?

—Es que no puedo creerlo… ¡Hasta a Rosé fueron a molestar! —lanzó el celular al sofá. —ella quería mantener su embarazo en privado y con esta jodida nota lo acaban de hacer público. —gruñó con su mente a mil por hora pensando en lo que iba a hacer. —No tienen idea de la jodida demanda que les llegará. De mi, pueden hablar la mierda que quieran, no me importa; pero que hablen mal de Taehyung y que molesten a Rosé en su estado, no se los perdono.

—Hey, relájate un poco. —YoonGi pidió meciendo a su bebito. —Comprendo muy bien tu enojo y tienes todo el derecho de estar echando humo por las orejas, pero si no le bajas a tu intensidad, Taehyung podría despertarse y no querrás que se ponga mal de nuevo, ¿Verdad?

Taehyung. La simple mención de su omega lo hizo detenerse y poner la mente en blanco en solo unos segundos. Suspiró tratando de mantener la calma para después dar una profunda respiración y así sentarse en el sofá, pasando una mano por su cabello de manera ansiosa sin dejar de mover una pierna. En su mente se formulaban una y mil formas de cómo proceder con la jodida situación, pero de qué hará algo, lo hará.

—Hobie… —la voz de su hermanito logró sacarlo de sus pensamientos. Jimin se sentó a su lado. —¿Tú ya sabías del embarazo de Rosé?

—¿Eh? Por supuesto que lo sabía. —dejó caer la espalda contra los esponjosos cojines. —Ella ayudó a Taehyung en... un pequeño incidente en el centro comercial hace unos meses y ahí me lo dijo. —omitió que su omega y su sobrino se le habían perdido. El par no tenía ni idea de lo que había pasado aquella vez y Hoseok no pensaba decírselo, había sido un horrible descuido suyo.

Jimin abrió los ojos en grande. —¿Ella y Taehyung se conocen?

Asintió. —Fue algo inesperado pero sucedió… ella me contó de su embarazo y ahí mismo me aclaró que el bebé no es mío.

—Ya veo… —jugó con sus dedos—, pero… ¿y si te mintió? no sé Hobie esto me parece muy sospechoso…

—¿Qué? —se sentó con el ceño fruncido observando confundido a su hermanito. —¿Por qué lo dices? Rosé no es capaz de mentirme con algo así. —Jimin abultó sus labios. —Oh vamos, Jimin… ¿No me digas que te creíste lo que esos artículos decían sobre ella y yo?

—E-es que si lo piensas bien, tiene sentido… —bajó la mirada sintiéndose regañado. —Ella lo oculta, además que-

—Jimin, ella misma me dijo que el bebé es de Mino, del tipo con el que me engañó. —dijo sin titubear.

YoonGi rodó los ojos al ver al par de hermanos "discutir" del tema. Así que en lugar de meterse, optó por seguir arrullando a su cachorrito y a olfatear sus cabellitos, percibiendo el encantador aroma a leche y talco que tanto le relajaba.

—Pero Hobie… —insistió. Jimin ya tenía sus dudas, pero leer esos artículos hizo que sintiera más curiosidad. —Yo la vi la semana pasada y se veía muy diferente… estaba muy delgada, se veía cansada… se veía enferma.

Suspiró no entendiendo a qué iba el tema.

—Hobie, ¿sabías que para que un embarazo sea saludable, el padre del cachorrito tiene que estar a lado de la madre? —Hoseok frunció el ceño. —, si no están juntos, la carga para la madre es aún más grande, ella y su lobo enferman al sentirse abandonados por su alfa, siente que ella y su cachorrito fueron rechazados. —con su mano, Jimin cubrió la de su hermano quien lucía muy consternado. —Hoseok, no es normal que Rosé se vea así en esta etapa del embarazo…

El alfa parpadeó un par de veces sin dejar de ver a su hermanito a los ojos. Su cabeza estaba revuelta de muchos: "¿Y si…?" Pues lo que Jimin decía —por más que quisiera negarlo— tenía sentido. Sobre todo cuando recordaba la pequeña charla que tuvieron aquel día en el centro comercial, cuando notó lo enferma que lucía.

Tu salud… ¿te encuentras bien? —había preguntado con preocupación.

¿Por qué lo preguntas? —ahora que lo recordaba su voz había salido titubeante.

Estás más delgada y pálida… ¿estás pasando por algo? ¿necesitas ayuda? —Hoseok realmente se había sentido preocupado al verla así que no pudo evitar ofrecer su ayuda.

La notaba nerviosa, mientras relamía sus labios y jugaba con sus manos, como si no tuviera el valor de decir lo que le pasaba, hasta que finalmente se atrevió a hablar: —E-estoy embarazada.

Hoseok recuerda perfectamente cómo sintió su corazón detenerse y su garganta secarse en el instante en el que escuchó salir esas dos simples palabras. ¿Es mío? ese pensamiento había cruzado por su cabeza pero como si Rosé hubiera leído su mente, de inmediato aclaró. —No es tuyo si te lo preguntas… es de Mino.

Mino, ah claro… el alfa con el que la encontró en la cama. Hoseok había dejado salir el aire contenido sintiéndose más relajado. Pero entonces ella le respondió que tenía tres meses… los tres meses exactos que llevaban separados, aunque claro, en ese momento Hoseok no le tomó la debida importancia a ese detalle, solo pensó que las fechas concordaban con la infidelidad, sin embargo… no le quiso pasar por la cabeza que ellos habían tenido intimidad días antes.

Pero entonces la omega dijo que ella y aquel alfa estaban juntos, que el alfa se estaba haciendo responsable. Eso hizo que Hoseok se tranquilizara para poder dejar de lado el tema de la paternidad… o quizás solo quería evitarlo. Pero decidió cambiarlo para regresar al tema de su salud. Honestamente se sentía preocupado pues jamás la había visto así, que no pudo evitar preguntar su estado, a lo que ella respondió que el bebé está absorbiendo todo pero ya se encontraba en tratamiento médico con unas vitaminas que le ayudarían a ganar peso y resistencia. Sin embargo, no pudo preguntar otra cosa más por que Taehyung llegó hasta donde se encontraban. Pero Hoseok no podía evitar recordar lo enferma que ella lucía, sobre todo ahora que Jimin le mencionaba ese detalle.

—¿Hobie? —llama sacando al alfa de sus pensamientos.

Soltó un largo suspiro. —Es que no puede ser posible, yo… no puedo hacerle esto a Taehyung, todo esto es- —detuvo su habla para mirar fijamente a su hermano. —Su aroma.

—¿E-eh?

—Se supone que la persona embarazada comienza a desprender el aroma del padre cuando se comienza a gestar, ¿no es así? —preguntó esperanzado. —, tu olías mucho a YoonGi al inicio de tu embarazo.

—B-bueno sí, pero-

—Rosé no olía para nada a mí cuando hablamos aquella vez. —recordó. —, solo era su aroma a cítricos algo débil… pero el del bebé no recuerdo haberlo percibido.

Jimin se quedó en silencio, observando a su hermano mayor quien lucía bastante nervioso. Dejó salir un largo suspiro después de relamer sus labios y colocar una mano en la inquieta pierna de su mayor. Los nervios también se lo estaban comiendo vivo, pero también la curiosidad. —Tu… ¿Sabes cuantos tiempo de embarazo tenía ella en ese entonces?

—Tres meses. —respondió más que seguro. —, el tiempo exacto que llevábamos separados y te lo repito, ella me dijo que su hijo era de Mino, que este fue concebido esa vez que… —desvió la mirada. No podía negar que recordar ese momento aún le dolía. Había sido un golpe muy duro a su corazón y a su orgullo. —e-esa vez que los encontré juntos.

El omega miró afligido a su hermano, sujetando su mano para demostrarle su apoyo emocional. Le dolía saber que su maravilloso hermano había pasado por un momento tan horrible como ese, pero no se podía imaginar cuando dolor pudo sentir en ese instante que él vio tal escena. Un corazón roto debe ser uno de los sentimientos más dolorosos que pueden existir y es algo que jamás desea experimentar.

—Por supuesto que no percibiste tu aroma… o el  de quien sea el padre. —Interfirió YoonGi recostado en la alfombra con su cachorrito descansando en su pecho. —, recuerdo que mi aroma solo se hizo presente durante los primeros dos meses. —Informa con calma desde su lugar, manteniendo sus ojos cerrados y acariciando la espalda de su adorable hijito. —, ya a partir del tercero, mi aroma desapareció casi en su totalidad, luego el de Jimin se debilitó, para comenzar a dar paso a la esencia de bebé.

—No puede ser… —se dejó caer por completo al sofá, a la vez en la que cubría su rostro con extrema frustración y nerviosismo. —, es suficiente.

—Hobie… perdóname, no debí sacar el tema…

—No, no. —suspiró poniéndose de pie. —, esto es algo que tarde o temprano tenía que suceder, pero ya me cansé de hacer malditas suposiciones; mañana iré a hablar con Rosé para aclarar la paternidad de ese bebé de una vez por todas... y tú. —señaló a YoonGi quien abrió los ojos ante el tono utilizado. —mañana me acompañarás a la editorial que creó esos jodidos artículos.

El pálido alfa frunció el ceño. —¿Para qué necesitas que yo te acompañe?

—¡No lo sé! ¿Tal vez para golpearme cuando esté a punto de perder el control? —dijo con evidente sarcasmo.

—Esa idea me gusta. —aceptó de inmediato chasqueando sus dedos. —, cuenta conmigo.

Hoseok rodó los ojos saliendo del living, dispuesto a irse con su omega. El joven matrimonio simplemente se encogió de hombros al verlo salir a grandes zancadas… vaya que el día que se venía iba a ser uno muy estresante.

🌻

Una cálida mañana había llegado, la figura que hasta hace solo un par de minutos se hallaba en un profundo sueño, ahora iba caminando por el pasillo con toda la pereza del mundo y su cabello revuelto. Soltó un largo bostezo a la vez en la que restregaba su ojo derecho y abultaba sus labios… la imagen en serio era adorable.

Se detuvo unos momentos en medio de las escaleras al darse cuenta de que finalmente estaban de regreso en el penthouse de su guapo alfa, ya no estaban más en Hawaii. Todo el lugar estaba impregnado del aroma a canela, roble y manzanas de Hoseok y eso hizo que el omega suspirara encantado. Pero también un delicioso aroma llegó a sus fosas nasales… al parecer Hoseok estaba preparando el desayuno.

Sin más, terminó de bajar las escaleras con toda la calma del mundo dejándose guiar por el aroma a comida. Aún con sus ojos más cerrados que abiertos, logró divisar a alguien frente a la estufa, así que avanzó hasta ahí, rodeó la cintura con sus brazos, para después recargar su mejilla en la espalda ajena. Sin embargo, al momento de respirar con profundidad, una fragancia a duraznos fue lo que logró percibir. Sorprendido, se separó para parpadear un par de veces y así darse cuenta de que esa persona no era su alfa.

—¿Jiminnie? —dijo confundido. Esperaba encontrarse con Hoseok pero no se esperaba para nada ver al omega ahí.

Soltó una risita girando en su lugar. —Hola TaeTae~ —saludó después de apagar la estufa. Volvió a reír al ver el rostro adormilado y de confusión del más joven. —, Hobie no está si te lo preguntas.

Entonces Taehyung abrió bien sus ojos. —¿No está?

Negó. —Él y YoonGi fueron a hacer unas cosas, probablemente regresen hasta en la tarde, por eso SeokGi y yo vinimos a quedarnos aquí contigo.

—Oh… —llevó una mano a su pecho, cosa que no pasó desapercibida por el otro.

—Tranquilo, de seguro te llamará pronto. —dijo tratando de ordenar los cabellos de su menor. —Pero mientras tanto, ¿Por qué no desayunamos? Aprovechemos que SeokGi está dormido, anda.

Y así fue, el par de omegas desayunaron con calma, entre pequeñas charlas sobre el viaje a Hawaii. Jimin se sentía sumamente feliz por Taehyung, le alegraba que disfrutara al máximo su primer viaje, lo notaba en sus brillantes ojitos cuando contaba todo lo que había visto. Le hablaba de las tortugas, los delfines, el acuario, del paseo en barco de todo y con solo ver lo feliz que lucía al hablar, Jimin podría pasar todo el día escuchándolo.

Además Taehyung le tenía muchísimas confianza a Jimin, a él le confiaba los temas de los cuales le avergonzaba hablar con Hoseok. Le gustaba hablar con Jimin porque siempre lo aconsejaba y resolvía cualquier duda que tenía respecto a qué hacer en su relación con su alfa. También SeokJin, pero a pesar de que Taehyung quería mucho al omega, sabía que muchas veces era muy imprudente y le avergonzaba la manera tan directa en la que decía las cosas, aún así, también era buen consejero y muy buen amigo.

—Y bien, ¿no me vas a hablar de ya sabes? —lo codeó alzando sus cejas y sonriendo travieso.

Ladeó la cabeza confundido deteniendo los movimientos del juguete frente a SeokGi. —¿De qué?

—¡De cuando lo hicieron tú y Hoseok!

El rostro y orejas de Taehyung rápidamente se tintaron de un intenso carmín. Soltó el juguete y cubrió sus mejillas al sentir el calor en ellas. El pobre omega se avergonzó cuando recordó todo lo que él y Hoseok hicieron en la cama… la manera en la que se sintió, la manera en la que le hablaba, la manera en la que lo tocó, todo…

—Ay Taeee~ eres tan tierno.  —rió atrapandolo en un corto abrazo. —, estoy seguro que todo fue grandioso y te sentiste muy bien, ¿verdad?

Asintió aún con timidez. —Hoseok fue muy amable conmigo y yo- —se detuvo para llevar su mano a su pecho cuando una extraña sensación le invadió. Inmediatamente le dio una mirada asustada a Jimin. —Hoseok…

—¿Qué? —se separó para verlo bien a los ojos. —¿Qué sucede?

—Otra vez… —musitó con voz trémula. —, Hoseok e-está enojado…

—Okay, okay, tranquilo… —se colocó con rapidez frente a él posando sus manos sobre los hombros del nervioso omega. —, respira profundamente y trata de relajarte, no permitas que el malestar te gane.

Taehyung acató lo que Jimin le dijo; comenzó a inhalar y exhalar con lentitud y profundidad. Afortunadamente, esta vez lo que Hoseok le transmitía no era tan intenso, aún así no le agradaban esos sentimientos, no eran bonitos. Tristemente la sensación de náuseas comenzó a aparecer como la noche anterior y Taehyung quiso llorar.

—Hey, tranquilo… —habló el omega mayor con voz suave al notar la respiración temblar. Con ambas manos tomó la contraria, dejándole sutiles caricias en el dorso. —, estoy aquí, ¿no es muy intenso, verdad?

—N-no me gusta… —respondió respirando y tragando una y otra vez. La sensación no era para nada agradable.

—Lo sé, lo sé… solo respira, y trata de pensar cosas bonitas, es la mejor forma de sobrellevar esas emociones negativas. —realmente estaba intentando ayudar, pero al parecer no funcionaba y eso le comenzaba a frustrar.

Pero Jimin estaba casi seguro de que el enojo de Hoseok se debía a que probablemente se encontraba enfrentando a los responsables de aquellos horribles artículos. YoonGi había ido para intentar calmarlo pero al parecer no estaba funcionando porque las náuseas se estaban apoderando de Taehyung.

—Jiminnie… —sollozó bajito. Sin embargo, poco a poco la sensación desagradable comenzó a disminuir, por lo tanto Taehyung logró respirar con más calma y las náuseas disminuyeron.

—Está bien, está bien… —frotaba la espalda. —¿Te cuento algo? Yo también estuve así por un tiempo cuando recién me enlacé a YoonGi…

—¿D-de verdad? —miró a su cuñado con ojitos cristalizados gracias a las lágrimas que comenzaron a asomarse por el malestar.

Jimin asintió sintiéndose mal por Taehyung al ver sus preciosos ojitos azules cristalizados. Ya regañaría a su hermano después por hacer que el tierno llega se sintiera mal de nuevo. —YoonGi… antes solía enojarse mucho, no tenía mucha paciencia, era muy fácil que algo o alguien o alguna situación lo hiciera molestar. Aunque conmigo nunca se molestó pero sí con otras personas y por consecuencia, todo lo que me transmitía me hacía sentir tal como tú te estás sintiendo ahora…

El dulce omega abrió sus ojitos en sorpresa. Desde que conoció a YoonGi se ha dado cuenta de que el alfa es muy tranquilo y muy paciente. Todas las situaciones, sin importar cuál sea, las resuelve y toma con calma. Nunca lo ha escuchado alzar la voz ni nada cercano a eso, por eso le sorprendió en demasía que Jimin le dijera eso.

—Por tu expresión, me da a entender que estás sorprendido o que no me crees. —se rió bajito acariciando los aún desordenados cabellos, aliviado de poder distraerlo con su relato. —YoonGi cambió mucho cuando se dio cuenta que su enojo me hacía sentir mal; me encontró en el baño vomitando después de que él peleara con un tipo que me tocó el trasero… —recordó. —, él creyó que vomitaba porque estaba embarazado pero no… —rió bajito. —así que después de vaciar mi estómago y tomar una ducha, ya acurrucados en la cama, le conté que él era el culpable de mis malestares.

Tae cubrió su boca sorprendido, no se imaginaba al alfa peleando. No cuando lo veía tan relajado todo el tiempo.

—Te juro que vi en sus ojos lo culpable que se sintió, y la tristeza que me transmitió es algo que no quiero volver a sentir jamás. —suspiró tocando la manita de su cachorrito que aún continuaba dormidito. —Desde entonces, YoonGi comenzó a controlar su furia poco a poco él solito… hasta convertirse en la persona más relajada que he conocido, todo por mi. —esbozó una enorme sonrisa muy orgulloso. —Ahora es muy difícil hacerlo enojar y si lo hace, no explota como lo hacía antes… —suspiró enamorado. —Lo amo tanto…

Los ojitos de Taehyung brillaron al darse cuenta de lo bonito que se escuchó eso. Definitivamente YoonGi y Jimin se amaban mucho, mucho.

—Anoche que te desmayaste, Hoseok se asustó mucho y se sintió muy culpable… pero tranquilo, estoy seguro que él también comenzará a controlarse poco a poco, porque te ama demasiado y no quiere verte mal…

—Yo… —suspiró bajito, sintiendo como el malestar ya había desaparecido casi en su totalidad. —Yo confío en Hoseok…

La confianza y el apoyo es algo muy necesario en una relación y al parecer Taehyung había logrado entender eso. El omega mayor no pudo evitar sonreír orgulloso al ver cómo Tae entendía mejor las cosas… seguía siendo ese jovencito dulce que conocieron pero actualmente más maduro.

Un par de horas más tarde, Taehyung ya había tomado un baño y ahora ambos estaban en el living viendo una película animada con un SeokGi mordiendo su manita y soltando muchas babitas tiernamente. El par de preciosos omegas reían a cada rato sin dejar de observar la pantalla y pasándose al cachorrito una y otra vez. SeokGi estaba muy inquieto, quería estar en los brazos de ambos, porque los quería mucho, era un bebé muy cariñoso.

—Oh, ¿Jungkook? —enarcó una ceja al notar que el alfa de su amigo le llamaba. Se levantó para ir a contestar a la cocina y así no interrumpir la película. —¿Hola?

El omega de ojitos azules se dio cuenta como Jiminnie había huido a prisa a la cocina, pero no le tomó mucha importancia así que siguió viendo la película entre risitas y jugando con SeokGi. También extrañaba a Yeontan pero hasta en la tarde irían por él, pues aún estaba en casa de los Min desde que se fueron a Hawaii.

—¡Mira SeokGi! —señaló la pantalla para que el cachorrito viera pero al bebé poco le importó, él estaba muy entretenido mordiendo su manita.

Pero no se esperó que Jimin regresara casi corriendo hasta él con una expresión angustiada, cosa que alertó al ojiazul. —¿Jiminnie?

—Taehyung, tengo que salir. —se colocó sus zapatos, tomó sus llaves y su bolso. —Iré a ver a Jin, ¿Está bien si te dejo una hora con SeokGi? Te prometo que volveré pronto.

Jimin había hablado tan rápido que Taehyung no había entendido muy bien lo que dijo. Así que simplemente asintió. —S-sí, yo cuido a SeokGi… —respondió con calma, ya había cuidado a su sobrino el solito varias veces.

—No tardaré. —besó la cabecita de su hijo y la mejilla del omega más joven para después avanzar a pasos rápidos a la entrada para después salir y cerrar la puerta.

SeokGi balbuceó llamando la atención de su tío quien lo tomó correctamente en sus brazos y así continuar viendo la película. No obstante, el cachorrito comenzó a ponerse muy inquieto a los pocos minutos que su padre se fue. Taehyung intentó jugar con él, ya dejándole de prestar atención a la película.

Así que pensó que tal vez tenía hambre, por lo que fue a prepararle un biberón, pero cuando se lo quiso dar, SeokGi ladeaba la cabeza o lo empujaba. ¿Tal vez un cambio de pañal? Pensó. Pero lo revisó y lo encontró limpio, así que Taehyung no entendía que era lo que necesitaba SeokGi y eso ya lo estaba poniendo nervioso.

—¿Extrañas a papá? —caminaba de un lado a otro con el bebé en brazos quien no dejaba de removerse. Pero entonces comenzó a llorar y ahí si Taehyung se asustó. —No llores, SeokGi, que yo también voy a llorar…

El pobre omega intentaba de todo para que el cachorrito dejara de llorar pero nada funcionaba. ¿Qué más podía hacer? Ahora él también quería llorar, le ponía triste ver a SeokGi llorar y no saber qué era lo que lo tenía así.

Pero lo que no se esperó, cuando lo recostó contra su hombro y cuello, fue sentir el cuerpo del bebito demasiado tibio a su parecer. Casi corrió a un sofá para recostarlo ahí, y entonces poder tocar su carita. Taehyung se alarmó al sentir las mejillas muy calientes, estas se hallaban muy rojas pero el omega pensó que se debía a su llanto, pero no, SeokGi tenía fiebre.

—Ay no… —casi lloraba por la preocupación. —¿Qué hago?

Tomó su celular y llamó a Jimin, pero, ¿Qué pasó? El aparato comenzó a timbrar en uno de los sofás. Jimin había olvidado su celular por salir tan apurado. La primera lágrima de frustración de Taehyung cayó así que ahora optó por llamar a YoonGi pero este marcaba ocupado por más veces que le marcó. Ahora, intentó llamar a Hoseok, pero desafortunadamente corrió con la misma suerte, la línea también se hallaba ocupada y SeokGi no dejaba de llorar.

—¿Por qué nadie me contestaaaaa? —sollozó. Esperaba que Hoseok sintiera su tristeza y desesperación pero no, la línea seguía ocupada.

El pobre omega ya no sabía qué hacer o a quién llamar. Siguió intentándolo pero ninguno le contestaba y el llanto de SeokGi estaba bajando gradualmente. Taehyung pensó que el bebito ya se sentía mejor, así que dejó el celular de lado, pero se dio cuenta que la fiebre seguía ahí y SeokGi se estaba quedando dormido. No entendió muy bien, pero eso le asustó mucho, así que cansado de intentar pedir ayuda, corrió hasta la habitación y tomó una tarjeta que Hoseok le había dado, la metió al bolsillo de su pantalón, igual que su celular, cubrió al cachorrito con una manta y lo tomó en sus brazos.

—Tengo que llevarte con un doctor, SeokGi… —musitó muy preocupado al borde del llanto observando la carita de mejillas muy rojas.

Muy decidido, salió del penthouse con bebé en brazos. Los nervios comenzaron a apoderarse de él nuevamente cuando empezó a avanzar por los pasillos hasta llegar al elevador donde presionó el botón que tenía las iniciales "PB". Se trastabilló un poquito cuando su mente se nubló al momento en el que el elevador comenzó a bajar, pero lo ignoró cuando SeokGi se quejó bajito.

—Vas a estar bien, ¿si? —suspiró con nerviosismo puro.

Unos minutos después, salió cuando finalmente el elevador se detuvo hasta donde estaba el vestíbulo. Habían varias personas por el lugar pero él siguió con su camino sin importarle nada ni nadie más que no fuera su sobrinito con fiebre. No obstante, se detuvo en la entrada antes de poner un pie afuera del edificio. Era la primera vez que saldría él solo, sin Hoseok y tenía que admitir que tenía miedo… pero tenía que hacerlo, por SeokGi.

Le dio una mirada al bebito que ya estaba casi dormido en sus brazos y suspiró. —Y-yo te voy a cuidar…

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Este es un MUY aproximado a como luce el interior del penthouse de Hoseok ¡Vean que maravilla! Le agradezco infinitamente a Jude bebita por tomarse el tiempo de hacer esto. ¡Aún hay más! Podrán encontrarlas en mi instagram @/soo.nyah 💛🌻

Ahora sí... ¡HOLA MIS PRECIOSOS GIRASOLEEEEES! Les agradezco mucho mucho la paciencia que me tienen 😭

¡Este capítulo contiene +9mil palabras! Así que... ¡¿QUÉ LES PARECIÓ?! AAAAAA AUXILIO TAEHYUNNGGGG, JINNN AAAAA Pasaron muchas cosas adgejakdh ya estamos por cerrar uno de los temas que nos ha tenido con la intriga casi desde el inicio de la historia... ¿Qué creen que pasará en el siguiente? En serio, en seriooo amo leer sus teorías.💛

Sin más, me despido~ espero que no se me olvide decir algo como siempre 😭 pero no se me olvida agradecerles todo el amor y apoyo que me han dado, ¡GRACIAS! los amo mucho mucho mucho mis preciosos girasoles, les mando muchísimos besos, abrazos y gatitos~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo! No olviden que Sony los amaaaaaaaaa~✨💛🌻✨💛🌻✨💛🌻💜💛🌻✨💛💜💛✨🌻✨💛💜✨✨💛🌻✨💛

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