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🌻•Capítulo 33

《🌻》

Al empujar la puerta de la habitación, todo se hallaba en silencio. El adorable omega sonrió al ver a su amada abuelita, y se acercó hasta donde ella dormía plácidamente.

Una vez a su lado, tomó su mano, sintiéndola extrañamente helada. Frunció el ceño confundido, así que la cubrió muy bien, para después ir a revisar las ventanas de que estuvieran bien cerradas. Una vez se aseguró de que el frío invernal no entrara, regresó a la orilla de la cama.

—Abuelita… —llamó bajito acariciando sus blancos cabellos. —Ya amaneció~ Han no va a salir a cantar, porque hace mucho frío

Taehyung se rió bajito. Pues su tierno gallo, probablemente estaba encerrado en el gallinero gracias al inmenso frío, que ni ganas de salir a cantar en las mañanas ha de tener.

—Abuelitaaaa, buenos díaaaas~ —decía cantarín. 

Sus labios se abultaron al ver que no lograba despertarla. Se acercó más a ella, recostó la cabeza en su pecho en un tierno abrazo, en el que trataba de hacer que despertara. Para su mala suerte, no funcionaba. Taehyung comenzaba a sentir una desagradable sensación en su pechito.

Se mantuvo en silencio unos segundos, para ver si lograba escuchar el palpitar de su corazón… se comenzó a desesperar cuando no logró escucharlo por ninguna parte de su pecho… se alejó un poco de ella, sintiendo como sus ojitos comenzaban a llenarse de lágrimas.

—N-No… no…. —soltaba una y otra vez en pequeños murmullos. 

No podía, no...

—¿Abuelita?... Por favor, d-despierta, ¿Sí?... —buscó la mano de ella, y en cuanto la entrelazó, la primera lágrima cayó al no sentir calor alguno. —Ho-Hoseok te va a traer tu café para que ya no tengas frío… 

No puede ser real, ¿Verdad?

Una horrible sensación se instaló en su pecho que incluso se le complicó respirar. —Ho-seok… H-Hoseok… ¡Hoseok!

🌻

Se despertó de golpe, mientras las lágrimas bajaban sin parar. Miraba a todos lados, desconociendo el lugar, comenzando a sentir miedo de nuevo, no sabía dónde se encontraba y eso lo aterraba aún más.

—Hey, Taehyung —por un momento desconoció la voz. —Estoy aquí, tranquilo… —lo tomó de los hombros, conectando sus miradas. —Respira, por favor… 

El omega miró con sus ojitos acuosos al alfa que estaba sentado a su lado y las lágrimas comenzaron a caer con más velocidad. En un suspiro, dejó caer su rostro en el fuerte pecho, importándole poco, si lo mojaba con sus lágrimas…

Hoseok lo rodeó con sus brazos, mientras acariciaba su espalda arriba y abajo en un vago intento por consolarlo…

Ya habían pasado dos días desde aquel trágico día y cada vez que Taehyung cerraba sus ojitos, los recuerdos de esa vez, lo atormentaban. No podía tener un sueño tranquilo, porque comenzaba a recordar vívidamente, todo lo sucedido el día en que perdió a su abuela.

En este momento se hallaban en una casa funeraria, a la espera de que la urna con cenizas se le sea entregada… Habían encontrado el testamento de YoungMi, en uno de los cajones de su mesa de noche, donde especificaba, que toda la granja quedaba a propiedad de Taehyung y también en esa misma hoja, pedía que el día de su muerte, fuera cremada, para luego esparcir las cenizas en ese bello campo de girasoles que había creado junto con su esposo…

Las lágrimas del triste omega, habían cesado poco a poco. Todavía se mantenía con su rostro en el pecho de su alfa, sintiendo las pequeñas sacudidas que su cuerpo aún tenía a causa del llanto, acompañadas de bajitos hipidos… Hoseok permanecía frotando su mano en la espalda más pequeña, todo en silencio.

Estaba tan acostumbrado a ver a su pequeño siempre feliz, siempre tan sonriente… que le partía el corazón verlo tan triste y llorando varias veces al día. Ni siquiera había mostrado una pequeña sonrisa desde entonces. Taehyung se encontraba devastado… 

Hoseok se había encargado de todo. Aunque había sido muy solitario, pues según Taehyung, no tenían más familiares… solo era el pequeño omega y su dolor… tal vez por eso Kim YoungMi pidió que la cremaran, pues hacer un funeral habría sido aún más doloroso para Taehyung, quien tendría que enfrentar todo él solo…

Media hora después, ambos iban en el auto rumbo a la granja. El atardecer se veía al horizonte y Taehyung abrazaba la urna color plata, donde reposaban las cenizas de su abuela. Decidió esperar a que la primavera llegara, para poder esparcirlas… 

El alfa miraba de reojo y muy angustiado a su omega, mientras conducía. No había ningún rastro de ese hablador, risueño y burbujeante chiquillo… simplemente miraba por la ventanilla en silencio. Pero Hoseok no lo dejaría solo, no cuando ahora lo necesita más que nunca. 

Luchará por volver a poner una sonrisa en ese bonito rostro y ayudarle a sobrellevar todo… 

Después de hacer poco más de una hora de camino, habían llegado a la granja. Los ojitos de Taehyung, nuevamente se llenaron de lágrimas al entrar a la casa y hallarla tan silenciosa… mordió su labio inferior, conteniendo su llanto, y dejó la urna sobre la mesita de centro. El triste omega se sentó en el sofá frente a ella, dejando escapar un tembloroso suspiro. 

El lugar a su lado se hundió y un brazo se posó gentilmente sobre sus hombros. Hoseok lo apegó más a él, haciéndole saber que estaba ahí, y que no se iría. —La extraño mucho… 

Su voz salió pequeñita y el corazón del alfa se achicó. —Lo sé, cachorro… 

—Hoseok… —se separó un poquito para mirarlo a los ojos. Su naricita rojita al igual que sus mejillas, los bonitos ojos cubiertos de lágrimas, permitiendo que estás comenzaran a bajar, por las palabras que estaba por decir. —M-Me quedé solo… —sollozó— no tengo a mi mamá, ni a mí papá o a mi abuelito y ahora tampoco a mi abuelita, estoy solo…

—No, no, no… —lo atrajo a sus brazos en un movimiento rápido y desesperado. Lo sentó en su regazo, para después acunar las sonrojadas y húmedas mejillas. —No estás solo, yo estoy contigo, y siempre lo estaré. ¿Escuchaste?, mientras yo viva, nunca estarás solo, cariño… 

El omega no dijo nada, simplemente comenzó a sollozar, sin dejar de mirar al alfa a los ojos. Sus lágrimas mojaban los pulgares que trataban de limpiarlas, pero era una tarea imposible, éstas salían sin tregua alguna.

—Somos pareja… y ser pareja significa que estaremos el uno para el otro en todo momento, sobre todo en los difíciles…. —pasó el pulgar por debajo de sus ojos, no sin antes dejar un beso en su frente. —No me iré de tu lado, Taehyung… 

Sus labios se mantenían en un enorme puchero tembloroso. Las lágrimas continuaban bajando, pero no dejaba de mirar al alfa a los ojos… y a decir verdad, esas palabras le causaron una sensación cálida y bonita en su corazón.

—Te amo, cachorrito…  —plantó un casto besito en los labios abultados. —No lo olvides… eres el dueño de mi corazón y de mi vida… 

El de ojitos azules no resistió más, así que hundió su rostro en el cuello de su alfa, sin dejar de sollozar. Hoseok besó su cabello y suspiró una vez más, solo que ahora, había una minúscula sonrisa en sus labios. —Me tienes a mi, tienes al Señor Choi, tienes a Jimin… oye, ahora que recuerdo, ya eres tío… —se rió bajito. —SeokGi también es tu sobrino, estoy seguro de que él te amará mucho… 

Entonces recordó al pequeño bebé y no pudo evitar que una pequeñísima sonrisa surcara sus labios. SeokGi era chiquito y bonito… había sentido tan bonito en su pechito cuando lo sostuvo en sus brazos… 

—Te imagino jugando con él cuando esté más grande… serán tan tiernos juntos. —comentaba tomando la mano de su omega. —Los llevaré a la feria y se subirán juntos al carrusel, ¿Que dices?

Taehyung se separó un poquito, para poder ver al mayor a la cara. Talló sus ojitos con sus mangas, mientras asentía con un adorable puchero. Hoseok sentía que moriría de ternura.

—N-No vomitaré en tus zapatos esta vez… —murmuró bajito y ronco mientras sorbía su nariz.

Hoseok se rió. —Está bien, cachorro… —acarició su nuca. Taehyung aprovechó para volver a recostar su cabeza sobre el firme pecho.

Sentía sus ojitos cansados de tanto llorar. Además las caricias en su cabello le relajaban en demasía… todo estaba en silencio, solo eran ellos dos en el lugar… Taehyung se sentía cansado, tanto física, como mentalmente, que solo bastaron un par de minutos, para que se quedara dormido sobre el cálido cuerpo de su alfa.

El mayor suspiró por tercera vez, más relajado. Abrazó más el delgado cuerpo de su omega, hasta unir sus cabezas. Cerró sus ojos, mientras trataba de brindarle calor… realmente esperaba que no volviera a soñar lo sucedido aquel día. Taehyung necesitaba descansar adecuadamente.

Pero entonces, el timbre de su celular lo sobresaltó, también a su omega quien dio un saltito y abrió sus ojos. —Shh, sigue durmiendo… —había rechazado la llamada sin siquiera fijarse en el remitente. Su omega importaba más.

Así que arrulló a Taehyung, hasta que se volvió a dormir. Entonces aprovechó para revisar su celular y ver quién era la persona que despertó a su pequeño.

—Jin… —murmuró a lo bajo al ver su nombre en el registro de llamadas. Tocó el nombre y llevó el celular a su oreja. —Hey…

Hoseok, lamento si interrumpí algo… ¿Estás en tu oficina? —de fondo se escuchaba música.

—No, estoy fuera de la ciudad, ¿Sucedió algo?

Oh… ¿No recuerdas que íbamos a ir hoy a celebrar el éxito del proyecto?

—Ahh… —cerró sus ojos y llevó una mano a su frente. —Lo olvidé… escucha, ¿Recuerdas que Taehyung me llamó aquella noche? —Sí, respondió desde la otra línea. —Tristemente, su abuela falleció hace dos días y he estado con él, por eso no he ido a la empresa… de hecho, estoy con él justo ahora…

¡Ay no!, lo siento mucho… —se sintió mal. —No me imagino lo pésimo que se debe de sentir, pobrecito… por favor dale un abrazo de mi parte… 

—Lo haré

Olvida lo de esta noche, ese pequeño te necesita

—Vayan ustedes, no se preocupen por mí… —suspiró echando su cabello hacía atrás. —Después los invito a beber...

De acuerdo, y ya estamos aquí —se rió. Unas voces se escucharon. —Namjoon y Jungkook te mandan saludos.

Hoseok negó divertido. Después de unas palabras más, finalizó la llamada… luego, poco a poco y con muchísima precaución, se puso de pie con su omega en brazos, y subió las escaleras, hasta llevarlo a su habitación. Lo mejor era dejarlo descansar unas horas… 

🌻

La música resonaba en todo el lugar. Se hallaban en un restaurante-bar en el centro de la ciudad. Al ser viernes, este se hallaba casi en su totalidad. El ambiente era alegre y cómodo. Había de todo en el recinto, omegas, alfas, betas, todos de distintas edades.

La trifecta amorosa, optó por cenar primero. Se sentaron en una mesa de cerca de un gran ventanal. En lugar de sillas, había un sofá frente a la mesa, así que los alfas se sentaron a los lados para así dejar a su omega en medio de ellos.

—¿Qué te dijo Hoseok? —preguntó el alfa mayor.

—Ah, no podrá venir. —dejó su celular en la mesa. Evitó contar la causa, era algo privado. —Dijo que otro día nos invitaría a beber.

Revisaban el menú, donde decidieron comenzar tranquilos, los tres pidieron hamburguesas, y agua mineral para empezar. En lo que llegaba su comida, se pusieron a disfrutar de la música, Jin se movía a los lados al ritmo, aprovechando para golpear con sus hombros a sus alfas. Estos solo reían y le seguían el juego. 

También se habían puesto a tomar fotos y vídeos para subirlos a sus historias. Después de cuarenta y cinco minutos, sus hamburguesas fueron servidas, pues al haber tantas personas en el lugar, el servicio estaba algo lento. Así se dispusieron a comer, entre charlas sobre temas triviales, o sobre cosas y/o personas que veían ahí dentro del lugar. SeokJin soltaba varios "Oh, amo esa canción" haciendo reír a sus alfas cuando se ponía a cantar con extrema emoción, desafinando a propósito.

Las horas continuaron pasando, y tal como pasaban, las copas iban aumentando. SeokJin se hallaba sentado sobre Namjoon, ambos besándose desesperadamente, con toques por aquí y por allá. Mientras que Jungkook había ido al baño, el pobre era de vejiga pequeña, a pesar de que no había bebido tanto. 

De hecho, ambos alfas se estaban controlando, no querían beber mucho y dejar desprotegido a su omega, ante tantos jóvenes hormonales. Cuando Jungkook regresó, se sorprendió de que Jin saltara a sus piernas, rodeando su cuello con sus brazos. El joven alfa sostuvo al mayor de la cintura y rió al ver sus labios hinchados y mirada cristalizada. Kim SeokJin ya estaba bastante ebrio.

Jeon le dio una mirada a Namjoon, quien estaba tomando un poco de aire, pues Jin apenas le había dado oportunidad de respirar entre tan intensos besos y mordidas. Jungkook no pudo evitar reír… no duró mucho, pues SeokJin atacó sus labios en un pasional beso. No le importaba terminar como Namjoon, así que con mucho gusto recibió los labios de su omega.

—Yo… l-los amo, mucho… —repitió por décima vez muy ebrio. Se había vuelto a sentar en medio de sus alfas, a quienes había dejado con sus labios hinchados. Pobres, a Jin le encantaba morder cuando besaba. 

—También te amamos… —dijo Namjoon acariciando su cabello.

—Alfas… —su tono de voz cambió a uno más pequeño. —¿Harían algo por mi?

—Lo que sea, Jinnie —respondió el joven pelinegro. Le parecía tierno ver al mayor ebrio.

SeokJin soltó una baja risita y sus alfas lo miraron con una ceja enarcada. Namjoon pasó su brazo por los anchos hombros. —¿Qué es, bebé?

—Bésense

No respondieron. ¿Habían escuchado bien?

—¿Qué? —Namjoon frunció el ceño.

—Que se besen, ustedes dos —aplaudió emocionado

Jungkook y Namjoon se miraron a los ojos e hicieron una mueca. A ellos solo les gustaba besar a su omega. —Está ebrio

—Muy ebrio —concordó Nam. —hay que llevarlo a casa.

—¡No! Yo quiero que se besen. —se cruzó de brazos.

—Jin… nosotros solo te besamos a ti, no entre nosotros. —explicó el alfa mayor. Jin frunció sus labios.

—No habrá sexo en un mes. —sentenció con seriedad.

Los alfas intercambiaron miradas y después de unos segundos, hicieron una mueca y suspiraron. —Solo uno pequeño… 

—¡Sí! —el omega celebró dando saltitos en su asiento, mostrando una enorme sonrisa.

Jin estaba sentado en medio de ellos, así que vería el espectáculo justo frente a sus ojos. Tanto Namjoon como Jungkook arrugaron sus narices y sin rodeos, acercaron sus rostros, ladearon un poco sus cabezas y se quedaron a solo un par de centímetros a punto de unir sus labios, de no ser porque la vergüenza les llegó.

El omega bufó al verlos detenerse, pero una sonrisa traviesa se formó en sus labios, cuando una idea llegó a su cabeza. Tomó a ambos alfas de la nuca y de no ser porque se percataron de lo que su omega iba a hacer, hubiera logrado que ambos se besaran.

SeokJin se molestó, porque no hicieron lo que pidió. El ebrio omega, se hallaba refunfuñando en su lugar, con los brazos cruzados y un puchero promitente. Ignoraba cada palabra que sus alfas le dedicaban, oh no, él no les haría caso si ellos no le hacían caso a él. Y a pesar de estar enojado, a sus alfas les parecía el omega más tierno del mundo. Pues Jin se hallaba sonrojado por el alcohol, y estar en esa posición con labios y mejillas abultadas por molestia, le hacía ver tan adorable. Pero por más que trataban de llamar su atención no lo lograban. Solo tenían que hacer una cosa… 

—Hey, Jin… —llamó Namjoon. El omega levantó la mirada. —Mira esto. —tomó a Jungkook de la nuca. Este se sobresaltó, pero rápidamente comprendió todo. —Démosle lo que quiere…

Jungkook tragó grueso y asintió antes de sentir como los labios de Namjoon se estampaban con los suyos. El alfa mayor le invitó a mover los labios, Jin quería que se dieran un beso, un beso real es lo que tendrá. Así que Jungkook arrugó su entrecejo y comenzó a mover sus labios. Namjoon también mantenía su ceño fruncido, pero aún así, ninguno dejaba de mover sus labios.

SeokJin estaba con los ojos más abiertos que nunca al ver la manera en la que ambos se estaban comiendo la boca. Vaya, eso era más de lo que él quería… pero no sé quejaba.

Unos segundos después, los alfas se separaron, pasando su antebrazo por sus labios, tratando de limpiarse los restos del otro. No podían negarlo, había sido un buen beso, pero no se habían sentido muy cómodos que digamos. Sentían que traicionaban a su omega.

—¿Y bien? —preguntó Namjoon volteando a ver a su chico.

—¿Jinnie? —se extrañaron al ver sus mejillas más rojas que antes.

Evidentemente, el omega se hallaba bastante sonrojado. Tenía su mirada al suelo, mientras relamía sus labios una y otra vez, con sus manos cubriendo su entrepierna… entonces el aroma excitación llegó hasta los dos alfas, sus pupilas se dilataron y en un dos por tres, cubrieron a su omega con sus cuerpos.

—V-Vamos a casa… —pidió bajito.

No, no era el celo. Al parecer a cierto omega, le había gustado en demasía, ver a sus alfas de una manera tan íntima entre ellos… 

🌻

Cuando Taehyung abrió sus ojitos, no se esperaba tener el rostro de su alfa tan de cerca. Este se hallaba dormido a su lado, que no pudo evitar sonreír un poquito al verlo tan tranquilo… pero cuando intentó mover sus manos, se dio cuenta de que el mayor las tenía entrelazadas con las suyas bajo las cálidas sábanas.

No me iré de tu lado, Taehyung…

Él se había mantenido a su lado… sus mejillas se pintaron de un leve carmín al darse cuenta de que efectivamente, Hoseok estaba junto a él. Así que con algo de timidez, acercó su rostro lentamente hasta su pecho e inhaló con profundidad… ese aroma a canela, roble y manzanas, era definitivamente lo mejor del mundo.

Una vez sus pulmones se llenaron, salió de la cama y apenas así se dio cuenta de que ya era noche. ¿Cuánto tiempo dormí?, se cuestionó mentalmente. Para su suerte, esta vez había logrado dormir sin tener ese sueño que lo atormentaba.

Salió de su habitación abrazándose a sí mismo, estaba haciendo mucho frío y a pesar de portar ropas abrigadoras, el frío aún le llegaba… se asomó por una ventana y sí, estaba nevando de nuevo. Dejó salir un suspiro, que logró empañar el cristal frente a él…

Se dio media vuelta, en tanto caminaba lentamente mirando sus pies. Se detuvo frente a una puerta y se debatió entre abrirla o no. Rodeó el pomo con su mano y giró. Empujó la puerta… su expresión rápidamente cambió a una triste. Sí, era la habitación de su abuelita, tan silenciosa, tan sola… 

Dio un par de pasos adentro, percibiendo ese característico aroma a ella… a pesar de haber sido beta, su abuelita tenía cierto aroma en sus ropas y sobre todo en su habitación, era un aroma que le hacía sentir tranquilo y le traía bonitos recuerdos de su infancia… ahora solo le causaba melancolía.

—Abuelita… ¿Por qué me dejaste? —susurró al mismo tiempo en que una lágrima bajaba.

Sus labios tomaron forma de un triste puchero. Se acercó al tocador, este se hallaba limpio y muy bien ordenado. Lo inspeccionó todo con la simple vista, pero una de las puertitas de abajo se encontraba levemente abierta, eso llamó su atención. Se acuclilló frente a ella y sin más, la abrió, donde al mismo tiempo, un libro, cayó al suelo.

Taehyung sintió curiosidad por ello, así que se sentó en el suelo y tomó ese pesado objeto, colocándolo en su regazo. Cuando lo abrió, se sorprendió de no encontrar letras, si no, fotografías. Eso no era un libro, era un viejo álbum de fotos.

¡Esos eran sus abuelitos de jóvenes!, estaba más que seguro. Veía las fotos con mucho detenimiento, conforme pasaba las páginas. Sonrío mucho cuando vio una foto de su abuelita y su abuelito en la tierra, al parecer se encontraban sembrando. Ellos siempre se sonreían y abrazaban, se nota que desde siempre estuvieron muy enamorados… al dar vuelta a la siguiente página, estás eran fotografías de terrenos, uno de sólo tierra, y la otra era donde ese mismo terreno, tenía pequeñas plantitas, la tercera foto mostraba un montón de girasoles. La cuarta foto, estaban ambos de espalda, tomados de la mano, mirando el hermoso sembradío.

Y justo en la esquina, había un pequeño escrito: Kim YoungMi, te amo tanto, que por ti plantaría tu flor favorita por todo el mundo, con tal de verte sonreír cada vez que los veas. Kim Dongsun.

El omega llevó una mano a su pecho, ellos estaban realmente enamorados… 

Siguió pasando las páginas, en todas se le veía a ambos sonreír y eso hacía feliz a Taehyung… pero algo llamó su atención, en una fotografía, su abuelita tenía una enorme panza, justo como la que tenía Jiminnie… YoungMi sonreía en grande haciendo una "v" con sus dedos a la cámara. En la siguiente fotografía, estaba un bebé. Taehyung ladeó su cabeza, mientras continuaba pasando las páginas, y veía al bebé cada vez más grande… una niña, el cabello era del mismo color que el suyo…

Se encontró con otra fotografía que de verdad lo había dejado con la boca abierta. En ella estaba la imagen de una jovencita, muy sonriente, de cabello largo y platinado, sus ojos eran azules y portaba un lindo vestido amarillo… el parecido era innegable

—¿Mamá? —con sus dedos acarició su rostro. —¿Es mi mamá?

—¿Taehyung? —la voz de Hoseok llegó hasta sus oídos. —¿Qué haces aquí, cachorro?

Hoseok se inclinó a su lado al no recibir respuesta. Y por supuesto que también se quedó con la boca abierta, ella era la madre de Taehyung. Era obvio, el parecido era sorprendente… 

—Hoseok… ¿Ella es mi mamá? —preguntó trémulamente.

—Dios, sí… —se sentó a su lado. —eres idéntico a ella… 

Taehyung sonrió sin dejar de ver la fotografía. ¡Su madre era hermosa!. Ahora Hoseok sabía de quién había heredado la belleza.

—¡Ella es mi mamá! —exclamó. Estaba tan feliz, su abuelita nunca le había mostrado una fotografía de ella. Pero ahora, finalmente puede ponerle rostro a sus pensamientos sobre ella.

El eufórico omega levantó el álbum, sin dejar de mirar a su madre con alegría. Continuó pasando las páginas, sonriendo aún más, al ver que había más fotografías de ella. La última fue donde ella estaba sentada en aquella colina con el árbol de manzanas y saludaba con un tierno eyesmile a la cámara. Entonces ya no hubo más… 

Las siguientes páginas estaban en blanco. Y con la esperanza de encontrar más fotografías de ella, continuó buscando dentro de esa puertita. Dónde se encontró con un pequeño cofre de madera, que podía tomar entre ambas manos. Hoseok estaba muy atento a lo que su omega hacía, y lo dejaría si eso lo hacía sonreír.

Cuando la abrió, se encontró, con un par de pequeñas fotografías más de su madre, en todas sonreía. También se encontraban un par de anillos y un collar de lo que parecía ser oro, con un dije de flor de girasol. Y si lo veía bien, era el mismo que su madre usaba en algunas fotografías. Con muchísimo entusiasmo, le pidió a Hoseok que se lo pusiera, este por supuesto que lo hizo. Sobre todo por la explicación que su omega le dió.

—Será como tener a mi mamá conmigo… 

—Estoy seguro de que ella estaría feliz de verte usándolo… —besó su sien con cariño. —Se te ve muy lindo, pequeño… 

Taehyung se sonrojó pero asintió. El collar era muy bonito. Siguió revisando en la cajita, solo encontrando papeles… Hoseok se dio cuenta de que uno de ellos, era el título de propiedad de la granja. La hoja lucía bastante nueva, revisó cada punto y se sorprendió al ver el nombre de Taehyung como el propietario. Observó la fecha en la que se llevó a cabo el documento y vaya… al parecer YoungMi había aprovechado aquella vez que llevó a Taehyung a la ciudad, para hacer estos cambios. Un acta de nacimiento también se encontraba ahí, la cual era de Taehyung, ésta también lucía nueva.

—Fecha de nacimiento, treinta de diciembre de… un momento… —volvió a releer— treinta de diciembre… ¡Tu cumpleaños es en trece días!

—¿Eh? —el alfa le entregó el documento, señalándole la fecha de su nacimiento. —Oh, sí… mi abuelita siempre me regala una bufanda… 

—¿Por qué no me habías dicho cuando era tu cumpleaños? Bueno, yo tampoco lo pregunté… —rascó su nuca

Se encogió de hombros. Él no creía que su cumpleaños fuera una fecha tan importante… su abuelita lo felicitaba y le llenaba el rostro de besitos. Pero después, ella se ponía muy triste, siempre en ese día y no le gustaba verla triste.

En fin, continuaron buscando fotografías de su mamá, pero solo eras más papeles los que encontraba. Los que no entendía, se los pasaba a Hoseok. Pero hubo uno que de verdad captó su atención. "Prisión Nacional de Seúl" 

Kang Daehyun. Sentenciado a treinta años de prisión, sin libertad condicional. Cargos: Homicidio agravado en primer grado a su cónyuge...

—Kim Suni… —leyó en voz baja.

¿Kim Suni?... ¿No era ese el nombre de su madre?, Cónyuge... ¿Ese hombre era su padre?...

—Hoseok, ¿Qué significa homicidio?

—¿Uh? —Taehyung le entregó la hoja. —Ahí, dice, cargos por homicidio a su cónyuge, Kim Suni… ese es el nombre de mi mamá… 

Ay no, ¿Taehyung tenía que enterarse de esto justo ahora?

—Escucha, cachorro… —relamió sus labios. Pensando en lo que estaba apunto de decir. —Homicido es… cuando alguien… mata a alguien…

—¿Matar?... —el omega abrió sus ojitos en grande. —Él… ¿M-Mi papá m-mató a mi mamá?

El alfa suspiró, llevando una mano a la espalda más pequeña. —Lo siento mucho… 

—¿Por qué? —sus ojitos se llenaron de lágrimas. —¿Él ya no la quería?

Hoseok lo atrajo en un fuerte abrazo. Dejándole procesar lo que acababa de escuchar. Hoseok no quería que Taehyung se enterara, al menos no aún. Por algo su abuela se lo mantuvo en secreto todo este tiempo.

—Entonces… ¿Mi papá está vivo?

Asintió. —Pero está encerrado en prisión… 

Taehyung limpió sus lágrimas. Estaba triste y molesto a la vez. Tenía una sola pregunta que hacerle. ¿Por qué mató a su madre?

Quiero verlo

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¡hOLAAAAAAA! ¿Hay algún sobreviviente por tremenda coreografía de ON? Yo le sentí brutalmente atacada si que si.

AaaAaa Taehyung ya conoció a su mami~ pero tristemente también descubrió la causa de su muerte... ¡¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?! ¿Creen que Hoseok deje que Taehyung vaya a ver a su padre?

Dato: recordemos que Taehyung tiene 18 años y en ese entonces el no era tan alto. Así que ahorita ta chiquito, ya después crecerá y será más alto que Hoseok 7u7

Assdfghjk CAPITULO DEDICADO A MI PRECIOSO GRUPO DE GIRASOLES EN WHATSAPP AAAAAA LOS AMO MUCHÍSIMO💓🌻🥺💓🌻💓💓🌻💓🌻

Sin más, me despido, les mando muchos besos abrazos y gatitos~ los amo mucho no lo olviden~ ¡Nos leemos en el próximo capítulo! 💓🌻💓💛💚🌻💛💓💚🌻💚💓💚💚🌻💓

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